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from Niebla politik

Palabras resuenan en mi cabeza cada vez que caigo en un profundo letargo. “No te preocupes”, decía mi madre ante cualquier inestabilidad, ante cualquier crisis que me asaltara en aquella penumbra de pensamientos rotos. Creía -ingenuamente- que todo pasaría, que esas preocupaciones fútiles desaparecerían con el pasar de las estaciones. Estaba completamente equivocado. A medida que avanzaba en el juego de la vida, la mochila se iba cargando con más piedras que, para bien o para mal, determinaban mi deriva como individuo. Supongo que así es la vida, es lo que hay, ¿verdad?

Especialistas de la psicología aseveran que la construcción de nuestra personalidad se forja durante nuestra niñez y adolescencia. Que lo que viene después respondería a ciertos ajustes, aprendizajes o experiencias que condicionan, a su vez, nuestra manera de entender el mundo. Y no sólo eso, también nos empapamos de sesgos por parte de nuestro entorno, bebemos de la sabia procedente del sistema de valores que nuestros más allegados esperan que lleguemos a cristalizar. Dicha premisa parecería apuntar a que no podemos escapar de la influencia de nuestro entorno. Que nunca llegaremos a erigir nuestra individualidad sin injerencias exógenas. Aunque tampoco es de extrañar dada la naturaleza social del ser humano.

Familia, amigos, gente que viene y va como una noria. Todas estas piezas comportan un impacto ad hoc en la conformación del individuo, en la medida en que determina nuestros traumas más lúgubres, nuestra máscara social, nuestras inseguridades y, en definitiva, nuestra identidad. Cuando uno habla de preocupaciones, de problemas que, aparentemente, no obedecen a nada tangible o, al menos, que se pueden vislumbrar en el horizonte, la respuesta siempre se encontrará en lo pretérito. Es a través de ese ejercicio introspectivo cuando se halla la llave en pos de identificar qué es lo que anda mal. No es una tarea sencilla descender al abismo en cuyo fondo anidan nuestros más oscuros miedos.

Mi familia siempre ha depositado esperanzas en mí, expectativas que, desde mi más tierna infancia, me han perseguido hasta a día de hoy. Esto ha supuesto -y, me imagino, que más de unx se habrá sentido así- un nivel de autoexigencia que, en múltiples ocasiones, ha derivado en una preocupación latente en torno a mis resultados, a mi porvenir o a la imagen que proyecto al resto de personas. Como si tuviera que adecuar mi rostro dependiendo del contexto social en el que me mueva. Se traduce en un parecer, mas no ser. Las trincheras del conflicto interno se despliegan como si se tratara de una maquinaria de guerra. Cada gesto, cada información que vierta, cada comportamiento debo mediarlo de tal manera que sea mi mejor arma en virtud de la cual, reproduzca lo que se ha esperado de mí. Esta espera se eterniza, puesto que jamás se cumple esa imagen autoimpuesta, esa promesa difuminada en la memoria.

Allá dondequiera que mire, atisbo expresiones de desasosiego, gentíos que vagan por las calles sin rumbo, desprovistos de aquella libertad idealizada de poder ser. Las ataduras sociales condicionan nuestra percepción, alimentan al sistema totalizador en el que nos ha tocado vivir. Las familias tal y como están constituidas son, al fin y al cabo, una extensión más imprescindible para la reproducción social del capitalismo. Llegué a creer que en el seno familiar residía mi refugio, mi salvavidas frente a cualquier inclemencia. No en vano, con el tiempo me percaté de que el origen de mi ansiedad existencial es fruto de esos mandatos sociales que permean nuestro círculo íntimo. Así, la homogenización de esa masa estéril desprendida de todo rasgo distinguible representa ese paradigma del cual no puedo huir. De ahí radica mi preocupación mamá, no quiero convertirme en un extraño para mí mismo, en el extranjero de Camus, en un reflejo de alguien cuyo rostro impostor me mira a los ojos sin vacilar. Fijamente, hasta que satisfaga sus anhelos más alienantes.

 
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from Antígona i els Fenicis

Licénciame humana imperfecta Compartir-Igual

No me degeneres artificial difuminada intensiva.

Nadie me querría estocástica sin lugar sin alma.

Menos inteligencia generativa y más generosidad colectiva.

Cópiame, como se copia la vida.

