VirginiaVictoria

De exploración e iteración: qué siginifica ser humane en este tiempo, catarsis, fe, miedo, movimiento.

Oda a la activista fracasada que no estuvo a la altura

*Escribo y revisito 1 vez. No lo trabajo más. Lo publico. Inspirado en: un encuentro del que no escribo todavía, organizaciones que me rodean, “activismo” a varios niveles, viaje existencial por cumple, la sabiduría vieja del conflicto, el honor a la escucha de personas Palestians, Gazatíes e israelíes; y tras la primera sesión del curso encuentro Becoming monster de The mergence Network.

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Qué manía tengo yo misma con que tiene que ser rígido, sólido y civilizado. Muy en orden. Para que pueda ser. Hasta que no tenga la capacidad de hacerlo genial, como debe ser, no lo hagas. Quéjate aquí de tu fracaso a escribir una entrada sobre un encuentro, asistir eficazmente a una reunión o seguir con fuerza como debería cualquier activista decente

Y ahora estás aquí, como viajando por estas capas de joder qué mierda, qué mierda los rincones del mundo que asfixian joder que sí, que allí y aquí hay belleza pero mira cuando asfixia la máquina, mira cuanto aprieta. Joder cuanto aprieta.

Y yo no quiero dejar de mirar así que aquí me tienes todo lo que sé sobre entera. Lo miro desde el pecho y se me pincha. Pincha ya, de que yo no voy a dejar de mirar. No voy a dejar de preguntarme. Digo y mientras hace un tiempo que dije dejaré de mover hacia adelante.

Me voy a mover hondo y hacia abajo, y eso me hará a veces disfuncional poco efectiva.

Lo haré porque tanto en más allá de mi me dice que todo puede estar perdido y entonces que me arrastre por la tierra. Que toque los huesos, me cubra el barro y que se ponga a oscuras y que salude a la muerte y me venga el duelo y no se vaya y le lleve al duelo a fregar las cacerolas en esta tarde fría que brilla aquí. Mientras tu muriste allá. Y yo simplemente vivía.

Y de la culpa a veces de saberte morir y no hacer ná. Ná que hacer ni tu mare que abrazar ni una sopa que ofrecerte de la distancia. Ni un mandatario al que secuestrar y llevar a una isla desierta, y que sobreviva tranquilo lo que sepa y le queda sin el poder que ya ha robado sin nuestra legitimidad tanto. Tanto. Tanto.

Cómo puedo honrar miles de años de carrerilla hacia esta inercia, que violenta qué violenta qué violenta. Cómo puedo honrar miles de años de esta inercia si creo que puedo humanamente salvarnos. Como podré honrnar si creo que se puede antropocétricamente ser la heroína del día, de la zona, del año. Como podré si no me muevo hacia los lados. Me zarandeo. Me salgo de la carretera para meterme en una gruta ajena a la rectitud supuesta eficacia; al menos tiempo es mejor; al o estás conmigo o contra mí.

Lo intenté y no me siento mejor. Lo de la carretera, digo. Creí que la carretera era salir del sistema ¿sí?, y cambié la forma en la que curro y en qué pongo mi seguridad socialmente. Como siento la muerte y la vida. Metamorfoseóse, una y otra vez, y no creo que pare a estas alturas.

Simplemente está viva. Esta llamada a moverme para abajo y hondo Más allá de mí. Y sueña. Con maneras de habitar que nos permitan estar atentas conectar, porque juntas nos aliviamos necesidades cubiertas y buena compañía mientras pica o muera.

Y no jugamos a ir dejándonos mutuamente atrás. El potencial de lo común es de gran belleza, sabemos, pues parece asomar, y se oye y suena mmmm. Como amanecer cerca del agua, moviéndose de vida. Como cantar por vibrar no más. Como el canto de rezo repetido que vibra en pasado, en futuro, en presente, contigo y conmigo, si lo vibramos.

Permitidme que me pierda.

Cuántos permisos. Para reir con la boca abierta. Para que diga mi verdad entera sin que me llames loca o me ataques de histérica. Para llorar días y no poder pararme. Duelo.

Me decían hoy del duelo como un estar. Más allá de emoción. Que viene, se queda y te lo llevas puesto. Y a su lado yace a veces lo monstruoso. Es.

Y yo quiero mirarle las heridas, el pelaje, las ventosas y las hojas y darle la bienvenida a mi pecho. Que es la grieta. Que salí de la carretera hacia lo incierto y acabé así, inacabable.

Desde aquí adentro, desaprendo y me permito ser nueva momento a momento. Lo dejo atravesarme todo lo que venga y veo que significa si lo honro ¿puedo honrarlo? Recelo de la culpa y de quien me incite a culpable.

Me muevo por el mundo con poco, y cuando me acerco habito el espacio como puedo, trato traer ofrendas A veces me repliego con lo muy serio. Serio no de duelo. Ya os digo. Serio como de moderno. Como de blanquitud modernidad. Como de recto. A veces me repliego. Pero al duelo escucho y veo. Tiendo. No me repliego. Me expando, porosa, en cuanto puedo, y le digo hola, la que está aquí está dispuesta a ser atravesada y te honra.

A veces, entonces, no llego o no quiero llegar a demandas de lo que hay que lo que se sigue haciendo en la autopista aquella.

Me enseñaron, sociedad que no hay quien me entienda, así que quizás no me atreva a decirte donde andaba la grieta por la que quise caerme ahora que vine a verte. Igual me escondo de sonrisa. O cuando me enfade, lo contendré y reventón de llanto más tarde en una esquina, en un margen. Y no lo podré controlar. Duelo. No tienes control sobre ello.

Mientras deambulo seguirá habiendo víctimas de esta inercia y los ejecutores tendrán nombres y apellidos y hasta los veremos grabados en videos.

Decía algo que leí el otro día (no recuerdo donde ni por quien), todos los países están ocupados por Israel excepto Gaza. Algo así, era creo recordar, algo así.

Me quiero referir a la resistencia y honrarla. Tan vieja. Tan sabia.

Y quiero nombrar a la inercia colonialista blanquitud y modernidad. Y recordarno que Apocalipsis, Significó colapso y renovación, y significó que los velos se levantan. Se ve. Ya no se tiene el poder de esconder.

Inercia barbarie no se esconde y se legitima y manipula. Y esa misma inercia a la vez me dice mientras la intento doblar con palabras me dice que sea buenecita y qué significa ser buenecita que esté calladita no me hables enfadada o te encierro o te pego o te mato. Y no necesita casi de policías, porque nos posée ¿Sí?, Yo lo veo así, forma parte de nosotras, y a veces FAAAH, nos posée. La autopista, de nosotras. Imaginario y tendencias. A saco con lo binario pim pam y decir que es mejor y qué peor y expulsar y matar lo que quiera que no le encaje. Hasta padentro. Por donde mande.

A donde vamos no hemos estado nunca, quizás y el desde donde se trae es antiguo antiguo. A donde vamos Lo llevamos buscando desde siempre. ¡A brindar! ¡Qué corra el mythos! ¡Las leyendas! ¡Los consejos humildes viejos!. Lo llevamos invocando rezando desde tol rato diría yo casi seguramente pero a saber.

Nos quiero invocar a preguntarnos qué significa seguir porosas permitiéndonos imaginar lo que está más allá lo que está más allá. Lo que está entre medias de Bueno y Malo. Lo que sale PAM estruendoso e inapropiado. Buscando entre medias y puntos de encuentro. Entre medias y puntos de encuentro. Como el del aire que sale de tu nariz y roza tu labio superior.

Entre la piel de tu mejilla y la temperatura ahora.

Entre vivir y morir como especie y caso Si todo pudiera ser esa inmensidad Desde donde vamos a movernos raro Para quitarle poder a esta inercia que habita nuestras intimidades y que a algunas nos vea y a otras no nos vea llegar Y puf pierda tanto poder que se retuerza ella de pena y se quede en su rincón sin poder joder más nada.

Como somos ecosistema. Con la muerte. Desde aquí Lo posible y lo que tiene poder se van viendo moverse y la muerte y el duelo me incitan y mi tatarabuela me acompaña y me invita a susurraros

shhh. No hace falta saber por donde es. Sigamos. Quizás no sea el qué ni el como, sino el desde donde.

Que estemos donde tengamos que estar.

Amante y duelo,

V.V.

Poema – retorna y haz danza

Se presentan y hacen danza se avergüenzan o no de la panza o cantan y croan alabanzas a quienes se lo han currao para juntarlas.

Se cuentan si lloran por las mañanas por la sangre que brota y brama más lejana más cercana propia igual. Propia igual.

O se cuentan de linajes y viajes por las crestas de cerros, sierras y montañas bandoleando fugitividades porque si les encontrasen les iban a matar.

No vivimos ni venimos de tiempos fáciles pero nos veras igual reír que llorar es posible que si te acercas te canten una jota o te inviten a un baile

O a unas migas con uva y los ajos bien friticos y se hable de quien prensa aceituna que larga vida a las tierras que miman a los olivos y que agua, que con el agua trae que te va, con el agua comadre. A cuidarla dices y digo.

Que no se caiga en el olvido todo lo que nutra y nos haga vivas porque la fortuna cuenta que se agota lo estable y queremos ser buenas ancestras ¿tu sabes?

Ser buenas ancestras para las generaciones futuras así que te cuento y me escuchas y danzas raro y te achucho y me achuchas y no nos conocíamos hasta hace un rato pero quiero que sepas que te quiero y te querré.

Quiero que sepas que somos conectadas en esta red ahora ea, igual sin saberlo del to desde antes y que que sea que pase lo escucharé y querré estar si puedo y desearía decirte que me siento más fuerte más capaz y más viva porque te olí hace poco y qué suerte que existas que co-creamos vida.

Parte II – Palestina más hondo: Inercias sitémicas, sabidurías y hacia dondes

Desde la intuición y la sabiduría que tiene el potencial de traer lo antiguo: las células, los líquenes, historias y canciones entre generaciones, las rocas, los olivos. Desde ese intuir antiguo, a veces se me dibuja cómo podrían verse y prosperar los mundos y sus historias: sus potenciales futuros.

Y busco desenmarañar y entender los hilos de los conjuros que nos tienen atrapadas como humanas en una civilización canibal.

Por nosotres y todes les que resisten y resistieron; transformaron y transforman, desde el gesto más humilde al más épico.

En este texto vengo a entretejernos en un tapiz. Habrá hilos de varios colores y procedencias. Yo te traeré algunos, para ir tejiéndolos y que los mires de cerca cuanto quieras. Inevitablemente tu traerás otros puestos, cada momento que leas. Entretejeremos.

Te invito a fijarte a cada rato en cómo se siente el cuerpo, cuando enhebremos en hilos de otros colores. Incomodidad, alivio, defensiva, vergüenza, emoción, tristeza. Como inercias, vengo a hablar de fuerzas que nos poséen a todas, en ocasiones fuertemente y sin reto aparente; a veces más sutilmente (lo cual no les quita potencial de violencia).

Este es un texto largo y un tapiz complejo. Su intención es que de que lo miremos de lejos nos haya resultado un viaje sobre cómo se llega hasta aquí. Qué inercias y lógicas; qué heridas y creencias y promesas e ilusiones sostienen que seres humanos actúen así con su poder. Me pongo como objetivo que el tapiz vaya viajando: desde cada prisma por el que mirar, hacia maneras de mirar a las inercias con ojos nuevos. Y lo haré trayendo hilos de prismas de ángulos que me han ido tocando en los últimos meses, días, años.

Hay 10 hilos principales. Y te los escribo aquí en orden, por si escoges buscar sus títulos en negrita, porque te nace que tu viaje sea uno de a trozos o de sin orden. Tu propia manera de acercarte al tapiz.

  • Wetiko, Blanquitud: La enfermedad canibal
  • La gran hambre / the grat Hunger
  • Colonialismo
  • Lo maligno: Creando enemigxs
  • Ellxs contra nosotrxs: polaridades
  • Islamofobia o antiarabismo (mención a antisemitismo)
  • Violencia y no violencia
  • Trauma
  • Nuestro miedo primitivo y su patrón (totalitarismo)
  • Cauces, cauces, cauces
  • Extra final: Películas, vídeos, recursos, textos... en los que he ido infusionando para este trabajo.

Entremos en la maraña. Empezamos a tejer.

Wetiko o Windingo o blanquitud (o Hollows, o vampiros o más)

Aunque existo con este concepto desde a hace tiempo, a veces no sé definír blanquitud más que a tientas. Pero viene a decirme “¿me estás viendo?”, me salta a la cara a veces.

