VirginiaVictoria

De exploración e iteración: qué siginifica ser humane en este tiempo, catarsis, fe, miedo, movimiento.

(Re)Conectar con la esencia campesina

Hola...

Parece extraño venir a escribir de cualquier cosa que no sea que cesen esta energía asesina y torturadora, que pierda poder joder. Que pierda poder...

Y, a la vez, en ir caminando preguntándose qué significa ser humana , para mí, honrando esta etapa de la vida humana... no queda más que seguir mirando a lo mundano y organizándose, tan legítimamente como alcanza la vista (a juicio de tu intuición, de lo que diga el ecosistema al vivirlo y de quienes consideres sabias de tu red), a mitigar el poder de las fuerzas que se convencen de seguir asesinando la vida. Ser buena ancestra.

Y sobre buenas ancestras, viene a mí la idea de las personas campesinas, como ética de vida profunda. De relación y de honrar la interdependencia con la tierra, las aguas, el clima, la certidumbre y la incertidumbre, las vecinas, las vidas más que humanas...

Fue en Mayo de 2021, con un encuentro de formación y conexión con el territorio y sus sabias gentes, que andaba organizando una mujer como la copa de un pino a la que admiro hondo. Miriam Ponce. La serie de talleres se llama cultivarte. Su sabiduría no tiene precio. Nos llevó a la sabiduría de Quinciano, que me enseñó la palabra campesino.

Algunas notas de mi cuaderno de esa sesión:

“Soy campesino, no hortelano” “Dar paseos peripatéticos: tratar a la tierra de tú a tú”. “Trabajar con la tierra y el entorno” “Observación: todas las mañanas” “Yo promuevo nidos en mis cepas” “Tu creas la enfermedad con los monocultivos” “Incentivar que vengan murciélagos, porque tienen el mismo tipo de vuelo que la polilla que afecta a la vid” Nos habló de la necesidad de dar tiempo. Contó como los árboles se protegen de los depredadores, contando la historia de un olivo (o varios, no recuerdo) y los conejos que le mordían el tronco. Nos dijo que confió “en el instinto y la capacidad de supervivencia de la propia planta. Su capacidad es mucho mayor a la nuestra. Desarrollan ese sistema de quiero vivir.” De alguna manera, dejó de pasar al tiempo largo. Quizás el árbol se volvió tóxico o laxante o amargo...

Yo nunca me había planteado una relación menos paternalista con los árboles.

Al tiempo de esta aventura, agradecida y celebrando, escribí este poema y fue a parar a el poemario inédito “vivir entre paradigmas”. Hoy ve la luz por primera vez. Y se lo dedico a la gente de Nos Plantamos (https://nosplantamos.org/) y a su intención de poner la voz campesina en el centro.

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y silva tu duelo en los remolinos de polvo que recorren la estepa del abandono, la avaricia, la especulación, la imprudencia, la falta de amor, sí, la falta de amor por toda forma de vida, incluso la nuestra”. David Transhumante

EL CAMPESINO 

Ama ver reverdecer los vergeles del camino  las cañadas reales  resuenan símbolo de destino  de manadas, transeúntes y peregrinos  de conversación de yesca y vino, ritmos: ciclos. 

El campesino es un hito testigo  del avance salvaje de un paradigma maldito, que vino a llevarse los lugares castizos los transeúntes y peregrinos  a centros mecanizados de negro sobre blanco limitando movimiento, encareciéndolo: en riqueza, en tiempo; alejándolos de los ciclos, los caminos, los fuegos. 

El campesino  ama ver reverdecer los vergeles del tiempo. El reverdecer es eterno  y él, como consciente ancestro,  cuida con mimo y sabiduría el suelo, de esas de profunda vejez, de todos abuelo; compartiría el saber ancestral con el mundo entero y con gusto,  pues precisamos, colectivas, atesorar su esencia,  campesino viejo.

Que lo que debimos aprender a cuidar   no lo olvidemos.  

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Nota: El poema salió en masculino porque en mi cabeza todos los campesinos en ese momento eran Quinciano. Quiero honrar a la amplitud y diversidad eterna del espectro de identificaciones de género que deben haber vivido y viven en esencia campesina, más allá de lo que ha sido la norma impuesta violentamente y sujeta a inercia fuerte.

Fin del año 2024

Carcelarias estaban, criaturas humanas, de escrutinio al milímetro latido y el miedo a la otredad rezumando de momento fuerza. O partenalismo o como sea como sea; dominio sobre, la cuenta de la vieja, dominio sobre.

Dame amenaza y te daré castigo, dijo el pobre sistema rico, dijo. Os privaré de cobijo dijo el pobre sistema rico y lo hizo. De siglo en siglo lo fue haciendo enfermo de vicio. Lo fue haciendo.

Ya nos ha privado oh, especies de todos tipos, peludas, unicelurares, con picos, del cobijo de un clima estable que habíamos conseguido, ecosistema gaia y todas las amantes criaturas, tiernas, brutales, supervivientes y astutas; las aguas y los mares, las arenas y las sales.

Ya nos ha privado esa inercia, oh paupérrimo sistema rico, de la estabilidad climática. De la garantía de aguas buenas. Querrá que paguemos por ellas acá, siglos, recuerda, siglos, asesinando, explotando allá y acá, creando la imagen de modernidad donde quiera que le compensa y valora de arriba del dominio sobre.

Quisiera escribir de amor y ternura, y no me sale más que de la rabia que necesita y no sabe decir no sabe decir suficiente. Joder.

Venga, vira. Vira un rumbo de estas historias. Desaprender, se dice. Desaprender la inercia de verla en lo mundano de los gestos pequeños, joder.

Se acaba el año de gracia 2024 se acaba como empezamos y más turbio y la violencia más destapada y ¿estás dispuesta a salir a la caza de lo que sea que puedas ofrecer hondo y grande que rete a esta inercia?

Con estas ganas de volverme experta en peleas y prosas y de no dejar de escuchar historias de rebeldes mujeres, gitanas y negras; de las payas de mis ancestras de sartená y supervivencia. No puedo dejar de, no sé. Como se vive normal, ya no sé.

La niña* que cocina en Gaza y me enseña recetas por una red social de algorítmica violencia que no quiero dejar de mirar por si un día vuelvo y me dice que ya está muerta.

No quiero más, no quiero más que siga que puedo ser estar o convertirse; qué en mi poder que pueda... qué. Cómo, no. Desde donde: ser, estar o convertirse.

Sentirse como que viene un cometa a la tierra como en al peli esa y sentarse a la mesa como en despedida colectiva me noto.

No te leerá nadie, pájara de mal agüero otra vez. Pájara. Todavía no muerta.

¿Traes mensajes de esperanza esta vez?

...

Deja que pregunte vertical y amplio.

...

...

Que se quieran (le dejo que hable y no filtro) que se quieran, di que se quieran como sepan y compasivas y fieras. Compasivas y fieras que hay que rugir y sentir.

Con lo que tengan lo que puedan mientras puedan que remienden los agujeros que generan culpa cuando puedan, y pierdan el miedo a las grietas.

Que reten la inmediatez. No se crean saben tanto de tiempo. Certeza, nublando nublando. Shhh que rían y lloren y honren como si no se pudiera dar la vida, la vejez, la estabilidad por sentado. Desde ese cuidando colectivo lo que se pueda. A ver si sienten sentirse vivas de la aventura de vivirse momento a momento, como jugando, capaces de sorprenderse de nuevo un segundo más. Por diminuta que sea la causa. Tiernas y fieras y.... Cuidando al ecosistema entero de pasado entero a vidas venideras.

...

Que se cierre y abra tanto como tenga que y/o sepa. Cuidemos, vivir.

Como llena de grietas y con suerte y con lágrimas y viva hoy,

V. V.

  • La cuenta a la que me refiero es a la de Renad Attallah @renadfromgaza

Una carta para recordar el cobijo que nos hemos dao: imperio de madrigueras

Nota: es posible que en esta historia personal que es un poema, todo detalle personal sea ficción. Que nunca lo sepan.

Queridas criaturas en tierras ibéricas,

Esta es mi carta de hermana, prima, hija y nieta, desde una generación desangelá. Una de varias. Una de tantas. La que represente, igual. O da igual.

Estoy en la primera mitad de lo que significa tener treinta nací a principios de los noventa de esas que fuimos urbanas porque madre y padre se conocieron y fue su manera de sacarse del pueblo o de la familia que se sentía miseria aun con todo el amor del alma, qué ganas de abundancia y vida nueva. Qué sentir de querer salir de violencias cotidianas mira como te dicen qué hacer y cómo es mejor que te muevas o no te muevas.

No fue sencillo pero al rato igual más, que ya de Cáritas ya de robar sigilosamente lo caro esencial, porque no había más, ya de ahí pasar a un trabajo que nos diera de bien. Hija de la victoria en la venta de materia prima. Se me buscó y se me invocó como buen presagio.

Y crecí en los dramas y disfrutes de la vida de lo cotidiano, cada quien con sus dificultades, miedos, pérdidas y relaciones con esto de vida y miedo y goce y muerte. Diré que lloraba a la tele, de los noticiarios, recuerdo soldados, disparos. Cuando se rieron de mi en casa ajena supe que llorar por eso era raro.

Quise ser amable y creí y defendí la bondad innata de la gente y me pregunté tanto por cuando torcerse tanto para hacer daño tan deliberada y definitivamente. Seguí creciendo y me hice maestra de criaturas cachorras humanas, pero no me dio por ser funcionaria. No todavía. No entendía. La competición de entrada no se si podría. En la crisis del 2008 notamos la sacudida y no creo que se le haya olvidado a nuestras historias ni una mijica.

Me fui lejos a buscar dinero y ver como me movía por mi misma. A hacerme una profesión, a cultivarme un currículo.

Niña urbanita todavía no ha visto más que de refilón en la huerta de la amiga como se cultiva como se cría alimento. En las historias del abuelo, en el melocotonero del patio y el palomar del pueblo. Pero en mis casas nosotras siempre hemos aprendío se nos ha enseñao a cocinar pa nutrir con lo que había ¿sabes? Y a alargarlo para que diera pa otra u otras bocas más.

En 2018 me rasgo a ver, sin filtrar, la cantidad y la calidad de las heridas de los mundos. Venga, vamos a llorar me dije, mientras leía de límites planetarios superados, de permafrost, de tierras raras y niñes obligades a trabajar de donde se queman las calles de las dinámicas de la droga y de la guerra contra las drogas y de los usos de estados, de insertar drogas en las sombras, para controlar barrios que con potencial de desgarrar, de vivas, el estatu quo.

De la muerte masiva de insectos, de microplásticos en nuestros cerebros, de la modernidad blanca y de como el colonialismo sigue como lógica moviendose y moviendonos en todas partes. Escuché y hablé. Sentí ¡Si conectamos con to esto no lo permitiremos más! Imaginaba una partida de ajedrez en un enrome tablero sobre nuestras espaldas de pueblos sobre las espaldas de pueblos de la mayoría global del sur global sobre las aguas que ya no pueden beberse sin más casi en ningún lugar. Con la herencia de la sangre y los huesos y el negocio de la guerra y la agroindustria voraz y microsoft comprando tierras fértiles allá donde las hay. Con la herencia de to lo que se ha luchao para que no llegara a lo que es, to lo que se ha matao.

Vi nuestras respuestas a las crisis convertirse en parte de la crisis. Esa partida de ajedrez. La represión y la resistencia en círculo vicioso casi siempre. Mierda.

Y quise volver ¿sabéis?. Traté de volver a la tierra que me vio nacer, y volveré a intentarlo. No paro de pensar en los mundos, en su dolor y en su resistencia. En la más pequeña: de sonrisa, de mirada, de amasaré esta incomodidad como venga pero no me moveréis de mi determinación de honrar y cuidar. Y esta desesperación y este llanto. Joder cuanto y cuanto y cuanto.

Como quien dice ayer la llamada DANA arrasa al pueblo Valenciano y Letur, y allá por Bangladesh y Filipinas y esta parte de la inestabilidad está empezando a ser obvia y sabemos que ya no la podemos parar. Y lideran vampiros humanos, le motiva la codicia, con ansia de billetazo y sin sentido común. Que no pusieron un puchero en la mesa jamás. Jamás me creo yo. Ni saben ni quieren.

Y en esta tremenda metralla de calaña de vida espesa y muerte que acecha...

