Por Ⓐrdilla
Actualización: Se ha añadido nueva info debido a la próxima impresión de este texto en formato fanzine, y actualizado algunos enlaces para referencias.
Aclaración: Este texto lo escribe una persona que se considera anarquista y vegana, y que no cree en la estrategia de ir concienciando a la gente en el veganismo ético para un día tener un mundo sin uso de animales no humanos, pero tampoco repudio a los teóricos éticos que han dado valor y legitimidad a esta lucha. Es probable que deje fuera mucha data histórica y muchos acontecimientos que nos han traído hasta aquí pero quiero centrarme en lo que considero más significativo.

Foto: Dos activistas de liberación animal con pasamontañas, cada uno sosteniendo un conejo blanco rescatado.
Vamos allá. Para llegar a entender porque el veganismo mainstream (o capitalista, o blanco) está despolitizado y lleno de hombres blancos privilegiados defendiendo “separar los derechos humanos de los derechos animales” – convirtiendo así un montón de organizaciones y espacios en lugares donde se connive con racistas, fascistas, machistas, clasistas – hay que hacer un repaso a la historia del movimiento.
Primeros años:
Para ello, y bajo mi punto de vista, es esencial entender algo. Hay dos eventos canónicos que dan inicio al movimiento moderno por los derechos de los animales: El activismo de Hunt Saboteurs Association y en el plano teórico/ético, el libro de Liberación Animal de Peter Singer. Siendo este último (junto con los demás nombres de la teoría ética que surgieron) el que, en mi opinión, pone la primera piedra para construir el veganismo mainstream que conocemos hoy.
Casi todo el mundo sitúa el inicio del veganismo moderno con el libro de Peter Singer (1975) pero la realidad es que tenemos que irnos más de 10 años atrás para ver como la gente empezó a organizarse para actuar por los demás animales. Estamos en 1963, nace la Hunt Saboteurs Association – que daría paso a la Band of Mercy y más adelante al conocido y politizado ALF (Frente de Liberación Animal)- pero vamos a retroceder 3 años más, porque esto es importante: En 1960 aparece el concepto “Total Liberation”, usado por luchadores por la libertad en África y Palestina, pero también por anarquistas que se distinguieron por la adopción de una serie de preocupaciones que antes no tenían – el feminismo, el anticolonialismo, la liberación queer, el antiespecismo y la ecología -, las personas veganas anarquistas empezaron a usar y asociar la Liberación Total a liberación de la Tierra, Animal y Humana.
Casi todos estos movimientos tienen una fuerte base antifascista y han seguido bajo estos ideales desde entonces, cada vez menos bajo los focos, pero ahí están – incluyendo a un montón de teóricas, fuera y dentro del anarquismo, que sí han entendido lo político del asunto, lo veremos más adelante –. Es decir, desde sus orígenes la preocupación por los demás animales ha tenido un fuerte componente político y de justicia social.
Vamos con el libro Liberación Animal de Peter Singer. Bueno, tomemos a los dos máximos exponentes teóricos que surgieron: Peter Singer, utilitarista y Gary Francione, abolicionista – y tránsfobo por cierto, en 2023, Francione publicó un manifiesto antitrans en Medium, plataforma que lo eliminó de inmediato por considerarlo «contenido que puede menoscabar la dignidad y los derechos de las personas transgénero y/o no binarias».– Muchas organizaciones y colectivos tomaron las ideas de ambos, algunos con enfoque utilitarista bienestarista y otras con enfoque abolicionista, para definir su postura para con los demás animales. Aquí es donde, a mi parecer, se inicia el veganismo capitalista mainstream. No voy a explayarme en toda esta fase, dentro del movimiento es conocida la rivalidad que hay entre la gente que sigue los postulados de uno u otro. Me voy a centrar en lo que intento analizar en este texto y aquí hay algo curioso, ambos, tanto Peter Singer – utilitarista que solo medía las acciones según su efectividad - como Gary Francione – que creía en la vía no violenta y en educar a la gente - se oponían y criticaron las maneras de actuar de ALF – colectivo internacional descentralizado que opera sin una estructura de liderazgo formal y participa en acciones directas para oponerse a la crueldad animal, y recordemos, bajo la idea de la liberación total - Singer creía que los daños a la propiedad privada dañaban la imagen del movimiento y Francione creía que las acciones del ALF socavaban la base moral del abolicionismo, poniendo así una tímida primera piedra para la “despolitización” del movimiento, ya que se negaban las herramientas políticas que toda lucha tiene legitimidad de usar. Que dos referentes para mucha gente en ese momento alzaran la voz contra la acción directa y la liberación animal real es, cuanto menos, algo desmovilizante.
