Celebrando el Shabbath sin ser judío
la primera vez que oí hablar del Shabbath fue cuando hice mi primera comunión: se hablaba de un día de reposo que se celebrara debido a que el dios bíblico descansó en el último día de la creación. en el mundo de la academia se escucha mucho el término “año sabático” para referirse a un año sin clases pero con paga.
no fue sino hasta este año que volvió a mi atención lo del shabbath gracias a una serie de nesflis que se llama “Nadie quiere esto”. es una serie palomera, pero algo que resaltó mucho para mí fue la centralidad que tiene el shabbath para el pueblo judío, a diferencia del catolicismo que aunque lo menciona no es obligatorio celebrarlo -creo que todo en el catolicismo es opcional al final del día-. lo que más me llamó la atención del shabbath fue que lo describían como un día de descanso, pero no a la manera del fin de semana capitalista en donde uno descansa para regresar a trabajar y que le exploten. el shabbath era otro tipo de descanso, del tiempo habitual, pero también era un tiempo para reconectar con la familia y con el dios hebreo, por supuesto.
en este punto debo aclarar que no profeso ninguna religión ni creo fervientemente en el dios de ninguna de éstas. ¿entonces cómo se me ocurrió celebrar el shabbath dadas estas circunstancias? por estos mismos días había estado leyendo y encontrándome muchas cosas sobre los jardines digitales, el neoludismo, la “descomputarización” de la vida, la lucha contra los algoritmos y un largo etc. ver la serie fue el punto de partida para plantearme la posibilidad de “secularizar” -a falta de una mejor palabra- el shabbath. ¿cómo sería celebrar desde un punto de vista no religioso, pero sí espiritual, un evento parecido al shabbath? entonces comenzó mi investigación sobre este día para lxs judíxs.
hubo cosas que descubrí que incorporé a mi propia celebración y perspectiva del shabbath:
el shabbath comienza el viernes cuando anochece y termina cuando anochece el sábado, es decir, que el “día” no se concibe desde el tiempo habitual productivo, sino siguiendo un poco las indicaciones del sol. me gustó la idea de que el tiempo no tiene que estar enclaustrado en la nomenclatura habitual de las 24hrs. sino que el mundo natural que nos rodea define cuando inicia y termina un día. así que, esto si lo mantuve de la celebración original.
hay muchas prohibiciones relacionadas con el trabajo, y lo que se puede y no hacer. en esta parte no sigo el shabbath como se debe porque me da pereza seguir todas esas prohibiciones, por un lado, y por otro porque no me hacen sentido para lo que yo quiero con mi propia celebración. lo que decidí fueron dos cosas: no hacer ningún trabajo físico ni mental pesado y no usar nada digital. mi familia y amistades saben que durante este periodo mi celular estará apagado, y que tampoco usaré la computadora ni nada por el estilo. tengo un teléfono fijo en caso de alguna emergencia al que me pueden marcar. lo que me lleva al siguiente punto:
leí en varios lados que el shabbath es también una forma de usar el tiempo para reconectar con personas, con nosotrxs mismxs o con dios. como yo no creo en dios, me planteé reconectar con el mundo natural que me rodea. entonces, durante mi propio shabbath hay tres cosas que suelo hacer e intercalo dependiendo de las circunstancias y mi estado de ánimo:
a) Pasar tiempo a solas en casa: cuando decido pasar tiempo a solas en casa evito salir lo más posible. aprovecho este tiempo para reconectar conmigo mismo, a veces sólo tumbado en cama reflexionando sobre lo que sucedió en la semana -un punto que tocaré más adelante- o simplemente siguiendo mi respiración. reconectar con unx mismx me parece que es algo que a veces debido a los ritmos de vida y de trabajo nos pasa de largo. b) Pasar tiempo con mi familia o mi pareja: reconectar con las personas que nos rodean es una oportunidad increíble, sobre todo porque muchas veces nos olvidamos de acercarnos a personas que a lo mejor ya no son tan parte de nuestra vida. aprovecho este tiempo para acercarme a mi familia sin la mediación de lo digital, es decir, tiene que ser todo presencial y pidiendo respetuosamente que se evite el uso de celulares u otros dispositivos. con mi pareja, suele suceder que hablamos por horas de temas variados, cosas que tal vez en la semana no pudimos comentar. enfrascarse así en una conversación es algo que difícilmente se puede hacer en otros días de la semana pero también creo que es algo que se ha perdido gracias a las excesivas mediaciones digitales. c) Reconectar con la naturaleza: acercarme a espacios naturales es algo que he hecho durante el shabbath. trato de que sean lugares cercanos porque lo que evito en el shabbath es desgastarme mucho físicamente. a veces esto puede implicar simplemente dedicarle más tiempo a mis plantas o contemplar el paso de las nubes o poner atención al canto de los pájaros.
4) leí también que el shabbath es un espacio de reflexión sobre lo que hemos logrado en la semana. tengo algunas preguntas ya hechas para cuando termina el shabbath escribir en mi diario y reflexionar sobre la semana: ¿fui lo suficientemente generoso? ¿fui consciente de lo que comí durante la semana? ¿cómo traté a mi cuerpo? y preguntas por el estilo. suelo cerrar el shabbath con un baño de agua caliente y la escritura de mi diario respondiendo a esas preguntas. todo eso me ayuda a iniciar la nueva semana o un nuevo ciclo de 7 días con una perspectiva más consciente.
5) y finalmente creo que uno de los beneficios que busco con esta celebración ha sido la reapropiación de mi propia autonomía cognitiva. se habla mucho de la economía de la atención, y la manera en la que yo lo interpreto es que el capital busca apropiarse de nuestras funciones cognitivas para que éstas estén alineadas a su lógica. mucho de eso tiene que ver con nuestra percepción del tiempo como lógica productiva dividida en minutos, horas, segundos, los cuales tienen que ser maximizados y eficientados en todo aspecto de nuestra vida. trato de escapar a esa lógica y sentir que el tiempo que dedico a mi shabbath es sagrado, que no es el tiempo del capital, y para ello, también me propongo no mirar el reloj durante todo ese periodo -a menos que mi shabbath en turno implique encontrarme con alguien a cierta hora-.
nada de esto es perfecto. hay días en que me he sentido muy mal y he necesitado mirar alguna película para sentirme un poquito mejor de ánimo. mi shabbath no es perfecto, y como no es un pacto con dios, como lo es en el caso del pueblo judío, puedo hacerlo sin ninguna culpa. el pacto es conmigo.
y como esto no es blog de auto ayuda no escribo esto con la finalidad de venderle a nadie un nuevo método de crecimiento personal, sólo quería compartir un poco de lo que he estado haciendo con ustedes, pero también, ordenar con palabras un poco lo que ha significado para mí integrar una celebración religiosa a una vida no religiosa, pero sí profundamente espiritual.