Me imaginaba anoche. A mis viejas. Y decía:

Cuánto cobijo nos hemos dao, viejas. Cuanto cobijo. Cuanto repartío, cuando ofrendao, cuanto nos han dao cobijo.

En este camino a la existencia de hoy, de estos mundos en colapso, que no nos digan que no, que ya nos habíamos andao creando desde a saber cuando, yo miro patrás y no veo na más que antepasás luchando por nutrir y cobijar y que se expanda el cobijo y la prosperidad y el arte joer, el arte y la belleza y el cuidar en nuestro imperio de madrigueras.

Debajo de la tierra seca manchega, de desierto de olivos, de romeros y ventorreras, vientos que matan a las cabras y molinos y eras, que de cobijo nos hemos dao, ¿eh viejas? en nuestro imperio de madrigueras.

Mira que nos han pasao mierdas y como nos hemos muerto y nos hemos aferrao y desobedecío amablemente y con las elegancias de las clases acobijás. Me doy cuenta no creáis que no me doy cuenta. Mi abuelo tenía la obligación de servir a los señoritos y mi otro bisabuelo estuvo con un burro en una trinchera pero nunca me contaron na. Nunca me contaron na.

Y ahora, hija, prima, hermana, nieta, de esta generación desangelá que se fue de sus raíces, que casi no conoció más que los romeros de su tierra, y las aguas las supo nombrar bien solo a la vuelta, y que volvió para luchar juntas y vio el miedo en la cara de sus viejos que decían algo así como “ingenua”, con cariño, pero ingenua.

Quizás me pasé de emoción, viejas, quizás creí en lo imposible y ya no. Pero nunca había visto tan claro, la fuerza de esta tierra esta bajo tierra esta atención honesta de cobijar. Este imperio de madrigueras.

Que no nos lo quiten, criaturas hermanas mediterráneas, viajeras de otras tierras que buscan su cobijo y mandar al cobijo de las suyas allá donde sea, quiero honrarnos como imperio de madrigueras. Imperio de madrigueras como actitud, de las que sacan abundancia de entre las piedras.

Nos veo la cara sucia de tierra seca y nuestras ganas de que suelten las aguas de los regadíos a exportar y enriquecer los bolsillos de los aguatenientes mientras nos explotan a temporeros y jornaleras que por miseria trabajan explotás si no lo luchan y no les dejan, nos dan de comer, también. Nos alimentan.

Si nos recordamos como imperio...

mientras vemos caer al que se ostenta como único e imparable, imperios, estado, capitales y fondos bancarios, todo en mí lo sabe claro se cae, ese imperio se nos cae de demenuzarse como terrón de tierra y ya no se lo creen más que unos cuantos y muchas nos vemos ahí ofrendando la opción de escoger poder que nos han dado a lo “menos malo” y con los palos a la espalda y nos quieren mendigando o enfadás y borrachas, con la cabeza gacha.

Lloré e invité a las antepasás este día de tos los santos porque me gusta probar la magia por si existiese; lloré a mis antepasás y ofrendé y pedí por favor, si podéis darme algo de información a cambio. Qué podéis decirme.

Con la primera piedra se me dijo: La cabeza bien alta. De la pluma de ave invasora saqué: niña, nos mueve el hambre. Antes de desearnos la muerte recuerda, que a toas nos mueve el hambre. De la madera agujereá, qué pasa cuando te mueres. Aire. Eco. Rastro. Cuento. La piedra que parece un ojo me la vi de tos los laos posibles, de toas las vueltas, y canté “ciega mariposa al rededor de la vela, pobrecita mi fortuna”. Me invité y dije, mira cabeza abajo y de maneras que hayas mirao toavía. Sigue escuchando raro. Conecta. Recuerda las historias y cuéntalas cuando vengan a cuento.

Así que eso hago, y sigo preguntándome y bien atenta ¿sabéis? Dudando de cualquier cosa o criatura que diga que sabe por donde es. Pero acercándome a quienes se preguntan y están explorando raro. A las que por sistema no he escuchao yo tanto: pueblo gitano, mayoría global, voces de cultura, aguas, líquenes, piedras de ritos. A la muerte. Escucho a la muerte. Sigo atenta, que ofrezca yo la creatividad de mi atención, eso que igual es lo más sagrado que tengo.

Que cuando siento que hay que moverse pallá pallá me muevo, y lo doy de mi todo lo que siento con sentido, la verdad. Y sigo buscando lugares y sincronías y sinergias en las que danzar con.

Criatura desangelá sin tierra concreta que la sepa generación. Eso sí, con la fortuna de familia que me ama profunda. De familia escogida y la no. Y de haber sabido alejarme y la sabiduría del padre de no hay obligaciones para con los progenitores que te traen con egoísmo entonces yo que tengo suerte elijo cuidar como puedo y siento verdadero. Y lo juzgo y me duelo pero lo masajeo. O lo drogo, que se yo, depende del momento cada cual hace lo que puede con su pellejo, la verdad.

Me habío la habitación y cuelgo las pieles en las paredes porque llega reunión con las viejas y a veces por ondas telefónicas y a veces en la imaginación de nuestras cabezas y a veces en las historias imperecederas o en los ecos de las muertas. O en las huellas que presiento que dejan las por nacer o en los caminos de vuelo de los gorriones y como me recuerdan las estaciones las golondrinas con su mejillas rojaditas y su vuelo certero.

Somos generación también, y vemos a las poco más viejas y a las poco más jóvenes quitarse la vida literal o morir viviendo drogás o no sintiendo sentido alguno. Como me jode haber traído fuerte la historia de que no hay futuro pero es que lo vi, es que lo veo, Gaza contra el sistema mundo, joder. Genocidio abierto y colonizadores sonrientes por la tierra prometida o por pozo de petróleo y la OTAN me cago en to la OTAN veste de aquí, veste de allí; quien pudiera derretirles las armas de guerra y a ver si son tan valientes ante nuestro imperio de madrigueras y nuestras cabezas bien altas y nuestros trajes de cosecha y nuestro conocimiento de plantas y nuestro amar las aguas.

Quiero decir no sé qué quiero decir. Que no nos rindamos aunque no sepamos por donde es que es; que tratemos de diluirnos la inercia de sentir ese “esto está por encima, es superior a” la superioridad moral, que nos dejemos de eso sin retar.

Que diluyamos a donde damos con nuestro imaginario: poder. Veamos a ver si de ver el poder del cobijo si haciéndolo más visible cotidiano, claro, más de presente continuo, más de la mano, y valientes de decir: no me/nos estás escuchando, dices que me entiendes pero no creo que sea cierto, me haces daño, voy a alejarme ahora que puedo; o me tengo que quedar no me queda otra, así que lo voy a hacer sonar lo más bello que pueda, mis días. Mi entereza. Mi descanso salvaje.

Nos veo y siento cansás, joder. Estamos cansás. Ni siquiera estamos en Gaza y estamos cansás. Su cansancio es inconmesurable y quiero que pare ya joder que tiene que pasar para que pare ya joder. Que más podemos hacer que mitigue poder a ese dominio sobre joder.

Mientras, para mi, ha sido un hito que queréis que os cuente. Sentirme parte del linaje del cobijo. Del imperio de madrigueras. De quienes se organizan en charla y escucha sincera, sí. Y de cada quienes en sus madrigueras contiguas de barrios y vecinas, de musgos en los muros y setas en otoño y primavera y gachas a la hoguera en el día de trabajo en las eras, (sin romantizar las trabajaeras; mencionando que las eras pasadas no eran to buenas: las palizas a lo cuir, las racistadas de la herencia, el glyfosato a la venta en tu tienda jardinera). No romantizo na en estos tiempos se me ha disuelto la ingeniudad y soy depresiva igual que llena de vida según el día, pero me ha sido un hito sabernos imperio de cobijo y madrigueras, y tenía que decíroslo.

Se me diluye la fidelidad, la estabilidad y lo rígido, y seré pregunta sin respuesta pero estoy viviendo cada día sin olvidar las violencias y haciéndome holgá pa dejar hueco a ver y honrar el arte del cobijo.

¿Y tú? ¿Cómo has llegado a aquí y cómo vas?

cuéntanos: https://social.anartist.org/@VirginiaVictoria virartebicha@riseup.net

Se le diluye lo sólido,

Virginia Victoria

Oda a la activista fracasada que no estuvo a la altura

*Escribo y revisito 1 vez. No lo trabajo más. Lo publico. Inspirado en: un encuentro del que no escribo todavía, organizaciones que me rodean, “activismo” a varios niveles, viaje existencial por cumple, la sabiduría vieja del conflicto, el honor a la escucha de personas Palestians, Gazatíes e israelíes; y tras la primera sesión del curso encuentro Becoming monster de The mergence Network.

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Qué manía tengo yo misma con que tiene que ser rígido, sólido y civilizado. Muy en orden. Para que pueda ser. Hasta que no tenga la capacidad de hacerlo genial, como debe ser, no lo hagas. Quéjate aquí de tu fracaso a escribir una entrada sobre un encuentro, asistir eficazmente a una reunión o seguir con fuerza como debería cualquier activista decente

Y ahora estás aquí, como viajando por estas capas de joder qué mierda, qué mierda los rincones del mundo que asfixian joder que sí, que allí y aquí hay belleza pero mira cuando asfixia la máquina, mira cuanto aprieta. Joder cuanto aprieta.

Y yo no quiero dejar de mirar así que aquí me tienes todo lo que sé sobre entera. Lo miro desde el pecho y se me pincha. Pincha ya, de que yo no voy a dejar de mirar. No voy a dejar de preguntarme. Digo y mientras hace un tiempo que dije dejaré de mover hacia adelante.

Me voy a mover hondo y hacia abajo, y eso me hará a veces disfuncional poco efectiva.

Lo haré porque tanto en más allá de mi me dice que todo puede estar perdido y entonces que me arrastre por la tierra. Que toque los huesos, me cubra el barro y que se ponga a oscuras y que salude a la muerte y me venga el duelo y no se vaya y le lleve al duelo a fregar las cacerolas en esta tarde fría que brilla aquí. Mientras tu muriste allá. Y yo simplemente vivía.

Y de la culpa a veces de saberte morir y no hacer ná. Ná que hacer ni tu mare que abrazar ni una sopa que ofrecerte de la distancia. Ni un mandatario al que secuestrar y llevar a una isla desierta, y que sobreviva tranquilo lo que sepa y le queda sin el poder que ya ha robado sin nuestra legitimidad tanto. Tanto. Tanto.

Cómo puedo honrar miles de años de carrerilla hacia esta inercia, que violenta qué violenta qué violenta. Cómo puedo honrar miles de años de esta inercia si creo que puedo humanamente salvarnos. Como podré honrnar si creo que se puede antropocétricamente ser la heroína del día, de la zona, del año. Como podré si no me muevo hacia los lados. Me zarandeo. Me salgo de la carretera para meterme en una gruta ajena a la rectitud supuesta eficacia; al menos tiempo es mejor; al o estás conmigo o contra mí.

Lo intenté y no me siento mejor. Lo de la carretera, digo. Creí que la carretera era salir del sistema ¿sí?, y cambié la forma en la que curro y en qué pongo mi seguridad socialmente. Como siento la muerte y la vida. Metamorfoseóse, una y otra vez, y no creo que pare a estas alturas.

Simplemente está viva. Esta llamada a moverme para abajo y hondo Más allá de mí. Y sueña. Con maneras de habitar que nos permitan estar atentas conectar, porque juntas nos aliviamos necesidades cubiertas y buena compañía mientras pica o muera.

Y no jugamos a ir dejándonos mutuamente atrás. El potencial de lo común es de gran belleza, sabemos, pues parece asomar, y se oye y suena mmmm. Como amanecer cerca del agua, moviéndose de vida. Como cantar por vibrar no más. Como el canto de rezo repetido que vibra en pasado, en futuro, en presente, contigo y conmigo, si lo vibramos.

Permitidme que me pierda.

Cuántos permisos. Para reir con la boca abierta. Para que diga mi verdad entera sin que me llames loca o me ataques de histérica. Para llorar días y no poder pararme. Duelo.

Me decían hoy del duelo como un estar. Más allá de emoción. Que viene, se queda y te lo llevas puesto. Y a su lado yace a veces lo monstruoso. Es.

Y yo quiero mirarle las heridas, el pelaje, las ventosas y las hojas y darle la bienvenida a mi pecho. Que es la grieta. Que salí de la carretera hacia lo incierto y acabé así, inacabable.