Veganismo mainstream: Redes Sociales y la llegada del veganwashing.
Avancemos unos años, las ONGs animalistas bienestaristas apoyadas en los postulados de Peter Singer han crecido bastante y basan sus campañas en mejorar las condiciones de esclavitud de los demás animales, y en difundir un veganismo capitalista basado en el consumo, la salud y el ecologismo.
2010, con una nueva internet de redes sociales naciendo, aparece un nuevo tipo de activismo, inspirado por un discurso muy potente que se viralizó en muchísimos idiomas “The Best Speech You Will Ever Hear”, entra en escena el misántropo Gary Yourofsky. Un activista que usa un lenguaje extremadamente violento para comunicar el veganismo en redes, llegando a promover la violación, el racismo, el capacitismo y un fuerte sentimiento anti-palestino e islamófobo. (1) (2)
“The Best Speech You Will Ever Hear”, realizado en una universidad de Estados Unidos, tuvo gran impacto en Israel y fue el impulso necesario para todo el plan de veganwashing israelí que contribuiría a despolitizar aún más el movimiento. La imagen de Israel había recibido un fuerte golpe en los 2000 con el asesinato de Muhammad al-Durrah, así que se inició todo un plan de lavado de imagen a nivel global que más adelante incluiría el veganismo. Hablar de otras cosas que no sea la situación de los demás animales, como comprenderemos, no es algo que le viniera bien a un estado racista, colonial y genocida, que necesitaba mostrar al mundo lo avanzado que era su país, así nace la precursora israelí de todos los grupos animalistas que vendrían después y seguirían el mismo estilo al separar los derechos de los animales no humanos de los humanos – incluso con prácticas terribles como son la violencia hacia las mujeres en el activismo, jerarquías raciales, supremacismo blanco en las estructuras de poder y la defensa de la ocupación israelí -: nace 269Life.
Gracias a todo esto y al auge de las redes sociales, aparecen las nuevas formas de activismo, la mayoría basadas en el abolicionismo de Francione, que usan una manera muy especifica de difundir el veganismo: Algunos ejemplos son Direct Action Everywhere – que funciona casi como un culto y tiene una fuerte estructura jerárquica – y probablemente una de las más conocidas a nivel global, Anonymous for the Voiceless liderada por el turbio Paul Bashir, que además de compartir la foto de un líder fascista y colaborador sionista en su Facebook – Bachir Gemayel – , algunas pruebas apuntarían a una posible conexión entre el inicio de esta organización y Gary Yourofski.
Todas estas organizaciones tienen algo en común: La viralización como motor principal de activismo, siempre dentro de la legalidad y el pacifismo. ¿Qué queda fuera? La crítica estructural al capitalismo, la radicalidad, la acción directa y, sobretodo, la interseccionalidad.
Son colectivos muy jerárquicos, casi siempre liderados por tipos blancos que dejan claro que en sus organizaciones no caben otras luchas más que la de los derechos de los demás animales (algunos de estos tipos tienen graves acusaciones detrás, qué casualidad), todo el mundo que defienda y acepte eso, es bienvenido. La “despolitización” total. Se abre de par en par la puerta para que entren todo tipo opresores dentro del movimiento, un movimiento que recordemos está formado en su mayoría por mujeres. Esto supondrá con los años una gran desmovilización de gente que se siente incomoda dentro de estos grupos por esa falta de interseccionalidad. El veganismo mainstream desactivando la Liberación Animal.
Esto sigue pasando hoy día porque son grupos que manejan bien sus estrategias, comunicación y la propaganda en sus perfiles, esconden muy bien la basura bajo la alfombra. Las redes sociales casan muy bien con ese activismo, han contribuido a propagar ese mensaje y a que se funden grupos por todo el mundo y mucha gente siga sumándose a estos sin saber todo lo que hay detrás. Todo el mensaje del veganismo se ha difuminado tanto que puedes ver incluso gente orbitar estos grupos y movimientos anarcoveganos a la vez. Aún incluso cuando estos grupos no mencionan las acciones directas o la liberación de animales que hacen los segundos, como si no existiera otro movimiento más que el suyo, pero sí usan el – ya convertido en eslogan – “Liberación Animal” para algo que ya poco tiene que ver con sus orígenes. El trabajo de “despolitización” está hecho, el movimiento es un hervidero de gente “apolítica” que convive con racistas, machistas, homófobos, clasistas y fascistas.