Vamos.

La historia de la palabra Wetiko me la contaron la primera vez las voces de Gail Bradbrook y Stu Basden, co-fundadores de Extinction Rebellion en Reino Unido, allá por 2022 en lo que parecía un momento de punto de inflexión: cambio de foco, de atención, de intuición, tras los “fracasos” del movimiento climático. Como un está más abajo en la cultura, las raíces de todo esto. Como un creo que tenemos que mirar por aquí. Se lo agradezco profundo.

Esta vez voy a usar dos fuentes para traer información concreta sobre esta idea, y os dejo los enlaces al final de este texto para que os zambulláis si queréis.

Por un lado en el artículo “Seeing Wetiko / Viendo Wetiko” de Alnoor Ladha y Martin Kirk, publicado en Abril de 2022 en la web “Culturehack”

Por otro lado la publicación que sacaba el periódico web “Contexto Tucumán” en 2020, en aquellos tiempos de shock de pandemia, titulado “Wetiko: El otro aterrador virus que afecta al mundo”.

Teje. Teje. ¡Teje!

Wetiko es una palabra Algonquin (pueblo Nativo Americano) para referirse a un espíritu caníbal que se mueve por codicia, exceso y consumo egoista. Es un concepto extendido en culturas nativas Americanas (en Ojibwa le llaman windigo, wintiko en Powhatan) y también una idea antigua de otras (los “huecos” o hollows por lo que ahora llamamos Hawaii, e ingluso la idea de Vampiros).

Imaginemos Wetiko como infección; como enfermedad infecciosa: convence a la que la padece a creer en que canibalizar la fuerza vital de otras (otras en el sentido amplio de la palabra, incluyendo animales y otras formas de vida de Gaia) es una manera de vivir lógica, correcta y cierta. Además, Wetiko cortocircuita la habilidad de la persona individual a verse a sí misma interrelacionada y una parte interdependiente de un ecosistema equilibrado, y sube su ego, que en lo que hace se sirve a sí mismo, sube su ego hacia supremacía. Es esta falsa separación de individuo de la naturaleza lo que hace a esto canibalismo, en lugar de simplemente asesinato, especifica el artículo de culturehack.

Wetiko permite y comanda a la entidad infectada a consumir mucho más de lo que necesita, en un ciego y asesino atento de hacerse más grande.

Seguimos:

Wetiko, como palabra, puede describir tanto a la infección como al cuerpo infectado. O una persona con infección muy avanzada puede convertirse en un Wetiko. También es así para culturas y sistemas. Pueden describirse como Wetiko si rutinariamente manifiestan estas características.

El autor nativo americano, académico e historiador Jack D. Forbes, en su libro “Colón y otros caníbales” describe la creencia común entre comunidades indígenas en aquellos tiempos de colonización de que los conquistadores europeos (así, incluyendo a españoles, ingleses, portugueses, franceses y holandeses sin distinción) estaban crónicamente infectados de Wetiko cuando llegaron al mal llamado Nuevo Mundo. “Trágicamente, la historia del mundo en los últimos 2000 años es, en gran medida, la historia de la epidemiología de la enfermedad del Wetiko”, escribe Forbes. “El canibalismo es el consumo de la vida de otra persona para beneficio propio”.

Más elementos que definen esta enfermedad blanquitud Wetiko: La llamada a la conquista, la acumulación material, actos de consumo violentos. Como cultura, se mueve como cultura invasora que chupa de la vida y recursos para la vida de millones de criaturas humanas y más que humanas. Convierten esa vida en riqueza y poder para sí mismos. Dice el artículo en culturehack “Estos actos se llevaban a cabo con certeza moral, racionalizando la destrucción en nombre del “progreso” y la “civilización”.

Decía Neta Golan en su aparición en el largometraje “Where olive trees weep”/”donde los olivos lloran” (la menciono mucho, ver enlace a verla al final de este escrito) que el Sionismo y las fuerzas de estado de Israel explican cualquiera de sus argumentos: todo lo que hacen lo hacen con la premisa de la Seguridad. Es por vuestra seguridad. Security reasons. (¿A dónde nos más nos anda llevando Wetiko en nombre de la seguridad?). Otras razones comunes que usa como excusa son civilización vs barbarie, lo “normal”. El progreso. La estabilidad. La pureza.

Parafraseo del artículo de culturehack: Ciegos de ambición les sirve a ellos mismo, no pueden ver otra vida siendo tan importante como la propia. No pueden ver más allá de las ideologías que limitan a donde pueden mirar. “Su habilidad para ver y saber en maneras distintas a la propia, parecía haber sido amputada”.

Esto mismo dice Meital Yaniv (elle/elles). Como he mencionado en textos anteriores, nació y creció en Tel-Aviv, en el seno de una familia israelí profundamente convencida de la ideología Sionista. A los 18 años formaba parte de las fuerzas de defensa Israelíes (IDF). Le sucedieron cosas y ahora hace de su tiempo entender sanar, diluir adoctrinamiento en su vida, dialogar y compartir y preguntarse como se le rompe el corazón a las gentes israelíes. Como se para esta barbaridad. “Veo demasiadas pocas personas Israelíes con el corazón roto”. Y reza porque se les paren los pies, porque no sé cómo van a parar si no. Que se les paren los poderes que permiten la continuación de la masacre, porque de otra forma no van a parar. No pueden ver. Cuenta historias de como ha intentado que vean dentro de las vidas cotidianas de las personas Palestinas. Las historias que elle cree que les harían sentirse reflejadas en su humanidad. Y dice no las ven. No pueden verlas. No pueden verlas. Mientras habla del adoctrinamiento en el propio cuerpo. Desde el útero el adoctrinamiento. Pero el ángulo de Meital lo cuento con más detalle en un rato.

Lo que sucede, desde este prisma de Wetiko. En tantos lugares.

Cerrando este hilo y honrando la historia de Wetiko, quiero traer que fue un término que se usó como un concepto legal complejo en su tiempo, y también una manera de nombrar que servía como un marco útil para afrontar actos sociales enfermizos. Para la lucha de derechos en la continuación colonial, pero también como respuesta a la violencia post traumática continuada dentro de las propias comunidades nativas, también consecuencia de la brutalidad y la violencia colonial. Servía porque ayudaba a diluir el odio de quien perpetraba un acto doloroso, al ponerlo en el marco de la enfermedad y permitía caminar socialmente hacia sanar. Hacia mitigar el poder de Wetiko. Creo que por eso empiezo este camino de lo sistémico por este concepto. En el contexto que estudia el libro de la profesora Hadley Friendland's, explicita que el termino Wetiko sufrió un proceso de estigmatización: “se trataba el concepto de Wetiko como una reliquia cultural supersticiosa por las autoridades no-nativas como parte de imponer su soberanía. Hubo arrestos y ejecuciones de líderes natives respetades por seguir con sus causas legales para proteger a sus comunidades”. Acceso a un artículo que sintentiza el viaje del libro al final del texto.

La gran hambre/The great hunger

“Cuántos cuerpos son suficientes para alimentar la gran hambre”, escribe Tom Hirons en su lamento sobre la devastación de Gaza. “How many bodies are enough, to feed the great hunger.”

No era la primera vez que escuchaba esta frase. Pero la ubiqué al fin para escribirla en el podcast “The emerald”, en capítulo sobre personas intuitivas y cómo se han masacrado a lo largo de los siglos. “Sin nadie que atienda a la muerte, en este moverse hacia adelante, sólo más muerte puede atender a la muerte”. Está esta idea antigua de que si no se honra a las muertas, si no se tiende a ellas, la sangre les valdrá. Del siglo 17 en Europa, de la Ilustración y la guerra de los 30 años. De la quema de brujas a los diagnósticos de histeria, de la noche al día.

¿Qué puede parar, la gran hambre?

Me llama la atención que el concepto de “The great hunger”/”La gran hambre”, cuando buscado online, viene a referirse a la hambruna forzada sobre el pueblo irlandés en aquellos tiempos. En una formación antiracista a la que fui con la maravillosa Nontokozo Sadic, mencionaba a las gentes Irlandesas como las primeras tratadas como Negras de Europa.

Colonialismo

Podría traer este hilo del tapiz de muchas maneras, y le traigo en color de frases que anoté en mi cuaderno viendo la maravillosa película “where olive trees weep / donde lloran los olivos” (2022).

(No anoté el nombre de quien decía qué, pero salen y hablan Amira Hass, Ashira Darwish, Ahed Tamimi, Neta Golan, Bassen Tamimi, un señor al que le han separado las tierras por una valla, un pastor tradicional del valle del Jordán, al chico al que dejaron parapléjico.... Os recomiendo ver la peli, mucho).

*Por la noche, mi abuela nos contaba como cuento la historia de cuando los soldados entraron en casa y rompieron la jarra de aceite de oliva.

*Invasión excluye.

*Ellos violan nuestra tierra, impiden al agua llegar a nosotres. Estamos muertes mientras vivimos.

*Separación es la definición Israelí de paz.

*Tienen que hacer los territorios tan cómodos como sea posible, para motivar los asentamientos en el territorio. Es una practica histórica de colonización. Entonces introduces militares para la seguridad y sigues.

*Hay masas enfurecidas autogestionadas que ocupan territorios. El “estado” en seguida les protege con militares.

*Limpieza étnica por orden de demolición.

*Una situación traumática y continuada que rompe el alma de la gente

*A los jóvenes les disparan en las piernas. Les disparan para la discapacidad.

*Lo que importa es la manera en la que morimos

*Tan deshumanizados a sus ojos. Simplemente matable. No pueden vernos.

*El 80% de la población son refugiados

*Israel tiene acceso a 6 veces más agua que cualquier residente Palestina. Ellas tienen agua todo el tiempo. Nosotras tenemos 12 horas de agua a la semana y pagamos 3 veces el precio que pagan ellos.

Ahh...

Lo maligno y creando enemigos

Le he dado muchas vueltas a cómo empezar a tirar de este hilo y mostrarlo. Voy a empezar por el final. Por las historia de Meital (nuestre compañere de familia sionista) y el color del cauce que muestra.

En la conversación que tiene con Bayo Akomolafe (ver al final de este texto), facilitada por le increible taisha pagget (escribe su nombre en minúscula a propósito, como harían bell hooks y otres). Empieza con la pregunta que se hacía Angela Davis, Cómo podemos aproximarnos a la violencia de este momento. Y ella ofrecía este recordatorio de que las metodologías críticas del feminismo radical negro nos enseñan a siempre hacer la otra pregunta. Si es una asunto sobre raza, preguntar sobre género. Si es un asunto sobre clase, preguntar sobre sexualidad y así. Para siempre ir estando conscientes y reconectando con las complejidades de un problema dado. Desde ahí, taisha pasa a hacer la pregunta que de invitación a diálogo y reflexión: ¿Cuál es la otra pregunta? ¿de qué no se está hablando? ¿Cómo podemos acercarnos a este momento diferentemente?.

Y aquí, básicamente traduzco transcribo la respuesta de Meital Yaniv. Empecemos por aquí. Explorando esto de crear enemigos:

“Empezaré diciendo que lo primero que me viene, mientras leías las palabras de Angela Davis, lo primero que me vino fue amor. Cómo podríamos ser capaces de preguntar sobre amor justo ahora. Y creo que también hay una manera en la que necesitamos decolonizar la palabra amor y encontrar otros sonidos, porque ha sido comodificada para algo que se siente que podemos comprar o coger o llegar a. Hay algo de ese sentimiento de amor, que todas realmente realmente conocemos en nuestra estructura genética.”