Desde aquí adentro, desaprendo y me permito ser nueva momento a momento. Lo dejo atravesarme todo lo que venga y veo que significa si lo honro ¿puedo honrarlo? Recelo de la culpa y de quien me incite a culpable.

Me muevo por el mundo con poco, y cuando me acerco habito el espacio como puedo, trato traer ofrendas A veces me repliego con lo muy serio. Serio no de duelo. Ya os digo. Serio como de moderno. Como de blanquitud modernidad. Como de recto. A veces me repliego. Pero al duelo escucho y veo. Tiendo. No me repliego. Me expando, porosa, en cuanto puedo, y le digo hola, la que está aquí está dispuesta a ser atravesada y te honra.

A veces, entonces, no llego o no quiero llegar a demandas de lo que hay que lo que se sigue haciendo en la autopista aquella.

Me enseñaron, sociedad que no hay quien me entienda, así que quizás no me atreva a decirte donde andaba la grieta por la que quise caerme ahora que vine a verte. Igual me escondo de sonrisa. O cuando me enfade, lo contendré y reventón de llanto más tarde en una esquina, en un margen. Y no lo podré controlar. Duelo. No tienes control sobre ello.

Mientras deambulo seguirá habiendo víctimas de esta inercia y los ejecutores tendrán nombres y apellidos y hasta los veremos grabados en videos.

Decía algo que leí el otro día (no recuerdo donde ni por quien), todos los países están ocupados por Israel excepto Gaza. Algo así, era creo recordar, algo así.

Me quiero referir a la resistencia y honrarla. Tan vieja. Tan sabia.

Y quiero nombrar a la inercia colonialista blanquitud y modernidad. Y recordarno que Apocalipsis, Significó colapso y renovación, y significó que los velos se levantan. Se ve. Ya no se tiene el poder de esconder.

Inercia barbarie no se esconde y se legitima y manipula. Y esa misma inercia a la vez me dice mientras la intento doblar con palabras me dice que sea buenecita y qué significa ser buenecita que esté calladita no me hables enfadada o te encierro o te pego o te mato. Y no necesita casi de policías, porque nos posée ¿Sí?, Yo lo veo así, forma parte de nosotras, y a veces FAAAH, nos posée. La autopista, de nosotras. Imaginario y tendencias. A saco con lo binario pim pam y decir que es mejor y qué peor y expulsar y matar lo que quiera que no le encaje. Hasta padentro. Por donde mande.

A donde vamos no hemos estado nunca, quizás y el desde donde se trae es antiguo antiguo. A donde vamos Lo llevamos buscando desde siempre. ¡A brindar! ¡Qué corra el mythos! ¡Las leyendas! ¡Los consejos humildes viejos!. Lo llevamos invocando rezando desde tol rato diría yo casi seguramente pero a saber.

Nos quiero invocar a preguntarnos qué significa seguir porosas permitiéndonos imaginar lo que está más allá lo que está más allá. Lo que está entre medias de Bueno y Malo. Lo que sale PAM estruendoso e inapropiado. Buscando entre medias y puntos de encuentro. Entre medias y puntos de encuentro. Como el del aire que sale de tu nariz y roza tu labio superior.

Entre la piel de tu mejilla y la temperatura ahora.

Entre vivir y morir como especie y caso Si todo pudiera ser esa inmensidad Desde donde vamos a movernos raro Para quitarle poder a esta inercia que habita nuestras intimidades y que a algunas nos vea y a otras no nos vea llegar Y puf pierda tanto poder que se retuerza ella de pena y se quede en su rincón sin poder joder más nada.

Como somos ecosistema. Con la muerte. Desde aquí Lo posible y lo que tiene poder se van viendo moverse y la muerte y el duelo me incitan y mi tatarabuela me acompaña y me invita a susurraros

shhh. No hace falta saber por donde es. Sigamos. Quizás no sea el qué ni el como, sino el desde donde.

Que estemos donde tengamos que estar.

Amante y duelo,

V.V.

Poema – retorna y haz danza

Se presentan y hacen danza se avergüenzan o no de la panza o cantan y croan alabanzas a quienes se lo han currao para juntarlas.

Se cuentan si lloran por las mañanas por la sangre que brota y brama más lejana más cercana propia igual. Propia igual.

O se cuentan de linajes y viajes por las crestas de cerros, sierras y montañas bandoleando fugitividades porque si les encontrasen les iban a matar.

No vivimos ni venimos de tiempos fáciles pero nos veras igual reír que llorar es posible que si te acercas te canten una jota o te inviten a un baile

O a unas migas con uva y los ajos bien friticos y se hable de quien prensa aceituna que larga vida a las tierras que miman a los olivos y que agua, que con el agua trae que te va, con el agua comadre. A cuidarla dices y digo.

Que no se caiga en el olvido todo lo que nutra y nos haga vivas porque la fortuna cuenta que se agota lo estable y queremos ser buenas ancestras ¿tu sabes?

Ser buenas ancestras para las generaciones futuras así que te cuento y me escuchas y danzas raro y te achucho y me achuchas y no nos conocíamos hasta hace un rato pero quiero que sepas que te quiero y te querré.

Quiero que sepas que somos conectadas en esta red ahora ea, igual sin saberlo del to desde antes y que que sea que pase lo escucharé y querré estar si puedo y desearía decirte que me siento más fuerte más capaz y más viva porque te olí hace poco y qué suerte que existas que co-creamos vida.

Parte II – Palestina más hondo: Inercias sitémicas, sabidurías y hacia dondes

Desde la intuición y la sabiduría que tiene el potencial de traer lo antiguo: las células, los líquenes, historias y canciones entre generaciones, las rocas, los olivos. Desde ese intuir antiguo, a veces se me dibuja cómo podrían verse y prosperar los mundos y sus historias: sus potenciales futuros.

Y busco desenmarañar y entender los hilos de los conjuros que nos tienen atrapadas como humanas en una civilización canibal.

Por nosotres y todes les que resisten y resistieron; transformaron y transforman, desde el gesto más humilde al más épico.

En este texto vengo a entretejernos en un tapiz. Habrá hilos de varios colores y procedencias. Yo te traeré algunos, para ir tejiéndolos y que los mires de cerca cuanto quieras. Inevitablemente tu traerás otros puestos, cada momento que leas. Entretejeremos.

Te invito a fijarte a cada rato en cómo se siente el cuerpo, cuando enhebremos en hilos de otros colores. Incomodidad, alivio, defensiva, vergüenza, emoción, tristeza. Como inercias, vengo a hablar de fuerzas que nos poséen a todas, en ocasiones fuertemente y sin reto aparente; a veces más sutilmente (lo cual no les quita potencial de violencia).

Este es un texto largo y un tapiz complejo. Su intención es que de que lo miremos de lejos nos haya resultado un viaje sobre cómo se llega hasta aquí. Qué inercias y lógicas; qué heridas y creencias y promesas e ilusiones sostienen que seres humanos actúen así con su poder. Me pongo como objetivo que el tapiz vaya viajando: desde cada prisma por el que mirar, hacia maneras de mirar a las inercias con ojos nuevos. Y lo haré trayendo hilos de prismas de ángulos que me han ido tocando en los últimos meses, días, años.

Hay 10 hilos principales. Y te los escribo aquí en orden, por si escoges buscar sus títulos en negrita, porque te nace que tu viaje sea uno de a trozos o de sin orden. Tu propia manera de acercarte al tapiz.

  • Wetiko, Blanquitud: La enfermedad canibal
  • La gran hambre / the grat Hunger
  • Colonialismo
  • Lo maligno: Creando enemigxs
  • Ellxs contra nosotrxs: polaridades
  • Islamofobia o antiarabismo (mención a antisemitismo)
  • Violencia y no violencia
  • Trauma
  • Nuestro miedo primitivo y su patrón (totalitarismo)
  • Cauces, cauces, cauces
  • Extra final: Películas, vídeos, recursos, textos... en los que he ido infusionando para este trabajo.

Entremos en la maraña. Empezamos a tejer.

Wetiko o Windingo o blanquitud (o Hollows, o vampiros o más)

Aunque existo con este concepto desde a hace tiempo, a veces no sé definír blanquitud más que a tientas. Pero viene a decirme “¿me estás viendo?”, me salta a la cara a veces.

Vamos.

La historia de la palabra Wetiko me la contaron la primera vez las voces de Gail Bradbrook y Stu Basden, co-fundadores de Extinction Rebellion en Reino Unido, allá por 2022 en lo que parecía un momento de punto de inflexión: cambio de foco, de atención, de intuición, tras los “fracasos” del movimiento climático. Como un está más abajo en la cultura, las raíces de todo esto. Como un creo que tenemos que mirar por aquí. Se lo agradezco profundo.

Esta vez voy a usar dos fuentes para traer información concreta sobre esta idea, y os dejo los enlaces al final de este texto para que os zambulláis si queréis.

Por un lado en el artículo “Seeing Wetiko / Viendo Wetiko” de Alnoor Ladha y Martin Kirk, publicado en Abril de 2022 en la web “Culturehack”

Por otro lado la publicación que sacaba el periódico web “Contexto Tucumán” en 2020, en aquellos tiempos de shock de pandemia, titulado “Wetiko: El otro aterrador virus que afecta al mundo”.

Teje. Teje. ¡Teje!

Wetiko es una palabra Algonquin (pueblo Nativo Americano) para referirse a un espíritu caníbal que se mueve por codicia, exceso y consumo egoista. Es un concepto extendido en culturas nativas Americanas (en Ojibwa le llaman windigo, wintiko en Powhatan) y también una idea antigua de otras (los “huecos” o hollows por lo que ahora llamamos Hawaii, e ingluso la idea de Vampiros).

Imaginemos Wetiko como infección; como enfermedad infecciosa: convence a la que la padece a creer en que canibalizar la fuerza vital de otras (otras en el sentido amplio de la palabra, incluyendo animales y otras formas de vida de Gaia) es una manera de vivir lógica, correcta y cierta. Además, Wetiko cortocircuita la habilidad de la persona individual a verse a sí misma interrelacionada y una parte interdependiente de un ecosistema equilibrado, y sube su ego, que en lo que hace se sirve a sí mismo, sube su ego hacia supremacía. Es esta falsa separación de individuo de la naturaleza lo que hace a esto canibalismo, en lugar de simplemente asesinato, especifica el artículo de culturehack.

Wetiko permite y comanda a la entidad infectada a consumir mucho más de lo que necesita, en un ciego y asesino atento de hacerse más grande.

Seguimos:

Wetiko, como palabra, puede describir tanto a la infección como al cuerpo infectado. O una persona con infección muy avanzada puede convertirse en un Wetiko. También es así para culturas y sistemas. Pueden describirse como Wetiko si rutinariamente manifiestan estas características.

El autor nativo americano, académico e historiador Jack D. Forbes, en su libro “Colón y otros caníbales” describe la creencia común entre comunidades indígenas en aquellos tiempos de colonización de que los conquistadores europeos (así, incluyendo a españoles, ingleses, portugueses, franceses y holandeses sin distinción) estaban crónicamente infectados de Wetiko cuando llegaron al mal llamado Nuevo Mundo. “Trágicamente, la historia del mundo en los últimos 2000 años es, en gran medida, la historia de la epidemiología de la enfermedad del Wetiko”, escribe Forbes. “El canibalismo es el consumo de la vida de otra persona para beneficio propio”.

Más elementos que definen esta enfermedad blanquitud Wetiko: La llamada a la conquista, la acumulación material, actos de consumo violentos. Como cultura, se mueve como cultura invasora que chupa de la vida y recursos para la vida de millones de criaturas humanas y más que humanas. Convierten esa vida en riqueza y poder para sí mismos. Dice el artículo en culturehack “Estos actos se llevaban a cabo con certeza moral, racionalizando la destrucción en nombre del “progreso” y la “civilización”.

Decía Neta Golan en su aparición en el largometraje “Where olive trees weep”/”donde los olivos lloran” (la menciono mucho, ver enlace a verla al final de este escrito) que el Sionismo y las fuerzas de estado de Israel explican cualquiera de sus argumentos: todo lo que hacen lo hacen con la premisa de la Seguridad. Es por vuestra seguridad. Security reasons. (¿A dónde nos más nos anda llevando Wetiko en nombre de la seguridad?). Otras razones comunes que usa como excusa son civilización vs barbarie, lo “normal”. El progreso. La estabilidad. La pureza.