 
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from Es Mur i Sa Menta

Les plantes t'avisen de l'arribada de la primavera abans que el teu cos ho noti. Crec que són les hores de llum diàries, astronòmicament precises, més que no pas la temperatura, tant variable.

Tot comença a créixer a un altre ritme, sobretot les lletuges, que a l'hivern tarden uns tres mesos i ara si et despistes t'espiguen. Algunes perennes o bianuals podades, com les pebreres (Capsicum), ja rebroten.

Pebrera rebrotant)

Aquest és l'estat general de l'hort a dia 27 de febrer. Si el comparem amb horts que llauren amb motocultor, i planifiquen l'horta d'estiu i d'hivern com blocs separats, no hi ha comparació. Un desert terrós vs policultius on mai deixa d'haver-hi flors, fruits i fulles.

Es Mur Es Mur

Sa Menta Sa Menta

cdf680707c77ade3 Collita de pèsols al març

f488fc50bbfcbf8b Collita de faves, cebes i porros al març

 
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from Samir Abd El-Samih

La Vie Est Belle

Anch'io appartengo a questo mondo

Appartengo a questo mondo Più di quanto tu possa pensare E di quanto possano pensare quelli che lo “abitano”

Sono stato predestinato a questa vita

Alla marsigliese: “Je suis d'ici, mon fils” !

Vive la vie ! La vie est belle !

 
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from Antígona i els Fenicis

No soy matemático ni se me dan bien las matemáticas, pero creo que soy capaz de entender algunas limitaciones “físicas” un poco por encima de la media. Lo digo con honesta humildad, se me da bien la lógica y el pensamiento visual (y, por otro lado, muy mal la aritmética y el cálculo).

Llevo un tiempo pensando sobre las cosas que una IA puede hacer, las que no puede hacer, pero quizás llegue a hacer algún día, y las que no podrá hacer jamás, por razones lingüísticas, o matemáticas, o de diseño, o como lo queráis llamar, que nada tienen que ver con su “nivel” de desarrollo tecnológico.

En mi cruzada anti-hype de barra de bar, me he referido a los LLM, al “razonamiento”, a la “destilación”, al problema del pulpo de la profesora Emily M. Bender, a lo de Deepseek y tal, pero he tratado menos otros tipos de IA generativa: la generación de imágenes (GAN y Diffusion principalmente, aunque creo que ya no importa demasiado, porque ya todas usan soluciones mixtas y muy complicadas de entender). Pero a lo que voy, creo que la idea general que expongo cuando hablo de las limitaciones de los chatbots (LLM) son también aplicables a estas últimas. Y si alguien me quiere contradecir, encantado de escuchar y aprender.

Dice una sabia expresión popular: De donde no hay no se puede sacar. Es un principio básico. Si entrenas una IA para distinguir entre perros y gatos, nunca jamás llegará a identificar un elefante. En los últimos años han aparecido “trucos” realmente ingeniosos para afinar estos problemas académicos, pero el “de donde no hay no se puede sacar” sigue y seguirá siendo impepinable. Y es posible que el aprendizaje profundo (deep learning) haya consumido ya TODO su campo de entrenamiento (incluidas partes con copyright y privadas, ilegalmente sustraídas) y eso es un problemón académico y bursátil importante.

Meme "is this a pigeon" sobre IAs. El prompt pregunta si la mariposa es un gallifante (un animal imaginario de la tele española de los 80). La mariposa le llama boomer.

Os dejo un par de videos del profesor Michael Pound que lo explica muy bien: – Has Generative AI Already Peaked? (2024) https://www.youtube.com/watch?v=dDUC-LqVrPU. – How AI Image Generators Work (2022): https://www.youtube.com/watch?v=1CIpzeNxIhU

Por resumir, si ChatGPT quiere seguir mejorando como poeta —y mientras no se descubra una civilización alienígena con larga tradición literaria que aún no se haya robado escrapeado—, solo podrá seguir entrenándose leyendo “poesía artificial” generada por ella misma. La literatura humana, de todos los tiempos, en todos los idiomas, la buena y la mala, ya la ha “aprendido” toda. Claro, este proceso es catabólico, (va degradando la calidad de sus fuentes de forma iterativa) que en poesía quizás hasta produce algo chulo... pero en física o en medicina... estamos hablando de que alucine con planos dimensionales que nadie será capaz de refutar o validar, o de investigar curas para enfermedades que, literalmente, no existen.