Cuenta que siempre ha soñado mucho, pero desde el 7 de Octubre no soñaba. “He vuelto a empezar a soñar en las últimas dos semanas (este vídeo se publicó en Febrero de 2024) se ha soñado en Wets Bank, en Gaza, interviniendo entre soldados israelíes y Palestinas y hay muchos detalles en eso. Pero lo que quiere traer a la pregunta original, es el entendimiento de que cuando estaba gritando, interviniendo, sujetando a los soldados, cuando les miraba a los ojos, les amaba. Porque les conozco. Y es un amor muy difícil de mantener justo ahora. Porque veo imágenes que me hacen querer odiar. Pero porque estoy en este cuerpo y esa forma es realmente familiar en este cuerpo, soy también capaz de encontrar amor ahí; y cuando encuentro el amor también encuentro dónde ese amor se volvió tóxico. Porque nos convertimos en soldados por amor también. Nos volvimos soldados a través del amor, sin embargo. Por el amor de nuestres abueles porque estaban amenzados. Y para amenazarles, un enemigo tenía que ser creado, y una vez que creas un enemigo que es suficientemente grande para llevarse a tus abuelos, harías cualquier cosa. Todo esto sucediendo en la psique de la infancia. Así que crecemos desde la psique de la infancia, y hay otras formas de mantener esa forma en los cuerpos. Y se siente horrible en mi cuerpo que estemos empezando esta conversación centrándonos en lxs soldadxs. Mi cuerpo dice por qué empezamos por aquí, esto no es justo. Y a la vez hay algo de la noción de amor que ha sido tan mal construido y malentendido que … Yo fui amada, con muchísima toxina en ese amor, pero el amor era real. Y si me muevo por ahí y busco la esencia de ese amor y dejo todo lo demás... podemos movernos más allá de... el amor es infinito no tiene fin. Y sin embargo nuestros cuerpos nos lo permiten; nos permiten dar con el cambio de código... los mapas subacuáticos que nos permitan encontrar amor por personas a las que la mayoría del mundo está odiando. Cómo atendemos a eso.”

Ahh...

Creamos montruos. En otro lugar Meital mencionó algo que me dejó un poco en shock. De como el adoctrinamiento de el cuerpo que es, como persona nacida en el seno de una familia Sionista empezó en el útero. Cómo la misión de militarizar a las generaciones a los 18 años empieza en el útero. Y para eso necesita opacar, de bloquear tus sentidos. Cuando elle empezó a experimentar que algo no estaba bien con desde donde actuaba, lo sabía porque no sentía nada. Tuvo que aprender a volver a sus sentidos.

Sin soldados no hay guerra.

¿Sin enemigos?

Una persona que me ha hecho reflexionar profundo sobre las inercias de la guerra es el pensador Estado Unidense Charles Eisenstain. He recogido aquí cachos de su último ensayo sobre el tema, publicado el 9 de Agosto 2024 titulado “An us that needs no them / un nosotros que no necesita un ellos”. Entonces, mucho parafraseo traducido de ese texto, pero viene a decir así sobre la “creación de lo maligno”:

Creación de lo maligno: “El mayor truco que El maligno nos hizo nunca, fue convencer al mundo de que SÍ existe. Ese truco está arrastrando al mundo a un infierno del que nunca escaparemos hasta que veamos a través de él”.
“Así es como funciona. El maligno es la fuerza de todo lo maligno en el mundo. Los actos terribles vienen de gente maligna. Así que, si algo maligno está pasando, vamos a encontrar la gente maligna responsable de ello. Vamos a destruir esa gente maligna, para que lo bueno prevalezca y lo maligno deje de perturbar nuestro mundo.” “¿Quienes son las personas malignas? ¡Los iraníes! ¡Los israelíes! ¡Los ejecutivos de grandes corporaciones! ¡Antifa! ¡La gente de la funcación Gates! El foro económico mundial. Rusia. China. Lo militar. La CIA. La izquierda, la derecha, inmigrantes, la gente que vota en contra de los inmigrantes” “Habiendo convencido al mundo de que existe, El Maligno mira con satisfacción mientras todo el mundo confunde con él a cualquiera con el que tengan un conflicto de intereses u opinión.” “Esto no quiere decir que las personas o entidades mencionadas arriba nunca comitan actos malignos. Pero atribuir esos actos, automáticamente, a su maldad innata es crear el Maligno donde no existe de otro modo. Una vez dado vida, el otro demonizado bastante amenudo cumple con las peores expectativas que una pueda tener.”

Aahh...

Como ser profe y que te digan esta es la alumna que se va a portar mal y sin querer estás más defensiva, lo incitas, sucede. Nos metemos en los papeles con lo que nos identifican mucho (ingenua, rebelde, loca, histérica, débil, insuficiente.... nuestro sistema nervioso, aprende y nuestra autenticidad se defiende se enfada araña y patalea. Nuestra autenticidad impedida desde la infancia por inercia cultural, se defiende).

Ellxs contra nosotrxs – Polaridades

Claro, entonces además entra nuestro hábito cultural de polarizar. La tendencia del bi-polarismo, o como nos da siempre por pensar que algo es O bueno O malo (nada entre medias). Esto es mejor y esto peor. Blanco o negro. Ya sabéis, o estás conmigo o contra mi. Esta tendencia cultural la hemos heredado y desarrollado a lo largo de los últimos cientos de años y hay diversidad de causas implicadas. Pero ese tema me resulta de menor relevancia en este texto que el de cómo funciona realmente ese bi-polarismo hoy. Voy a usar la definición que hace del término Michael Staudenmaier en el artículo que leí (aunque me cae regulinchi él, la tengo a mano). Dice “Lo que podíamos llamar bi-polaridad: es la tendencia dualística y anti-dialéctica a reducir situaciones complejas a dos lados, opuestos y estáticos”.

Siento que si algo es claro de esto es que parece que cuesta dialogar en lugar de gritarse a la cara, últimamente, cuando los temas o las posiciones son “controvertidas”. ¿Os ha pasado? Verte en un instante interpretada. Totalmente interpretada, por un comentario o tu edad o apariencia, y colocada a la fuerza en esa posición opuesta a la de la persona que te hablaba enfrente, que en su hablar y viéndote reaccionar asumía de tí, y empieza a ser difícil dialogar. Y defensivo. Y hay palabras que se llenan de certeza. Rigidez. Si yo me posiciono aquí y tu no, debes estar en el extremo opuesto a mi. Tan acostumbradas a no sentirnos vistas, entendidas y escuchadas. Difícil conectar.

En psicología a estas “O conmigo o contra mí” se les llama falsas dicotomías. Bajo su influencia se desarrollan tanto estrategias de marketing como políticas como teorías de cambio y noticiarios. Y pareciera a veces que estuviéramos montando nuestras propias identidades en torno a esta mierda.

Nos recuerda Eisenstain en su texto que el discurso dualidades y polaridades se siente intuitivo para las masas a estas alturas de la peli. Menciona el discurso de Benjamin Netanyahu al congreso de los Estados Unidos. Definió el conflicto en el oeste Asiático como un choque, dijo: “no entre civilizaciones, sino entre civilización y barbarismo”. Un choque entre bondad y maldad, este último representado por Iran y sus aliados. Un choque que, dijo, Si America e Israel enfrentan juntas “nosotros ganamos y ellos pierden”. La tesis del discurso se siente intuitiva para aquellos programados para ver el mundo en blanco y negro, bien y mal, ellos y nosotros.” Independientemente de que estén de acuerdo con el villano escogido o no, las gentes sienten familiaridad en el argumento.

Cauce. Mira con ojos de preguntarse si está pasando esto. Si nuestra imaginación se está reduciendo a dos polos posibles. Si viaja tu cuerpo asumiendo en el otro polo a cualquiera. Me encanta incitar al camino de en medio, a las terceras maneras. A lo no binario. A sentir que muchas cosas pueden ser verdad al mismo tiempo. Que siempre hay más verdades que una y que dos. A expandir el imaginario que se nos ha estreñido culturalmente de tanto aplastarnos en las cajas de la polaridad binaria. Os invito a daros cuenta de cuando vuestras maneras de devenir en el mundo y con otras caen en esta tendencia. Daros cuenta y retarla. Muy acompañada de las lógicas del dominio sobre además. No solo hay dos, sino que una es mejor que otra. Igual que la idea de que vales más o menos que la persona de al lado, o la vecina pobre y la persona que vino prometida de sueños y en su estafamiento ahora te recoge los pimientos del tío terrateniente de la familia de apellido prominente. Que vales más o menos que las aguas, la vida de aves, insectos y plantas, o la tierra misma bajo los asfaltos de nuestras ciudades. Recordemos que la separación es clave aquí. Retarla será clave también.

Antiarabismo o islamofobia

Vivimos en sistemas y estructuras racistas por inercia. Seguimos poseídas por Wetiko en lo de la supremacía blanca (número de arrestos, la reacción social a la guerra de Ucrania vs cualquier otra y comentarios en prensa sobre “son como nosotres” como si otres no lo fueran). Aquí una mención especial a la intensidad con la que, quizás especialmente desde aquel 11 de Septiembre, la intensa maquinaria mediática y la manera de contar las historias y un largo etcétera de condiciones, nos han llevado a una manera de mirar el mundo que es, se ha llamado, Islamofóbica. Ya que el Islam es una religión a la que puedes abrazar o no, y esta actitud se basa en apariencias, el término antiárabe es preciso. Si parece árabe, se sube el volumen del anti en nuestro cuerpo. Del miedo. Fíjate en tu cuerpo. Si te acercas el bolso cuando pasan cerca. Si asumes peligro en sus caras serias de personas cansadas, como la tuya.

Me encantaría escribir sobre la tesis de Rami El-Amine, y como se nombra Islamista a todo movimiento de resistencia, sea Islamista o no, en Asia occidental. Luego es tan sencillo ponerles la palabra terrorista. Fundamentlista. Mas de la misma opresión machista. Y sin embargo algunos de los movimientos que sí o no conocemos, que podrían incluir movimientos como Hamás. ¿Qué son para las gentes que los habitan? ¿Qué buscan? A ratos sólo he sabido imaginarlos como sádicos fundamentalistas con sed de sangre.

Me doy cuenta.

Vi la película “Omar” (Hany Abu-Assad, 2013) y me dio sensación de realidad y de humanidad y me calmó la ilusión de monstruosidad. Joder. Que a veces tenemos que retar si solo tenemos una imagen de una cosa. Qué pasa si buscamos más.

Decía la Palestina Ashira Darwish en la peli de “Donde los olivos lloran” (por favor, verla, y flipad con su fuerza y su historia...) como las palabras lo importan todo. Como cuando hablamos de “terroristas” algo sucede en nuestro sistema nervioso que es distinto a cuando hablamos de “freedom fighters” o “resistance fighters” luchadoras de libertad o de resistencia. Tan deshumanizadas, simplemente torturables, matables; saltándose todas las leyes internacionales. En el nombre de la monstruosidad terrorista que han creado, prueban armas químicas ilegales y desintegran a personas. Apuntan al personal médico. No quedan hospitales en Gaza desde hace meses. Mierda.

Joder.

¿Y antisemistismo?

Nunca fue una lucha entre judíos y árabes. No entre religiones ni historias del pasado. Lo que define al Sionismo es que siempre ha ido abiertamiente y con mucha narrativa a colonizar. Dice Brea Baker “La lucha para terminar con el antisemitismo y la lucha por la libertad palestina son una y la misma, porque ambos reconocen que hacer a un grupo de gente chivo expiatorio en el nombre de la seguridad de otro grupo nos condenará para siempre”.

Violencia y no violencia

Históricamente, la resistencia a lo que violentamente se asegura de tener o performar más poder, a lo Wetiko, se ha tildado de terrorismo y mierdas (mirad que hasta a la chavalada europea blanca del movimiento climático le pasa, imaginad a cualquier otra). Se ha usado como razón suficiente para todo. Y legitima históricamente asesinatos en masa, torturas y expulsiones de territorio por la fuerza (a veces física cuerpo a cuerpo, cuerpo a arma, a veces cortando el agua más arriba, intoxicando cultivos... hay tantas formas).

El 7 de Octubre justifica para este poder Sionista TODO lo que ha hecho desde entonces. Independientemente de que su poder armamentístico no pueda compararse al de “su enemigo”, Hamás o los grupos de resistencia armada.

Lo de la violencia y la no violencia es importante. Cuánto justifica. “estoy de acuerdo con tu causa y no con tus formas”.

Contaba la periodista Israelí Neta Golan en donde los olivos lloran sobre “La gran marcha de retorno” / “The great march of return”. Tuvo lugar entre Marzo de 2018 y Diciembre de 2019. Eran protestas ciudadanas de la población Palestina, con principios de no violencia. Se manifestaban cada Viernes en la franja de Gaza, cerca de la frontera Gaza-Israel. El 23 de Diciembre Israel empezó a disparar, sin aviso previo, directamente a la cabeza. Mataron en el acto a 180 personas, y dispararon e hirieron a más de 6000.

Decía Neta Golan: “Es imposible argumentar por resistencia no violenta. Por supuesto, si la gente pudiera coger esa ruta lo haría”. sin ningún tipo de duda, decía. Si pudieran hacerlo lo harían.

Entonces, ahora como mueren importa. Y ante un poder que no cesa de apretar y te mata de hambre y te deja enfermar y no quedan personas de tu familia vivas ¿entiendes?.