Parafraseo del artículo de culturehack: Ciegos de ambición les sirve a ellos mismo, no pueden ver otra vida siendo tan importante como la propia. No pueden ver más allá de las ideologías que limitan a donde pueden mirar. “Su habilidad para ver y saber en maneras distintas a la propia, parecía haber sido amputada”.

Esto mismo dice Meital Yaniv (elle/elles). Como he mencionado en textos anteriores, nació y creció en Tel-Aviv, en el seno de una familia israelí profundamente convencida de la ideología Sionista. A los 18 años formaba parte de las fuerzas de defensa Israelíes (IDF). Le sucedieron cosas y ahora hace de su tiempo entender sanar, diluir adoctrinamiento en su vida, dialogar y compartir y preguntarse como se le rompe el corazón a las gentes israelíes. Como se para esta barbaridad. “Veo demasiadas pocas personas Israelíes con el corazón roto”. Y reza porque se les paren los pies, porque no sé cómo van a parar si no. Que se les paren los poderes que permiten la continuación de la masacre, porque de otra forma no van a parar. No pueden ver. Cuenta historias de como ha intentado que vean dentro de las vidas cotidianas de las personas Palestinas. Las historias que elle cree que les harían sentirse reflejadas en su humanidad. Y dice no las ven. No pueden verlas. No pueden verlas. Mientras habla del adoctrinamiento en el propio cuerpo. Desde el útero el adoctrinamiento. Pero el ángulo de Meital lo cuento con más detalle en un rato.

Lo que sucede, desde este prisma de Wetiko. En tantos lugares.

Cerrando este hilo y honrando la historia de Wetiko, quiero traer que fue un término que se usó como un concepto legal complejo en su tiempo, y también una manera de nombrar que servía como un marco útil para afrontar actos sociales enfermizos. Para la lucha de derechos en la continuación colonial, pero también como respuesta a la violencia post traumática continuada dentro de las propias comunidades nativas, también consecuencia de la brutalidad y la violencia colonial. Servía porque ayudaba a diluir el odio de quien perpetraba un acto doloroso, al ponerlo en el marco de la enfermedad y permitía caminar socialmente hacia sanar. Hacia mitigar el poder de Wetiko. Creo que por eso empiezo este camino de lo sistémico por este concepto. En el contexto que estudia el libro de la profesora Hadley Friendland's, explicita que el termino Wetiko sufrió un proceso de estigmatización: “se trataba el concepto de Wetiko como una reliquia cultural supersticiosa por las autoridades no-nativas como parte de imponer su soberanía. Hubo arrestos y ejecuciones de líderes natives respetades por seguir con sus causas legales para proteger a sus comunidades”. Acceso a un artículo que sintentiza el viaje del libro al final del texto.

La gran hambre/The great hunger

“Cuántos cuerpos son suficientes para alimentar la gran hambre”, escribe Tom Hirons en su lamento sobre la devastación de Gaza. “How many bodies are enough, to feed the great hunger.”

No era la primera vez que escuchaba esta frase. Pero la ubiqué al fin para escribirla en el podcast “The emerald”, en capítulo sobre personas intuitivas y cómo se han masacrado a lo largo de los siglos. “Sin nadie que atienda a la muerte, en este moverse hacia adelante, sólo más muerte puede atender a la muerte”. Está esta idea antigua de que si no se honra a las muertas, si no se tiende a ellas, la sangre les valdrá. Del siglo 17 en Europa, de la Ilustración y la guerra de los 30 años. De la quema de brujas a los diagnósticos de histeria, de la noche al día.

¿Qué puede parar, la gran hambre?

Me llama la atención que el concepto de “The great hunger”/”La gran hambre”, cuando buscado online, viene a referirse a la hambruna forzada sobre el pueblo irlandés en aquellos tiempos. En una formación antiracista a la que fui con la maravillosa Nontokozo Sadic, mencionaba a las gentes Irlandesas como las primeras tratadas como Negras de Europa.

Colonialismo

Podría traer este hilo del tapiz de muchas maneras, y le traigo en color de frases que anoté en mi cuaderno viendo la maravillosa película “where olive trees weep / donde lloran los olivos” (2022).

(No anoté el nombre de quien decía qué, pero salen y hablan Amira Hass, Ashira Darwish, Ahed Tamimi, Neta Golan, Bassen Tamimi, un señor al que le han separado las tierras por una valla, un pastor tradicional del valle del Jordán, al chico al que dejaron parapléjico.... Os recomiendo ver la peli, mucho).

*Por la noche, mi abuela nos contaba como cuento la historia de cuando los soldados entraron en casa y rompieron la jarra de aceite de oliva.

*Invasión excluye.

*Ellos violan nuestra tierra, impiden al agua llegar a nosotres. Estamos muertes mientras vivimos.

*Separación es la definición Israelí de paz.

*Tienen que hacer los territorios tan cómodos como sea posible, para motivar los asentamientos en el territorio. Es una practica histórica de colonización. Entonces introduces militares para la seguridad y sigues.

*Hay masas enfurecidas autogestionadas que ocupan territorios. El “estado” en seguida les protege con militares.

*Limpieza étnica por orden de demolición.

*Una situación traumática y continuada que rompe el alma de la gente

*A los jóvenes les disparan en las piernas. Les disparan para la discapacidad.

*Lo que importa es la manera en la que morimos

*Tan deshumanizados a sus ojos. Simplemente matable. No pueden vernos.

*El 80% de la población son refugiados

*Israel tiene acceso a 6 veces más agua que cualquier residente Palestina. Ellas tienen agua todo el tiempo. Nosotras tenemos 12 horas de agua a la semana y pagamos 3 veces el precio que pagan ellos.

Ahh...

Lo maligno y creando enemigos

Le he dado muchas vueltas a cómo empezar a tirar de este hilo y mostrarlo. Voy a empezar por el final. Por las historia de Meital (nuestre compañere de familia sionista) y el color del cauce que muestra.

En la conversación que tiene con Bayo Akomolafe (ver al final de este texto), facilitada por le increible taisha pagget (escribe su nombre en minúscula a propósito, como harían bell hooks y otres). Empieza con la pregunta que se hacía Angela Davis, Cómo podemos aproximarnos a la violencia de este momento. Y ella ofrecía este recordatorio de que las metodologías críticas del feminismo radical negro nos enseñan a siempre hacer la otra pregunta. Si es una asunto sobre raza, preguntar sobre género. Si es un asunto sobre clase, preguntar sobre sexualidad y así. Para siempre ir estando conscientes y reconectando con las complejidades de un problema dado. Desde ahí, taisha pasa a hacer la pregunta que de invitación a diálogo y reflexión: ¿Cuál es la otra pregunta? ¿de qué no se está hablando? ¿Cómo podemos acercarnos a este momento diferentemente?.

Y aquí, básicamente traduzco transcribo la respuesta de Meital Yaniv. Empecemos por aquí. Explorando esto de crear enemigos:

“Empezaré diciendo que lo primero que me viene, mientras leías las palabras de Angela Davis, lo primero que me vino fue amor. Cómo podríamos ser capaces de preguntar sobre amor justo ahora. Y creo que también hay una manera en la que necesitamos decolonizar la palabra amor y encontrar otros sonidos, porque ha sido comodificada para algo que se siente que podemos comprar o coger o llegar a. Hay algo de ese sentimiento de amor, que todas realmente realmente conocemos en nuestra estructura genética.”

Cuenta que siempre ha soñado mucho, pero desde el 7 de Octubre no soñaba. “He vuelto a empezar a soñar en las últimas dos semanas (este vídeo se publicó en Febrero de 2024) se ha soñado en Wets Bank, en Gaza, interviniendo entre soldados israelíes y Palestinas y hay muchos detalles en eso. Pero lo que quiere traer a la pregunta original, es el entendimiento de que cuando estaba gritando, interviniendo, sujetando a los soldados, cuando les miraba a los ojos, les amaba. Porque les conozco. Y es un amor muy difícil de mantener justo ahora. Porque veo imágenes que me hacen querer odiar. Pero porque estoy en este cuerpo y esa forma es realmente familiar en este cuerpo, soy también capaz de encontrar amor ahí; y cuando encuentro el amor también encuentro dónde ese amor se volvió tóxico. Porque nos convertimos en soldados por amor también. Nos volvimos soldados a través del amor, sin embargo. Por el amor de nuestres abueles porque estaban amenzados. Y para amenazarles, un enemigo tenía que ser creado, y una vez que creas un enemigo que es suficientemente grande para llevarse a tus abuelos, harías cualquier cosa. Todo esto sucediendo en la psique de la infancia. Así que crecemos desde la psique de la infancia, y hay otras formas de mantener esa forma en los cuerpos. Y se siente horrible en mi cuerpo que estemos empezando esta conversación centrándonos en lxs soldadxs. Mi cuerpo dice por qué empezamos por aquí, esto no es justo. Y a la vez hay algo de la noción de amor que ha sido tan mal construido y malentendido que … Yo fui amada, con muchísima toxina en ese amor, pero el amor era real. Y si me muevo por ahí y busco la esencia de ese amor y dejo todo lo demás... podemos movernos más allá de... el amor es infinito no tiene fin. Y sin embargo nuestros cuerpos nos lo permiten; nos permiten dar con el cambio de código... los mapas subacuáticos que nos permitan encontrar amor por personas a las que la mayoría del mundo está odiando. Cómo atendemos a eso.”

Ahh...

Creamos montruos. En otro lugar Meital mencionó algo que me dejó un poco en shock. De como el adoctrinamiento de el cuerpo que es, como persona nacida en el seno de una familia Sionista empezó en el útero. Cómo la misión de militarizar a las generaciones a los 18 años empieza en el útero. Y para eso necesita opacar, de bloquear tus sentidos. Cuando elle empezó a experimentar que algo no estaba bien con desde donde actuaba, lo sabía porque no sentía nada. Tuvo que aprender a volver a sus sentidos.

Sin soldados no hay guerra.

¿Sin enemigos?

Una persona que me ha hecho reflexionar profundo sobre las inercias de la guerra es el pensador Estado Unidense Charles Eisenstain. He recogido aquí cachos de su último ensayo sobre el tema, publicado el 9 de Agosto 2024 titulado “An us that needs no them / un nosotros que no necesita un ellos”. Entonces, mucho parafraseo traducido de ese texto, pero viene a decir así sobre la “creación de lo maligno”:

Creación de lo maligno: “El mayor truco que El maligno nos hizo nunca, fue convencer al mundo de que SÍ existe. Ese truco está arrastrando al mundo a un infierno del que nunca escaparemos hasta que veamos a través de él”.
“Así es como funciona. El maligno es la fuerza de todo lo maligno en el mundo. Los actos terribles vienen de gente maligna. Así que, si algo maligno está pasando, vamos a encontrar la gente maligna responsable de ello. Vamos a destruir esa gente maligna, para que lo bueno prevalezca y lo maligno deje de perturbar nuestro mundo.” “¿Quienes son las personas malignas? ¡Los iraníes! ¡Los israelíes! ¡Los ejecutivos de grandes corporaciones! ¡Antifa! ¡La gente de la funcación Gates! El foro económico mundial. Rusia. China. Lo militar. La CIA. La izquierda, la derecha, inmigrantes, la gente que vota en contra de los inmigrantes” “Habiendo convencido al mundo de que existe, El Maligno mira con satisfacción mientras todo el mundo confunde con él a cualquiera con el que tengan un conflicto de intereses u opinión.” “Esto no quiere decir que las personas o entidades mencionadas arriba nunca comitan actos malignos. Pero atribuir esos actos, automáticamente, a su maldad innata es crear el Maligno donde no existe de otro modo. Una vez dado vida, el otro demonizado bastante amenudo cumple con las peores expectativas que una pueda tener.”

Aahh...

Como ser profe y que te digan esta es la alumna que se va a portar mal y sin querer estás más defensiva, lo incitas, sucede. Nos metemos en los papeles con lo que nos identifican mucho (ingenua, rebelde, loca, histérica, débil, insuficiente.... nuestro sistema nervioso, aprende y nuestra autenticidad se defiende se enfada araña y patalea. Nuestra autenticidad impedida desde la infancia por inercia cultural, se defiende).