Volviendo a la generación de imágenes. Como todo diseñador gráfico, me he dedicado y me dedico al “retoque de fotos familiares” como parte de mis tareas domésticas no remuneradas. He borrado fondos, blanqueado dientes y añadido a personas en fotos de grupo. (Nota para millennials: Antes de la normalización del selfi, era habitual que quien tomara la foto pidiese cambio, por lo que tenías dos fotos casi idénticas, con una persona ausente en cada una de ellas). He realizado montajes tan adorables como “creepys”, como situar un bebé en la falda de una abuela, demasiado mayor para viajar a abrazar a su nieta recién nacida, y que recibió el montaje en forma de regalo. El objeto, carente de toda veracidad, valió la pena. Hago esta introducción para evitar el charco de lo que es “real” y lo que no. Para mí, la fotografía familiar es un género artístico más parecido a la pintura de cámara del siglo XVIII que al fotoperiodismo, una forma de expresión colectiva y social que moldea la realidad a su antojo.

Hoy me ha tocado un clásico, una imagen con malísima resolución, y me he puesto a probar las soluciones tecno-mágicas de ampliación de imágenes. Para ser honestos, desde la última vez que lo probé ha mejorado mucho. Muchísimo. Ya no se inventa manos de seis dedos.

Pero al fin y al cabo, el problema es el mismo, y tiene difícil (o imposible) solución. Cuando la imagen inicial es de una persona que conoces bien (en este caso, mi sobrina) notas como que le cambia el gesto. Algo inherentemente humano desaparece de la foto “mejorada”. ¿Contendrán las fotos el espíritu de las personas retratadas? ¿Será que se pierde el aura que enunciaba Walter Benjamin con cada reproducción? Lo que sea: La sonrisa, los dientes... en la imagen ampliada, ya no es ella. Luego, no me sirve.

La sonrisa de mi sobrina vs. la sonrisa de todas las sobrinas caucásicas del mundo

Y aquí es donde vuelvo a recordar lo importante que es diferenciar entre el “dataset” y el “prompt” y eso de que “de donde no hay no se puede sacar”.

El resultado vale como foto “de stock” de una persona anónima, ya que es un collage de otras caras, o para ser precisos, DE TODAS LAS CARAS DE TODAS LAS NIÑAS CAUCÁSICAS QUE HAY EN INTERNET. Por muy foto-realista y convincente que sea el resultado, no está de más recordar que es más una pintura que una foto. Por eso “dibujan” tan bien la ropa y los zapatos, los animales o personas anónimas, pero fallan con los retratos. El posible “peak” de la IA generativa y el “zero-shot” son problemas muy interesantes para lxs académicxs (y muy peligrosos para lxs tecno-flipadxs que inviertan sus ahorros en fantasías futuristas).

La disposición de los dientes es algo tan personal como una huella dactilar, tanto que se usa en la identificación de cuerpos, y afecta muchísimo a la expresión de una cara humana... ¿Cómo podría jamás acertar la sonrisa de mi sobrina si no la conoce? Lo siento, pero de momento me resisto a que mi madre enmarque en su salón la cara de una desconocida. Y sí, podríamos entrenar a la IA con muchas fotos de mi sobrina, claro que sí. Pero si mi madre tuviese tantas fotos de su nieta en buena resolución... ¿Necesitaría ampliar las de mala calidad? Ya te digo yo, sin ser matemático, que no.

PD. Otro video reciente que explica el Peak Data (posterior a este texto): https://www.youtube.com/watch?v=IOh0SL3C4

 
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from lupalomo

INFATUADA DE AMOR Llena de amor, solo veo amor. Levanto la cabeza y siempre las he odiado pero hoy me encantan las gaviotas. No he tardado mucho en darme cuenta de que no son las gaviotas, es la vida. El agua turbia y verde, esa rama caída, el sol cuando me ciega y la sombra cuando me hiela. Me encantan. No se trata tanto del mundo como de mis ojos al vert- contemplar.

En este momento todo lo que me rodea es lo más hermoso que jamás hayan encontrado mis ojos. En este momento estás conmigo y no tenemos prisa.

Tu belleza y tu paz son tan grandes que se proyectan en el entorno y contagian cada elemento que defino desenfocando el fondo.