Yo os invito a imaginar a las generaciones supervivientes resistiendo joder. Tratando de que importe como mueren, tras tantos años de represión de impedimento. Ver la peli de Omar. Ver la sal de este mar (2008). Decía en donde los olivos lloran, la activista Ahed Tamimi (que se hizo reconocida internacionalmente por un video en el que aparece con su pelo rubio rizado y dándole un tortazo en la cara y echarle la bronca a un soldado israelí por dispararle a su primo en la cabeza, hace unos años). Ha estado en la cárcel, ha sido torturada, viene de una familia fuerte. No sé si están vivas. Decía, desde Palestina, en la peli de los olivos, en 2022: “No quiero que se sienta pena por mi. La gente disparando y matando. Esa gente es la víctima por la que la gente debería estar triste. Para mi, yo me veo a mi misma como una “freedom fighter”/”luchadora por la libertad”.

Trauma

adrienne maree brown en conversación con Meital Yaniv nos dibujan como puede estar lo que llamamos trauma afectando estas realidades.

Una de las preguntas y narrativas fuertes es ¿cómo pueden estar haciendo esto después del holocausto? Y todo el tema del antisemitismo por todas partes y las acusaciones de antisemita, como narrativa abrasiva en medios (que no me he parado a analizar mucho para explicar, porque necesito mirar hacia estos otros lados). Así que trauma. Muy popular lo del trauma estos tiempos en general. A veces como justificación.

En esta conversación, adrienne maree brown, la maravillosa, nos dice que ha reconocido trabajando con trauma durante los años ese enlace instantaneo que tiene lugar. Cuando hay un evento traumático, un enlace instantáneo con Utopía. Con Utopia como lugar o manera de estar donde esto horrible no puede pasar nunca jamás. Esa utopía se guarda Incluso si hace daño a otras.

Incluso si hace daño a otras. Dice adrienne que algo hace que se vuelva imposible tocar el enlace trauma-utopía. Ni lo menciones. Y que ve como sucede en este momento.

Pasan a hablar de pertenencia. La pertenencia. Meital menciona como para elle fue esencial el sentimiento de pertenencia a la tierra, al sol al agua a todo, estable ahí, en su más que humanidad. Que existe ese tirón de pertenencia identitaria que nos hace sentir seguras en cómo nos movemos como sociedades. Reconectar con una pertenencia que esté ahí siempre para mirar al trauma a la cara.

adrienne dice que esto (El genocidio provocado por Israel y financiado por el mundo, pero también a niveles más sutiles pero violentos) es lo que pasa cuando no se honra el trauma y no se le permite sanar. Sujetamos pabajo el trauma y seguimos palante. Me haré un rinconcito seguro y mataré para protegerlo.

Nos dice que lxs montruxs son lxs únicxs que pueden tener utopías.

Y viene adrienne a hacernos una retahíla de preguntas que traduzco y transcribo aquí. “No es solo alto al fuego. Oigo por ahí no queremos que mueran más niños. Pero no es solo niñes. No queremos matar a nadie. Y no es solo este intenso nivel de muerte. Es todo. Es todo el apartheid, es la forma en la que estamos tratando a la gente, aquí allí y en todas partes. Así que se expande a una idea mucho más grande que se expande a la pregunta:

Puedes dejar ir Utopía, como el mecanismo de supervivencia para tu trauma y puedes entonces hacer el trabajo de ver si puedes estar en una relación diferente con tu trauma; puedes imaginar no vivir una historia que está definida por tu trauma, y que es un tipo de trabajo distinto. ¿Qué es real bajo ese mecanismo de supervivencia/coping mechanism?

Nuestro mayor miedo, primitivo, es que nos dejen soles en el mundo

Volvemos al ensayo de Eisentain sobre “Un nosotrxs que no necesita de ellxs”. Un poco más sobre ellxs contra nosotrxs, un poco más. Empieza a hablar de esto desde la idea de totalitarismo.

Escribe que para que haya movimientos hacia el totalitarismo se requiere de una amenaza interna o externa de algún tipo. Hace falta un miedo para atraer a la población hacia el “nosotrxs” del fascismo. El miedo al comunista, al judío o al árabe sirve para unirnos en preocupación de masas. Pero ese miedo no es la aguja más puntiaguda aquí. Eisenstain habla de un miedo primario, que hasta ahora y por inercia, nos lleva a desarrollar un patrón social antiguo y perverso.

Ese miedo primitivo de animales sociales es el miedo a ser expulsadas del grupo. El patrón al que nos lleva, que el antropólogo Rene Girad describe como “violencia sacrificial” es el siguiente:

En tiempos de crisis, mientras tensiones entre fracciones sociales rivales amenazan con hacer trizas la sociedad, la sociedad se une en violencia asesina contra un chivx expiatorix: sea individux o grupo, sirve a expíar las tensiones y busca restablecer cohesión. Escribe Eisenstain “En tiempos tales, cada persona debe tener cuidado de no ser identificada como miembra del grupo sacrificial – no ser identificada como judía, o como comunista, o como bruja, como Tutsi, o infiel o lo que sea que la masa ha elegido como objetivo. Debes no asociarte con lo maligno, o sus maneras te infectarán también. Incluso el entusiasmo insuficiente en perseguir al chivx expiatorix atraería sospechas. El camino más seguro es sobrepasar a tu vecinx en la vehemencia de tus denuncias.”

“Esta es la fuerza social antigua que los fascistas han aprendido a cabalgar hacia el poder. No es nada nuevo, y hasta que no rompamos el patrón de comportamiento, la condición humana de guerra, opresión, y otras formas de miseria artificial continúan inabatidas.” “Las personas despiadadas y ávidas de poder lo explotarán, si está ahí para ser explotado”.

Aaah...

Cauces, Cauces, Cauces: Cómo seguir adelante

A este patrón antiguo, Eisenstain dice: “Para alcanzar el mundo más bello que nuestros corazones saben que es posible, tenemos que quitar el combustible de división, guerra y fascismo mediante el cultivo de un patrón distinto en nuestras relaciones sociales, un prisma fundamentalmente diferente a través del cual reconocer el mundo.” Esto nos lleva al ámbito interpersonal (que resueno con Eisenstain en que “es más político de lo que la mayoría de gente cree”). Desde ahí rompemos normatividades que afectan a lo político y cultural. También, aunque trabajemos a todos los niveles de la diversidad de tácticas.

Se parece a lo que se preguntaba Meital, cómo podríamos mirar hacia amor. Y te digo que más decía Meital, en esa conversación en la que la invitaban a imaginar de otra manera, traduzco y transcribo sus palabras (que no olvidaré nunca). Dice: “imaginar de otra manera para mi en este momento es realmente un rezo para traer la identidad israelí y el estado isrelí “To a loving and caring death / a una muerte llena de amor y cariño. Y quiero decir cada palabra de esa oración. Porque deshacer este adoctrinamiento va a llevarme el resto de mi vida y espero que solo de esta. Pero lo que sé es que la energía del sionismo e israelismo no es una energía que sustenta la vida, o que está en servicio de la vida.” “Para poder imaginar de otra manera necesitamos alcanzar un lugar donde nuestros corazones se rompen. No veo suficientes sionistas al rededor con corazones rotes y me refiero a corazones rotos, corazones en pedazos. No sé como atener a más rezo. Por niñes, por ballenas por todo lo que arde ahora. […] Para nuestra imaginación, la imaginación de aquellas que sostienen identidades como la mía, es para nuestra imaginación imaginar el sanar que necesitamos hacer para que se se nos rompa el corazón.“

Paradles. Paradles.

Ashira Darwish nos dice por donde, al final de la peli de “donde los olivos lloran”: https://www.youtube.com/shorts/vzDyD46Upk8

“No le pedimos a la gente ¿sabes?. Hemos terminado este capítulo de las palestinas pidiendo al mundo que venga y nos rescate. PODEMOS RESCATARNOS NOSOTRAS MISMAS, si tu al menos dejas de apoyar la máquina. ¿sabes? Si la máquina es condenada al ostracismo, entonces podemos seguir porque nada en el mundo va a parar a la gente de Jerusalem. Nada en el universo les parará. Pero necesitamos, te necesitamos a ti. Si no puedes ser nuestra voz, solo para por lo menos no poner un solo penique que vaya a la bala que dispara a nuestros niños.”

adrieenne maree brown nos recuerda que en tiempos de crisis la capacidad humana de cuidar sale hacia delante, viene a la superficie. Nos invita a no permitirnos normalizar este nivel de violencia. Que nos siga produciendo shock. Que nos mueva hacia la acción.

Pero cuidado con desde donde, amiguis

Dijo Lilla Watson, anciana aborigen de las tierras que ahora llamaos Australia: **“Si has venido a ayudarme, estás perdiendo el tiempo. Si has venido porque sabes que tu liberación está unida a la mía, entonces trabajemos juntas”. **

Y algo viejo aquí también que toca Eisenstain y que llamo el patrón del héroe Nación: Hay individuos o naciones que se han convencido a sí mismas (históricamente) de que son heroicas. Como “América” ahora (y al igual que en el pasado, eso les lleva a hacer cosas anti heroicas). Convencida de su superioridad moral o racial tiene licencia para usar cualquier medio para conseguir sus objetivos: “Tiranía en servicio de libertad, represión en servicio de democracia, guerra en servicio de la paz, crueldad en servicio de derechos humanos. Viendo al maligno en cualquier parte menos dentro, la nación se convierte en lo maligno dentro. Sus peores impulsos, liberados de la constricción de la duda en uno mismo, emergen a la superficie a acabar con la miseria del mundo.”

¿Quiénes son los Estados Unidos de América para decirle a la gente Palestina qué es lo que deberían querer que sucediera? Joder.

Vale, entonces, objetivos: las Palestinas luchan por su libertad y pueden rescatarse a ellas mismas, las Israelies siguen tratando de romperse el corazón y es y será su tarea sanar y coger los pedazos Y todo lo que puedan para para la máquina. Nosotres (resto global) mitigamos el poder (económico, armamentístico) del sionismo y el estado de Israel.

Mi gratitud a todas aquellas personas que bloquean el poder al sionismo para que siga con su frenesí de muerte. Expandamos imaginario.

Mi brújula últimamente, queridas criaturas, es que siento que lo que más teme lo rígido lo estatal y con poder es sentirnos vivas. Wetiko es adicto a disociarnos y separarnos. Cuando conectamos, nos sentimos vives.

Micro cuento: Sulaiman khatib contaba como reventaron la casa familiar a bombazos, incluyendo los amados olivos, tan antiguos y que han nutrido a tantas generaciones de su familia; como se llevó a la nueva vivienda de su madre algunos de ellos, tan dañados. Como él mismo se llenó de fe en la vida al tiempo, al ver que los olivos que sembró sin esperanza en otra tierra habían brotado. Decía “para nuestra gente no hay separación entre gente y arboles” y “Our longing for life energy and freedom is much stronger than all the military industry / Nuestro anhelo por energía vital es mucho más fuerte que toda la industria militar”.

Nos decía que muchas personas han perdido la esperanza y no saben qué más hacer y es importante seguir imaginando.

Creo que eso me hace vibrar del Sumud Palestino.

Creo que cuándo más peligrosas somos para los sistemas impuestos es cuando rompemos patrones de estrago de discusión y daño que nos separa: cuando conseguimos hacernos sentir más vivas y más pertenecientes a Gaia y más libres en nuestras luchas. Libres para honrar nuestro dolor juntas y llorar y que duela. Libres de seguir la intuición de las que escuchamos menos históricamente. Libres de bailar por serio que sea el encuentro. Honrando conflictos y dificultades, sentándonos en su incomodidad. Y liberándonos. Escuchándonos y agitando y accionando y liberándonos. Mi historia a la tuya y así en retroalimentación mutua, diluimos miedo y retroalimentamos amor. Seguir palante con lo que nos permita sentirnos. Sentirnos auténticas.

Saqué fuerte la idea esta de vitalidad o aliveness del libro “matter and desire, an erotic ecology” del biólogo y filósofo alemán Andreas Webber, capítulo 6: Freedom as play. Dice: “Vitalidad/aliveness significa jugar con las posibilidades propias porque una está segura en sabiéndose suficiente, porque una se siente permitida a presentarse a sí misma como una parte individual de todo el cosmos creativo. Jugar significa actuar en esta seguridad para ser una parte creativa que contribuya a hacer el total florecer”.