Ellxs contra nosotrxs – Polaridades

Claro, entonces además entra nuestro hábito cultural de polarizar. La tendencia del bi-polarismo, o como nos da siempre por pensar que algo es O bueno O malo (nada entre medias). Esto es mejor y esto peor. Blanco o negro. Ya sabéis, o estás conmigo o contra mi. Esta tendencia cultural la hemos heredado y desarrollado a lo largo de los últimos cientos de años y hay diversidad de causas implicadas. Pero ese tema me resulta de menor relevancia en este texto que el de cómo funciona realmente ese bi-polarismo hoy. Voy a usar la definición que hace del término Michael Staudenmaier en el artículo que leí (aunque me cae regulinchi él, la tengo a mano). Dice “Lo que podíamos llamar bi-polaridad: es la tendencia dualística y anti-dialéctica a reducir situaciones complejas a dos lados, opuestos y estáticos”.

Siento que si algo es claro de esto es que parece que cuesta dialogar en lugar de gritarse a la cara, últimamente, cuando los temas o las posiciones son “controvertidas”. ¿Os ha pasado? Verte en un instante interpretada. Totalmente interpretada, por un comentario o tu edad o apariencia, y colocada a la fuerza en esa posición opuesta a la de la persona que te hablaba enfrente, que en su hablar y viéndote reaccionar asumía de tí, y empieza a ser difícil dialogar. Y defensivo. Y hay palabras que se llenan de certeza. Rigidez. Si yo me posiciono aquí y tu no, debes estar en el extremo opuesto a mi. Tan acostumbradas a no sentirnos vistas, entendidas y escuchadas. Difícil conectar.

En psicología a estas “O conmigo o contra mí” se les llama falsas dicotomías. Bajo su influencia se desarrollan tanto estrategias de marketing como políticas como teorías de cambio y noticiarios. Y pareciera a veces que estuviéramos montando nuestras propias identidades en torno a esta mierda.

Nos recuerda Eisenstain en su texto que el discurso dualidades y polaridades se siente intuitivo para las masas a estas alturas de la peli. Menciona el discurso de Benjamin Netanyahu al congreso de los Estados Unidos. Definió el conflicto en el oeste Asiático como un choque, dijo: “no entre civilizaciones, sino entre civilización y barbarismo”. Un choque entre bondad y maldad, este último representado por Iran y sus aliados. Un choque que, dijo, Si America e Israel enfrentan juntas “nosotros ganamos y ellos pierden”. La tesis del discurso se siente intuitiva para aquellos programados para ver el mundo en blanco y negro, bien y mal, ellos y nosotros.” Independientemente de que estén de acuerdo con el villano escogido o no, las gentes sienten familiaridad en el argumento.

Cauce. Mira con ojos de preguntarse si está pasando esto. Si nuestra imaginación se está reduciendo a dos polos posibles. Si viaja tu cuerpo asumiendo en el otro polo a cualquiera. Me encanta incitar al camino de en medio, a las terceras maneras. A lo no binario. A sentir que muchas cosas pueden ser verdad al mismo tiempo. Que siempre hay más verdades que una y que dos. A expandir el imaginario que se nos ha estreñido culturalmente de tanto aplastarnos en las cajas de la polaridad binaria. Os invito a daros cuenta de cuando vuestras maneras de devenir en el mundo y con otras caen en esta tendencia. Daros cuenta y retarla. Muy acompañada de las lógicas del dominio sobre además. No solo hay dos, sino que una es mejor que otra. Igual que la idea de que vales más o menos que la persona de al lado, o la vecina pobre y la persona que vino prometida de sueños y en su estafamiento ahora te recoge los pimientos del tío terrateniente de la familia de apellido prominente. Que vales más o menos que las aguas, la vida de aves, insectos y plantas, o la tierra misma bajo los asfaltos de nuestras ciudades. Recordemos que la separación es clave aquí. Retarla será clave también.

Antiarabismo o islamofobia

Vivimos en sistemas y estructuras racistas por inercia. Seguimos poseídas por Wetiko en lo de la supremacía blanca (número de arrestos, la reacción social a la guerra de Ucrania vs cualquier otra y comentarios en prensa sobre “son como nosotres” como si otres no lo fueran). Aquí una mención especial a la intensidad con la que, quizás especialmente desde aquel 11 de Septiembre, la intensa maquinaria mediática y la manera de contar las historias y un largo etcétera de condiciones, nos han llevado a una manera de mirar el mundo que es, se ha llamado, Islamofóbica. Ya que el Islam es una religión a la que puedes abrazar o no, y esta actitud se basa en apariencias, el término antiárabe es preciso. Si parece árabe, se sube el volumen del anti en nuestro cuerpo. Del miedo. Fíjate en tu cuerpo. Si te acercas el bolso cuando pasan cerca. Si asumes peligro en sus caras serias de personas cansadas, como la tuya.

Me encantaría escribir sobre la tesis de Rami El-Amine, y como se nombra Islamista a todo movimiento de resistencia, sea Islamista o no, en Asia occidental. Luego es tan sencillo ponerles la palabra terrorista. Fundamentlista. Mas de la misma opresión machista. Y sin embargo algunos de los movimientos que sí o no conocemos, que podrían incluir movimientos como Hamás. ¿Qué son para las gentes que los habitan? ¿Qué buscan? A ratos sólo he sabido imaginarlos como sádicos fundamentalistas con sed de sangre.

Me doy cuenta.

Vi la película “Omar” (Hany Abu-Assad, 2013) y me dio sensación de realidad y de humanidad y me calmó la ilusión de monstruosidad. Joder. Que a veces tenemos que retar si solo tenemos una imagen de una cosa. Qué pasa si buscamos más.

Decía la Palestina Ashira Darwish en la peli de “Donde los olivos lloran” (por favor, verla, y flipad con su fuerza y su historia...) como las palabras lo importan todo. Como cuando hablamos de “terroristas” algo sucede en nuestro sistema nervioso que es distinto a cuando hablamos de “freedom fighters” o “resistance fighters” luchadoras de libertad o de resistencia. Tan deshumanizadas, simplemente torturables, matables; saltándose todas las leyes internacionales. En el nombre de la monstruosidad terrorista que han creado, prueban armas químicas ilegales y desintegran a personas. Apuntan al personal médico. No quedan hospitales en Gaza desde hace meses. Mierda.

Joder.

¿Y antisemistismo?

Nunca fue una lucha entre judíos y árabes. No entre religiones ni historias del pasado. Lo que define al Sionismo es que siempre ha ido abiertamiente y con mucha narrativa a colonizar. Dice Brea Baker “La lucha para terminar con el antisemitismo y la lucha por la libertad palestina son una y la misma, porque ambos reconocen que hacer a un grupo de gente chivo expiatorio en el nombre de la seguridad de otro grupo nos condenará para siempre”.

Violencia y no violencia

Históricamente, la resistencia a lo que violentamente se asegura de tener o performar más poder, a lo Wetiko, se ha tildado de terrorismo y mierdas (mirad que hasta a la chavalada europea blanca del movimiento climático le pasa, imaginad a cualquier otra). Se ha usado como razón suficiente para todo. Y legitima históricamente asesinatos en masa, torturas y expulsiones de territorio por la fuerza (a veces física cuerpo a cuerpo, cuerpo a arma, a veces cortando el agua más arriba, intoxicando cultivos... hay tantas formas).

El 7 de Octubre justifica para este poder Sionista TODO lo que ha hecho desde entonces. Independientemente de que su poder armamentístico no pueda compararse al de “su enemigo”, Hamás o los grupos de resistencia armada.

Lo de la violencia y la no violencia es importante. Cuánto justifica. “estoy de acuerdo con tu causa y no con tus formas”.

Contaba la periodista Israelí Neta Golan en donde los olivos lloran sobre “La gran marcha de retorno” / “The great march of return”. Tuvo lugar entre Marzo de 2018 y Diciembre de 2019. Eran protestas ciudadanas de la población Palestina, con principios de no violencia. Se manifestaban cada Viernes en la franja de Gaza, cerca de la frontera Gaza-Israel. El 23 de Diciembre Israel empezó a disparar, sin aviso previo, directamente a la cabeza. Mataron en el acto a 180 personas, y dispararon e hirieron a más de 6000.

Decía Neta Golan: “Es imposible argumentar por resistencia no violenta. Por supuesto, si la gente pudiera coger esa ruta lo haría”. sin ningún tipo de duda, decía. Si pudieran hacerlo lo harían.

Entonces, ahora como mueren importa. Y ante un poder que no cesa de apretar y te mata de hambre y te deja enfermar y no quedan personas de tu familia vivas ¿entiendes?.

Yo os invito a imaginar a las generaciones supervivientes resistiendo joder. Tratando de que importe como mueren, tras tantos años de represión de impedimento. Ver la peli de Omar. Ver la sal de este mar (2008). Decía en donde los olivos lloran, la activista Ahed Tamimi (que se hizo reconocida internacionalmente por un video en el que aparece con su pelo rubio rizado y dándole un tortazo en la cara y echarle la bronca a un soldado israelí por dispararle a su primo en la cabeza, hace unos años). Ha estado en la cárcel, ha sido torturada, viene de una familia fuerte. No sé si están vivas. Decía, desde Palestina, en la peli de los olivos, en 2022: “No quiero que se sienta pena por mi. La gente disparando y matando. Esa gente es la víctima por la que la gente debería estar triste. Para mi, yo me veo a mi misma como una “freedom fighter”/”luchadora por la libertad”.

Trauma

adrienne maree brown en conversación con Meital Yaniv nos dibujan como puede estar lo que llamamos trauma afectando estas realidades.

Una de las preguntas y narrativas fuertes es ¿cómo pueden estar haciendo esto después del holocausto? Y todo el tema del antisemitismo por todas partes y las acusaciones de antisemita, como narrativa abrasiva en medios (que no me he parado a analizar mucho para explicar, porque necesito mirar hacia estos otros lados). Así que trauma. Muy popular lo del trauma estos tiempos en general. A veces como justificación.

En esta conversación, adrienne maree brown, la maravillosa, nos dice que ha reconocido trabajando con trauma durante los años ese enlace instantaneo que tiene lugar. Cuando hay un evento traumático, un enlace instantáneo con Utopía. Con Utopia como lugar o manera de estar donde esto horrible no puede pasar nunca jamás. Esa utopía se guarda Incluso si hace daño a otras.

Incluso si hace daño a otras. Dice adrienne que algo hace que se vuelva imposible tocar el enlace trauma-utopía. Ni lo menciones. Y que ve como sucede en este momento.

Pasan a hablar de pertenencia. La pertenencia. Meital menciona como para elle fue esencial el sentimiento de pertenencia a la tierra, al sol al agua a todo, estable ahí, en su más que humanidad. Que existe ese tirón de pertenencia identitaria que nos hace sentir seguras en cómo nos movemos como sociedades. Reconectar con una pertenencia que esté ahí siempre para mirar al trauma a la cara.

adrienne dice que esto (El genocidio provocado por Israel y financiado por el mundo, pero también a niveles más sutiles pero violentos) es lo que pasa cuando no se honra el trauma y no se le permite sanar. Sujetamos pabajo el trauma y seguimos palante. Me haré un rinconcito seguro y mataré para protegerlo.

Nos dice que lxs montruxs son lxs únicxs que pueden tener utopías.

Y viene adrienne a hacernos una retahíla de preguntas que traduzco y transcribo aquí. “No es solo alto al fuego. Oigo por ahí no queremos que mueran más niños. Pero no es solo niñes. No queremos matar a nadie. Y no es solo este intenso nivel de muerte. Es todo. Es todo el apartheid, es la forma en la que estamos tratando a la gente, aquí allí y en todas partes. Así que se expande a una idea mucho más grande que se expande a la pregunta:

Puedes dejar ir Utopía, como el mecanismo de supervivencia para tu trauma y puedes entonces hacer el trabajo de ver si puedes estar en una relación diferente con tu trauma; puedes imaginar no vivir una historia que está definida por tu trauma, y que es un tipo de trabajo distinto. ¿Qué es real bajo ese mecanismo de supervivencia/coping mechanism?

Nuestro mayor miedo, primitivo, es que nos dejen soles en el mundo

Volvemos al ensayo de Eisentain sobre “Un nosotrxs que no necesita de ellxs”. Un poco más sobre ellxs contra nosotrxs, un poco más. Empieza a hablar de esto desde la idea de totalitarismo.

Escribe que para que haya movimientos hacia el totalitarismo se requiere de una amenaza interna o externa de algún tipo. Hace falta un miedo para atraer a la población hacia el “nosotrxs” del fascismo. El miedo al comunista, al judío o al árabe sirve para unirnos en preocupación de masas. Pero ese miedo no es la aguja más puntiaguda aquí. Eisenstain habla de un miedo primario, que hasta ahora y por inercia, nos lleva a desarrollar un patrón social antiguo y perverso.

