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from sicigia

Beatriz sacó su libreta del bolso para revisar la lista de la compra. Se encontraba en el supermercado junto a Ginés. Al abrir la libreta por la página equivocada se deslizó una nota doblada. Beatriz se agachó rápida a recogerla, pero Ginés se le adelantó y la pudo atrapar antes. Ella compuso un gesto de fastidio.

—¿Por qué la guardas? —preguntó con seriedad Ginés. Se trataba de un croquis de un barrio de la ciudad. Lo hizo él años atrás cuando se conocieron. Ella era una recién llegada y preguntó por una dirección. Él le hizo ese esquema básico de calles y añadió como detalle su número de teléfono por detrás junto a su nombre.

—Es de los pocos dibujos o manuscritos que tengo de ti. Además de que fue el primero. Una vez me enseñaste un cuaderno de dibujo tuyo, se te daba bien.

—Me cuesta volver a dibujar, me recuerda demasiado a mi padre fallecido, que fue quien me enseñó. Demasiados recuerdos.

—¿Y otro arte visual que no sea exactamente el dibujo? Tienes una capacidad visual muy buena para la perspectiva, las proporciones y demás. Tendrías que sacar el arte que llevas dentro.

Ginés se la quedó mirando entre las botellas de agua y los refrescos que había en el pasillo del supermercado.

—El otro día miré la información cultural del municipio y vi que había un curso de pintura. Reconozco que me acordé de ti. Además los horarios encajaban con tu trabajo. Era por la tarde a partir de las siete.

Ginés suspiró y se sintió atrapado por la sugerencia. Era verdad que ansiaba volver a trabajar su lado artístico, pero también temía que con la falta de práctica se hubiera perdido o cuanto menos atrofiado. Tenía miedo a descubrir que su talento ya no fuera el que había llegado a ser.

—Eso es a sorteo, ¿no? El que te toque una plaza.

—Claro, pero si no echas nunca te va a tocar. Puedes intentarlo. Me gustaría volver a verte sonreír con material de pintura, dibujo o semejante entre las manos.

—De acuerdo, cuando lleguemos a casa vemos cómo es el tema de la preinscripción.

Beatriz se alegró y ambos continuaron con la compra por el supermercado.


 
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from sicigia

El diente de león estaba en flor. La inflorescencia amarilla y redonda había dado paso a una bola gris. El diente de león instaba a sus semillas a que fueran vida allá donde fueran. Y tras decirles esto, como si de un deseo se tratara sopló una ráfaga de viento que agitó la planta. Las semillas se desprendieron y comenzaron su vuelo transportadas por el aire y adheridas a sus vilanos.

La mayoría fueron a caer sobre los campos cercanos. Con el tiempo se convertirían en nuevos dientes de león que ampliarían la población de la zona. Otras semillas, las menos, fueron volando más lejos. Unas pasaron por una zona de juegos donde un grupo de niños se divertía.

Al ver las semillas pasar, intentaron en vano atraparlas, iban demasiado alto y tan solo llegaron a acariciarlas unos instantes. A cambio con los movimientos que hicieron al intentar cogerlas se le ocurrió idear unos pasos de baile. Alzar los brazos y cerrar las manos. Lo llamaron La danza del atrapa sueños.

De las pocas semillas que siguieron su recorrido aéreo una se coló por la ventana abierta de la habitación de un hospital. Así llegó hasta la cama de una enferma y se pegó junto a la almohada. La mujer tomó con delicadeza la semilla y lo interpretó como una señal de su pronta recuperación tras la intervención a la que había sido sometida.

Como agradecimiento además pensó que volvería a colocar tiestos en la repisa de la terraza. Hacía años que no había vuelto a tener plantas, después de que un calor intenso y persistente le secara todas las que tenía. Ahora se encontraba de ánimos para volver a intentarlo.

Las semillas de los campos, las que inspiraron el baile de los niños o las que animaron a la mujer ingresada se sintieron muy contentas de sus logros. Y en su interior quedó la idea de seguir transmitiendo mensajes de vida a sus futuros frutos.


 
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from sicigia

Miguel se fue a dormir tarde una noche más. Era época de presentar unos informes en la oficina y se llevaba el trabajo a casa. En el sentido figurado y en el literal. Cuando ya casi no podía leer porque se le mezclaban las líneas de puro cansancio dio por concluida la tarea. Apagó la luz de la sala y dio la del pasillo.

Se dirigió al dormitorio procurando no hacer ruido. Se puso el pijama con el ruego de que la madera no crujiese bajo sus pies. Después apagó el interruptor del pasillo. A tientas llegó a la cama donde ya dormía Leire. En cuanto sus ojos se hicieron a la penumbra pudo distinguir el perfil de su silueta. Escuchó su respiración tranquila.

Miguel se metió con cuidado bajo las sábanas en el hueco que le quedaba. Era estrecho. Leire en su ausencia solía colocarse en el centro. Dudaba que fuera algo deliberado sino más bien un movimiento posterior en sueños. Buscaría la mayor comodidad sin darse cuenta.

Echaba de menos el beso de buenas noches que se solían dar. Estaba por darle uno fugaz en la frente pero se contuvo. No quería despertarla ni alterar su descanso. Ella también tenía que madrugar para acudir a su puesto de trabajo, le convenía tener un sueño reparador. Respetaba en gran medida a Leire y cuidaba de su bienestar.

Entonces una voz incómoda resonó en su cabeza y cuestionó la última parte. ¿Era cuidar compartir cada vez menos tiempo entre ellos debido a que él estaba centrado en sus preocupaciones profesionales? Era consciente de que la situación se estaba prolongando más de una semana y que no tenía visos de cambiar.

¿Debería pedir una rebaja de responsabilidades en la oficina o delegar de algún modo? Esos pensamientos le quitaban el sueño que quería precisamente conciliar. Además de cansado como está dudaba que fuera el mejor momento para tomar ese tipo de decisiones. Entonces se giró en la cama y se quedó contemplando a Leire. De inmediato sonrió sincero.

Su mera presencia lo reconfortaba. Luego estaba el conjunto de su ser. Su sonrisa, su buen hacer. Incluso sus momentos de genio cuando defendía sus límites. Se sentía afortunado de saber que estaba cerca y sentir el mutuo apoyo que se prodigaban.

Ya con las nieblas del sueño, Miguel se durmió pensando en que debería hacerle un regalo. No hacía falta que fuera físico siquiera o que hubiera un motivo. Deseaba expresarle su gratitud y su aprecio por ella.


 
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from sicigia

La casa estaba a punto de estrenarse. Habían pintado paredes y techos, la habían amueblado al gusto. Todavía no la habitaban, faltaba poco. En estas circunstancias el mobiliario de la sala aprovechaba para sus tertulias vespertinas.

—¡Qué comodidad! —dijo el sofá—. Esta calma y silencio van a durar poco. Esperad que llegue la familia y se asiente.

Esa mañana solo habían ido a supervisar la instalación del dormitorio. Luego se habían vuelto a marchar. En la sala durante la espera habían estado leyendo el periódico, que ahora se encontraba doblado sobre la mesa.

—Agorero, la vida que traerá la familia. Seguro que hay más alegría y movimiento —dijeron las cortinas.

—Ni que supieras adivinar el futuro —replicó el sofá.

—Si quieres leemos el horóscopo del periódico para eso. Mesa, ¿qué dice el horóscopo del día?

La mesa se movió para pasar las páginas hasta que llegó a la deseada.

—¿De qué signo quieres?

—Ah, me da igual —dijeron las cortinas—. Cualquiera vale.

—Total, para la validez que tiene —rezongó el sofá.

—Tendrás un día estupendo si evitas mojarte. Te irá bien en el amor.

—Pamplinas —murmuró sofá.