Aquí hace cosquillas fe en mí.

Y también, sabiendo que nos sentamos en el no saber por donde exactamente. Que menos mal. Que ojo con las certezas. Pero seguir aunque parezca que no hay garantía de que nos lleve a donde querríamos llegar. Si tiene sentido para la intuición común, si puede hacerse desde lo que nos co-libera; si no daña ni nos separa de. Si la lucha es liberación, que lo sea. “Si has venido porque sabes que tu liberación está unida a la mía, entonces trabajemos juntas”.

Y, así, doy por cerrado mi trabajo por ahora en este tapiz de tantos hilos, que rezo porque toquen con suficiente claridad.

¿Qué pasaría, si cogemos lo aquí tejido lo dejamos atraversarnos, nos dejamos porosas, y nos ponemos a honrar dolor y a imaginar más amplio? Y nos sentamos ante los olivos de nuestras tierras y que su sabiduría nos toque los huesos. Qué pasará.

Si extendemos los tentáculos del boycot hasta límites insospechados...

Avísanos si tu intuición te grita fuerte a alguna parte de algunas formas.

Gracias por leer hasta el final.

Amante y removida viva

Virginia Victoria

P.D: Lamento no saber como hacer que haya foro y diálogo en este lugar que solo escribe. Si queréis enviarme algún comentario o sugerencia o crítica porque algo os chirría, podéis hacerlo en el correo virartebicha@riseup.net o podemos vernos en Mastodon en @virginiavictoria.


“Bibliografía”: Vídeos, libros, textos, películas y otros recursos

*(que he visto en el tiempo que he dedicado a gestar esto. No todas han sido mencionadas en el texto.)

Películas: (en la plataforma Filmin)

La sal de este mar/Salt of this sea (Annemarie Jacir, 2009)

Omar (Hany Abu-Assad, 2013)

Gaza mon amour (Ahmad Abou Nasser y Mohammed Abou Nasser, 2020)

Where Olive trees weep/donde los olivos lloran https://whereolivetreesweep.com/

Vídeos (conversaciones y reflexiones):

Textos:

  • Libro colección de “Upping The Anti Editorial Collective”: *Upping the anti on Palestine (2006-2024)

    Intro May 2024: Global Intifada (firmada por el Editorial Collective) Issue Nº5, October 2007: Rami El-Amine contesta con su texto: “Islamophobia and the left” al texto de Michael Staundenmainer titulado “anti-semitism, islamophobia and The three way fight debate”

  • Textos completos de Charles Eisenstain en Inglés:

Este sobre ese nosotrxs que no requiere un ellxs:https://open.substack.com/pub/charleseisenstein/p/an-us-that-requires-no-them?utm_campaign=post&utm_medium=web

Este sobre como sanar la herida de Gaza (no mencionado): https://open.substack.com/pub/charleseisenstein/p/how-to-heal-the-wound-of-gaza?utm_campaign=post&utm_medium=web

  • Sobre Wetiko:

“Seeing Wetiko / Viendo Wetiko” de Alnoor Ladha y Martin Kirk, publicado en Abril de 2022 en la web “Culturehack” (En inglés) https://www.culturehack.io/issues/issue-one-culture-and-the-anthropocene/seeing-wetiko/

Publicación que sacaba el periódico web “Contexto Tucumán” en 2020, en aquellos tiempos de shock de pandemia, titulado “Wetiko: El otro aterrador virus que afecta al mundo”. (En castellano) https://www.contextotucuman.com/nota/188685/wetiko-el-otro-aterrador-virus-que-afecta-al-mundo.html

Sobre Wetiko como concepto legal y social (en inglés): https://www.ualberta.ca/en/law/about/news/2018/6/wetiko.html

  • Dos de las Newsletters Cosmic Anarchy, de la Dra Ayesha Khan:

Effective activism will never be 'peaceful' & we should stop using that word (6 de Mayo 2024) https://wokescientist.substack.com/p/effective-activism-will-never-be?publication_id=737857&post_id=144128357&isFreemail=true&r=1qyh14&token=eyJ1c2VyX2lkIjoxMDU3NDQ1NjgsInBvc3RfaWQiOjE0NDEyODM1NywiaWF0IjoxNzE1MDAyNjkxLCJleHAiOjE3MTc1OTQ2OTEsImlzcyI6InB1Yi03Mzc4NTciLCJzdWIiOiJwb3N0LXJlYWN0aW9uIn0.wnXwCisK-WeUH1LF_rY4fxZzApJE-wn9IoKUzSOQw4I&triedRedirect=true

Artículos escritos en medios internacionales random, para ver ángulos: BBC, ITV news, Hindustan Times, Aljazeera, El Mundo...

Podcast

The emerald Podcast: Parte I y parte II sobre “las intuitivas” (Inglés) https://www.themythicbody.com/podcast/for-the-intuitives-part-1/ https://www.themythicbody.com/podcast/for-the-intuitives-part-2/

Recursos

Esta web de Whereolivetreesweep tiene ideas de qué hacer y muchos enlaces (en inglés): https://whereolivetreesweep.com/resources/

Contacta con organizaciones Palestinas en tu zona.

Mira qué hace del Boicot la organización BDS: https://bdsmovement.net/es/countries/estado-espa%C3%B1ol

Genocidios, Palestina e Inercias: Parte I

Me ha costado tanto tiempo sentarme a escribir esto, desde aquel 7 de Octubre. Desde hace 100 años. Que cuesta. Escribir sobre sí que están vivas sí: estructuras colonialistas, antropocentrismo supremacista blanco, guerra. El mundo como un río de procesos fluyendo, y tal herida y tal trauma de opresión y violencia se mueve, de campos de concentración hasta que regurgita y ya no sabe moverse más y explota. Creando enemigos a los que poder erradicar mientras te vendo armas de precisión que usarás para asesinar en masa. Limpieza étnica.

ARG.

no quería empezar por aquí.

No sé por donde se empieza. Así que voy a dejarme salir.

(Esta entrada es LARGA y es la primera parte de lo que escriba. En la parte I me ha salido centrarme más en historias concretas. En la parte II me centraré más en lo sistémico).

Fui a una manifestación por palestina, en Enero, en Madrid. Iba a ver qué veía, qué energía. Cómo se movía la gente en ese momento en ese ambiente. Y a estar con mi cuerpo presente, con este sentir de “qué podemos hacer, joder”.

Vi a gente aliviada de reunirse, charla mundana sobre trabajo, mudanzas y alquileres. Allá cantaban y canté. Allá te encuentras a las de siempre. Andé rápido de atrás palante, a hacerme una imagen general. Diré que el 80% de los micrófonos los sostenían personas que socializaríamos como hombres racializados como blancos. Me acerqué a uno de los grupos que se movía distinto. Distinto y además había diversidad de personas y generaciones y muchas personas no racializadas como blancas. La energía era otra: más honda. Como más honrando. Como que se les veía el duelo y la rabia emanar por los poros, y algunas lloraban en su caminar, desde profundo. Se sentía ¿sabéis? se sentía. Me quedé cerquita un rato y me dejé llorar y conecté con dolor y desesperación y rezo “que paren ya que pare joder que pare”.

Cuando llegamos a donde íbamos como manifestación, había una camioneta escenario. Allí se subieron un par de personas y dijeron algo que no recuerdo pero imaginable y esperable y que no movió emocionalmente realmente porque eran palabras y no venían de las profundidades. Luego dieron la bienvenida al escenario a una banda de punk madrileña.

La blanquitud no son personas blancas: es como una niebla que se respira, como maneras de sentir el mundo y de ocupar los espacios y en qué piensas y de qué te olvidas.

Desencantada con ese final de marcha, me fui a buscar entre la multitud al grupo de personas que se sentía distinto. Siguiendo intuición, husmeé. Les encontré al acercarme a un punto de jaleo. Me puse cerquita cerquita, casi en medio, pero energéticamente observante, sin perturbar el devenir de los acontecimientos. Os cuento lo que presencié:

A un lado de la escena, entra un tipo de 1'60cm de estatura, rubio y rapado con un colgante plateado de la estrella de David, que cogía y alzaba levemente con sus dedos mientras decía “aquí estoy, soy Judío. Matadme. Estáis mintiendo. Matadme.” Al otro lado unas tres mujeres con kufiyas en la cabeza y rasgos árabes le gritaban con energía “Israel es un estado genocida” “Palestina libre”, mientras se medio abalanzaban hacia él, con su energía pero no verdaderamente con su cuerpo. Mientras, lo que diría ser un chico y un señor se ponían entre medias, como con una actitud mediadora, que no intentaba callar a nadie, sino que no escalase la tensión, con un leve “venga, venga...” murmurado de vez en cuando (me sentó bien esa gestión del espacio). Esto siguió unos momentos como en bucle, en el que el tipo judío defendía que nos habían mentido a todas las personas asistentes a la mani. Yo sentía que él lo creía de verdad. Que no sabíamos nada y que nos habíamos tragado una sarta de mentiras. Ellas defendían que le habían lavado el cerebro y otras cosas. Pero lo que me marcó infinito, fue lo que pasaba mientras. Mientras esta escena tenía lugar, el tipo autoidentificado como judío tenía a su lado, pegado, a un tipo más alto que físicamente vestía como imaginarías a un cliché de hombre de mediana edad progre algo dejao. Le sacaba una cabeza el progre al judío, y aprovechaba esa altura para estar “sobre él”, con la boca apuntando a su oreja, bien bien cerca y decía, sin parar: “eres un asesino. Eres un asesino. Eres un asesino. Eres un asesino. Eres un asesino”.

No he podido arrancarme esta imagen. El tipo judío se fue de allí, del conglomerado de la mani, con cierto caminar de orgullo pesado, doliente, sin violencia. Las otras gentes igual, comentada y siguieron con su vida.

Las lógicas que crean un enemigo hasta su destrucción son dinámicas poderosas y viejas, de erradicar, de guerra. En esta modernidad nuestra, digamos que están llevando a criaturas humanas y culturas a hacer lo peor que puede hacerse de la manera más intoxicada al alcance.

¿De qué forma nuestra manera de responder a las crisis puede estar alimentándola?. Que no nos paralice esta pregunta a no actuar o a pensar que hay maneras de actuación que son válidas y bien y otras mal y si tardas en posicionarte es porque eres una jodida X-ista o Y-fóbica. Pero que nos sirva para afinar la vista.

Al tiempo, empezaron las acampadas por Palestina, y al tiempo tuvieron lugar en Madrid. Desde la segunda noche y hasta el final, pasé todo el tiempo posible allí acampada.

La primera noche conocí a una persona Palestina. Hablamos y hablamos. Esa noche me trajo la esperanza (yo la había perdido yo hacía tiempo que no me quería ajuntar con ella). Me trajo la esperanza. Decía We will make it/lo conseguiremos . Yo le traje fe “lo que tiene sentido salga como salga” sobre estar ahí. Me trajo historias de su casa bombardeada en su infancia, y de como recordaba a su madre y su padre como sin drama, como con media sonrisa como diciendo “tranquila. La volveremos a construir”. Me habló de los checkpoints y sus caminos cruzándolos y como te tratan si en tu carné pone que vives en una ciudad o en un campo de refugiados. De ir a la Universidad significa humillación y riesgo potencial de que te maten 3 veces ida y 3 vuelta. Desde hacía mucho ¿eh? no “desde la guerra”. Me hablaba de como se habla en presente de “cuando volvamos a nuestra casa”, generación tras generación, igual que se pasa la llave. Igual que se pasa la llave de la casa de la que se les echó.

Con los días, bailé Dabke (pisar la tierra), escuché historias de por qué decirle antisemita a alguien solo por mostrar apoyo a la causa Palestina no tiene ningún sentido; me hablaron de lo importante de convertir a las víctimas en supervivientes, y en destacar que son humanos no víctimas joder. Son resistencia. Luchan por la libertad. También “Sobrevivir hasta ser libres”. Me hablaron del poeta Murid Barghothi, de Eva Said, de Sirina Wakele, de Ghassan Kanahani, de Laila Hamed, de Fadua Tucan. Son las protagonistas, son las que deciden las retóricas pero las decide la maquinaria de los medios de masas, que ya sabemos a quienes pertenecen y qué intereses cubren (beneficio económico a 6 magnates y miedo a las masas, porque se alienan se separan, compiten, se policían solas... joder). Me hablaron del Sumud, de agarrarse a la vida, de actitud como acción política en mitad de la barbarie. De las personas Palestinas como agentes geopolíticos. Comí comida típica y hablamos de los olivos y la tierra. De a qué huele el viento. Del 7 de Octubre como un momento de alegría para algunas durante unos instantes, porque por fin habían asestado un golpe a la opresión radical, que llevaba llenando de violencia lo cotidiano tantos años, que tiene la licencia de desaparecer a personas con impunidad. Que te asesina por pensar críticamente y ser poeta te hace objetivo de misiles, desde antes de esto que ahora llamamos guerra. Del miedo después de ese momento de celebración. De imagina como debe sentirse. La escalada la violencia la barbaridad.