He visto tierra y mar lejos de tí pero me sigue apasionando el parque de la estación porque solo lo piso de tu mano. Solo lo pido de tu mano.

 
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from Antígona i els Fenicis

Las ecotopías arquitectónicas necesitan fijarse más en Alvar Aalto y menos en Vincent Callebaut.

Detalle del ayuntamiento de Säynätsalo, Finlandia. Obra de Alvar Aalto. Se observa una escalera exterior realizada únicamente con listones de madera para escalonar el terreno, en el que crece la vegetación espontánea. A los lados,  y de fondo, las paredes del edificio de formas simples y geométricas, en ladrillo visto y con pequeñas ventanas y puertas de madera. Una celosía en el módulo del fondo permite la entrada de luz natural tan característica de las obras de Aalto. © Wikipedia: Kulmalukko CC BY-SA 3.0

Detalle del ayuntamiento de Säynätsalo, Finlandia. Obra de Alvar Aalto. © Wikipedia: Kulmalukko CC BY-SA 3.0 Más en Wikipedia

Escribo esto a raíz de este video de @fas_collage (¡Bienvenido a Anartist!).

Yo también llevo un tiempo observando esas dos vías del solarpunk y me parece importante analizarlas y discutirlas. De hecho, me preocupa que sean irreconciliables.

Para empezar, el Solarpunk es diverso, y como en toda corriente artística, prima la libertad de cada cual para expresarse como le parezca con sus manías artísticas, sus esperanzas, sus influencias, sus sesgos y sus preferencias estéticas. No voy a criticar a nadie ni a nada, simplemente compartir y, si puedo, ampliar la opinión del video, de que se observan dos tendencias. Dos visiones de futuro, un solarpunk tecno-optimista y otro más neo-rural, que creo, podemos vincular a dos apuestas políticas en disputa en el presente, el Green New Deal y el Decrecimiento.

En las visiones ecotópicas con modos de vida hiper-urbanos prima la idea de la “descarbonización” por encima de todo. Ello trae implícito cierta confianza en la capacidad de las Energías Renovables Industriales (especialmente la solar fotovoltaica, obviamente) por sostener y aumentar una complejidad civilizatoria que, al menos de momento, solo es posible mediante la extracción de derivados fósiles acumulados durante milenios en el pérmico y el carbonífero. Frecuentemente, se olvida que el petróleo no es solo combustible, es también hormigón, asfalto, plásticos, minería, siderurgia, fertilizantes y derivados químicos de todo tipo. Sin petróleo no se pueden construir esos grandes rascacielos con plantitas, tal como se subraya en el vídeo. Además, cualquier asentamiento urbano de grandes dimensiones conlleva una pérdida de biodiversidad importante y otros problemas de difícil solución. El solarpunk debe optar por el optimismo utópico frente a un realismo cenizo y cascarrabias, o no sería solarpunk, pero casi siempre lo hace quitando de la ecuación factores indisolubles de un supuesto futuro sostenible y socialmente justo. (Por otro lado, es comprensible que una corriente que es hija del ciberpunk tenga querencia por lo tecno y a su vez intente “matar al padre”, pero no voy a entrar en esa cuestión).

Mi consejo. Si tienes previsto imaginar ecotopías urbanas para tus creaciones artísticas, sean novelas o paisajes ilustrados, deberías considerar cosas como que la adaptación a un nuevo contexto planetario es inevitable y debemos integrarlo valiéndonos de la imaginación utópica pero siendo termodinámicamente realistas. No vamos a solucionar el cambio climático solo con placas solares, trenes futuristas y macetohuertos, pero podemos imaginar escenarios ecotópicos en un futuro más realista. Imaginar un planeta “amable” para los próximos siglos no es ecotopía, es negacionismo climático.

Cualquier edificio moderno necesita materiales muy específicos (hormigón armado, vidrio) y energía (grúas, ascensores, flujos de insumos y residuos) para su construcción, su mantenimiento y su uso. Hay una razón poderosa por la cual casi ningún edificio superaba las 3 plantas en el pasado preindustrial. Nuestra civilización depende tanto o más del hormigón como de la gasolina. Sobre esto, recomiendo las charlas y textos de Antonio Aretxabala.