—Nosotros no nos duchamos, así que difícilmente nos vamos a mojar. Y el amor, bienvenido sea —dijeron las cortinas. —Espero no tener manchas permanentes muy pronto —pidió el sofá.

—Ay, nuevo, sin apenas estrenar y ya estás con esas. Existen los quitamanchas y en el peor de los casos, una funda y cambio de apariencia.

—Tú siempre en positivo. ¿No temes que el gato que venga te arañe y te haga jirones?

Los comederos y la cesta con un cojín ya ocupaban su sitio en la cocina.

—Pienso en la responsabilidad de la familia y que las cortinas valemos lo nuestro. No van a dejar que me haga trizas. Además, seguro que el gato ya viene enseñado.

—Tendremos una existencia tranquila y sosegada —añadió mesa—. Y que viviremos y daremos servicio muchos años.

—Ojalá sea así —deseó el sofá.

—Va a ser así —afirmó la cortina—. No tenemos nada eléctrico ni electrónico. Nada de actualizaciones ni obsolescencia de esa programada. Tela y madera.

—Afortunados —musitó la televisión inteligente sobre el armario bajo.

—Vamos alegra ese ánimo —le dijo la cortina al sofá.

—Creo que me acaba de caer una gota —dijo el sofá.

—¿Gota? Deliras. Esto es una casa, hay techo, no estamos fuera en un jardín a la intemperie —repuso la cortina.

Pero el sofá no estaba equivocado. Era la primera gota de otras tantas que caerían. En el piso se arriba el sistema del gran acuario se había estropeado y perdía agua. Agua que ya empezaba a filtrarse. Su visión de futuro radiante iba a verse truncada.


 
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from hijodelagalaxia

la primera vez que oí hablar del Shabbath fue cuando hice mi primera comunión: se hablaba de un día de reposo que se celebrara debido a que el dios bíblico descansó en el último día de la creación. en el mundo de la academia se escucha mucho el término “año sabático” para referirse a un año sin clases pero con paga.

no fue sino hasta este año que volvió a mi atención lo del shabbath gracias a una serie de nesflis que se llama “Nadie quiere esto”. es una serie palomera, pero algo que resaltó mucho para mí fue la centralidad que tiene el shabbath para el pueblo judío, a diferencia del catolicismo que aunque lo menciona no es obligatorio celebrarlo -creo que todo en el catolicismo es opcional al final del día-. lo que más me llamó la atención del shabbath fue que lo describían como un día de descanso, pero no a la manera del fin de semana capitalista en donde uno descansa para regresar a trabajar y que le exploten. el shabbath era otro tipo de descanso, del tiempo habitual, pero también era un tiempo para reconectar con la familia y con el dios hebreo, por supuesto.

en este punto debo aclarar que no profeso ninguna religión ni creo fervientemente en el dios de ninguna de éstas. ¿entonces cómo se me ocurrió celebrar el shabbath dadas estas circunstancias? por estos mismos días había estado leyendo y encontrándome muchas cosas sobre los jardines digitales, el neoludismo, la “descomputarización” de la vida, la lucha contra los algoritmos y un largo etc. ver la serie fue el punto de partida para plantearme la posibilidad de “secularizar” -a falta de una mejor palabra- el shabbath. ¿cómo sería celebrar desde un punto de vista no religioso, pero sí espiritual, un evento parecido al shabbath? entonces comenzó mi investigación sobre este día para lxs judíxs.

hubo cosas que descubrí que incorporé a mi propia celebración y perspectiva del shabbath:

  1. el shabbath comienza el viernes cuando anochece y termina cuando anochece el sábado, es decir, que el “día” no se concibe desde el tiempo habitual productivo, sino siguiendo un poco las indicaciones del sol. me gustó la idea de que el tiempo no tiene que estar enclaustrado en la nomenclatura habitual de las 24hrs. sino que el mundo natural que nos rodea define cuando inicia y termina un día. así que, esto si lo mantuve de la celebración original.

  2. hay muchas prohibiciones relacionadas con el trabajo, y lo que se puede y no hacer. en esta parte no sigo el shabbath como se debe porque me da pereza seguir todas esas prohibiciones, por un lado, y por otro porque no me hacen sentido para lo que yo quiero con mi propia celebración. lo que decidí fueron dos cosas: no hacer ningún trabajo físico ni mental pesado y no usar nada digital. mi familia y amistades saben que durante este periodo mi celular estará apagado, y que tampoco usaré la computadora ni nada por el estilo. tengo un teléfono fijo en caso de alguna emergencia al que me pueden marcar. lo que me lleva al siguiente punto:

  3. leí en varios lados que el shabbath es también una forma de usar el tiempo para reconectar con personas, con nosotrxs mismxs o con dios. como yo no creo en dios, me planteé reconectar con el mundo natural que me rodea. entonces, durante mi propio shabbath hay tres cosas que suelo hacer e intercalo dependiendo de las circunstancias y mi estado de ánimo:

a) Pasar tiempo a solas en casa: cuando decido pasar tiempo a solas en casa evito salir lo más posible. aprovecho este tiempo para reconectar conmigo mismo, a veces sólo tumbado en cama reflexionando sobre lo que sucedió en la semana -un punto que tocaré más adelante- o simplemente siguiendo mi respiración. reconectar con unx mismx me parece que es algo que a veces debido a los ritmos de vida y de trabajo nos pasa de largo. b) Pasar tiempo con mi familia o mi pareja: reconectar con las personas que nos rodean es una oportunidad increíble, sobre todo porque muchas veces nos olvidamos de acercarnos a personas que a lo mejor ya no son tan parte de nuestra vida. aprovecho este tiempo para acercarme a mi familia sin la mediación de lo digital, es decir, tiene que ser todo presencial y pidiendo respetuosamente que se evite el uso de celulares u otros dispositivos. con mi pareja, suele suceder que hablamos por horas de temas variados, cosas que tal vez en la semana no pudimos comentar. enfrascarse así en una conversación es algo que difícilmente se puede hacer en otros días de la semana pero también creo que es algo que se ha perdido gracias a las excesivas mediaciones digitales. c) Reconectar con la naturaleza: acercarme a espacios naturales es algo que he hecho durante el shabbath. trato de que sean lugares cercanos porque lo que evito en el shabbath es desgastarme mucho físicamente. a veces esto puede implicar simplemente dedicarle más tiempo a mis plantas o contemplar el paso de las nubes o poner atención al canto de los pájaros.

4) leí también que el shabbath es un espacio de reflexión sobre lo que hemos logrado en la semana. tengo algunas preguntas ya hechas para cuando termina el shabbath escribir en mi diario y reflexionar sobre la semana: ¿fui lo suficientemente generoso? ¿fui consciente de lo que comí durante la semana? ¿cómo traté a mi cuerpo? y preguntas por el estilo. suelo cerrar el shabbath con un baño de agua caliente y la escritura de mi diario respondiendo a esas preguntas. todo eso me ayuda a iniciar la nueva semana o un nuevo ciclo de 7 días con una perspectiva más consciente.

5) y finalmente creo que uno de los beneficios que busco con esta celebración ha sido la reapropiación de mi propia autonomía cognitiva. se habla mucho de la economía de la atención, y la manera en la que yo lo interpreto es que el capital busca apropiarse de nuestras funciones cognitivas para que éstas estén alineadas a su lógica. mucho de eso tiene que ver con nuestra percepción del tiempo como lógica productiva dividida en minutos, horas, segundos, los cuales tienen que ser maximizados y eficientados en todo aspecto de nuestra vida. trato de escapar a esa lógica y sentir que el tiempo que dedico a mi shabbath es sagrado, que no es el tiempo del capital, y para ello, también me propongo no mirar el reloj durante todo ese periodo -a menos que mi shabbath en turno implique encontrarme con alguien a cierta hora-.

nada de esto es perfecto. hay días en que me he sentido muy mal y he necesitado mirar alguna película para sentirme un poquito mejor de ánimo. mi shabbath no es perfecto, y como no es un pacto con dios, como lo es en el caso del pueblo judío, puedo hacerlo sin ninguna culpa. el pacto es conmigo.

y como esto no es blog de auto ayuda no escribo esto con la finalidad de venderle a nadie un nuevo método de crecimiento personal, sólo quería compartir un poco de lo que he estado haciendo con ustedes, pero también, ordenar con palabras un poco lo que ha significado para mí integrar una celebración religiosa a una vida no religiosa, pero sí profundamente espiritual.