Ayer, 10 de Agosto de 2024, el estado de Israel mandó lanzar tres bombas (Estadounidenses) a una escuela convertida en refugio en Gaza. A la hora del rezo de la tarde, en el momento en el que todas las personas allí refugiadas se habían colocado en filas para comenzar el rezo. Más de cien de esas personas se desintegraron en pedazos al impacto de los explosivos.

Cuando se dice que no es una guerra, es un genocidio, se refiere a esto. El otro día un misil de gran puntería golpeaba a una de las personas reconocidas como líderes de Hamas, en un operativo sin muertes civiles. Otra y otra vez. Son decisiones conscientes. Mierda. Todo el rato.

Vuelvo a la acampada por Palestina de Madrid otro momento, para hablar de inercias que nos poseen y tienen costumbre y ganas de poder. Las dinámicas de los poderes que quisieron controlar la acampada (esto es, no las personas concretas) fueron turbias a simple vista. Me sirvió para conectar con cómo se mueve el imperialismo. La danza entre control y confianza, si hubiera estado en la mano de estos poderes habría puesto control en su mano y obedecerles como soldados, en el resto. Las asociaciones Palestinas involucradas en la acampada traían como fueron excluidas del “órgano de toma de decisiones” desde el principio, y sus voces no fueron priorizadas o resaltadas, más que desde la cosmética simbólica. En un momento, hacia el final, se llegó a oir la frase “claro que tenemos en cuenta a las organizaciones Palestinas. Esta TAMBIÉN es su lucha”. Se fue retando, se fue retando (porque control sin confianza requiere de muchas cosas que no estaban presentes y era incómodo, claro) y pasaron cosas grandes y pequeñas y se petó grupalmente y se fue retando, cada criatura desde su exploración, como cualquier ecosistema, deseoso de regularse para encontrar su mayor potencial común. Había en ese lugar personas maravillosas deseosas de poner energía y cuerpo en esto que llaman solidaridad. Me dijo hace muchos años una conocida de la organización “Voces en Lucha” que “La solidaridad es la ternura de los pueblos”. Personas que venían a pensar juntas y a doler y a compartir sabiduría y estar. Como en cada ecosistema, todo estaba presente.

Siento relevante señalar que la manera en la que las dinámicas de poder que llegaban a controlar la acampada, expresadas en bocas y cuerpos de criaturas veinteañeras, se nutrían de llamadas en las sombras y coordinación de partidos políticos y cúpulas adultas no presentes allí, pero con certezas y agendas. Para satisfacerlas, boicoteaban lo emergente, manipulaban decisiones, no escuchaban: barrían para sus decisiones y visiones. A veces de maneras en las que ponían en peligro a personas más vulnerables sin previo aviso, y se generaba un sentimiento común de “nos estáis utilizando”. Como petaban conflictos, en asambleas divididas, y qué bien enterrarlos debajo de la alfombra del “está todo bien, tranquis”. Los grupos de nazis que venían a arrancar banderas y a amenazarnos por la noche (teníamos turnos de seguridad 24 horas) con partirnos la cara también tienen sus cúpulas adultas y tienen muchas certezas sobre quienes son los enemigos de quien y como se llega a otra manera de hacer. Joder. Mierda mierda y miedo. Generan miedo y algunos de esos grupos que actuaban como pro palestina en la acampada utilizan la humillación como táctica, como de bullies de instituto, a todo lo que buscaba ofrecer pensar juntas o pedía otras maneras de hacer. A las personas y organizaciones Palestinas. Patriarcal y blanca y racista inercia.

*(De manera más específica, por ideologías y decisiones políticas que tienen que ver con comunismo y que yo no entiendo, está este fanzine que cuando leímos flipamos de la de similitudes con lo que habíamos vivido había. En inglés solamente: https://unsalted.noblogs.org/post/2024/06/03/new-zine-red-flags-before-you-join-that-org/ ).

Lo que creemos importa. Lo que creamos importa. “Eres un asesino. Eres un asesino...”. “La lucha es EL ÚNICO camino” (la lucha estrictamente definida así, mira. Todo lo demás no es lucha). Está muy presente en la solidaridad. Al menos en la parte de ella que tiene poder y somete. Ese hablar con toda la certeza el “todos sabemos que” “la única manera es”. Esa tiranía de la certeza que arrambla. En los talleres y grupos de estudio a los que he formado parte los últimos años, sobre de-colonizarse y mitigar la blanquitud, ese elemento de “una cosa por encima de otras. Lo superlativo” se identifica claro con supremacía blanca (patriarcal): LA VERDAD, LA CIENCIA occidental por encima de las ciencias indígenas por ejemplo. Qué significa ser civilizado y como es “normal” o “válido” comportarse. Supremacía blanca, inercia de dominio sobre. Colonialismo.

If I must die, you must live to tell my story dice el poema del poeta y doctor Refaat Alareer, martirizado de un bombazo en Diciembre de 2023.

Coexistimos con el peso de este genocidio, que no es exclusivo de Palestina-Sionismo adoctrinante estado de Israel, sino que es la misma lógica y desde donde; manera de moverse: la misma de las plantaciones, la misma que fuerza a trabajar a los cuerpos de la sangre y el ADN impregnado en la placa madre sobre las teclas que tocan mis dedos. La que “se permite” deforestar el amazonas y la que mató a la abuela de Consolación de cuatro hostias bien das, o la de los riots en Reino Unido o la que arrastró de represión a genocidio marcado por la ley en la historia a las personas gitanas romanís (leerse a la Pastora Filigrana o irse a ver la obra de teatro de “No soy tu gitana” de la maravillosa Silvia Agüero, y su trabajo con Nicolás Jiménez desde la asociación “pretendemos gitanizar el mundo”); la misma que dice cual es la estabilidad deseada, que no cabe lo no binario ni lo majara ni lo gordo ni moverse así ni vivir asá.

Cuando siento que no sé a donde ir, busco sabiduría en otras voces (como he vivido largo tiempo en Inglaterra, me quedé apegada a escuchar a gentes en inglés, así que lo que pongo aquí es en inglés. Lo siento). La gente de https://scienceandnonduality.com/ ha estado reuniendo a gentes en una serie que ha llamado “Where olive trees weep” o “donde los olivos lloran”. He acudido a los extractos que hay gratuitos de esta serie en Youtube a menudo. En uno de estos (este: https://youtu.be/n3ucgqELksU?si=iYQOJx-FHP60MMrT ), en el que Palestinos reconocidos como Sami Awad y Sulaiman Khatib comparten ese imaginar de otra manera la situación Palestina, Meital Yaniv (elle/elles) que participa del diálogo, comparte su historia como persona que creció en el seno de una familia profundamente sionista y ha sido militar para el estado de Israel y, ahora, habla y visiona y reza, cómo se sana. Y como habla de amar. Me ha impactado mucho su manera de hablar. Aquí en conversación con Bayo Akomolafe (al que recurro amenudo) https://www.youtube.com/watch?v=n3ucgqELksU&t=4s

Recuerdo las voces de las compas Saharuis durante los 15 días que andamos juntas por la marcha por la libertad del pueblo Saharui en 2021. Tengo sus historias y sabidurías en como muevo también. Admiración y gratitud.

Y aquí dejo la parte I. Volveré en la II a compartir más de esa inercia, a desenmarañar lo sistémico y a escribir sobre lo que traen estas sabidurías que acabo de mencionar y otras. Sobre caminos. Sobre activismo. Sobre hacia dónde.

Hasta entonces, una invitación a que no nos deje de importar. A parar en rezo a veces. Sea lo que sea que quieras que signifique rezar.

Abraza a la vida y a la muerte como pueda,

V. V.

Fracaso

Constante. Y aliviada de sentir que forma parte del fluir ¿sabéis? fracasar.

Iterar, a ver que pasa cuando o no quiero no puedo me pesa tanto y paro y la inercia ¡produce niña produce! y en llanto ¡no valgo nada! ¡soy un fracaso! inercia maldita.

Que no me olvide de honrar lo que en tanto fracasar ha ido germinando y aportando; que no me olvide de quitarme el peso de “quiero ser algo heroico” de los hombros (jódete marvel) y que atienda lo humilde y su coraje como que vale tanto como. No hay por encimas en como quiero verlo. No seremos suficientes nunca si sí y conforme va la tendencia nos paralizamos de culpa se suicidan las pequeñas criaturas de nuestras entretelas o se pierden la vida en evitar vivirla que de intensa agujas y a veces quema y otras vértigos no sabemos ya si merece la pena sentirnos vivas. O hay quienes nada más que de hedonismo de mi placer se llenan los egos de retiros en búsqueda y margaritas y se olvidaron quizás de que interdependemos radicalmente.

Fracasos con patas y moños y barbas o largos cabellos que cepillar antes de acostar. Fracasar forma parte de fluir y el desde donde qué te mueve ahí hay que mirar porque debajo de todo que lo sé yo que lo he visto aunque inalcanzable por generaciones a veces está el deseo sincero de entender nuestra capacidad de que se nos rompa el pecho de compasión la sabiduría nuestra, más la de ancestras y células bien común. La vida que se llena y prospera. Debajo de todo un desde donde que desea, de todo eros desea esa sensación de vitalidad y vida llena que prospera común porque la muerte es cruda y siempre presente y nos quiere y no la huimos pero nos recuerda que tempus fugit de ese y nos da coraje y vidilla para vivir así. Desde donde así, que tienda que tienda. La brújula que tienda otra ropa interior lavada a mano secándose a sol y viento en esa cuerda que puso mi amiga para que me engratitudée y me humildée mientras sigo explorando morir de éxito en mi empeño porque la inercia tienda con más fuerza a la prosperidad común ¡a la vida! que a la opresión violenta.

(y el duelo de hilo para coserme cachos rotos a ratos para seguir entera y digna plantando cara cuando me gritan los señores a quien hay que matar para que todo funcione)

Desde una suerte de sombra,

V.V.

Juego

Oye dime y párame del brazo, Invítame al juego Que no sé qué me pasa que no puedo De que se me ha metido el peso de quehacer es valor por hacer En el cuerpo Y no lo quiero.

Mientras miro a las chiquillas Reírse de juego Y un cachorro se llenó las manos de pellejos sueltos de chicharras crecidas Y pidió mi cuentahilos para verlos.

Como que siempre me llevé mejor en el mundo interno Y tímidamente me acerco al juego Y aún así conecto y duelo Y ahora me retuerce una entraña de rabia De todavía no he volcado aquí de Palestina y genocidio y sufrimiento Y escribo ahora en un rato a cambio de sueño Sobre juego.

Shhh Es una de esas luciérnagas que he ido viendo O el águila que sorprendió al compañero O la montaña con perfil de tumbada O la cigarra que habitó mi tienda

No como aquella vez que me reía apenada Sino de sincera y de tripa De viva y brava y sentía.

De jugar tiene el potencial de explorar Amarnos auténticamente Suceda lo que suceda Mientras la vida empieza y dice Mientas retumba y resuena Su cantinela de flores infinitas Os eso espera Y juegan y juegan Y yo no quiero que me olvide Liberate auténtica Dime Juega. Como si no sólo lo que tiene valor por sistema Te hiciese que merecieras Juega.

¿Co-creamos futuro con las historias que contamos?

Aquí escribo sin reflexión previa. No es un texto trabajado.

Esta tarde de vida y muerte y primavera y queda agua en los arroyos de esta esquina del planeta. Anoche un mosquito voló hacia el fuego frente a nosotras. Esta tarde la tele discutía que la pareja de Ayuso haya robado dinero público. Nunca les pasa nada, decían. Y luego, que lo que no funciona es la justicia, y luego que las calles están llenas de psicópatas, que alguien le cortó la cabeza a alguien y se la tiró a su mujer que conducía, y hachazos por la calle después. Luego que la sociedad está enferma, y que ya no cuidamos como antes, ni a nuestros mayores, y que la gente que trabaja con personas ya no lo hace por vocación. De humanidad y de que ya no queda y de personas de verdad, que trabajan de verdad. Ya no quedan.