Ese miedo primitivo de animales sociales es el miedo a ser expulsadas del grupo. El patrón al que nos lleva, que el antropólogo Rene Girad describe como “violencia sacrificial” es el siguiente:

En tiempos de crisis, mientras tensiones entre fracciones sociales rivales amenazan con hacer trizas la sociedad, la sociedad se une en violencia asesina contra un chivx expiatorix: sea individux o grupo, sirve a expíar las tensiones y busca restablecer cohesión. Escribe Eisenstain “En tiempos tales, cada persona debe tener cuidado de no ser identificada como miembra del grupo sacrificial – no ser identificada como judía, o como comunista, o como bruja, como Tutsi, o infiel o lo que sea que la masa ha elegido como objetivo. Debes no asociarte con lo maligno, o sus maneras te infectarán también. Incluso el entusiasmo insuficiente en perseguir al chivx expiatorix atraería sospechas. El camino más seguro es sobrepasar a tu vecinx en la vehemencia de tus denuncias.”

“Esta es la fuerza social antigua que los fascistas han aprendido a cabalgar hacia el poder. No es nada nuevo, y hasta que no rompamos el patrón de comportamiento, la condición humana de guerra, opresión, y otras formas de miseria artificial continúan inabatidas.” “Las personas despiadadas y ávidas de poder lo explotarán, si está ahí para ser explotado”.

Aaah...

Cauces, Cauces, Cauces: Cómo seguir adelante

A este patrón antiguo, Eisenstain dice: “Para alcanzar el mundo más bello que nuestros corazones saben que es posible, tenemos que quitar el combustible de división, guerra y fascismo mediante el cultivo de un patrón distinto en nuestras relaciones sociales, un prisma fundamentalmente diferente a través del cual reconocer el mundo.” Esto nos lleva al ámbito interpersonal (que resueno con Eisenstain en que “es más político de lo que la mayoría de gente cree”). Desde ahí rompemos normatividades que afectan a lo político y cultural. También, aunque trabajemos a todos los niveles de la diversidad de tácticas.

Se parece a lo que se preguntaba Meital, cómo podríamos mirar hacia amor. Y te digo que más decía Meital, en esa conversación en la que la invitaban a imaginar de otra manera, traduzco y transcribo sus palabras (que no olvidaré nunca). Dice: “imaginar de otra manera para mi en este momento es realmente un rezo para traer la identidad israelí y el estado isrelí “To a loving and caring death / a una muerte llena de amor y cariño. Y quiero decir cada palabra de esa oración. Porque deshacer este adoctrinamiento va a llevarme el resto de mi vida y espero que solo de esta. Pero lo que sé es que la energía del sionismo e israelismo no es una energía que sustenta la vida, o que está en servicio de la vida.” “Para poder imaginar de otra manera necesitamos alcanzar un lugar donde nuestros corazones se rompen. No veo suficientes sionistas al rededor con corazones rotes y me refiero a corazones rotos, corazones en pedazos. No sé como atener a más rezo. Por niñes, por ballenas por todo lo que arde ahora. […] Para nuestra imaginación, la imaginación de aquellas que sostienen identidades como la mía, es para nuestra imaginación imaginar el sanar que necesitamos hacer para que se se nos rompa el corazón.“

Paradles. Paradles.

Ashira Darwish nos dice por donde, al final de la peli de “donde los olivos lloran”: https://www.youtube.com/shorts/vzDyD46Upk8

“No le pedimos a la gente ¿sabes?. Hemos terminado este capítulo de las palestinas pidiendo al mundo que venga y nos rescate. PODEMOS RESCATARNOS NOSOTRAS MISMAS, si tu al menos dejas de apoyar la máquina. ¿sabes? Si la máquina es condenada al ostracismo, entonces podemos seguir porque nada en el mundo va a parar a la gente de Jerusalem. Nada en el universo les parará. Pero necesitamos, te necesitamos a ti. Si no puedes ser nuestra voz, solo para por lo menos no poner un solo penique que vaya a la bala que dispara a nuestros niños.”

adrieenne maree brown nos recuerda que en tiempos de crisis la capacidad humana de cuidar sale hacia delante, viene a la superficie. Nos invita a no permitirnos normalizar este nivel de violencia. Que nos siga produciendo shock. Que nos mueva hacia la acción.

Pero cuidado con desde donde, amiguis

Dijo Lilla Watson, anciana aborigen de las tierras que ahora llamaos Australia: **“Si has venido a ayudarme, estás perdiendo el tiempo. Si has venido porque sabes que tu liberación está unida a la mía, entonces trabajemos juntas”. **

Y algo viejo aquí también que toca Eisenstain y que llamo el patrón del héroe Nación: Hay individuos o naciones que se han convencido a sí mismas (históricamente) de que son heroicas. Como “América” ahora (y al igual que en el pasado, eso les lleva a hacer cosas anti heroicas). Convencida de su superioridad moral o racial tiene licencia para usar cualquier medio para conseguir sus objetivos: “Tiranía en servicio de libertad, represión en servicio de democracia, guerra en servicio de la paz, crueldad en servicio de derechos humanos. Viendo al maligno en cualquier parte menos dentro, la nación se convierte en lo maligno dentro. Sus peores impulsos, liberados de la constricción de la duda en uno mismo, emergen a la superficie a acabar con la miseria del mundo.”

¿Quiénes son los Estados Unidos de América para decirle a la gente Palestina qué es lo que deberían querer que sucediera? Joder.

Vale, entonces, objetivos: las Palestinas luchan por su libertad y pueden rescatarse a ellas mismas, las Israelies siguen tratando de romperse el corazón y es y será su tarea sanar y coger los pedazos Y todo lo que puedan para para la máquina. Nosotres (resto global) mitigamos el poder (económico, armamentístico) del sionismo y el estado de Israel.

Mi gratitud a todas aquellas personas que bloquean el poder al sionismo para que siga con su frenesí de muerte. Expandamos imaginario.

Mi brújula últimamente, queridas criaturas, es que siento que lo que más teme lo rígido lo estatal y con poder es sentirnos vivas. Wetiko es adicto a disociarnos y separarnos. Cuando conectamos, nos sentimos vives.

Micro cuento: Sulaiman khatib contaba como reventaron la casa familiar a bombazos, incluyendo los amados olivos, tan antiguos y que han nutrido a tantas generaciones de su familia; como se llevó a la nueva vivienda de su madre algunos de ellos, tan dañados. Como él mismo se llenó de fe en la vida al tiempo, al ver que los olivos que sembró sin esperanza en otra tierra habían brotado. Decía “para nuestra gente no hay separación entre gente y arboles” y “Our longing for life energy and freedom is much stronger than all the military industry / Nuestro anhelo por energía vital es mucho más fuerte que toda la industria militar”.

Nos decía que muchas personas han perdido la esperanza y no saben qué más hacer y es importante seguir imaginando.

Creo que eso me hace vibrar del Sumud Palestino.

Creo que cuándo más peligrosas somos para los sistemas impuestos es cuando rompemos patrones de estrago de discusión y daño que nos separa: cuando conseguimos hacernos sentir más vivas y más pertenecientes a Gaia y más libres en nuestras luchas. Libres para honrar nuestro dolor juntas y llorar y que duela. Libres de seguir la intuición de las que escuchamos menos históricamente. Libres de bailar por serio que sea el encuentro. Honrando conflictos y dificultades, sentándonos en su incomodidad. Y liberándonos. Escuchándonos y agitando y accionando y liberándonos. Mi historia a la tuya y así en retroalimentación mutua, diluimos miedo y retroalimentamos amor. Seguir palante con lo que nos permita sentirnos. Sentirnos auténticas.

Saqué fuerte la idea esta de vitalidad o aliveness del libro “matter and desire, an erotic ecology” del biólogo y filósofo alemán Andreas Webber, capítulo 6: Freedom as play. Dice: “Vitalidad/aliveness significa jugar con las posibilidades propias porque una está segura en sabiéndose suficiente, porque una se siente permitida a presentarse a sí misma como una parte individual de todo el cosmos creativo. Jugar significa actuar en esta seguridad para ser una parte creativa que contribuya a hacer el total florecer”.

Aquí hace cosquillas fe en mí.

Y también, sabiendo que nos sentamos en el no saber por donde exactamente. Que menos mal. Que ojo con las certezas. Pero seguir aunque parezca que no hay garantía de que nos lleve a donde querríamos llegar. Si tiene sentido para la intuición común, si puede hacerse desde lo que nos co-libera; si no daña ni nos separa de. Si la lucha es liberación, que lo sea. “Si has venido porque sabes que tu liberación está unida a la mía, entonces trabajemos juntas”.

Y, así, doy por cerrado mi trabajo por ahora en este tapiz de tantos hilos, que rezo porque toquen con suficiente claridad.

¿Qué pasaría, si cogemos lo aquí tejido lo dejamos atraversarnos, nos dejamos porosas, y nos ponemos a honrar dolor y a imaginar más amplio? Y nos sentamos ante los olivos de nuestras tierras y que su sabiduría nos toque los huesos. Qué pasará.

Si extendemos los tentáculos del boycot hasta límites insospechados...

Avísanos si tu intuición te grita fuerte a alguna parte de algunas formas.

Gracias por leer hasta el final.

Amante y removida viva

Virginia Victoria

P.D: Lamento no saber como hacer que haya foro y diálogo en este lugar que solo escribe. Si queréis enviarme algún comentario o sugerencia o crítica porque algo os chirría, podéis hacerlo en el correo virartebicha@riseup.net o podemos vernos en Mastodon en @virginiavictoria.


“Bibliografía”: Vídeos, libros, textos, películas y otros recursos

*(que he visto en el tiempo que he dedicado a gestar esto. No todas han sido mencionadas en el texto.)

Películas: (en la plataforma Filmin)

La sal de este mar/Salt of this sea (Annemarie Jacir, 2009)

Omar (Hany Abu-Assad, 2013)

Gaza mon amour (Ahmad Abou Nasser y Mohammed Abou Nasser, 2020)

Where Olive trees weep/donde los olivos lloran https://whereolivetreesweep.com/

Vídeos (conversaciones y reflexiones):

Textos:

  • Libro colección de “Upping The Anti Editorial Collective”: *Upping the anti on Palestine (2006-2024)

    Intro May 2024: Global Intifada (firmada por el Editorial Collective) Issue Nº5, October 2007: Rami El-Amine contesta con su texto: “Islamophobia and the left” al texto de Michael Staundenmainer titulado “anti-semitism, islamophobia and The three way fight debate”

  • Textos completos de Charles Eisenstain en Inglés:

Este sobre ese nosotrxs que no requiere un ellxs:https://open.substack.com/pub/charleseisenstein/p/an-us-that-requires-no-them?utm_campaign=post&utm_medium=web

Este sobre como sanar la herida de Gaza (no mencionado): https://open.substack.com/pub/charleseisenstein/p/how-to-heal-the-wound-of-gaza?utm_campaign=post&utm_medium=web

  • Sobre Wetiko:

“Seeing Wetiko / Viendo Wetiko” de Alnoor Ladha y Martin Kirk, publicado en Abril de 2022 en la web “Culturehack” (En inglés) https://www.culturehack.io/issues/issue-one-culture-and-the-anthropocene/seeing-wetiko/

Publicación que sacaba el periódico web “Contexto Tucumán” en 2020, en aquellos tiempos de shock de pandemia, titulado “Wetiko: El otro aterrador virus que afecta al mundo”. (En castellano) https://www.contextotucuman.com/nota/188685/wetiko-el-otro-aterrador-virus-que-afecta-al-mundo.html

Sobre Wetiko como concepto legal y social (en inglés): https://www.ualberta.ca/en/law/about/news/2018/6/wetiko.html

  • Dos de las Newsletters Cosmic Anarchy, de la Dra Ayesha Khan:

Effective activism will never be 'peaceful' & we should stop using that word (6 de Mayo 2024) https://wokescientist.substack.com/p/effective-activism-will-never-be?publication_id=737857&post_id=144128357&isFreemail=true&r=1qyh14&token=eyJ1c2VyX2lkIjoxMDU3NDQ1NjgsInBvc3RfaWQiOjE0NDEyODM1NywiaWF0IjoxNzE1MDAyNjkxLCJleHAiOjE3MTc1OTQ2OTEsImlzcyI6InB1Yi03Mzc4NTciLCJzdWIiOiJwb3N0LXJlYWN0aW9uIn0.wnXwCisK-WeUH1LF_rY4fxZzApJE-wn9IoKUzSOQw4I&triedRedirect=true

Artículos escritos en medios internacionales random, para ver ángulos: BBC, ITV news, Hindustan Times, Aljazeera, El Mundo...