 
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from sicigia

A la noche, a la hora en que se prepara la cena, las casas de la ciudad competían por cuál era la que olía mejor. Para ello en las salidas de las chimeneas embolsaban en pompas resistentes los aromas que salían de las cocinas de sus interiores. Después, el viento, que también colaboraba, llevaba las burbujas hacia un rincón en el cielo donde un grupo de nubes hacían de catadoras y juezas del concurso.

Una nube intermediaria tomaba los datos de las burbujas, como su procedencia, y después las numeraba para que la cata fuera anónima y las nubes jueza no se vieran influenciadas porque el aroma viniera de tal o cual lugar. Después, a la hora de la cata, las nubes juezas sacaban su vaporosa nariz y aspiraban con intensidad según se abría cada burbuja. Entre cata y cata, el viento se encargaba de limpiar el ambiente.

Solía ganar una vieja casa del casco antiguo donde vivía una anciana que cocinaba con mucho mimo sus recetas. Pero tampoco era algo fijo. Los fines de semana, en una barriada de reciente construcción, en otra casa se solía preparar con esmero la comida para una fiesta con amistades y había conseguido triunfar en más de una ocasión.

Un día, construyeron un nuevo restaurante en la ciudad que daba comidas y cenas. El edificio donde pusieron la salida de humos pidió participar en concurso de burbujas y olores. Pensando que no sería gran cambio, aceptaron que se uniera. Le dieron un lote para elaborar las pompas y le explicaron cómo funcionaba la competición. Sin embargo, se equivocaron con sus previsiones.

A pesar de que las catas era anónimas, las burbujas del edificio del restaurante ganaban una y otra vez. Arrasaba sin remedio. Tendrían muy buena mano en la cocina, sería que las recetas eran diferentes y originales. Fuera por un motivo o por otro, no tardó en crecer la envidia entre las otras casas. Así que tramaron un plan.

Las casas envidiosas convencieron a un grupo de cucarachas para que conectaran el respiradero de los baños con el extractor de la chimenea de la cocina del restaurante. Era cuestión de hacer unos túneles dentro de las paredes. Pasados unos meses, el objetivo se había cumplido. Las cucarachas avisaron el día anterior a las casas de que habían concluido la tarea.

Entonces llegó una nueva edición del concurso, esta vez con gran expectación. Todo discurrió de manera habitual hasta que llegó el turno de probar el contenido de la burbuja del edificio del restaurante. Las nubes juezas con sus vaporosas narices aspiraron… y casi se intoxican. De blancas que estaban, pasaron a amarillas y después moradas, que parecía que iba a caer una tremenda tormenta.

—¿Qué pasa aquí? ¿Qué clase de broma es esta? —consiguieron preguntar una vez repuestas—. Nube numeradora, ¿de qué edificio es esta burbuja?

La nube anunció el origen y pasaron a interrogar al edificio del restaurante. Este declaró su inocencia y completo desconocimiento de lo que había sucedido. Se disculpó. Iban a proceder a desclasificarlo de manera permanente, cuando una voz cerca de la azotea del edificio del restaurante se hizo oír. Era un grupo de cucarachas.

Explicaron lo que había sucedido con todo detalle. Los contactos con las casas envidiosas y cómo habían realizado el trabajo. Además de arrepentidas, viendo las consecuencias, estaban molestas porque las casas les habían prometido un hueco para alojar nidos de su especie y después no habían cumplido con su parte.

—Chivatas, traidoras —se oyó murmurar.

Las nubes se dieron un rato en deliberar sobre la situación. Reprendieron a las casas envidiosas por su juego sucio y pestilente. Decidieron entonces retirar del concurso durante un año a las que habían participado en la trama. De esta manera volvió la paz y la legalidad al concurso de olores en el cielo con las nubes.


 
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from El Barrizal

Por Ⓐrdilla

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Foto: Porco Rosso sentado en el cine junto a otra persona que lo mira mientras pronuncia su famosa frase.

“Prefiero ser un cerdo a ser un fascista”, decía el personaje creado por Hayao Miyazaki y Studio Ghibli, convertido en símbolo del antifascismo por la izquierda. Un meme que sacar a relucir en redes sociales cuando la sombra del fascismo asoma amenazante. Más allá de las intenciones del autor dentro de la historia, las implicaciones de creerse esta frase fuera de ella, sin convertirla en un eslogan vacío – como ya sucede –, son más profundas si realmente tomamos en serio el valor de las palabras y nos tenemos por antifascistas y anarquistas.

Siguiendo con la cultura popular y tomando lo que dice el personaje de Tilda Swinton en la película Okja:

¨Todo es comestible. Todo, menos los chillidos.”

¿Quién es el cerdo si no uno de los animales no humanos que más sufre la barbarie del fascismo a través de la industria cárnica? Tras los muros, alejados y escondidos, sus cuerpos son tratados como una fábrica de alimento en sí mismos; después de padecer lo innombrable, son asesinados a los 6 meses o a los tres o cuatro años si su función es traer al mundo más “alimento”, hasta que su capacidad reproductora disminuya y sean también enviadas al matadero. La vida, en esos seis largos meses, es un tormento solo apaciguado levemente – si tienen suerte – por el calor de un rayo de sol mientras son transportados al matadero. Y esto sucede constantemente, no solo con cerdos, millones de cuerpos no humanos a los que se les arrebata su voluntad, su libertad y su vida. Eficiencia industrializada del asesinato, fascismo en estado puro.

Desde dentro del entramado material y privilegiado del Norte Global, y bajo una postura antifascista y anarquista, encuentro una contradicción muy fuerte en financiar – o tolerar – todas estas estructuras de dominación y opresión que nos harían arder de rabia si se tratara de animales humanos. ¿No deberíamos estar preguntándonos por qué trazamos una línea entre lo humano y lo no humano? En lugar de ver a los cerdos (y a los demás animales) como simples productos, ¿por qué no entenderlos como personas con otro cuerpo, con su propia perspectiva del mundo? Una visión radical que desarma la jerarquía ontológica que nos autoriza a explotarlos y que ya nos enseñan los pueblos originarios amazónicos.

¿Por qué nuestro antifascismo y anarquismo tienen un muro antropocéntrico que los rodea, una frontera que, una vez traspasada, parece ponernos a favor de la opresión, la discriminación y la jerarquía más abyecta? A la mierda todas las fronteras.

“Prefiero ser un cerdo a ser un fascista”. La realidad es que hemos invisibilizado tantísimo la situación de los demás animales que no solo no lo preferimos, sino que ya somos los fascistas de esa frase.

Hagamos realidad la ficción; pensemos por un momento en que la maldición de Marco Pagot no solo fuera ser un cerdo, sino ser consciente de su condición dentro del capitalismo, sufrir la discriminación que sufre su especie y ver el posicionamiento humano sobre su persona; como si ser un cerdo fuera algo malo, tan solo un poco mejor que ser un fascista: ¿Cómo vería que un puñado de humanos alzaran una bandera contra el fascismo con su imagen? Los mismos humanos que tienen montada una maquinaria asesina bien engrasada y financiada para matar a su especie y comérsela.

