Oda a la activista fracasada que no estuvo a la altura

*Escribo y revisito 1 vez. No lo trabajo más. Lo publico. Inspirado en: un encuentro del que no escribo todavía, organizaciones que me rodean, “activismo” a varios niveles, viaje existencial por cumple, la sabiduría vieja del conflicto, el honor a la escucha de personas Palestians, Gazatíes e israelíes; y tras la primera sesión del curso encuentro Becoming monster de The mergence Network.

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Qué manía tengo yo misma con que tiene que ser rígido, sólido y civilizado. Muy en orden. Para que pueda ser. Hasta que no tenga la capacidad de hacerlo genial, como debe ser, no lo hagas. Quéjate aquí de tu fracaso a escribir una entrada sobre un encuentro, asistir eficazmente a una reunión o seguir con fuerza como debería cualquier activista decente

Y ahora estás aquí, como viajando por estas capas de joder qué mierda, qué mierda los rincones del mundo que asfixian joder que sí, que allí y aquí hay belleza pero mira cuando asfixia la máquina, mira cuanto aprieta. Joder cuanto aprieta.

Y yo no quiero dejar de mirar así que aquí me tienes todo lo que sé sobre entera. Lo miro desde el pecho y se me pincha. Pincha ya, de que yo no voy a dejar de mirar. No voy a dejar de preguntarme. Digo y mientras hace un tiempo que dije dejaré de mover hacia adelante.

Me voy a mover hondo y hacia abajo, y eso me hará a veces disfuncional poco efectiva.

Lo haré porque tanto en más allá de mi me dice que todo puede estar perdido y entonces que me arrastre por la tierra. Que toque los huesos, me cubra el barro y que se ponga a oscuras y que salude a la muerte y me venga el duelo y no se vaya y le lleve al duelo a fregar las cacerolas en esta tarde fría que brilla aquí. Mientras tu muriste allá. Y yo simplemente vivía.

Y de la culpa a veces de saberte morir y no hacer ná. Ná que hacer ni tu mare que abrazar ni una sopa que ofrecerte de la distancia. Ni un mandatario al que secuestrar y llevar a una isla desierta, y que sobreviva tranquilo lo que sepa y le queda sin el poder que ya ha robado sin nuestra legitimidad tanto. Tanto. Tanto.

Cómo puedo honrar miles de años de carrerilla hacia esta inercia, que violenta qué violenta qué violenta. Cómo puedo honrar miles de años de esta inercia si creo que puedo humanamente salvarnos. Como podré honrnar si creo que se puede antropocétricamente ser la heroína del día, de la zona, del año. Como podré si no me muevo hacia los lados. Me zarandeo. Me salgo de la carretera para meterme en una gruta ajena a la rectitud supuesta eficacia; al menos tiempo es mejor; al o estás conmigo o contra mí.

Lo intenté y no me siento mejor. Lo de la carretera, digo. Creí que la carretera era salir del sistema ¿sí?, y cambié la forma en la que curro y en qué pongo mi seguridad socialmente. Como siento la muerte y la vida. Metamorfoseóse, una y otra vez, y no creo que pare a estas alturas.

Simplemente está viva. Esta llamada a moverme para abajo y hondo Más allá de mí. Y sueña. Con maneras de habitar que nos permitan estar atentas conectar, porque juntas nos aliviamos necesidades cubiertas y buena compañía mientras pica o muera.

Y no jugamos a ir dejándonos mutuamente atrás. El potencial de lo común es de gran belleza, sabemos, pues parece asomar, y se oye y suena mmmm. Como amanecer cerca del agua, moviéndose de vida. Como cantar por vibrar no más. Como el canto de rezo repetido que vibra en pasado, en futuro, en presente, contigo y conmigo, si lo vibramos.

Permitidme que me pierda.

Cuántos permisos. Para reir con la boca abierta. Para que diga mi verdad entera sin que me llames loca o me ataques de histérica. Para llorar días y no poder pararme. Duelo.

Me decían hoy del duelo como un estar. Más allá de emoción. Que viene, se queda y te lo llevas puesto. Y a su lado yace a veces lo monstruoso. Es.

