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from decorre

me paro / com minha camiseta de vários verões / com o chinelo do star wars que minha sogra ganhou por engano e me deu / me encontro com meu corpo envolvido por estes panos / com aquela unha esquisita e estes pelos espalhados / tão diferentes agora de quando semeei pela primeira vez esse olhar / e é tudo como as cordas de nylon velhas do tonante em que colhi minhas primeiras notas / esse é o timbre da minha pele / que continua a mesma

 
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from decorre

corre contra as notas escritas contra as ditas palavras a alguns gela por outros vela e se consome temendo a mediocridade e a sonoridade de seu corpo contra a ribanceira e agarra as raízes da margem sonha com terra e anseia e continua a correr e com sede e antes que seque quando águas futuras já terão passado

 
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from fragmentos etnográficos de la ciudad monstruo

Es un día típico de diciembre en la oficina, atardece, son casi las 6, termina mi chamba, apago mi compu y tomo mi celular que está en mi escritorio. Lo desbloqueo y comienzo a revisar el timeline de Mastodon, me detengo en un toot sobre TEA (Trastornos del Espectro Autista), me interesa porque un par de personas cercanas me han insinuado que tengo ciertos rasgos autistas, pero nunca había sido un tema que me preocupara. Cada toot del hilo que leo me intriga, me emociona, me desconcierta, no se lo que siento. No estoy triste pero siento ganas de llorar, siento que mi mente se abre, se despeja, es un momento inquietante pero placentero. El relato en formato de hilos de Mastodon no es una descripción médica, ni un diagnóstico, nada de eso, son opiniones de alguien con TEA que súbitamente hacen conexión con mis vivencias. No se cuánto tiempo pasé leyendo, tal vez solo 15 minutos, pero ahora me siento desorientado por lo que acabo de experimentar. Esta fría tarde descubrí una nueva pieza del rompecabezas que me ayuda a entender quién soy. Más tarde sigo desorientado pero tengo que pasar al supermercado, no recuerdo lo que tenía que comprar, pierdo el boleto del estacionamiento pero no me siento enojado, ahora múltiples recuerdos rondan mi cabeza, más tarde estas ideas no me dejan dormir. Ahora, un poco más sereno, escribo lo que viví ayer para dejar registro del momento exacto de un descubrimiento. Registro del instante en que tuve conciencia para mi.

 
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from ᵖᵘˢʰᵉᵈ ᵇʸ ᵗʰᵉ ᵛⁱᵒˡᵉⁿᶜᵉ ᵒᶠ ᵒᵘʳ ᵈᵉˢⁱʳᵉˢ

«Aquí si que encuentro algo», pensó mientras trepaba lentamente el cobertizo de un patio que no era el suyo.

Sus pasos ligeros apenas emitieron sonido, hasta que un brillo plateado capturó su atención. Se dirigió hacia aquel tesoro y tomó cuánto pudo.

De pronto, sintió una respiración agitándose tras de si.

El perro de la casa le doblaba en tamaño, y no consentía que tocaran su plato.

El pobre gato huyo como pudo con la cola entre las patas.

Aún queda noche por delante.

 
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from Notas en el ᵽɐrajüəɢ0

Stray

por Manuel Monroy Correa

Bajo la consigna del antropoceno, en su compleja jerga teórica, la posibilidad de un mundo-sin-nosotros (Eugene Thaker) está más que imaginada. La extinción humana como posibilidad no sólo dibuja el horror de nuestra ausencia y la indiferencia del planeta, de las otras especies y del universo mismo respecto del antropocentrismo; también representa la posibilidad de vida de lo otro. Esta otredad, que en la correspondencia ilustrada seguimos denominando “naturaleza” contiene aún nociones de lo salvaje, lo primitivo, lo primigenio, etc.

Pero lo otro también contempla lo que no es humano y tampoco es “natural”, es decir, en relación ontológica con la vida orgánica. Puede afirmarse que tal otredad es propia de la técnica más allá de su instrumentalización. En primer lugar, la independencia ontológica de las cosas sólo puede pensarse desde su condición material en tanto que invención. Gilbert Simondon considera que esta independencia afirma el carácter de lo inventivo por sí mismo. El objeto inventado sólo así es «independiente del sujeto, transmisible, que puede ser puesta en común, constituyendo el soporte de una relación de participación acumulativa» (Imaginación e invención 184). Además, en tanto que cosa inventada, se vuelve el signo marca de la «trascendencia» humana, como dice Simondon, en lo técnico y en las artes.

Otro caso es el de la «inteligencia artificial general», el momento en que la IA iguala la capacidad humana de actividad cerebral, al menos como la conocemos. Cuando las máquinas dejan de estar configuradas en el marco del servilismo, la noción de independencia se formularía bajo la noción de sujeto.

Androideleyendo

Todos estos aspectos intervienen en la narrativa de Stray, un videojuego sobre una era posthumana, cuyo personaje principal es un gato sobreviviente a una peste que acabó con la humanidad hace cientos de años. Los restos de lo «humano» son las directrices narrativas y. paradógicamente, la interpretación del usuario del videojuego. Digo «paradógicamente» porque en un mundo humano imaginario sólo el usuario puede interpretar su propia ausencia y todavía «manejar» a un personaje no humano (de hecho, todos los personajes de cualquier videojuego lo son...).

Dentro de la historia, los androides juegan un papel que está entre el salto a la IA general y la IA programada, a excepción de algunos. El juego está recargado de restos de lo humano, bajo una curiosa expectativa de hallar aún lo humano allende la huella que ha dejado. Es el caso del dron que acompaña al gato todo el tiempo, quien dice ser una IA acompañante de un científico.