¨Todo es comestible. Todo, menos los chillidos”. Quizás cuando compartamos esa imagen deberíamos dejar que esos chillidos resuenen en nosotres y se conviertan en acción; podríamos tomar el lugar del cerdo y solidarizarnos con su padecimiento, luchar a su lado, combatir al fascismo en todas sus formas, no aceptar la jerarquía que define a los no humanos como inferiores o descartables – con el peligro que eso conlleva también para ciertos cuerpos humanosy desobedecer las lógicas de la animalidad.

Y quizás diréis: “¿No estás exagerando un poco solo por un meme?”, y puede que tengáis razón, pero ya avisé en el título que iba a despotricar.

 
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from Niebla politik

No sé ustedes, pero estoy cansado. Cansado de que la sociedad mire hacia otro lado cuando estamos siendo testigos de un genocidio en directo. Cansado de esperar a que se produzca un cambio hacia un postcapitalismo donde el bienestar colectivo, la vida digna y el equilibrio ecológico sean mandamientos. Cansado de vislumbrar cómo nos dirigimos sin freno hacia el suicidio colectivo en aras del desarrollismo religioso cuyos mantras de crecimiento económico van a misa. Cansado de que los pocos espacios de resistencia que permanecen quedan atrapadas en la telaraña de los amos del cortijo, es decir, el poder financiero. Ante este contexto de pesadumbre inextinguible me pregunto: ¿Qué opciones nos quedan?

Resulta una buena pregunta cuya respuesta no sabría encontrarla de manera precisa. Algo que he aprendido es que no existen fórmulas mágicas para resolver problemas tan complejos, tan anquilosados dentro de una hegemonía erigida bajo una mirada colonial, capitalista y patriarcal. La desobediencia civil, por ejemplo, sería una buena opción para Hannah Arendt, pero actualmente esa vía no es suficiente. Las protestas pacíficas, aun siendo legítimas y simbólicas, han quedado ensombrecidas frente a la sociedad de la inmediatez, la cual busca el mayor impacto en el consumidor. Para generar ruido se requiere de algo más directo.

Toda acción conlleva una reacción, así es la política. Y qué hay más directo que el uso de la violencia. Me refiero a las huelgas, las protestas, el vandalismo, los actos violentos localizados, los sabotajes. Cuando invoco estas formas de resistencia no necesariamente aludo a la violencia física contra alguien, sino a sus múltiples expresiones: simbólica, económica, material. La violencia siempre debe ser el último recurso frente a una situación desesperada. Ya lo hemos visto en diversos contextos históricos, en los que la resistencia armada o las revoluciones fueron los únicos caminos ad hoc para transformar la realidad política, social y económica. Desde la Rojava kurda hasta la resistencia anticolonial que propició la independencia de países árabes como Egipto o El Líbano. Incluso, sin ir más lejos, actores considerados terroristas desde el marco de occidente emergen como expresiones frente a ocupaciones prolongadas, lo cual no exime sus actos de crítica, pero exige una comprensión contextual.

Cuando somos testigos de una estructura política corrupta, belicista, cínica y amiga de los grandes capitales, la opción de la revuelta popular queda abierta en la medida en que esa gota colme el vaso. Ya han goteado muchas lágrimas. Ya ha goteado mucha sangre y sudor. Siento que esa gota está a punto de rebosar nuestra paciencia colectiva, de activar nuestro afán de libertad y resistencia. No sé qué lo provocará, ni tampoco cuándo ni dónde, mas el momento está cerca. Tanta violencia ejercida contra inocentes tiene un precio muy elevado. Sé que, tarde o temprano, el monopolio de la violencia legítima caerá por su propio peso.

En ese instante, al menos, tendremos una posibilidad de construir un nuevo paradigma -esperemos que mejor que el anterior- de forma colectiva. La construcción de los cimientos de lo destruido, de lo que fue, será una tarea ardua que dependerá de nuestra capacidad de comunidad y organización a través de asambleas ciudadanas, redes horizontales o comunas. Dejaríamos atrás la opresión, la autoridad, el clasismo, la competitividad y el desprecio a la vida. Por eso, la libertad, la cooperación, la igualdad y la dignidad deberán ser principios inseparables si queremos lograr una liberación colectiva. Ya lo decía César en el Planeta de los Simios: “Simio no mata simio, Simios juntos fuertes”.

 
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from El Barrizal

Por Anónimo

Extracto del capítulo 3 “One struggle, one fight” del libro “Total Liberation” de autoría anónima. Traducción por El Barrizal.

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Foto: Miembros de MOVE sostienen escopetas recortadas y armas automáticas mientras permanecen frente a su sede atrincherada.

13 de mayo de 1985, Oeste de Filadelfia. La Policía de Filadelfia realiza una redada al amanecer en una casa suburbana, pero es evidente que los ocupantes no tienen intención de irse. Durante la mañana, unos 500 policías disparan más de 10.000 cartuchos contra la casa, junto con interminables descargas de gas lacrimógeno e incluso munición antitanque. Los ocupantes resisten hasta bien entrada la tarde, momento en el que el estado decide bombardearlos con un helicóptero militar. Se arrojan casi 2 kg de explosivos plásticos sobre el tejado, lo que pronto provoca un incendio descontrolado; sin embargo, el comisario de policía ordena a los bomberos que se mantengan alejados. La casa se incendia, junto con otras 65 en el barrio (predominantemente negro). Solo dos de los ocupantes sobreviven, once de ellos, incluidos cinco niños, no sobreviven.

Quienes defendían la casa eran un grupo llamado MOVE. Formado en 1972, MOVE se definía por su combinación de Liberación Negra y lucha armada con Veganismo y Ecología Profunda. El grupo también equilibraba su enfoque en campañas individuales, como las que se oponían a los zoológicos locales y la brutalidad policial, con un énfasis más amplio en la construcción de la autonomía comunitaria. Las declaraciones que sobreviven a su fundador, John Africa, hablan por sí solas, como su afirmación de que «Revolución significa un cambio total, una disociación completa de todo lo que causa los problemas contra los que te rebelas», así como la afirmación del grupo de que luchaban por «una revolución para impedir que el sistema humano se imponga a la vida, para impedir que la industria envenene el aire, el agua y el suelo, y para poner fin a la esclavitud de toda forma de vida». John Africa también se topó con el biocentrismo, incluso antes de que Næss escribiera sobre el tema, como lo confirma su afirmación de que «todos los seres vivos, todo lo que se mueve, son igualmente importantes, ya sean seres humanos, perros, pájaros, peces, árboles, hormigas, maleza, ríos, viento o lluvia». En la historia de la lucha social en Occidente, MOVE fue quizás el primero en comprometerse por igual con la liberación de los humanos, los animales y la tierra.

A pesar de haber sido ampliamente reprimidos por el Estado, las repercusiones de la lucha de MOVE se han percibido aquí y allá, cobrando fuerza. Una ética comparable surgió en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, un grupo compuesto principalmente por indígenas mayas que luchaban por sus derechos territoriales. El 1 de enero de 1994, los zapatistas declararon la guerra al Estado mexicano, el mismo día en que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Se apoderaron de extensas zonas del estado de Chiapas, incluyendo la ciudad clave de San Cristóbal de Las Casas, colectivizando inmediatamente las tierras. A pesar de ser finalmente obligados a retirarse por el ejército mexicano, los rebeldes lograron resistir en las montañas, consolidando el control sobre muchas de sus propias comunidades rurales. Hasta el día de hoy, la autonomía forjada por los zapatistas en medio de la Selva Lacandona se ha mantenido con éxito, a pesar de las numerosas incursiones del Estado. Lo cual sigue siendo, ante todo, una lucha ecológica: desde el principio, los zapatistas enfatizaron que su propia liberación como pueblos indígenas era una y la misma que la liberación de la tierra.