Podcast

The emerald Podcast: Parte I y parte II sobre “las intuitivas” (Inglés) https://www.themythicbody.com/podcast/for-the-intuitives-part-1/ https://www.themythicbody.com/podcast/for-the-intuitives-part-2/

Recursos

Esta web de Whereolivetreesweep tiene ideas de qué hacer y muchos enlaces (en inglés): https://whereolivetreesweep.com/resources/

Contacta con organizaciones Palestinas en tu zona.

Mira qué hace del Boicot la organización BDS: https://bdsmovement.net/es/countries/estado-espa%C3%B1ol

Genocidios, Palestina e Inercias: Parte I

Me ha costado tanto tiempo sentarme a escribir esto, desde aquel 7 de Octubre. Desde hace 100 años. Que cuesta. Escribir sobre sí que están vivas sí: estructuras colonialistas, antropocentrismo supremacista blanco, guerra. El mundo como un río de procesos fluyendo, y tal herida y tal trauma de opresión y violencia se mueve, de campos de concentración hasta que regurgita y ya no sabe moverse más y explota. Creando enemigos a los que poder erradicar mientras te vendo armas de precisión que usarás para asesinar en masa. Limpieza étnica.

ARG.

no quería empezar por aquí.

No sé por donde se empieza. Así que voy a dejarme salir.

(Esta entrada es LARGA y es la primera parte de lo que escriba. En la parte I me ha salido centrarme más en historias concretas. En la parte II me centraré más en lo sistémico).

Fui a una manifestación por palestina, en Enero, en Madrid. Iba a ver qué veía, qué energía. Cómo se movía la gente en ese momento en ese ambiente. Y a estar con mi cuerpo presente, con este sentir de “qué podemos hacer, joder”.

Vi a gente aliviada de reunirse, charla mundana sobre trabajo, mudanzas y alquileres. Allá cantaban y canté. Allá te encuentras a las de siempre. Andé rápido de atrás palante, a hacerme una imagen general. Diré que el 80% de los micrófonos los sostenían personas que socializaríamos como hombres racializados como blancos. Me acerqué a uno de los grupos que se movía distinto. Distinto y además había diversidad de personas y generaciones y muchas personas no racializadas como blancas. La energía era otra: más honda. Como más honrando. Como que se les veía el duelo y la rabia emanar por los poros, y algunas lloraban en su caminar, desde profundo. Se sentía ¿sabéis? se sentía. Me quedé cerquita un rato y me dejé llorar y conecté con dolor y desesperación y rezo “que paren ya que pare joder que pare”.

Cuando llegamos a donde íbamos como manifestación, había una camioneta escenario. Allí se subieron un par de personas y dijeron algo que no recuerdo pero imaginable y esperable y que no movió emocionalmente realmente porque eran palabras y no venían de las profundidades. Luego dieron la bienvenida al escenario a una banda de punk madrileña.

La blanquitud no son personas blancas: es como una niebla que se respira, como maneras de sentir el mundo y de ocupar los espacios y en qué piensas y de qué te olvidas.

Desencantada con ese final de marcha, me fui a buscar entre la multitud al grupo de personas que se sentía distinto. Siguiendo intuición, husmeé. Les encontré al acercarme a un punto de jaleo. Me puse cerquita cerquita, casi en medio, pero energéticamente observante, sin perturbar el devenir de los acontecimientos. Os cuento lo que presencié:

A un lado de la escena, entra un tipo de 1'60cm de estatura, rubio y rapado con un colgante plateado de la estrella de David, que cogía y alzaba levemente con sus dedos mientras decía “aquí estoy, soy Judío. Matadme. Estáis mintiendo. Matadme.” Al otro lado unas tres mujeres con kufiyas en la cabeza y rasgos árabes le gritaban con energía “Israel es un estado genocida” “Palestina libre”, mientras se medio abalanzaban hacia él, con su energía pero no verdaderamente con su cuerpo. Mientras, lo que diría ser un chico y un señor se ponían entre medias, como con una actitud mediadora, que no intentaba callar a nadie, sino que no escalase la tensión, con un leve “venga, venga...” murmurado de vez en cuando (me sentó bien esa gestión del espacio). Esto siguió unos momentos como en bucle, en el que el tipo judío defendía que nos habían mentido a todas las personas asistentes a la mani. Yo sentía que él lo creía de verdad. Que no sabíamos nada y que nos habíamos tragado una sarta de mentiras. Ellas defendían que le habían lavado el cerebro y otras cosas. Pero lo que me marcó infinito, fue lo que pasaba mientras. Mientras esta escena tenía lugar, el tipo autoidentificado como judío tenía a su lado, pegado, a un tipo más alto que físicamente vestía como imaginarías a un cliché de hombre de mediana edad progre algo dejao. Le sacaba una cabeza el progre al judío, y aprovechaba esa altura para estar “sobre él”, con la boca apuntando a su oreja, bien bien cerca y decía, sin parar: “eres un asesino. Eres un asesino. Eres un asesino. Eres un asesino. Eres un asesino”.

No he podido arrancarme esta imagen. El tipo judío se fue de allí, del conglomerado de la mani, con cierto caminar de orgullo pesado, doliente, sin violencia. Las otras gentes igual, comentada y siguieron con su vida.

Las lógicas que crean un enemigo hasta su destrucción son dinámicas poderosas y viejas, de erradicar, de guerra. En esta modernidad nuestra, digamos que están llevando a criaturas humanas y culturas a hacer lo peor que puede hacerse de la manera más intoxicada al alcance.

¿De qué forma nuestra manera de responder a las crisis puede estar alimentándola?. Que no nos paralice esta pregunta a no actuar o a pensar que hay maneras de actuación que son válidas y bien y otras mal y si tardas en posicionarte es porque eres una jodida X-ista o Y-fóbica. Pero que nos sirva para afinar la vista.

Al tiempo, empezaron las acampadas por Palestina, y al tiempo tuvieron lugar en Madrid. Desde la segunda noche y hasta el final, pasé todo el tiempo posible allí acampada.

La primera noche conocí a una persona Palestina. Hablamos y hablamos. Esa noche me trajo la esperanza (yo la había perdido yo hacía tiempo que no me quería ajuntar con ella). Me trajo la esperanza. Decía We will make it/lo conseguiremos . Yo le traje fe “lo que tiene sentido salga como salga” sobre estar ahí. Me trajo historias de su casa bombardeada en su infancia, y de como recordaba a su madre y su padre como sin drama, como con media sonrisa como diciendo “tranquila. La volveremos a construir”. Me habló de los checkpoints y sus caminos cruzándolos y como te tratan si en tu carné pone que vives en una ciudad o en un campo de refugiados. De ir a la Universidad significa humillación y riesgo potencial de que te maten 3 veces ida y 3 vuelta. Desde hacía mucho ¿eh? no “desde la guerra”. Me hablaba de como se habla en presente de “cuando volvamos a nuestra casa”, generación tras generación, igual que se pasa la llave. Igual que se pasa la llave de la casa de la que se les echó.

Con los días, bailé Dabke (pisar la tierra), escuché historias de por qué decirle antisemita a alguien solo por mostrar apoyo a la causa Palestina no tiene ningún sentido; me hablaron de lo importante de convertir a las víctimas en supervivientes, y en destacar que son humanos no víctimas joder. Son resistencia. Luchan por la libertad. También “Sobrevivir hasta ser libres”. Me hablaron del poeta Murid Barghothi, de Eva Said, de Sirina Wakele, de Ghassan Kanahani, de Laila Hamed, de Fadua Tucan. Son las protagonistas, son las que deciden las retóricas pero las decide la maquinaria de los medios de masas, que ya sabemos a quienes pertenecen y qué intereses cubren (beneficio económico a 6 magnates y miedo a las masas, porque se alienan se separan, compiten, se policían solas... joder). Me hablaron del Sumud, de agarrarse a la vida, de actitud como acción política en mitad de la barbarie. De las personas Palestinas como agentes geopolíticos. Comí comida típica y hablamos de los olivos y la tierra. De a qué huele el viento. Del 7 de Octubre como un momento de alegría para algunas durante unos instantes, porque por fin habían asestado un golpe a la opresión radical, que llevaba llenando de violencia lo cotidiano tantos años, que tiene la licencia de desaparecer a personas con impunidad. Que te asesina por pensar críticamente y ser poeta te hace objetivo de misiles, desde antes de esto que ahora llamamos guerra. Del miedo después de ese momento de celebración. De imagina como debe sentirse. La escalada la violencia la barbaridad.

Ayer, 10 de Agosto de 2024, el estado de Israel mandó lanzar tres bombas (Estadounidenses) a una escuela convertida en refugio en Gaza. A la hora del rezo de la tarde, en el momento en el que todas las personas allí refugiadas se habían colocado en filas para comenzar el rezo. Más de cien de esas personas se desintegraron en pedazos al impacto de los explosivos.

Cuando se dice que no es una guerra, es un genocidio, se refiere a esto. El otro día un misil de gran puntería golpeaba a una de las personas reconocidas como líderes de Hamas, en un operativo sin muertes civiles. Otra y otra vez. Son decisiones conscientes. Mierda. Todo el rato.

Vuelvo a la acampada por Palestina de Madrid otro momento, para hablar de inercias que nos poseen y tienen costumbre y ganas de poder. Las dinámicas de los poderes que quisieron controlar la acampada (esto es, no las personas concretas) fueron turbias a simple vista. Me sirvió para conectar con cómo se mueve el imperialismo. La danza entre control y confianza, si hubiera estado en la mano de estos poderes habría puesto control en su mano y obedecerles como soldados, en el resto. Las asociaciones Palestinas involucradas en la acampada traían como fueron excluidas del “órgano de toma de decisiones” desde el principio, y sus voces no fueron priorizadas o resaltadas, más que desde la cosmética simbólica. En un momento, hacia el final, se llegó a oir la frase “claro que tenemos en cuenta a las organizaciones Palestinas. Esta TAMBIÉN es su lucha”. Se fue retando, se fue retando (porque control sin confianza requiere de muchas cosas que no estaban presentes y era incómodo, claro) y pasaron cosas grandes y pequeñas y se petó grupalmente y se fue retando, cada criatura desde su exploración, como cualquier ecosistema, deseoso de regularse para encontrar su mayor potencial común. Había en ese lugar personas maravillosas deseosas de poner energía y cuerpo en esto que llaman solidaridad. Me dijo hace muchos años una conocida de la organización “Voces en Lucha” que “La solidaridad es la ternura de los pueblos”. Personas que venían a pensar juntas y a doler y a compartir sabiduría y estar. Como en cada ecosistema, todo estaba presente.

Siento relevante señalar que la manera en la que las dinámicas de poder que llegaban a controlar la acampada, expresadas en bocas y cuerpos de criaturas veinteañeras, se nutrían de llamadas en las sombras y coordinación de partidos políticos y cúpulas adultas no presentes allí, pero con certezas y agendas. Para satisfacerlas, boicoteaban lo emergente, manipulaban decisiones, no escuchaban: barrían para sus decisiones y visiones. A veces de maneras en las que ponían en peligro a personas más vulnerables sin previo aviso, y se generaba un sentimiento común de “nos estáis utilizando”. Como petaban conflictos, en asambleas divididas, y qué bien enterrarlos debajo de la alfombra del “está todo bien, tranquis”. Los grupos de nazis que venían a arrancar banderas y a amenazarnos por la noche (teníamos turnos de seguridad 24 horas) con partirnos la cara también tienen sus cúpulas adultas y tienen muchas certezas sobre quienes son los enemigos de quien y como se llega a otra manera de hacer. Joder. Mierda mierda y miedo. Generan miedo y algunos de esos grupos que actuaban como pro palestina en la acampada utilizan la humillación como táctica, como de bullies de instituto, a todo lo que buscaba ofrecer pensar juntas o pedía otras maneras de hacer. A las personas y organizaciones Palestinas. Patriarcal y blanca y racista inercia.

*(De manera más específica, por ideologías y decisiones políticas que tienen que ver con comunismo y que yo no entiendo, está este fanzine que cuando leímos flipamos de la de similitudes con lo que habíamos vivido había. En inglés solamente: https://unsalted.noblogs.org/post/2024/06/03/new-zine-red-flags-before-you-join-that-org/ ).