Las grandes ciudades (las de todas las civilizaciones) tienen una fuerte relación con la acumulación de poder y la explotación de otros territorios. Una ecotopía centrada en una idea de abundancia debe plantearse cómo, en su escenario, es posible la riqueza sin la pobreza, y cómo vivirían los más desfavorecidos, aunque no estén en el foco de la narración o de la imagen, aplicando un pensamiento sistémico profundo. ¿Quién construyó ese edificio? ¿Quién riega esa planta? ¿Quién barre esa calle? ¿Cómo llega ese vehículo? ¿Quién minó esos materiales?, etc.

El video plantea una alternativa a la que me sumo, que podríamos llamar un “solarpunk decrecentista”. Y menciona cuatro referencias muy valiosas: Luc Schuiten, Jugaard, Izaskun Chinchilla, Santiago Cirugeda.

A lo que yo añadiría el concepto del Buen Vivir, las Tecnologías Apropiadas y “lo pequeño es hermoso”, a la Ética Permacultural...

Y a mi admirado Alvar Aalto que entre otras muchas cosas, nos enseña que no hay manera más utópica de iluminar un interior que con una claraboya o un lucernario. Esa es nuestra revolución SOLAR.

 
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from lupalomo

LOS VENCEJOS NO MARCHAN PARA SIEMPRE

Ha empezado a salir el sol y las cosas no están bien. No me preocupa, sé que nada es permanente, los vencejos no marchan para siempre.

Quizás la vida solo sea vivir los altibajos hasta que los llames por su nombre. Ser, estar, existir suficiente para reconocer que vivimos este momento con la condición de que pronto llegará otro. Mi frenesí adolescente enfrentado por el mundo real. He trabajado tanto en deshacerme de mis problemas que olvidé los de los demás. Ahora trabajo por evitar la consecuencia.

Estoy tan lejos de todo lo que quiero y me quiere. Es una sensación tan extraña tener la certeza de que sí soy querida, pero no puedo verlo ni tocarlo; solo sentirlo. Los árboles no me dejan ver el bosque. Este pueblo cría pusilánimes. ¿Qué pasa cuando sales y cambias? Soy cualquiera de las piedras que recojo por el camino intentando buscar mi lugar en un puzzle de juguetería.

Empecé a escribir atrapada y sola en esta habitación. Una luz muy ténue me reveló un agujerito en una esquina de la jaula. Volqué todos mis esfuerzos en mermarlo a mi favor. Un día chorreando sangre, sudor y lágrimas, el agujero se convirtió en un hueco lo suficientemente grande para escurrirme a través. Y salí. Y dejé de escribir. ¿Escapé en algún momento si me encierran una vez más las mismas paredes? Cubiertas de problemas escritos en caligrafías ininteligibles. Vuelvo a escribir porque todo es diferente, tengo cosas nuevas que decir.

La habitación sigue igual. Ahora tengo el poder de cambiarla, pero no lo haré. Aquella yo luchó con uñas y dientes para plasmarse en las paredes (y el techo, y el armario, y toda superficie disponible; maximalista yo). Juro solemnemente respetar su visión como nadie nunca antes.

Ha empezado a salir el sol pero aún predominan las nubes. No pasa nada, la brisa se las llevará y podremos quejarnos del viento.

 
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from lupalomo

CUCO DE INVIERNO

Érase una vez, un cuco que no quiso marcharse a la llegada del otoño. Todos sus amigos persiguieron el verano atravesando continentes pero él decidió quedarse. Al principio le fue muy bien, todos los insectos eran para él y campaba a sus anchas por los jardines. Pero llegaron las heladas y las noches frías y largas, los insectos desaparecieron y las flores marchitaron. Sin comida ni refugio suficientes, el cuco quedó débil y desprotegido. Desesperado, se refugió en el alféizar de una casita de la zona. En ella vivía el relojero del pueblo, quien al ver al pobre animal rezagado en su ventana, decidió darle una oportunidad. Trabajó un día y una noche para construir una pequeña casita para el ave. Se trataba de un reloj de pared donde el cuco podría vivir, con una condición: -Al llegar las agujas a su punto más alto, deberás salir y piar para mí- Ordenó el relojero al presentar su obra al cuco.