El frente abierto por los zapatistas fue, sin duda, solo uno dentro de una lucha mucho mayor: el movimiento antiglobalización. Alcanzando su máximo apogeo a principios de siglo, esta lucha mundial contó con la unión de diversos participantes —trabajadores, estudiantes, pueblos indígenas, ambientalistas radicales, activistas por los derechos de los animales— en torno a un interés común: oponerse a la expansión de las finanzas globales. Las cumbres internacionales de organizaciones como el G8 y la Organización Mundial del Comercio fueron los blancos obvios, y algunos de los puntos álgidos más espectaculares fueron Seattle 1999, Praga 2000 y Génova 2001. En muchos casos, además, las críticas superficiales a la globalización y al imperialismo se transformaron en rechazos rotundos del capitalismo en su conjunto, aunque un resultado frecuente fuera la expectativa desenfrenada de una revolución mundial inminente. Y aunque el movimiento antiglobalización ya casi ha quedado atrás, sigue ofreciendo un legado centrado en una gran convergencia de luchas, algo vital para avanzar.

Los años 90 también vieron a Earth First! avanzar hacia un firme rechazo a todas las opresiones, abandonando el machismo y el patriotismo presentes en algunos de sus inicios. Esta ampliación de énfasis fue particularmente evidente en los escritos y el activismo de la miembro estadounidense Judi Bari, quien hizo un gran hincapié en la necesidad de que Earth First! llegara a la clase trabajadora, incluyendo a los trabajadores de la madera. Esto marcó el inicio de una visión claramente revolucionaria de la ecodefensa, inspirada tanto por la Ecología Social como por la Ecología Profunda.

Casi al mismo tiempo, el ALF y el ELF (Animal Liberation Front y Earth Liberation Front) también comenzaron a colaborar cada vez más estrechamente, llegando a ser prácticamente indistinguibles en muchos países. Los mismos activistas participaban a menudo en ambos frentes, simplemente intercambiando pancartas según las particularidades de cada acción, mientras que sus redes de movimiento abierto se mezclaban ampliamente. Además, los comunicados publicados por diversas células comenzaron a hacer cada vez más referencias al Estado y al capital, confirmando un enfoque que había cambiado de centrarse en industrias específicas a atacar el sistema en su conjunto. Un comunicado, publicado durante el inicio de la actividad del ELF en Estados Unidos, sigue siendo especialmente memorable:

Bienvenidos a la lucha de todas las especies por la libertad. Somos la furia ardiente de este planeta moribundo. La guerra de la avaricia devasta la Tierra y las especies se extinguen cada día. ELF trabaja para acelerar el colapso de la industria, atemorizar a los ricos y socavar los cimientos del Estado. Adoptamos la ecología social y profunda como un movimiento de resistencia práctica. (Beltane, 1997)

Aunque diversos, estos desarrollos ayudan a explicar algo bastante sorprendente: en algún momento durante las últimas dos décadas, varios activistas radicales por los derechos de los animales y el medio ambiente se comprometieron a ir más allá de las campañas monotemáticas en favor de una lucha holística y revolucionaria contra todas las formas de jerarquía. Como lo expresa Steve Best, «es imperativo que ya no hablemos de liberación humana, liberación animal o liberación de la Tierra como si fueran luchas independientes, sino que hablemos de liberación total» (The Politics of Total Liberation, 2014). Ningún caso de opresión puede entenderse separado del todo: las diferentes jerarquías interactúan profundamente entre sí, facilitando la dominación de un grupo —humano o no humano— en virtud de la dominación de todos los demás. Y así, también, todas las luchas de liberación genuinas deben reconocer que, lejos de tener objetivos desconectados, cada una de ellas depende del éxito de la otra.

Aunque las circunstancias específicas inevitablemente limitan lo que podemos hacer como individuos, estos esfuerzos deben enmarcarse en un proyecto compartido que supere con creces nuestro aislamiento. Esto implica aprender a conectar con el entorno actual de maneras significativas; también implica mejorar nuestras propias prácticas para que quienes nos rodean puedan responder. La cuestión no es reducir la lucha a una sola organización, una sola identidad, sino fortalecer los vínculos entre sus diversos frentes, fomentando las alianzas estratégicas y las redes de apoyo mutuo necesarias para dejar al enemigo común en ruinas.

Aquí no hay soluciones fáciles. Ni utopías, ni siquiera culminaciones. A decir verdad, es improbable que ninguno de nosotros sea testigo de un mundo totalmente liberado, es decir, un planeta completamente libre de jerarquías. Tampoco podemos estar seguros, desde la perspectiva actual, de si tal cosa es siquiera posible. No se sabe qué hay, si es que hay algo, en la cima de la colina; sin embargo, la belleza de la lucha se realiza en el mismo acto de escalar. La liberación total no es simplemente un destino, como para separar el objetivo final de cómo vivimos nuestras vidas en el presente. No, la liberación total es un proceso inmediato. Es el proceso de confrontar el poder no como algo desconectado, sino como una totalidad. Es la negativa a aceptar cualquier noción de una frontera final, ni ahora ni nunca. Si algo absoluto puede saberse sobre tal lucha, es que nunca termina. Pero no preguntes qué puede hacer la liberación total por nosotros dentro de cien años: la cuestión es comprender su plena intensidad ya ahora.

Parece que cada generación cree que la suya será la más extraordinaria, pero la nuestra podría ser la primera en acertar. Decir que este siglo es el más crucial que nuestra especie ha enfrentado es, en realidad, quedarse corto: nos enfrentamos a la crisis más significativa que la vida en general ha enfrentado, incluso en medio de miles de millones de años de evolución. Hemos entrado en el sexto período de extinción global, este el primero causado por una sola especie animal. El ritmo de extinción de plantas y animales es al menos 1000 veces más rápido que antes de nuestra llegada. La gran mayoría de los animales salvajes ya han sido exterminados. Y eso incluye la desaparición del 90% de los peces grandes de los océanos. Desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos, desde la cima más alta de la montaña hasta las fosas oceánicas más profundas, la suciedad de esta civilización lo impregna todo. Para ser claros, el apocalipsis no es algo escrito en una profecía: ya está aquí.

La muerte, por supuesto, es fundamental para el bienestar ecológico, ya que la vida jamás podría sostenerse sin destrucción y renovación. Sin embargo, la muerte que el sistema conlleva no es en absoluto una cuestión de equilibrio, sino simplemente de aniquilación. La jerarquía social está en total contradicción con los fundamentos del desarrollo orgánico, como la diversidad, la espontaneidad y la descentralización. Ya no cabe duda de que el sistema colapsará, y con fuerza. Lo importante es simplemente cómo acelerar el proceso, minimizando el sufrimiento que aún está por causar y maximizando el potencial de regeneración de la vida fuera de este caos insondable.

No hay concesiones al sistema de la muerte. Los residuos tóxicos no pueden volverse nutritivos, ni su idea de vida puede ser habitable. Nuestra tarea revolucionaria solo puede ser la creación de nuestros propios mundos, destruyendo los suyos en el proceso. Este es precisamente el momento histórico para el que nacimos: el apocalipsis ya está aquí, pero hasta qué punto se profundizará es una incógnita. Cualquiera que escuche atentamente puede percibir la llamada.

 
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from hijodelagalaxia

Crecí en los 90's. Soy parte de la generación que creció cuando el internet comercial comenzaba a llegar a nuestras computadoras personales. Tuve la oportunidad de tener un Tamagotchi, jugar el SNES sin un emulador en la televisión de casa de mis padres, grabar un casete directo de la radio y que lo virtual terminase en cuanto apagaba la compu o la tele. No podía llevar todo ese mundo virtual a la calle. Todo eso se quedaba en el espacio privado de mi casa.