Lo que creemos importa. Lo que creamos importa. “Eres un asesino. Eres un asesino...”. “La lucha es EL ÚNICO camino” (la lucha estrictamente definida así, mira. Todo lo demás no es lucha). Está muy presente en la solidaridad. Al menos en la parte de ella que tiene poder y somete. Ese hablar con toda la certeza el “todos sabemos que” “la única manera es”. Esa tiranía de la certeza que arrambla. En los talleres y grupos de estudio a los que he formado parte los últimos años, sobre de-colonizarse y mitigar la blanquitud, ese elemento de “una cosa por encima de otras. Lo superlativo” se identifica claro con supremacía blanca (patriarcal): LA VERDAD, LA CIENCIA occidental por encima de las ciencias indígenas por ejemplo. Qué significa ser civilizado y como es “normal” o “válido” comportarse. Supremacía blanca, inercia de dominio sobre. Colonialismo.

If I must die, you must live to tell my story dice el poema del poeta y doctor Refaat Alareer, martirizado de un bombazo en Diciembre de 2023.

Coexistimos con el peso de este genocidio, que no es exclusivo de Palestina-Sionismo adoctrinante estado de Israel, sino que es la misma lógica y desde donde; manera de moverse: la misma de las plantaciones, la misma que fuerza a trabajar a los cuerpos de la sangre y el ADN impregnado en la placa madre sobre las teclas que tocan mis dedos. La que “se permite” deforestar el amazonas y la que mató a la abuela de Consolación de cuatro hostias bien das, o la de los riots en Reino Unido o la que arrastró de represión a genocidio marcado por la ley en la historia a las personas gitanas romanís (leerse a la Pastora Filigrana o irse a ver la obra de teatro de “No soy tu gitana” de la maravillosa Silvia Agüero, y su trabajo con Nicolás Jiménez desde la asociación “pretendemos gitanizar el mundo”); la misma que dice cual es la estabilidad deseada, que no cabe lo no binario ni lo majara ni lo gordo ni moverse así ni vivir asá.

Cuando siento que no sé a donde ir, busco sabiduría en otras voces (como he vivido largo tiempo en Inglaterra, me quedé apegada a escuchar a gentes en inglés, así que lo que pongo aquí es en inglés. Lo siento). La gente de https://scienceandnonduality.com/ ha estado reuniendo a gentes en una serie que ha llamado “Where olive trees weep” o “donde los olivos lloran”. He acudido a los extractos que hay gratuitos de esta serie en Youtube a menudo. En uno de estos (este: https://youtu.be/n3ucgqELksU?si=iYQOJx-FHP60MMrT ), en el que Palestinos reconocidos como Sami Awad y Sulaiman Khatib comparten ese imaginar de otra manera la situación Palestina, Meital Yaniv (elle/elles) que participa del diálogo, comparte su historia como persona que creció en el seno de una familia profundamente sionista y ha sido militar para el estado de Israel y, ahora, habla y visiona y reza, cómo se sana. Y como habla de amar. Me ha impactado mucho su manera de hablar. Aquí en conversación con Bayo Akomolafe (al que recurro amenudo) https://www.youtube.com/watch?v=n3ucgqELksU&t=4s

Recuerdo las voces de las compas Saharuis durante los 15 días que andamos juntas por la marcha por la libertad del pueblo Saharui en 2021. Tengo sus historias y sabidurías en como muevo también. Admiración y gratitud.

Y aquí dejo la parte I. Volveré en la II a compartir más de esa inercia, a desenmarañar lo sistémico y a escribir sobre lo que traen estas sabidurías que acabo de mencionar y otras. Sobre caminos. Sobre activismo. Sobre hacia dónde.

Hasta entonces, una invitación a que no nos deje de importar. A parar en rezo a veces. Sea lo que sea que quieras que signifique rezar.

Abraza a la vida y a la muerte como pueda,

V. V.

Fracaso

Constante. Y aliviada de sentir que forma parte del fluir ¿sabéis? fracasar.

Iterar, a ver que pasa cuando o no quiero no puedo me pesa tanto y paro y la inercia ¡produce niña produce! y en llanto ¡no valgo nada! ¡soy un fracaso! inercia maldita.

Que no me olvide de honrar lo que en tanto fracasar ha ido germinando y aportando; que no me olvide de quitarme el peso de “quiero ser algo heroico” de los hombros (jódete marvel) y que atienda lo humilde y su coraje como que vale tanto como. No hay por encimas en como quiero verlo. No seremos suficientes nunca si sí y conforme va la tendencia nos paralizamos de culpa se suicidan las pequeñas criaturas de nuestras entretelas o se pierden la vida en evitar vivirla que de intensa agujas y a veces quema y otras vértigos no sabemos ya si merece la pena sentirnos vivas. O hay quienes nada más que de hedonismo de mi placer se llenan los egos de retiros en búsqueda y margaritas y se olvidaron quizás de que interdependemos radicalmente.

Fracasos con patas y moños y barbas o largos cabellos que cepillar antes de acostar. Fracasar forma parte de fluir y el desde donde qué te mueve ahí hay que mirar porque debajo de todo que lo sé yo que lo he visto aunque inalcanzable por generaciones a veces está el deseo sincero de entender nuestra capacidad de que se nos rompa el pecho de compasión la sabiduría nuestra, más la de ancestras y células bien común. La vida que se llena y prospera. Debajo de todo un desde donde que desea, de todo eros desea esa sensación de vitalidad y vida llena que prospera común porque la muerte es cruda y siempre presente y nos quiere y no la huimos pero nos recuerda que tempus fugit de ese y nos da coraje y vidilla para vivir así. Desde donde así, que tienda que tienda. La brújula que tienda otra ropa interior lavada a mano secándose a sol y viento en esa cuerda que puso mi amiga para que me engratitudée y me humildée mientras sigo explorando morir de éxito en mi empeño porque la inercia tienda con más fuerza a la prosperidad común ¡a la vida! que a la opresión violenta.

(y el duelo de hilo para coserme cachos rotos a ratos para seguir entera y digna plantando cara cuando me gritan los señores a quien hay que matar para que todo funcione)

Desde una suerte de sombra,

V.V.

Juego

Oye dime y párame del brazo, Invítame al juego Que no sé qué me pasa que no puedo De que se me ha metido el peso de quehacer es valor por hacer En el cuerpo Y no lo quiero.

Mientras miro a las chiquillas Reírse de juego Y un cachorro se llenó las manos de pellejos sueltos de chicharras crecidas Y pidió mi cuentahilos para verlos.

Como que siempre me llevé mejor en el mundo interno Y tímidamente me acerco al juego Y aún así conecto y duelo Y ahora me retuerce una entraña de rabia De todavía no he volcado aquí de Palestina y genocidio y sufrimiento Y escribo ahora en un rato a cambio de sueño Sobre juego.

Shhh Es una de esas luciérnagas que he ido viendo O el águila que sorprendió al compañero O la montaña con perfil de tumbada O la cigarra que habitó mi tienda

No como aquella vez que me reía apenada Sino de sincera y de tripa De viva y brava y sentía.

De jugar tiene el potencial de explorar Amarnos auténticamente Suceda lo que suceda Mientras la vida empieza y dice Mientas retumba y resuena Su cantinela de flores infinitas Os eso espera Y juegan y juegan Y yo no quiero que me olvide Liberate auténtica Dime Juega. Como si no sólo lo que tiene valor por sistema Te hiciese que merecieras Juega.

¿Co-creamos futuro con las historias que contamos?

Aquí escribo sin reflexión previa. No es un texto trabajado.

Esta tarde de vida y muerte y primavera y queda agua en los arroyos de esta esquina del planeta. Anoche un mosquito voló hacia el fuego frente a nosotras. Esta tarde la tele discutía que la pareja de Ayuso haya robado dinero público. Nunca les pasa nada, decían. Y luego, que lo que no funciona es la justicia, y luego que las calles están llenas de psicópatas, que alguien le cortó la cabeza a alguien y se la tiró a su mujer que conducía, y hachazos por la calle después. Luego que la sociedad está enferma, y que ya no cuidamos como antes, ni a nuestros mayores, y que la gente que trabaja con personas ya no lo hace por vocación. De humanidad y de que ya no queda y de personas de verdad, que trabajan de verdad. Ya no quedan.

A esto lo llamaré paradigma de la escasez. Lo llamaré miedo. Y esta tentación a creernos la generalización, como si no existiera lo que yo veo. La de personas, familias y situaciones que retan esta inercia, que sí, que es tan cierto que violenta que escuece que sangra. Ah, cuando llega la deshumanización a tu puerta, al cuerpo de tu persona amada y que no hay quien la atienda con plena atención. Como si fuera sagrada.

Escasez. Creo que la creamos con los conjuros de lo que decimos, cada vez que escogemos de qué hablamos a quienes no escuchamos. Desde la queja, decepción a decepción, vemos las inercias violentas y asusta, hasta donde vamos a llegar. Coherente, con razón. Compasión. Y así me sale invitarnos a resistirnos, a no elegir solo hablar de esa parte; a retar la generalización cuando nos invade. El blanco o negro. Como que si traemos las historias de inspiración y magia, que también son, oh, ¡y tanto que son!. La de vidas en búsqueda de alterar y retar los rumbos normalizados que, violentamente, deshumanizan. Sí. Ya te digo yo que sí, pero la tele no. Ah, que ganarán de tanto miedo. Ah, que se han instaurado mecanismos que hacen que nuestras herramientas de comunicación se lucren del miedo. El miedo y la alerta, ah. La competición. Ese morbo. Qué horror. En este contexto, creo en que ser buenas ancestras es muchas cosas y, entre ellas, elegir buscar y contar también las historias que expanden nuestra imaginación hacia lo posible. Que nos ofrecen gustico e inspiración. Coraje, compasión. Las historias de como se transformaron los rumbos de las cosas, en direcciones más amables, que le daban otro cauce a la violencia y al miedo; que le daban la oportunidad de metamorfosear. De capullo a rosa, de crisálida a mariposa. Y así y asá, como en sus cortas vidas, historias tras historias. Historias tras historias.

¿Y si de grande que es nuestro enfado e indignación, nos llenamos de palabras y se nos olvida hacer silencio un momento, para escuchar esas historias también? Para verlas frente a nosotras. Y si de tanto miedo se nos ha enterrado debajo la curiosidad.

Escogemos co-crear fuerza para lo más amable. Claro. Y eso en ningún caso tiene que significar dejar de honrar lo violento que se está volviendo la inercia y lo sociopático del comportamiento de criaturas en lo cotidiano; que roban y asesinan sí. Así es la realidad de nuestros días, sí. Que nos acompañe el duelo y el enfado, a no apartar la mirada y, a la vez, a no dar por sentada que esa es la enfermedad que nos tiene a todas atrapadas. Que va. Siempre ha habido resistencia a la inercia, y el deseo visionario de co-crear realidades más amables, y que lleguen a tantas personas que resuenen como sea posible. No podemos evitarnos, criaturas humanas, que si lo que se retroalimenta es más amor que miedo, no podemos evitarnos poner nuestra energía al servicio de la prosperidad común desde lo que nos nace auténtico.

No hay que elegir o una cosa u otra: Mirar con enfado y ver lo generalizado, lo sistémico de lo violento; y/o encarnar y/o dar voz y compartir las historias de lo que reta eso. Vivir en plenitud y ser buenas ancestras, me da a mi que requerirá honrar las dos, y no tender a no mirar a todo lo de en medio. Esto es un desde donde, elijo mi parte de futuro que co-creo.

Sea donde sea que estemos en la vida en estos momentos, nos quiero invitar a buscar nuestro camino de más autenticidad y, lo que nos haga sentir más vivas, sin pretender de lo terrible está atravesándonos y sucediéndonos. Mirar de qué maneras, entre las grietas, se abre oportunidad a ofrecer nuestros dones y talentos al mundo que queremos ver. Esto, desde lo más pequeño de nuestro día a día, es poderoso. Tanto como lo inmenso. A su manera distinta, ah.

Puntada a puntada, mirando el tapiz de cerca, de lejos, con cuentahilos, y a muchos metros. Y cuando toca puntada, la atención a la puntada.

Por la compasión y el coraje que nos une,

Virginia Victoria

  • Si has leído esto y eres de las personas que compartían estas conversaciones, espero que no te sientas juzgada. Gracias por ofrendarme ventanas a realidades, e hilos con los que tejer.