Y yo quiero mirarle las heridas, el pelaje, las ventosas y las hojas y darle la bienvenida a mi pecho. Que es la grieta. Que salí de la carretera hacia lo incierto y acabé así, inacabable.

Desde aquí adentro, desaprendo y me permito ser nueva momento a momento. Lo dejo atravesarme todo lo que venga y veo que significa si lo honro ¿puedo honrarlo? Recelo de la culpa y de quien me incite a culpable.

Me muevo por el mundo con poco, y cuando me acerco habito el espacio como puedo, trato traer ofrendas A veces me repliego con lo muy serio. Serio no de duelo. Ya os digo. Serio como de moderno. Como de blanquitud modernidad. Como de recto. A veces me repliego. Pero al duelo escucho y veo. Tiendo. No me repliego. Me expando, porosa, en cuanto puedo, y le digo hola, la que está aquí está dispuesta a ser atravesada y te honra.

A veces, entonces, no llego o no quiero llegar a demandas de lo que hay que lo que se sigue haciendo en la autopista aquella.

Me enseñaron, sociedad que no hay quien me entienda, así que quizás no me atreva a decirte donde andaba la grieta por la que quise caerme ahora que vine a verte. Igual me escondo de sonrisa. O cuando me enfade, lo contendré y reventón de llanto más tarde en una esquina, en un margen. Y no lo podré controlar. Duelo. No tienes control sobre ello.

Mientras deambulo seguirá habiendo víctimas de esta inercia y los ejecutores tendrán nombres y apellidos y hasta los veremos grabados en videos.

Decía algo que leí el otro día (no recuerdo donde ni por quien), todos los países están ocupados por Israel excepto Gaza. Algo así, era creo recordar, algo así.

Me quiero referir a la resistencia y honrarla. Tan vieja. Tan sabia.

Y quiero nombrar a la inercia colonialista blanquitud y modernidad. Y recordarno que Apocalipsis, Significó colapso y renovación, y significó que los velos se levantan. Se ve. Ya no se tiene el poder de esconder.

Inercia barbarie no se esconde y se legitima y manipula. Y esa misma inercia a la vez me dice mientras la intento doblar con palabras me dice que sea buenecita y qué significa ser buenecita que esté calladita no me hables enfadada o te encierro o te pego o te mato. Y no necesita casi de policías, porque nos posée ¿Sí?, Yo lo veo así, forma parte de nosotras, y a veces FAAAH, nos posée. La autopista, de nosotras. Imaginario y tendencias. A saco con lo binario pim pam y decir que es mejor y qué peor y expulsar y matar lo que quiera que no le encaje. Hasta padentro. Por donde mande.

A donde vamos no hemos estado nunca, quizás y el desde donde se trae es antiguo antiguo. A donde vamos Lo llevamos buscando desde siempre. ¡A brindar! ¡Qué corra el mythos! ¡Las leyendas! ¡Los consejos humildes viejos!. Lo llevamos invocando rezando desde tol rato diría yo casi seguramente pero a saber.

Nos quiero invocar a preguntarnos qué significa seguir porosas permitiéndonos imaginar lo que está más allá lo que está más allá. Lo que está entre medias de Bueno y Malo. Lo que sale PAM estruendoso e inapropiado. Buscando entre medias y puntos de encuentro. Entre medias y puntos de encuentro. Como el del aire que sale de tu nariz y roza tu labio superior.

Entre la piel de tu mejilla y la temperatura ahora.

Entre vivir y morir como especie y caso Si todo pudiera ser esa inmensidad Desde donde vamos a movernos raro Para quitarle poder a esta inercia que habita nuestras intimidades y que a algunas nos vea y a otras no nos vea llegar Y puf pierda tanto poder que se retuerza ella de pena y se quede en su rincón sin poder joder más nada.

Como somos ecosistema. Con la muerte. Desde aquí Lo posible y lo que tiene poder se van viendo moverse y la muerte y el duelo me incitan y mi tatarabuela me acompaña y me invita a susurraros

shhh. No hace falta saber por donde es. Sigamos. Quizás no sea el qué ni el como, sino el desde donde.

Que estemos donde tengamos que estar.

Amante y duelo,

V.V.