Con la llega de los smartphones debo admitir que estaba muy emocionado de poder llevar lo virtual a cualquier parte a la que yo fuese. Seguir una conversación desde cualquier lugar, en cualquier momento y cuando yo quisiera. Revisar mis redes sociales, estar atento de cualquier novedad que subiesen mis amistades a sus muros de Feisbuk; la clave estaba en poder hacerlo en cualquier lugar en cualquier momento.

Las BigTech siguieron creciendo y el mundo de las redes sociales empezó a cobrar más relevancia en la vida de las personas. Incluso mis padres, que nunca se habrían interesado en Hi5 o hacerse una cuenta en un foro online, ahora eran más adictos al uso de redes sociales que yo.

Comencé a cansarme mucho del efecto que las redes sociales estaban teniendo en la manera en que nos relacionábamos todas las personas fuera de esas redes. Desde personas que en una fiesta estaban todo el tiempo mirando su celular, fingiendo que estaban presentes pero con su atención puesta en otro lado. También personas que sentían la necesidad de registrar todo lo que hacían en foto o video, mandando notas de voz a otras personas narrando lo que pasaba en su vida en tiempo real y un largo etc. de actitudes que, a pesar de haber crecido con la virtualidad, me parecían extrañas y cansadas.

Y que decir de las consecuencias que todo esto tendría en el mundo laboral. Por un lado, el que personas del trabajo con las que apenas uno cruzaba palabra de repente fueran “amigxs” en Feisbuk o seguidores en otras redes, pero también el hecho de que redes como Watsap dieran la impresión que todxs teníamos que estar disponibles para el trabajo cuando fuera y en donde fuera.

Afortunadamente hoy día no tengo un trabajo que me requiera tener Watsap ni un jefe. Y eso en gran medida me ha llevado a que tenga mi móvil apagado casi todo el día, salvo cuando necesito un taxi de aplicación o alguna cosa inmediata. A medida que he tenido apagado mi móvil más ha sido evidente para mí el cansancio que ahora me provocan los mundos virtuales, especialmente los de redes sociales y apps de mensajería instantánea. Incluso aquellos que son descentrados, como Mastodon, o chats XMPP. No es que no use estos últimos de vez en vez, pero lo que me cansa es la dinámica en que nos pone lo virtual, por más ético que sea el diseño de las plataformas que usamos.

He tenido una cierta urgencia de “realidad”. De sentir que los espacios que habito no son virtuales. Por una parte, una de las cosas que más me dan lata últimamente es el flujo excesivo de información. Cuando navego en Mastodon, leo 5 toots y siento que ya fue demasiada información en formato virtual para un sólo día. Esto no me pasa, por ejemplo, leyendo un periódico o un fanzine. Es cosa muy extraña, porque ese hastío de información sólo me da cuando el formato es virtual. Ver palabras impresas en físico, por alguna razón que todavía no sé explicar, me permite leer sin sentirme saturado.

Hoy día cuando voy en el transporte público y veo a la mayoría de las personas enfrascadas en su móvil me da una sensación de extrañeza. De sentir que son cuerpos que están junto a mí, pero cuya mente y atención están en un espacio que para mí es muy cansado. Tampoco quiero mentir: hay espacios virtuales que disfruto mucho. Seguir ciertos blogs y leer lo que publican sus autorxs me da mucha alegría, aunque no pueda leer tantas entradas en un sólo día. A lo mucho 2.

Creo que para mí hay una añoranza de recuperar espacios físicos que se han perdido a raíz de la pandemia, pero también a raíz, aunque no estoy seguro, de una estrategia de Estado de disolver lo público como lo conocíamos hace ya unos buenos años. No es que estos espacios hayan desaparecido por completo, pero definitivamente escasean, y muchas personas han optado por priorizar lo virtual frente a lo presencial en sus espacios.

Siento que todo esto de las redes, sean estas centralizadas o no, para mí es como estar en una plaza pública y cada persona ahí presente quiere llamar tu atención, aún si lo que dice no es de tu interés. Muchas redes fueron creadas de esa manera, para atrapar nuestra atención independientemente de su estamos interesadxs, si ese contenido nos hace bien o no, etc.

Hoy día estoy más tranquilo sin tener ninguna red centralizada, ni apps de mensajería instantánea. Como muchas personas han escrito en los últimos años, el regreso al uso del correo ha sido un buen giro para personas que buscamos habitar lo virtual con más calma y “naturalidad”, lo que sea que eso pueda significar. Para mis padres, ha sido agregar el teléfono fijo de mi casa para marcarme cuando necesitan algo. Escuchar su voz de manera directa y orgánica, y no mediante una nota de voz un poquito ensayada, me hace sentirles más cerca aún si están hablándome a la distancia.

Sé que hay muchas personas cuyo activismo actual es hacer de lo virtual un espacio más habitable, colectivo y ético. La verdad me parece una lucha muy necesaria. Pero yo simplemente estoy muy cansado de los mundos virtuales. Los visito de vez en cuando, y claro que disfruto ver lo que personas desde enfoques de la smallweb y espacios hacker hacen de manera creativa. Pero yo no puedo estar con la misma constancia que otras personas.

Estoy muy cansado de lo virtual. Extraño la proliferación de espacios presenciales.

 
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from poesiagalactica

Soñar y pasar de un momento a otro sin darse cuenta. Anclarse a la liposucción del sueño. Ritmos; cadencias. Un todo tropical bañado en líquenes. Tropelías y una vieja casa en el campo; te vi & mis ojos se salieron de sus órbitas planetarias.

Nos embriagamos. Los techos se hicieron inmensos, altos. Sincronía de cuerpos y el esmalte de tus uñas: una fragata. Un entendimiento soberbio. Entre libros descubrimos un gusano tapizado de vidrios. Como esas piedras volcánicas en el camino que lleva a la iglesia. Que triste es vivir.

Y cuando miraste tu mano leí todas las líneas y capilaridades que van de la primera de tus venas al miocardio rizomático de tus entrañas vivas. Vísceras, dijiste. Tímpanos, afirmé. Cromático, dice el diccionario.

Siempre quise un desarmador como éste, en tres dimensiones y con espigas en la punta. No encuentro entre todas estas páginas algo que se asemeje a las comisuras de tus labios. Cayó el sonido del vacío y me extendiste una jícara de aguas coloridas. Una rabieta.

A mi lado una sávila y la oscuridad de sombras y de luces tenues. Cantares y recetas médicas a bajo costo. Rostros de gatos mirando por el ovillo de la puerta. Los azulejos se pintan solos de un azul disfórico. Las chinches.

Tachuelas que se fijan a las paredes de tu cuarto. Una moto va pasando y las quejas de siempre: Sonidos tan terribles; me deshacen los párpados. Hace años que no parpadeas desde que el polen de la primavera radioactiva te cegó casi para siempre.

Las palabras no sirven de nada. Busca una palabra y hazla tuya, cárgala a cuestas como cruz, como caverna. Las sombras que proyectas son como dedos angustiosos por tocar la piel, tu piel, nuestra piel.

Apaga el televisor. No hay más imágenes que las de tu sueño. Las antenas de la ciudad menguan, discurren en silencios. La ciudad se queda callada. Un estornudo se escucha como un látigo, un eco criminal que desata sus angustias sobre nuestros cuerpos.

 
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from El Barrizal

Por Ⓐrdilla

Full disclosure: Este texto lo escribe una persona que se considera anarcovegana, no creo en la estrategia de ir concientizando a la gente en el veganismo ético para un día tener un mundo sin uso de animales no humanos, pero tampoco repudio a los teóricos éticos que han dado valor y legitimidad a esta lucha. Me voy a dejar mucha data histórica y muchos acontecimientos que nos han traído hasta aquí pero quiero centrarme en lo que considero más significativo.