Todo empezó bien, el pájaro tenía un lugar caliente donde vivir y no tenía que encontrar su propia comida. Salía a cantar 24 veces al día sin falta. Mas únicamente podía hacer eso, el relojero no le permitía salir de su pequeño reloj. Al volver la primavera, volvieron también sus compañeros y el cuco debía tomar una decisión. Acabó ideando un plan desde su casita. Cada vez que salía a cantar llamaba a uno de sus amigos. Tras unas pocas noches, el cuco consiguió escapar de su reloj para encontrarse con sus amigos en el alféizar. Abrió la ventana y les contó lo que había vivido con el hombre de la casa. Que vivía encerrado; con las alas entumecidas, solo y añorando el sol. Que no le permitía salir más que para dar las horas mientras él trabajaba. Tras el reencuentro, era el momento de poner en marcha la siguiente fase del plan. Todos los pájaros reunidos vengarían el invierno del cuco con el relojero.

Entraron todos sigilosamente por aquella misma ventana, moviéndose en fila hasta llegar a la habitación donde dormía el relojero. Le encontraron, tumbado pacíficamente en su cama, el plan se reafirmó. En un segundo, todas las aves alzaron el vuelo y se lanzaron en picado contra el relojero. Sus restos destripados sirvieron de alimento para los animales salvajes de la zona durante varios días. La casa fue tomada como refugio por los pájaros. La gente del pueblo no se opuso ya que el relojero no era especialmente querido entre los humanos tampoco. A día de hoy, la casa del relojero sigue siendo el hogar pacífico de la fauna salvaje del pequeño pueblo.

Fin

 
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from lupalomo

DEBÍ IMAGINARLO He salido a vivir el sol, me he quedado a ver el atardecer. Nos basamos en nuestra experiencia para guiarnos por experiencias nuevas.

Abrí la ventana para sentir el olor a tormenta, cuando volví con mi café encontré el suelo goteado. No creo en el destino porque lo he visto cambiar ante mis ojos decenas de veces.

He visto la puesta de sol, me fastidia hacer el camino a casa de noche. No soy lo que esperaban de mí, pero yo siempre lo supe.

He alargado todos tus abrazos el triple esta tarde, se me han hecho las tantas en el tren. Hay historias en todos los asientos para quien quiera fijarse.

He elegido la música por encima de la realidad, me he saltado mi parada. Me despido de tí, te veré pronto. Mañana me va a doler, por costumbre.

 
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from lupalomo

EL AMOR EQUITATIVO

El antes: Llegas 15 minutos tarde, pero no pasa nada porque me he puesto nerviosa cocinando y he tenido que reinventar el plato. Está bien, tengo mil ideas, apunté todo lo que te gusta en un bloc de notas. La última vez dijiste que estos macarrones eran los mejores que habías probado así que he intentado replicarlos al milímetro, no recuerdas haber dicho eso pero yo sí. Para cuando finalmente timbres mi puerta tendré la mesa puesta como si te hubieran ascendido en la NASA. Se me ha quemado un poco de un lado así que lo he puesto en mi plato, total, a mí me gusta el socarraet. Pondremos tu serie favorita, no es mi estilo pero estoy intentando ver qué es lo que te cautiva tanto en ella. Te he comprado el collar de la protagonista, no era muy caro, está de camino. Dejaremos los platos en el fregadero y recogeremos moderadamente antes de salir. Te acompaño a hacer recados. Te quiero.

El después: Aún no he acabado de peinarme y ya estás en mi puerta, con un zumo que has comprado de camino por si no he desayunado hoy. En teoría íbamos directos al super pero se ha alargado tanto el abrazo que no sé cómo hemos acabado en mi sofá. Un desayuno, un porro y varias conversaciones después parece que conseguimos salir por la puerta. Parecemos estúpidos riendo por los pasillos... No, parecemos enamorados. No tengo ni idea de qué vamos a comer pero te persigo entre tacos de bacon y quesos que no conozco (pero intentas enseñarme). Pagamos a medias. Apenas sé cocinar y te has tomado cambiarlo como meta personal. Pasta, tu especialidad; con nata, mi cruz. Saldré de esta cocina sabiendo cuándo deja de estar cruda y cuándo dejo de estar sola. Lo hemos manchado todo sin darnos cuenta, no estaba prestando atención. También hemos limpiado, sin prestar atención. Hemos puesto una peli, creo, pero no la hemos visto. Me ayudas a poner el lavavajillas. Unos macarrones, un porro y varias conversaciones después ¿siesta? Te quiero, me amas.