A esto lo llamaré paradigma de la escasez. Lo llamaré miedo. Y esta tentación a creernos la generalización, como si no existiera lo que yo veo. La de personas, familias y situaciones que retan esta inercia, que sí, que es tan cierto que violenta que escuece que sangra. Ah, cuando llega la deshumanización a tu puerta, al cuerpo de tu persona amada y que no hay quien la atienda con plena atención. Como si fuera sagrada.

Escasez. Creo que la creamos con los conjuros de lo que decimos, cada vez que escogemos de qué hablamos a quienes no escuchamos. Desde la queja, decepción a decepción, vemos las inercias violentas y asusta, hasta donde vamos a llegar. Coherente, con razón. Compasión. Y así me sale invitarnos a resistirnos, a no elegir solo hablar de esa parte; a retar la generalización cuando nos invade. El blanco o negro. Como que si traemos las historias de inspiración y magia, que también son, oh, ¡y tanto que son!. La de vidas en búsqueda de alterar y retar los rumbos normalizados que, violentamente, deshumanizan. Sí. Ya te digo yo que sí, pero la tele no. Ah, que ganarán de tanto miedo. Ah, que se han instaurado mecanismos que hacen que nuestras herramientas de comunicación se lucren del miedo. El miedo y la alerta, ah. La competición. Ese morbo. Qué horror. En este contexto, creo en que ser buenas ancestras es muchas cosas y, entre ellas, elegir buscar y contar también las historias que expanden nuestra imaginación hacia lo posible. Que nos ofrecen gustico e inspiración. Coraje, compasión. Las historias de como se transformaron los rumbos de las cosas, en direcciones más amables, que le daban otro cauce a la violencia y al miedo; que le daban la oportunidad de metamorfosear. De capullo a rosa, de crisálida a mariposa. Y así y asá, como en sus cortas vidas, historias tras historias. Historias tras historias.

¿Y si de grande que es nuestro enfado e indignación, nos llenamos de palabras y se nos olvida hacer silencio un momento, para escuchar esas historias también? Para verlas frente a nosotras. Y si de tanto miedo se nos ha enterrado debajo la curiosidad.

Escogemos co-crear fuerza para lo más amable. Claro. Y eso en ningún caso tiene que significar dejar de honrar lo violento que se está volviendo la inercia y lo sociopático del comportamiento de criaturas en lo cotidiano; que roban y asesinan sí. Así es la realidad de nuestros días, sí. Que nos acompañe el duelo y el enfado, a no apartar la mirada y, a la vez, a no dar por sentada que esa es la enfermedad que nos tiene a todas atrapadas. Que va. Siempre ha habido resistencia a la inercia, y el deseo visionario de co-crear realidades más amables, y que lleguen a tantas personas que resuenen como sea posible. No podemos evitarnos, criaturas humanas, que si lo que se retroalimenta es más amor que miedo, no podemos evitarnos poner nuestra energía al servicio de la prosperidad común desde lo que nos nace auténtico.

No hay que elegir o una cosa u otra: Mirar con enfado y ver lo generalizado, lo sistémico de lo violento; y/o encarnar y/o dar voz y compartir las historias de lo que reta eso. Vivir en plenitud y ser buenas ancestras, me da a mi que requerirá honrar las dos, y no tender a no mirar a todo lo de en medio. Esto es un desde donde, elijo mi parte de futuro que co-creo.

Sea donde sea que estemos en la vida en estos momentos, nos quiero invitar a buscar nuestro camino de más autenticidad y, lo que nos haga sentir más vivas, sin pretender de lo terrible está atravesándonos y sucediéndonos. Mirar de qué maneras, entre las grietas, se abre oportunidad a ofrecer nuestros dones y talentos al mundo que queremos ver. Esto, desde lo más pequeño de nuestro día a día, es poderoso. Tanto como lo inmenso. A su manera distinta, ah.

Puntada a puntada, mirando el tapiz de cerca, de lejos, con cuentahilos, y a muchos metros. Y cuando toca puntada, la atención a la puntada.

Por la compasión y el coraje que nos une,

Virginia Victoria

  • Si has leído esto y eres de las personas que compartían estas conversaciones, espero que no te sientas juzgada. Gracias por ofrendarme ventanas a realidades, e hilos con los que tejer.

Hay quien quiere ver el mundo arder

Hay veces que digo que me dejo caer en quien sería si me pareciese más a Bukowski, en cuanto a desasosiego y como paso el tiempo. Esas veces me invito a jugar a beber en bares y a compartir miseria pero, seamos sinceras, las gentes están deseosas de ser escuchadas y se les da regular pararse a escuchar así que compartir miseria es más bien estar para que se comparta. Escucharla y preguntarle. Darle un abrazo cuando termine de contar. Un día como estos, allá en Febrero, en una semana muy Bukowski, fui canal y dejé salir algunas piezas de escritura y esta es una, y viene de historias que escuché ese día a criaturas heridas, y hablan de ver el mundo arder

Con cariño y un abrazo sentío a aquellas criaturas humanas que tienen como trabajo sostener los síntomas y consecuencias de la violencia sistémica, responsabilidad colectiva, en lo cotidiano

Vernos arder

Superar la barrera de toda la violencia que seas capaz de mirar a la cara, en lo cotidiano, es un juego de tremenda astucia en el que los actos de sobreviniencia se llaman a menudo cobardía o se tildan entre líneas de insuficiencia. Como el funcionario de prisiones que bebía al día 10 chinchones para ver si así podía lidiar con lo mundano de aquel le ha roto a este otro un brazo y este se ha ahorcado y este lo apuñalaron el viernes pasado, ¿no te has enterado? … o no te acuerdas porque de llevartelo no sería solo un trabajo y es un trabajo porque hay que hacer algo, y esto estaba a mano.

El tío más hábil de la promoción papel con material jurídico en el regazo como libro sagrado y todo apasionado, soñaba con ley y no dijo por qué pero invento que sería por justicia.

Y a poco que entras en “la justicia”, por la puerta de atrás quizás, hasta las entrañas te ve a la cara la historia de la indignidad de la violencia del “sistema penal” de la violencia.

Cuánto recuerdo en semanas como estas ese dicho como proverbio Africano que decía que el niño crecería para ver al pueblo arder*

y me acuerdo cuando oigo las historias que me cuentan forestales de incendios provocados casi todos son provocados no no creas que es tanto accidente es que quieren ver el mundo arder y claro.

De tanto no ser considerados naturaleza y sagrados claro crecieron los niños como instrumentales utilitarios contenidos y de vida misareble y sin misericordia más que la justa de algún alma que mira y ve por deshecho apropiado, tu error es la condena de lo que llamamos justicia tu violencia es tuya y no representa a una sociedad culta que sabe portarse bien

claro. Como el agua quiero ser transparente para poder mirar con prisma los ojos de quien embriagado cuente como cayó en beber para siempre porque “los malos” se hacían daño y ventitantos años de ver eso de frente son una montaña de días mundanos de sudor de caradureces de aprovecha de lo que puedas y no te arrepientas del frenesí de la euforia del chute de endorifna mmmmm deliciosa deliria que me imagino te sacaba de una nube a otra

a una vida que exploró potencial de tu alma y no la trampa mortal y jaula que tocó a tus días y aun así quien soy yo para juzgar si quizás el alma vino a hacer justo lo que tenía planeado buscar y lo encontró y yo lo encontré en un abrazo de gratitud por haber escuchado las historias que compartiste; de sentirme sabia de no haber romantizado un ápice de lo dicho sino más bien como un abrazo y gratitud lanzados a la búsqueda de honrar la miseria de ser humano vivo hoy en este rincón del planeta con todo lo pasado; del hecho irrefutable, de que hay y habrá quien no podrá evitar sentirse querer verlo, vernos, arder.

*Proverbio Africano – “El niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto quemará la aldea para sentir su calor”

Cuento: El ceder de un mundo de apariencia

Un cuento escrito a través de Virginia Victoria en 2023, publicado ahora porque no sé qué más hacer, mientras sigo explorando paradigma arg, me empeño y aprendo y seguiremos explícitas y fugitivas y entre grietas ¿ah? entre grietas. Las murallas son membranas, en realidad.

El ceder de un mundo de apariencia

En un rincón de la tierra que parecía intacto, yacía una cachorra humana aparentemente dormida, dentro de un tenderete de lona y rejilla y barro. Sumida en la peculiar pesadilla de su tiempo, navegaba sin saberse despierta o sueño, la mayoría del tiempo.

De repente una sacudida pone alerta cada milímetro de su cuerpo, y con los ojos bien abiertos observa como árbol tras árbol frente a ella y a lo lejos, van cayendo. ¿Les estarán talando? ¿Estarán enfermos? No parecía oir nada más que los rasguidos de los troncos al fragmentarse verticalmente hasta caer rendidos con un último empujón de viento. Pájaros y pájaros huyen entre el estruendo, pero no parecen muchos. No son cientos. Algún bicho escarabajo torpe alza también el vuelo, dirección: la niña, como si no hubiera refugio posible sin pasar por su vista y casi rozar su pelo. Ella se asusta pero no se mueve, porque siente que no hay peligro en que los insectos se le acerquen. Sin embargo, necesitada de un punto de apoyo extra en esta súbita conmoción, va a apoyar el talón de su mano en la tierra, cuando nota el cuerpecito blandito y calentito de un roedor de algún tipo. Mira y hay una familia entera. Varias especies, todas pequeñas. No se mueven y no la temen. Se arrebujan junto a ella y miran con caritas de perplejidad y sorpresa el espectáculo de árboles caer en dominó frente a ellas. La niña mira alrededor y vislumbra otras criaturas inquietas pero quietas, a su alrededor, como un epicentro de no sabemos que hacer y estamos aquí observando esto entorno al radio de su cuerpo. Su cuerpo. De pronto se acuerda de su cuerpo y se pregunta como se siente. No es parálisis, pues se siente plenamente capaz de levantarse y salir corriendo. Y para comprender esta parte, tiene más sentido que nos adentremos en la niña y su diálogo interno (que luego dicen que como sé lo que sé y si me lo invento). Vamos allá.

―Mireya, tranquila. No niegues lo que está sucediendo, simplemente está aconteciendo. La pregunta es, ¿tengo miedo? Porque oh, debería tenerlo. Este espacio de bosque parece estar cediendo, de raíz. Hace unos minutos que no para de haber un árbol cayendo. ¡Qué trágico evento! ¿pero qué es? ¿Quién lo está haciendo? ¿Acaso hay humanos detrás de todo esto? Y sin embargo parece que esté, por inercia, ocurriendo. Me siento presionada a entrar en pánico y tener miedo. Creo que he visto tantas películas de gritos, luchas y huidas que siento que cualquier respuesta que no sea eso no es sensata. ¿Puede ser? Está claro: no, no tengo miedo. No estamos huyendo, ni yo ni estos bichejos. Son más sabios que yo, eso creo. Quizás por eso no tengo miedo… Vale, entonces, ¿Qué hacemos aquí todos estos seres y yo quietos?. Observar… que está sucediendo. Vale. Supongo que lleva un tiempo asimilar lo que una está viendo. Sí. Asimilar. Aceptar, también, que el bosque se está derruyendo. Los gritos de los árboles, ¿son dolor? Es como una raja en la corteza de todo el paso de tiempo concentrado en sus cortezas viejas. Al rasgarse grita. Pero no es de dolor, no lo creo. No hay miedo en un árbol que se está cayendo. Eso, observar, asimilar, aceptar. Y muerte, claro. Es que los árboles que se rompen se están muriendo. Yo esto lo sé. Lo he ido aprendiendo. Claro. Claro como el paso del tiempo. Entonces hay algo aquí de muerte que sucede, mientras lo viviente se sienta a contemplar, aceptar y, aprender, claro. Reflexionar. Eso. Ahora bien, Mireya, tu cuerpo está alerta. ¿Podría estar haciendo algo diferente? ¿puede parar esto? Quizás si sigo observando, de más cerca, de más lejos, siendo consciente de los riesgos, pueda entender una manera de frenar de algún modo el proceso. Pero, aunque así fuera, soy pequeña y no tengo mucho más que mi cuerpo para actuar de ningún modo concreto…

Ah… y en esto estaba Mireya por dentro, cuando una rama cayó tan cerca de ella que dio un brinco el trozo de bosque entero. No había razón ya para sentir que ese lugar era inmune a lo que estaba sucediendo. No hay lugar seguro, quizás, o todo lo que seguro que hay es la muerte, al fin y al cabo. Entonces, Mireya se levantó con una luz distinta en su mirada. Yo creo que a eso los humanos le llaman coraje, y he oído en mitos y leyendas que distintas eras que nace del saberse vulnerable, y de esa compasión que llaman, de ver el daño y sentir el deseo de aliviarlo. Pues todo eso es lo que creo que vi en Mireya cuando la vi levantarse y dirigirse con paso ligero pero firme, enraizada como si fuera una planta ella, y empezar a moverse.