Foto

Foto: Dos activistas de liberación animal con pasamontañas, cada uno sosteniendo un conejo blanco rescatado.

Vamos allá. Para llegar a entender porque el veganismo mainstream (capitalista/blanco) está despolitizado y lleno de hombres blancos privilegiados defendiendo separar los derechos humanos de los derechos animales – convirtiendo así un montón de organizaciones y espacios en lugares donde se connive con racistas, fascistas, machistas, clasistas – hay que hacer un repaso a la historia del movimiento.

Inicios:

Para ello, y bajo mi punto de vista, es esencial entender algo. Hay dos eventos canónicos que dan inicio al movimiento moderno por los derechos de los animales: El activismo de Hunt Saboteurs Association y en el plano teórico/ético, el libro de Liberación Animal de Peter Singer. Siendo este último (junto con los demás nombres de la teoría ética que surgieron) el que, en mi opinión, pone la primera piedra para construir el veganismo mainstream que conocemos hoy.

Casi todo el mundo sitúa el inicio del veganismo moderno con el libro de Peter Singer (1975) pero la realidad es que tenemos que irnos más de 10 años atrás para ver como la gente empezó a organizarse para actuar por los demás animales. Estamos en 1963, nace la Hunt Saboteurs Associationque daría paso a la Band of Mercy y más adelante al conocido y politizado ALF (Frente de Liberación Animal)- pero vamos a retroceder 3 años más, porque esto es importante: En 1960 aparece el concepto “Total Liberation”, usado por luchadores por la libertad en África y Palestina, pero también por anarquistas que se distinguieron por la adopción de una serie de preocupaciones que antes no tenían – el feminismo, el anticolonialismo, la liberación queer, el antiespecismo y la ecología -, las personas veganas anarquistas empezaron a usar y asociar la Liberación Total a liberación de la Tierra, Animal y Humana.

Casi todos estos movimientos tienen una fuerte base antifascista (digo todos porque el anarcoveganismo/antiespecismo es muy variado, puedes visitar Warzone Distro para comprobarlo) y han seguido bajo estos ideales desde entonces, cada vez menos bajo los focos, pero ahí están – incluyendo a un montón de teóricas, fuera y dentro del anarquismo, que sí han entendido lo político del asunto, lo veremos más adelante –. Es decir, desde sus orígenes la preocupación por los demás animales ha tenido un fuerte componente político y de justicia social.

Vamos con el libro Liberación Animal de Peter Singer. Bueno, tomemos a los dos máximos exponentes teóricos que surgieron: Peter Singer, utilitarista y (el tránsfobo, por cierto) Gary Francione, abolicionista. Muchas organizaciones y colectivos tomaron las ideas de ambos, algunos con enfoque utilitarista bienestarista y otras con enfoque abolicionista, para definir su postura para con los demás animales. Aquí es donde yo creo que se inicia el veganismo capitalista mainstream. No voy a explayarme en toda esta fase, dentro del movimiento es conocida la rivalidad que hay entre la gente que sigue los postulados de uno u otro. Me voy a centrar en lo que intento analizar en este texto y aquí hay algo curioso, ambos, tanto Peter Singer – utilitarista que solo medía las acciones según su efectividad - como Gary Francione – que creía en la vía no violenta y en educar a la gente - se oponían y criticaron las maneras de actuar de ALF – colectivo internacional, sin líderes y descentralizado que opera sin una estructura de liderazgo formal y participa en acciones directas para oponerse a la crueldad animal, y recordemos, bajo la idea de la liberación total - poniendo así una tímida primera piedra para la despolitización del movimiento, a mi manera de ver, ya que se negaban las herramientas políticas que toda lucha tiene legitimidad de usar.

Veganismo mainstream: redes sociales y la llegada del veganwashing.

Avancemos unos años, las ONGs animalistas bienestaristas han crecido bastante y basan sus campañas en mejorar las condiciones de esclavitud de los demás animales y en difundir un veganismo capitalista basado en el consumo, la salud y el ecologismo. 2010, con una nueva internet de redes sociales, aparece un nuevo tipo de activismo, inspirado por un discurso muy potente que se viralizó en muchísimos idiomas “The Best Speech You Will Ever Hear”, entra en escena el misántropo Gary Yourofsky. (1) (2)

Este discurso tuvo gran impacto en Israel y fue el impulso necesario para todo el plan de veganwashing israelí que contribuiría a despolitizar aún más el movimiento. Hablar de otras cosas que no sea la situación de los demás animales, como comprenderemos, no es algo que le viniera bien al estado genocida, que necesitaba mostrar al mundo lo avanzado que era su país, así nace la precursora israelí de todos los grupos que vendrían después y seguirían el mismo estilo al separar los derechos de los animales no humanos de los humanos – incluso con prácticas terriblemente cuestionables-: 269Life.

Gracias a todo esto aparecen las nuevas formas de activismo, la mayoría basadas en el abolicionismo de Francione: Direct Action Everywhere, Anonymous for the Voiceless liderada por el turbio Paul Bashir, etc.. La viralización como motor principal de activismo, siempre dentro de la legalidad y el pacifismo. ¿Qué queda fuera? La crítica estructural al capitalismo, la radicalidad, la acción directa y la interseccionalidad.

Son colectivos muy jerárquicos, casi siempre liderados por tipos blancos que dejan claro que en sus organizaciones no caben otras luchas más que la de los derechos de los demás animales (algunos de estos tipos tienen graves acusaciones detrás, qué casualidad), todo el mundo que defienda y acepte eso es bienvenido. La despolitización total. Se abre de par en par la puerta para que entren todo tipo opresores dentro del movimiento, un movimiento que recordemos está formado en su mayoría por mujeres. Esto supondrá con los años una gran desmovilización de gente que se siente incomoda dentro de estos grupos por esa falta de interseccionalidad.

Esto sigue pasando hoy día porque son grupos que manejan bien sus estrategias, su propaganda y esconden muy bien la basura bajo la alfombra, las redes sociales casan muy bien con ese activismo, han contribuido a propagar ese mensaje y a que se funden grupos por todo el mundo y mucha gente siga sumándose a estos sin saber todo lo que hay detrás. Todo el mensaje del veganismo se ha difuminado tanto que puedes ver incluso gente orbitar estos grupos y movimientos anarcoveganos a la vez. Aún incluso cuando estos grupos no mencionan las acciones directas o la liberación de animales que hacen los segundos, como si no existiera otro movimiento más que el suyo, pero sí usan el – ya convertido en eslogan - “Liberación Animal” para algo que ya poco tiene que ver con sus orígenes. El trabajo de despolitización está hecho, el movimiento es un hervidero de gente “apolítica” que convive con racistas, machistas, homófobos, clasistas y fascistas.

Un ejemplo, es recurrente ver algunas acciones directas de grupos de antiespecistas interseccionales muy contundentes contra las corporaciones que se lucran con el asesinato de millones, desde quema de camiones de empresas distribuidoras o de transporte hasta bloqueos de mataderos. Hechos históricos dentro del movimiento y acciones directas que causan daños reales a la industria. Pues bien, no verás estas noticias en las redes de estos colectivos o influencers mainstream.

No es casualidad que algunos de estos grupos estén rescatando a Gary Yourofsky precisamente ahora en estos tiempos de genocidio brutal del pueblo palestino, siguiendo con la estrategia de veganwashing.

Recuperando la Liberación Total: nuevos referentes, la misma idea de siempre.