Incluso el discurso ha saltado desde estas organizaciones a activistas independientes, individualidades e influencers – por mucho que nieguen serlo – que no dudan en difundir un mensaje anti-interseccional a sus miles y miles de seguidores en redes con un gran ego de por medio y culto a la personalidad.
Un ejemplo, es recurrente ver algunas acciones directas de grupos de antiespecistas interseccionales muy contundentes contra las corporaciones que se lucran con el asesinato de millones, desde quema de camiones de empresas distribuidoras o de transporte hasta bloqueos de mataderos. Hechos históricos dentro del movimiento y acciones directas que causan daños reales a la industria. Pues bien, no verás estas noticias en las redes de estos colectivos o influencers mainstream.
No es para nada casualidad que algunos de estos grupos e influencers más conocidos estén rescatando a Gary Yourofsky precisamente ahora en estos tiempos de genocidio brutal del pueblo palestino, siguiendo con la estrategia de veganwashing. Como pudo verse en el estado español, por ejemplo, con el influencer Xavi Animal.
Reivindicando la Liberación Total
En esos grupos escucharás eso de que “La interseccionalidad es el cáncer del veganismo” mientras el consumo de animales no para de subir y el movimiento se desactiva día a día y deja afuera a un montón de disidencias que, como es lógico, no se sienten seguras habitando esos espacios. Haciendo bandera de su pobre análisis político y falta de conocimiento histórico, traicionan los orígenes de este movimiento por la justicia total renegando de las demás luchas, aún cuando siempre estuvieron presentes en la liberación animal. Pregúntate esto, ¿quién no querría que su movimiento fuera antifascista y antirracista?
Se escudan en que a la inversa nunca se presta atención a la interseccionalidad cuando se trata de especismo, y quizás tienen razón en esto, pero es trabajo nuestro confrontar y cambiar eso dentro de los espacios que luchan por un mundo más justo, no unirnos con fascistas y racistas para construir no se muy bien que tipo de mundo. Creo que una bandera de Liberación Animal presente en toda lucha justa, sin esperar nada a cambio, tiene un poder que todavía no hemos explorado del todo. Entendemos y apoyamos la emancipación humana, porque sus opresiones también nos atraviesan, pero dejamos presente que los demás animales también son clase trabajadora. Dejamos claro que nunca buscamos un lugar mejor dentro de una jerarquía injusta, buscamos destruir la jerarquía.
No nos dejemos engañar más, los demás animales no están mejor desde que esa banda de supremacistas blancos tomaron las riendas del veganismo, la lucha por la liberación animal es una lucha por la justicia total. Desde 1960, cuando diversos anarquistas entendieron que la lucha por la emancipación del humano pasa necesariamente por una liberación de la tierra y del animal (humano y no humano). Algo que siempre han entendido los pueblos originarios, por cierto.
Las líneas de acción siguen estando ahí, en la sombra: Diferentes grupos de veganas anarquistas, el ALF, grupos de difusión, individualidades. Pero además, siempre hay y ha habido referentes teóriques que sí entienden como funciona el mundo y las opresiones.
Me gustaría acabar este texto recomendando a personas que entienden que la interseccionalidad es clave y que los demás animales también dependen de esto, más allá de si son personas que se consideran anarquistas o no, como es Aph Ko y su teoría de la animalidad, Catia Faria y su educación antiespecista, Christopher Sebastian, Ahlam Tarayra de Vegan in Palestine, la nutricionista iraní Dr.Leila, Laura Fernández y sus mundos más animales, Carol J. Adams, el mítico Roger Yates o FulaniVegan desde Guinea. Todas estas personas, y muchas más, habitan espacios antifascistas, antirracistas y de justicia social (lugares donde la liberación animal tendría que estar presente siempre) y tienen análisis donde realmente comprenden el sistema capitalista en el que vivimos y desafían sus lógicas constantemente. Si queremos tener referentes, estas son mucho mejores que todo el puñado de hombres blancos que han tratado de decirte que es y que no es liberación animal y que debe entrar y que no en el movimiento.
Debemos recuperar el concepto de Liberación Total. Debemos volver a comprender como funcionan y nos atraviesan las diferentes opresiones en este mundo tardo-colonial en el que el supremacismo blanco todavía está vigente. Politicemos de nuevo el movimiento y volvamos a proveerlo de las herramientas legitimas que dispone. Es urgente, los demás animales no pueden esperar más. La confrontación es y será necesaria porque el antiespecismo es una lucha que no tiene nada que defender, sino todo por conquistar.