15/02/2025

 
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from di.lopk

Voz tras tu voz

Tu voz. Luego, tu voz mental. La voz detrás de tu voz mental. La voz que descubres cuando se apaga tu voz mental y la voz que está detrás de la voz de tu voz mental. Y así.

Y qué tal si la que sigue es la voz detrás de la voz de alguien más?

Como en una suerte de telepatía inconsciente.

 
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from di.lopk

Deseo

Quiero escribir algo de adentro. Florecimientos.

Harta de concebir, validación externa, desesperación.

La que se abre paso a codazos, a costa mía. Que enturbia mis anhelos, mi fragilidad, mi néctar.

Quiero probarme: desnuda, rota, innecesarie.

Dejar quebrarme. Ser abono. Crecer torpe, tonta.

Dejar que los adjetivos cambien, palpiten y enraícen.

Quiero que mis palabras sean auténticas, ingenuas, reales.

La fruta que no encuentro, que se pudre adentro, que desborde por los poros, que reclame su lugar, que se vuelva el cuerpo.

Mi cuerpo.

 
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from Samir Abd El-Samih

Fahas

La pluie, C'est important Parce-que...

Fahas!

Il s'appelle Fahas... Il nettoie

Les âmes méchantes Malades de cœur Et malades de tête

Il nourrit La Terre... Ça fait grandir

·

Dans l'Amour Il faut la patience : Pourquoi, pourquoi, Pourquoi, pourquoi...

Quand tu meurs Ou tu tombes malade Tu demandes pas À Dieu Pourquoi

C'est la vie Il n'y a pas Un Pourquoi...

Et voilà, C'est fini !

Là c'est beau...

 
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from di.lopk

Semanario

Lunes. Abre sus ojos y no se quiere levantar porque su cuerpo está calentito. —Un ratito más —se dice —que me despierten cuando sea miércoles —se tapa de nuevo, se hace un capullo con las sábanas y gira hasta caer. Se arrastra como un gusanito en el suelo y poco a poco quiebra su crisálida hasta salir de ella, ir a gatas e incorporarse para cruzar la puerta del cuarto.

Martes. Con sus ojos adormecidos escala su silla y hay una ciudad de comida, saluda a la gente que madruga y toma un pan con mantequilla, algunas semillas y un poco de leche para comer con su bowl con fruta picada. Suena el reloj de la torre del termo y sabe que es hora de irse. Baja con más facilidad de la silla que cuando se subió y va a la puerta.

Miércoles. Toma su mochila y su bufanda con la que se envuelve el rostro y sale de su casa. Una góndola la espera, sube y saluda al entrar. Se sienta con su amigo. Cuando bajan del colectivo, entran a un edificio y en un pasillo se despiden. Alguien toma la puerta A y otra la puerta B.

Jueves. Se sienta en una silla y ya su cuerpo se ha estirado bastante. Comienza a armar una pirámide de cubos y más cubos. Les dibuja caritas a escondidas a los planos de las figuras; al poco tiempo alguien viene a medir sus pirámides. Le dice que están bien y le paga con semillas. Se come una, empuja la piramide y se retira por la puerta antes que la vean.

Viernes. Afuera cruza la calle y entra a un lugar que dice “luz”. La gente baila y las saluda una a una. A una la abraza, a otra le da un beso, a otra la mano y a otra con la cabeza le asiente, con otra se mira y a la última se lleva de la mano. Con todas las personas ha tenido una emoción diferente y un color. Dan un giro al bailar con su acompañante y atraviesan una puerta.

Sábado. Se recuestan en el pasto y se abrazan. Las hierbas se vuelven un remolino y las levantan en un baile desde donde se ven el horizonte, árboles remplazando las ruinas de cubos. Cuando se detiene, y se asientan; ve a su compañera dormida y la abriga con una hoja con cuidado, luego se va al baño. Se sienta en el inodoro mientras revisa algún mundo por una pantalla. Cuando ha tenido suficiente, se levanta y se marcha ya viejita.

Domingo. Vuelve caminando a un sillón en la oscuridad y se acomoda en el cojín libre. Del sillón sale tallos y ramificaciones con hojas que le cubren el cuerpo mientras se marchitan. Acomoda su cuerpo, lo contrae, se hace bolita, y duerme en el útero de hojas para cubrirse del frío. Exhala por última vez y gira su cuerpo antes de abrir de nuevo sus ojitos a otra semana.