En esos grupos escucharás eso de que “La interseccionalidad es el cáncer del veganismo” mientras el consumo de animales no para de subir y el movimiento se desactiva día a día y deja afuera a un montón de disidencias que, como es lógico, no se sienten seguras habitando esos espacios. Haciendo bandera de su pobre análisis político y falta de conocimiento histórico, traicionan los orígenes de este movimiento por la justicia total renegando de las demás luchas, aún cuando siempre estuvieron presentes en la liberación animal. Pregúntate esto, ¿quién no querría que su movimiento fuera antifascista y antirracista?

Se escudan en que a la inversa nunca se presta atención a la interseccionalidad cuando se trata de especismo, y quizás tienen razón en esto, pero es trabajo nuestro confrontar y cambiar eso dentro de los espacios que luchan por un mundo más justo, no unirnos con fascistas y racistas para construir no se muy bien que tipo de mundo. Creo que una bandera de Liberación Animal presente en toda lucha justa, sin esperar nada a cambio, tiene un poder que todavía no hemos explorado del todo. Entendemos y apoyamos la emancipación humana, porque sus opresiones también nos atraviesan, pero dejamos presente que los demás animales también son clase trabajadora. Dejamos claro que nunca buscamos un lugar mejor dentro de una jerarquía injusta, buscamos destruir la jerarquía.

No nos dejemos engañar más, los demás animales no están mejor desde que esa banda de supremacistas blancos tomaron las riendas del veganismo, la lucha por la liberación animal es una lucha por la justicia total. Desde 1960, cuando diversos anarquistas entendieron que la lucha por la emancipación del humano pasa necesariamente por una liberación de la tierra y del animal (humano y no humano).

Las líneas de acción siguen estando ahí, en la sombra: Diferentes grupos de veganas anarquistas, el ALF, grupos de difusión, individualidades... pero además, siempre hay y ha habido referentes que sí entienden como funciona el mundo y las opresiones. Me gustaría acabar este texto recomendando a personas que entienden que la interseccionalidad es clave y que los demás animales también dependen de esto, más allá de si son personas que se consideran anarquistas o no, como es Aph Ko y su teoría de la animalidad, Catia Faria, Christopher Sebastian, Ahlam Tarayra de Vegan in Palestine, la nutricionista iraní Dr.Leila, Laura Fernández, Carol J. Adams, el mítico Roger Yates o FulaniVegan desde Guinea. Todas estas personas, y muchas más, habitan espacios antifascistas, antirracistas y de justicia social (lugares donde la liberación animal tendría que estar presente siempre) y tienen análisis donde realmente comprenden el sistema capitalista en el que vivimos y desafían sus lógicas constantemente. Son mucho mejores referentes que todo el puñado de hombres blancos que han tratado de decirte que es y que no es liberación animal y que debe entrar y que no en el movimiento.

Debemos recuperar el concepto de Liberación Total. Debemos volver a comprender como funcionan y nos atraviesan las diferentes opresiones en este mundo tardo-colonial en el que el supremacismo blanco todavía está vigente. Politicemos de nuevo el movimiento y volvamos a proveerlo de las herramientas legitimas que dispone. Es urgente, los demás animales no pueden esperar más. La confrontación es y será necesaria porque el antiespecismo es una lucha que no tiene nada que defender, sino todo por conquistar.

 
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from Komunikilo

Hace unos días comentaba que estaba acabando el libro sobre comunicaciones libres. Pues bien, al final se presentará en agosto y ahora ya tiene cubierta y licencia.

La cubierta

Portada

No me decidía con el color y acabé haciendo una encuesta. Para mi sorpresa, votaron 169 personitas y hubieron varios comentarios. ¡Gracias, fedinautas!

Hay quien prefería el gris por contraste o destacar la flechita. Este color obtuvo el 24% de los votos. El rojo, en general, se percibió peligrosillo pero obtuvo mejor puntuación que el gris, 33%. Y ganó el azul con el 42% de los votos, sobre todo con el argumento que era el más equilibrado de los tres.

Versiones de la portada con el laberinto en diferente color

Como al parecer Write Freely, la herramienta de este blog, no traslada las descripciones de las imágenes al Fediverso, aquí la dejo: imagen apaisada con tres versiones de la portada del libro “Comunicación y cultura libre”. Fondo negro y letras blancas. Arriba, el título en mayúsculas y abajo, en minúsculas, el nombre de la autora. En el centro, un laberinto cuadrado con una flecha sin rabito indicando la entrada. En la primera versión el laberinto es gris y en la segunda, azul (ambos con la flecha roja). En la tercera versión, el laberinto es rojo y la flecha azul.

Contraportada

Si no hay cambios de última hora, el texto de la contraportada será el siguiente:

La cultura libre es un paradigma que engloba conceptos, herramientas y prácticas que fomentan compartir y mejorar el conocimiento humano.

Este libro propone una comunicación bajo un prisma de cultura libre para alentar la descentralización del poder, la igualdad de oportunidades, el respeto, la transparencia y la colaboración. En estas páginas se aborda el contexto digital, se proponen fundamentos conceptuales y prácticos, se reflexiona sobre la digitalización organizativa y se traza un itinerario para comunicar proyectos bajo un paradigma de cultura libre: desde que tenemos una idea hasta que la difundimos. Además, se exponen algunas metodologías y ejemplos para facilitar la transición hacia una cultura libre comunicativa. Al final del libro, encontraremos referencias, un glosario de términos y un cuadro de programas informáticos para conocer herramientas libres de uso común.

Licencia

Durante mucho tiempo he usado licencias Creative Commons pero hay prácticas y direcciones de esa entidad que me crean rechazo, especialmente que usen software privativo tan alegremente y que se suban al carro de las interferencias artificiales. Por eso, cada vez más uso la licencia Art Libre, una licencia recíproca o copyleft que es compatible con la CC BY-SA. Este libro tendrá la Art Libre en su actual versión, la 1.3.

Licencia Art Libre

Presentación

La primera presentación del libro se hará en el encuentro Sobremesa y, si no hay cambios, se realizará el miércoles 20 de agosto de 12h a 13h en el espacio de Comunicación. Si sus animáis, os espero en Soria :)

Encuentro Sobremesa 2025

Licencia de esta publicación

Cubierta, licencia y presentación 2025 por komunikilo.org bajo Licencia Art Libre LAL 1.3

Redacción y diseño: @titi@bcn.fedi.cat

 
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from Samir Abd El-Samih | سمير عبد السميع

Prima Nakba 1948

Immaginate Se costruissero Uno Stato Sulla vostra terra

Immaginate Se venissero Con dei carri armati A demolire I vostri ulivi Le vostre case

Immaginate Di correre Nel pieno della notte Con la vostra nonna Sulle spalle

·

Immaginate Di essere rinchiusi In un campo Di sterminio A cielo aperto

Immaginate Di nascere In un campo Profughi

Immaginate Di conservare Ancora La vostra chiave Di casa

Immaginate Di ereditare Questa fede Di Giustizia

Immaginate La rabbia La fierezza La voglia Di cambiare L'apatia Del mondo Che ha reso Tutto questo

Reale

·

Poi immaginate Il risveglio...

·

Immaginate Il suono Dell'oud Palestinese

Un eterno Eco Tra le sponde Del Mediterraneo

Che denuncia La Catastrofe Che continua

·

Prima Nakba 1948

 
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from Samir Abd El-Samih | سمير عبد السميع

La Causa

Io non credo Che questa sia La Fine

Non può essere La Fine

Fintanto che Ci sarà Unə Palestinese Nel mondo O unə alleatə Non sarà la Fine

Torneremo Ricostruiremo Stiamo già Ricostruendo...

Perché La Causa... Neanche con tutte Le bombe Del mondo Puoi uccidere La Causa

·

Ho sentito parlare Di Bisan La giornalista

È rientrata Nella sua casa E con quel poco Che ancora le resta Sta preparando Il suo salotto

La Fede è grande

 
Continua...