Los restos son los de un capitalismo rampante que termina fragmentando la vida y estratifica hasta sus últimas consecuencias la convivencia de lo que fuera lo humano. Si bien, el «fin del mundo» no se da por él directamente, sino por una peste cuyo origen se desconoce. La peste pervive y se sugiere que se trata de contaminantes en la parte más baja de la ciudad, la de mayor pobreza y exposición.

ciudadbaja

La crítica está presente en la historia. La ciudad misma es un remedo o una ruina de las estructuras socio-técnicas de lo humano en el que el servilismo de los androides se combina con las actitudes y acciones «libres» de otros androides: obediencia y desobediencia civil, encarcelamiento, opresión, indiferencia, búsqueda de independencia en un «afuera» de la ciudad cuyo escape se halla en la parte más alta de la misma, la de las esferas privilegiadas de lo que fue.

En sentido contrario, las mayores opciones de exploración y de sentido de cooperación se hallan en la parte más baja de la ciudad, el lugar más vulnerable al acecho de criaturas nacidas de los desechos tóxicos. Donde menor obediencia hay y donde también se sostiene el presupuesto de peligro por «salir» de la ciudad. Salir de la ciudad es igual a salir del sistema y sus ideologías.

Los lugares de desobediencia o de expresión individual son todos ellos intersticiales y en ellos se da la dinámica del camuflaje, del disfraz, de la supervivencia y lo lúdico.

gatoconmomo

El gato no parece tener propósito y esa extraña condición hace pensar que el mundo animal se aparta de una comprensión inmediata. De hecho, está ahí por accidente. El mundo androide tiene personajes atormentados (los que quieren salir de la ciudad) o indiferentes y «conformados». En todo ello está ese sentido fallido de «trascendencia» humana en sus objetos inventados porque no hay ideal alcanzado sino permanencia del gran sistema que generaba fracturas en lo vivo.

Es aquí donde el papel «principal» del gato puede cuestionarse y, en su función de instrumento/ayuda, quienes ocupan ese lugar son el conjunto de androides que han intentado salir del enorme búnker por siglos, sin éxito. El gato parece no hacer nada para sí mismo y el mundo de «abajo» emerge como una sorpresa y un problema por resolver, que no es suyo, excepto por la supervivencia.

metaorganismo

 
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from fragmentos etnográficos de la ciudad monstruo

Son las 9:20 de la mañana, voy colgado de la puerta del pesero, que después de luchar contra otros autos, por fin logra dar vuelta en Avenida Taxqueña. El logro fue efímero porque pronto queda atorado entre un micro y un taxi que deseperado toca el claxon sin parar. De repente, a toda velocidad pasa por un estrecho espacio que quedaba entre los vehículos un hombre en bicicleta. Es una persona modesta de mediana edad que, justo al pasar enfrente de nosotros, grita a todo pulmón “que bonita paz”.

 
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from Tiempo de letras

Hay gente que viene a leer, así parece por lo que dice, y yo leo, el Writefreely; y yo aquí a nadie felicité.

¿Por qué ahora no va a ser? Os deseo felicidad, no un día o un año o, tan siquiera, un mes; os deseo que sea amplia sonrisa la que dibuje vuestra mandíbula cada momento de toda la vida.

Placer en el sentir en cada latido de cada ser. A ti que lees, sé feliz. Y para los que no leen, sea allí o sea aquí, mucha felicidad también.

 
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from Lo ya escrito

Impresionante ha comentado alguien a quien le ha causado impresión, otro escribe que Maese es grande, uno que no se lo puede creer, “increíble” dice que es.

Yo que lo he escuchado sé que genial tiene algo que ver con genio y maestría va del que es maestro, no quiero decirle a César que se lo crea por mucho que me guste esta música mientras suena al son de las letras, pero si uno escribiera que no le gusta, o que no es increíble, grande e impresionante, es libre. Para mí, además, es importante.

Maese César grabando su BSO con la JORCAM (Cortometraje)

 
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from Lo ya escrito

Elbesodelescorpión en El beso del Escorpión o El beso del Escorpión en Elbesodelescorpión. ¡Qué manera de rimar, por Dios! Es que en vuestra página cantáis y rimáis pequeños y grandes trocitos de alegría y simpatía que os comento aunque no os cambie la vida, como el Vlogfest de Marbella en dos mil doce. Me pasé en los caracteres que se ponen. Por cierto, me encanta el final de Carla aunque otros finales solo los escuchara, como me encantan, preciosos en Madrid, los ojos. Y casi todo... Azules.

[El Beso delEscorpión – Madrid]

 
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from Lo ya escrito

Un día descubriré por qué me gustan tanto cada una de tus canciones, por ahora las sigo almacenando con las favoritas, las tuyas entre algodones porque además son poesía. Tampoco importa el porqué, me importa escuchar tus cantos.

https://yewtu.be/watch?v=MJI4NbSyp7c&lc=UgykvyfmxmOv0452-L54AaABAg&autoplay=0&nojs=0&quality=dash


Alfredo González Vilela, cantautor. Ya lo decía de aquellas, no sé por qué, pero todas eran pasión y aún lo son, al escuchar rimas de miel.

 
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from Tiempo de letras

Corrió a terminar esta historia como tantas de la misma casa, descargué de ella mis memorias, mas no están completas las entradas, veré como me apaño apañando las palabras, reconstruyendo lo que quise mantener en lo que seguro pensé.

No aprendí con Reader, tampoco con Google Wave, pero no me duelen las letras que perdí sino que me alegro de continuar en el escribir. Si algo no lo recupero aquí están mis yemas para escribirlo de nuevo. Intentaremos escribir derecho lo que se torció divirtiéndonos con pasión.

En «Lo ya escrito», allí empecé lo que escribí en mis sitios.

Y Google Buzz

 
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