Di López Koehnke

 
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from VirginiaVictoria

(Re)Conectar con la esencia campesina

Hola...

Parece extraño venir a escribir de cualquier cosa que no sea que cesen esta energía asesina y torturadora, que pierda poder joder. Que pierda poder...

Y, a la vez, en ir caminando preguntándose qué significa ser humana , para mí, honrando esta etapa de la vida humana... no queda más que seguir mirando a lo mundano y organizándose, tan legítimamente como alcanza la vista (a juicio de tu intuición, de lo que diga el ecosistema al vivirlo y de quienes consideres sabias de tu red), a mitigar el poder de las fuerzas que se convencen de seguir asesinando la vida. Ser buena ancestra.

Y sobre buenas ancestras, viene a mí la idea de las personas campesinas, como ética de vida profunda. De relación y de honrar la interdependencia con la tierra, las aguas, el clima, la certidumbre y la incertidumbre, las vecinas, las vidas más que humanas...

Fue en Mayo de 2021, con un encuentro de formación y conexión con el territorio y sus sabias gentes, que andaba organizando una mujer como la copa de un pino a la que admiro hondo. Miriam Ponce. La serie de talleres se llama cultivarte. Su sabiduría no tiene precio. Nos llevó a la sabiduría de Quinciano, que me enseñó la palabra campesino.

Algunas notas de mi cuaderno de esa sesión:

“Soy campesino, no hortelano” “Dar paseos peripatéticos: tratar a la tierra de tú a tú”. “Trabajar con la tierra y el entorno” “Observación: todas las mañanas” “Yo promuevo nidos en mis cepas” “Tu creas la enfermedad con los monocultivos” “Incentivar que vengan murciélagos, porque tienen el mismo tipo de vuelo que la polilla que afecta a la vid” Nos habló de la necesidad de dar tiempo. Contó como los árboles se protegen de los depredadores, contando la historia de un olivo (o varios, no recuerdo) y los conejos que le mordían el tronco. Nos dijo que confió “en el instinto y la capacidad de supervivencia de la propia planta. Su capacidad es mucho mayor a la nuestra. Desarrollan ese sistema de quiero vivir.” De alguna manera, dejó de pasar al tiempo largo. Quizás el árbol se volvió tóxico o laxante o amargo...

Yo nunca me había planteado una relación menos paternalista con los árboles.

Al tiempo de esta aventura, agradecida y celebrando, escribí este poema y fue a parar a el poemario inédito “vivir entre paradigmas”. Hoy ve la luz por primera vez. Y se lo dedico a la gente de Nos Plantamos (https://nosplantamos.org/) y a su intención de poner la voz campesina en el centro.

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y silva tu duelo en los remolinos de polvo que recorren la estepa del abandono, la avaricia, la especulación, la imprudencia, la falta de amor, sí, la falta de amor por toda forma de vida, incluso la nuestra”. David Transhumante

EL CAMPESINO 

Ama ver reverdecer los vergeles del camino  las cañadas reales  resuenan símbolo de destino  de manadas, transeúntes y peregrinos  de conversación de yesca y vino, ritmos: ciclos. 

El campesino es un hito testigo  del avance salvaje de un paradigma maldito, que vino a llevarse los lugares castizos los transeúntes y peregrinos  a centros mecanizados de negro sobre blanco limitando movimiento, encareciéndolo: en riqueza, en tiempo; alejándolos de los ciclos, los caminos, los fuegos. 

El campesino  ama ver reverdecer los vergeles del tiempo. El reverdecer es eterno  y él, como consciente ancestro,  cuida con mimo y sabiduría el suelo, de esas de profunda vejez, de todos abuelo; compartiría el saber ancestral con el mundo entero y con gusto,  pues precisamos, colectivas, atesorar su esencia,  campesino viejo.

Que lo que debimos aprender a cuidar   no lo olvidemos.  

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Nota: El poema salió en masculino porque en mi cabeza todos los campesinos en ese momento eran Quinciano. Quiero honrar a la amplitud y diversidad eterna del espectro de identificaciones de género que deben haber vivido y viven en esencia campesina, más allá de lo que ha sido la norma impuesta violentamente y sujeta a inercia fuerte.

 
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