Primero se dirigió a su suerte de campamento, y empaquetó en un santiamén cazo, yesca, saco de dormir, lona, malla y navaja. Miró alrededor y, cuando vio una pared de roca se dirigió hacia a ella. Los seres pequeños que la habían rodeado hasta el momento parecían haber pasado a la acción también, y fluían, no con ella, pero si con ella. No sé si me explico. El caso es que algunos iban en su misma dirección y otros recogían algunas cosas antes de ir hacia allá. Todos terminaron buscando refugio en la montaña, por si lo hubiera. Pero no era una búsqueda de refugio a la desesperada, quiero que me entiendan. No se sentía pánico y el cuidado a cada paso era evidente. Al fin y al cabo se habrían ido pisando si no, habiendo tamaños tan diferentes, que ya se sabe que las prisas no son nunca buenas compañeras.

Hubo un suspiro de satisfacción al llegar a la montaña, pues justo se veía rodeada de claro y oquedades suficientes para resguardar a muchas criaturas de verse aplastadas por árboles cayendo. Eso era una prioridad gestionada. Quedaban, por cierto, un par de horas hasta el atardecer, o eso parecía. Entonces, Mireya soltó su mochila y se preparó para adentrarse en la aventura, sí, eso siento yo, pues cogió en una riñonera lo indispensable y, como por necesidad, agarró la roca de la montaña en abrazo y la besó, mandado besitos a las familias de roedores y los meloncillos, escarabajos y otras criaturitas que la rodeaban en la cercanía.

¿Sabes esa sensación de que somos la misma cosa, al final? Pues Mireya era el rezumar sin miedo de que nada importa nada más que otra cosa. Como quien se despide de su vida y su familia por si acaso, la humana salió caminando hacia el estruendo. No era la única, y en seguida se percató de ello, pues las criaturas más diversas del bosque también se dirigían al, digamos, epicentro. Yo veía el mismo coraje en todos ellos bichos con plumas, escamas, exoesqueletos y pelo. Incluso creo que les veía sonreír, fíjate, como aquella llamada a resolver el misterio. Pero volvamos de nuevo al diálogo interior de la humana, ahora que podemos.

―Veamos, con mucha atención, qué observo. El tiempo. ¿Cuánto tardan en caer? ¿Es consecuencia de que otro árbol les impacte? ¿Tendrá que ver con algo que sucede en el suelo? ¿Reconozco qué árboles son? ¿Son la misma especie de árboles la que cae?... conforme te acercas tiembla el suelo. Las vibraciones vienen de más de un lugar, eso creo, así que están cayendo árboles en varias direcciones al mismo tiempo. Ese árbol caído es distinto a aquel. No son el mismo. Hay árboles que siguen en pie. Los robles. Los robles siguen en pie. ¡Esto de que sus raíces se entrelazan! ¡recuerdo ese cuento! Pero… inclinados… no están íntegros. Algo falla. Algo profundo no está bien. No…

Así, cuando Mireya se acercó lo suficiente, vio la tierra bajo las raíces. O, más bien, no la vio. Como si se hubiese convertido en la fina arena de un reloj, la tierra se estaba resbalando por entre raíces y rocas. Por cada pendiente e, incluso, hacia los confines de la tierra. Esto es lo que Mireya vio que creo haber visto que por unos instantes, le paró el corazón. Cuando entró esta mañana en el bosque, el suelo parecía normal, ¿Sí? Ya me entienden. Sólido. Pero quizás solo en apariencia. La estabilidad de un suelo que depende de todo lo que le habita parecía haberse desintegrado y, con ello, la integridad de la tierra se había esfumado. Si los mismos cimientos ceden, los árboles no tienen donde sostenerse. Así, el bosque entero se convertía en un desierto, en algo yermo en… ¿nada?.

―No… es tan terrible y, a la vez, algo de ello me resulta bello. Como el marchitar de un bosque. Como una velocidad aumentada de una planta, cuando la ves crecer y marchitarse y morir… pero en la improbabilidad de que suceda en un bosque, de golpe. Esto que se ha desatado, me dice el instinto, que no se puede verdaderamente hacer nada en este momento, en este lugar, que volver donde las familias de roedores, construir refugio y esperar. Podemos buscar comida y agua. ¿Se habrá ido el agua también? ¿hasta que profundidad se está muriendo súbitamente la tierra? ¿Se podrá regenerar si le traemos artrópodos, hongos, humedad y bacterias? ¿Se podrá para el daño? ¿Hasta dónde llegará?... la bella tierra negra llena de vida… no está más.

Y prometo que vi lágrimas en los ojos de la cachorra humana todo el rato. Miró a su alrededor y ciervo y oso y lobo y cabrón y serpientes y águila y buitre eran los seres más grandes que podía ver a su alrededor. Todas las criaturas intentando comprender. Todas aparentemente aceptando que no hay a donde huir si esta es la profundidad de la situación.

Lobo y loba y la pequeña manada se acercaron a un árbol joven, y observaron la tierra volverse arena bajo sus patas. La olisquearon. Juntaron sus cuerpos contra el árbol, como haciendo un redil para sostenerlo. Y se quedaron atentos mirando al suelo. Mireya prestaba atención, claro, a la sabiduría de estas criaturas y qué andaban indagando y descubriendo. Las otras especies hacían algo similar y se paraban a observar. Llegado cierto momento, cuando las raíces del joven árbol estaban casi por completo al descubierto que la solidez de la tierra parecía más plena. Había cierta integridad distinta a la tierra superficial que se volvía arena, y se notaba porque el ritmo en el que fluía era tan lento que casi paraba. Un par de lobas observaban y giraban en círculos, mientras los otros sostenían con sus cuerpos el arbolito. Olisqueaban la tierra. Una de ellas, empezó a introducir sus zarpas en la tierra, y con una delicadeza inexplicable por una boca como la mía, escarbó. Como estudiando que sucedía allá abajo, escarbó y estudió con el hocico y con las mollejas de las patas. Con la nariz testeó la humedad de la tierra y su integridad. Pareció dar una esperanzadora señal a la manada, porque con una delicadeza que no impedía agilidad, empezaron a escarbar el diámetro de las raíces del arbolito. El oso se acercó, y con un gesto se hizo hueco para sujetar el peso del arbolito. La manada de lobos comprendió y se puso a cavar con igual delicadeza. Había un honor en cada gesto, que no se puede hacer justicia con palabras. Casi un rezo. Casi plegarias. Mireya que, al principio había dedicado unos momentos asegurarse estratégicamente de que ningún árbol grande iba a caerles encima y aplastarles, se había compenetrado en la seguridad del momento, y comprometido con la misión de la manda tanto, que sintió que su mente y la de la loba que inició la excavación eran la misma. Sentía permisos y precauciones. La confianza en los demás. Se sentía las manos en contacto con la tierra. Olía que otras sustancias estaban presentes más profundo. Se unió en sinfonía a la plegaria y al rezo implícito en el momento.

El hoyo parecía listo, y entre varias criaturas, ya no sabría decirte quienes estábamos tocando el tronco con las extremidades, quienes éramos el tronco y quienes el hoyo, el arbolito se colocó en la profundidad, la tierra se colocó sobre sus raíces con zarpas, garras, morros y hocicos; y con una atención serena y atenta, comenzamos con un primer paso hacia atrás. Quietos. ¿Se mueve? ¿Se sujeta?. Otro. Ojos profundamente atentos, preguntándole al arbolito que tal se sentía. El veredicto, parecía estable.

Se hizo un corro alrededor del arbolito, y hubo miradas. Aquí Mireya:

―Quizás en la profundidad se encuentren los caminos hacia que no todo esté perdido. Es necesaria concentración, calma y delicadeza para no seguir irremediablemente dañando. Somos guardianes de esta tierra y no tenemos a donde ir, así que compartimos la misión de prestar atención y salvaguardar, de poner intención y cuidar de un porvenir que permita prosperar vida, mientras la inercia arrastra hacia cerrar el ciclo y verlo morir. No podemos parar la caída ni volver a sembrar los grandes árboles. Nuestras fuerzas no llegan hasta ahí. Pero podemos vivir día a día sabiendo que nuestra prosperidad depende de lo profundo, de lo pequeño, oliendo y entendiendo. Nutriendo y, si alguno de los caminos e iteraciones que escogemos es fértil, sanando. Sabiéndonos juntas quizás sea posible. Tratemos la muerte con honor y respeto. Aceptemos que podemos ser lo perdido y que eso no es más que la vida y que no acaba aquí. Nos encontramos con gratitud y veneramos la vida.

Así, se disolvió ese círculo, y Mireya, que parecía estar en trance, agachó la cabeza en reverencia y caminó hacia la pared de piedra de la montaña, viendo el atardecer llevarse la luz tras el horizonte. Tenía una sonrisa pequeña en la boca, lágrimas en los ojos, y una mano entre el pecho y la barriga. Pronto anochecería y había que encontrar algo que llevarse a la boca. Y juraría que a cada paso que daba y tocaba la tierra con un pie, lanzaba un beso.

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Qué mierda y a la vez qué bien y a la vez qué mierda [...]

Los almendros florecen en Enero y siguen muriendo y muriendo en el territorio que llamamos Gaza y personas de los pueblos que llamamos palestinos. Sigo a Saul Williams en redes y de él leo gente de allá y me pongo historias en el pecho para seguir llevándolo dentro. Veo el Falestin de Cuellilargo para entender. El Zionismo es colonialismo.

Mierda.

El jardín salvaje que habito está lleno de abejas a ratos. A mi hermana encarcelada la liberaron. Me dijo que echó tanto de menos ver la luna... que hay cicatrices que quedarán para siempre y que también hubo magia. La luna anoche nos hizo callar y girar la cabeza a media casa.

Qué bien, joder.

No supe estar salvando a mi hermana no sé estar salvando a las personas hermanas palestinas no saco tiempo para saber de Congo; en El Salvador están desapareciendo a defensoras del territorio. ¿dónde más?. No sé ser heroína. ¿Qué pasa si las maneras de responder a las crisis contribuyen a ellas? AHHSHAHSHA. Mierda.

MIERDA. MIERDA.

Recuerdo haber leído Widow Basquiat.

Recuerdo haber leído The Madonna´s secret.

Recuerdo haber leído en la pared de Salamanca “antes la verdad que la paz” firmado por Unamuno.

Recuerdo mi cuerpo desnudo en ríos y mares y océanos.

La urgencia la urgencia la urgencia el sufrimiento el miedo al sufrimiento que pare el sufrimiento.

Publico un poema aquí sobre la velocidad. Lo escribí hace mucho tiempo y desde entonces no se ha movido mucho.

Que os quiero que os quiero que os quiero amar una eternidad.

La velocidad es la violencia. Chinua Achebe

14 SEGUNDOS PROPORCIONALES

Hay un tú que es complemento circunstancial del fin del mundo, de catorce segundos proporcionales
de vida de humanidad hasta el Antropoceno, profunda herida de la calma chicha, del paso de Era, del todo predecible y equilibrable hasta este momento: fin del Holoceno.

En mitad de urgencia y miedo renacíamos en cada encuentro, tiempo geológico, de embelesarnos en lo bello, reviviendo catorce segundos de la humanidad hasta el Antropoceno en la pérdida de conciencia del beso: bioindicador nuestro
de se podría prosperar en respeto.

A la vez sintiéndolo fugaz y eterno arraigamos este descubrimiento tocando el árbol más anciano que cruzamos para que echara raíz y no se lo llevara el viento. Honrando su existencia como queriendo firmar memento a la humanidad dispuesta a no rendirse, dispuesta a amar en el intento de sanar en la inmensidad de lo geodésico en mitad de zona de cizallamiento, de insignificancia y aun así un todo inmenso; de rebelión y aun así amor en cada segundo proporcional del resto, del tiempo.

Virginia Victoria Poemario: Vivir entre paradigmas

¿Querrías leerlo? Escríbeme a: virartebicha@riseup.net