Lo ya escrito

Lo que escribí en otros sitios.

Wikipedia. Palabra en sí misma poesía. Cultura que me regalan. Recuerdo siendo pequeño la enciclopedia, estantería de libros muy grandes, caros e importantes. Si la tenías era compra de una vida. Igual que la casa. Hoy la enciclopedia es aún más grande en palabras y en importancia, todos la tienen a su alcance. Cuando pienso que no haciéndola gratis alguien pudo ser de mucho dinero dueño, del poder abusón y señor, y prefirió ser mejor; una lágrima me empapa el cielo.

La Wikipedia llena de cultura el planeta tan solo compartiendo.


Wikipedia, palabra en sí misma poesía. La Wikipedia es cultura que me regalan para usarla, para vivirla. Recuerdo siendo pequeño la enciclopedia, estantería de libros muy grandes, caros e importantes, si la tenías era compra de una vida, igual que la casa. Hoy la enciclopedia es aún más grande en palabras y en importancia, todos la tienen a su alcance. Cuando pienso que no haciéndola gratis alguien pudo ser de mucho dinero dueño, con inmenso poder abusón y señor, mas prefirió ser mejor; una lágrima me empapa el cielo.

La Wikipedia llena de cultura el planeta tan solo compartiendo.

Se caen. El otoño nace y pronto se delinean las ramas de los árboles en el aire.

Se hacen savia. Como lágrimas que sobran de las ramas las hojas en el suelo alimentan las raíces, su hambre.

Vida que se resucita a sí misma. A mí me encerrarán en una cueva con lápida para que no vuelva. No seré lágrima ni llegaré a primavera, me dejarán atrapado en el infierno sin ser alimento.

A caballo de un tigre fuera del cine con las ganas salvajes de sentirte corrí a besarte los labios de ángel. Corrí por latir sin poder esperarte. Tan emocionante era solo pensarte que rugía bravío el felino que vive este corazón que revienta tu sangre.

Duros caminos con poca agua, con mucho frío o calor intenso, así lo tratan. Con dos gibas por tierras tibetanas del Asia este camello que es pequeño pasea el alma. Fuerte y rudo se yergue tieso de cabellos duros y espesos, oscuros, a veces negros; el vestido suyo. Aunque feo no deja de ser hermoso, pura energía que almacena sobre todo. Si lo remiras te encariñas de una estampa que se hace bella mientras camina por las rocas el perfil sinuoso de sus dos jorobas. Allí anda, por Irán, por Mongolia, China, India, a través del Asia toda.

De la huerta a la boca los trabajos que pagan y también los que cobran no crean nada, todos sobran. No hay más patas en el pobre gato. Produce el hortelano, el que transporta, el que vende, y yo me lo como. El dinero en este caso, como en todos, no da ni grasa. Vitaminas tampoco. Si lo pensamos un poco seguro que se nos ocurre algo. Que el mundo es posible ya lo sabemos, no hace falta que me lo expliquen ni el jefe de los empresarios ni el amigo del banco.

En serio. El esfuerzo usado en manejar dinero empleado en trabajo ya sería algo. Piensa. Estar sentado y producir cero es ser vago. Banquero igual a eso.

Otra vez en serio. Si lo que quieres es poder ponte un reto, dar a todos de comer. Dar de vivir al mundo entero. Compartir. Convivir. Conmigo y también para ti. Lo demás es miseria de un pobre sin ideas que incluso yo sé hacer.

La superficie ya tostada. Una chuleta encima de las brasas gotea, suda y sangra sobre enanas llamas. La saliva se seca en la garganta, evaporada. La lengua se revuelve vacía de agua. En los labios luce la piel encarnada mientras el hambre aguarda agazapada detrás de la mirada en un cerebro cada vez menos en calma. Las manos limpias e inmaculadas. El cocinero satisfecho se prepara para clavarla con las púas largas del tenedor firme y atraparla sacándola de la parrilla abrasada a la fuente blanca mientras en su mano derecha descansa el mango del cuchillo con la hoja plateada, afilada. Buen provecho.

Fue sorpresa de cine aquel “ a ver si aciertas”, así dices con tu propuesta. Ya al principio fui con dos aciertos en cabeza. El primero seguir tu camino, el segundo jugar de veras. Contigo conocí a Pilar, a Mala Mamá, a las Mónicas, a Isa, y a más, a personas divertidas que me miran con las teclas. Mucha buena gente que conocí por leerte, conque gracias mi niña por esos Acertijos que manejas con maestría.

Después fue Pili, querida amiga que sin hacer la mili gana campeona una batalla tras otra con balas de plata hechas de palabras, quien me dijo de tu nueva invención de fantasía que da en el clavo de la risa con certera puntería. Otra vez diana. Exacta. ¡Cómo no! Matemática. Conque gracias. Pipo.

No lo dije pero lo hace porque sí. Gente feliz.

Está en mí lo que tú quieres. Tú quieres lo que yo siento. No quieres la sangre de mis venas ni los latidos que alimentan la vida que riega. Lo que tú deseas, lo que tú anhelas es la nada que pienso.

Y yo pienso lo que siento, y siento lo que pienso. Si no pienso no siento, si no siento, muero.

Estas letras así leídas, como suenan fueron escritas en Facefook, hoy juego con ello porque sigo sintiendo.

Está en mí y tú lo quieres, quieres lo que siento, lo que palpita en mi adentro. No quieres mi sangre, ni mis latidos, ni el aliento que por ti respiro, ni mi cuerpo mismo, ni mi dinero, ni mis ojos que te miran ni el esperma que siembro, no quieres la vida que riegan mis venas, no quieres la lengua que te suspira. Lo que deseas, anhelas, es la nada que pienso.

Pienso lo que siento y siento lo que pienso. Si no pienso no siento, si no te siento, muero.

Eres egoísta, me quieres entero. Como yo a ti desde aquel día en que de verdad te vi.

No releo los libros. Cuando lo he hecho nunca ha sido lo mismo que en el primer encuentro. El misterio, el por venir, el aún no sé ya no es. Las letras del fin aunque no las recuerde casi las sé. Leo inocente y lo que enseguida viene lo adivino también.

Casi no leo poesía pero son las únicas palabras que aguantan otras lecturas, la segunda, aún en la tercera y en la cuarta perdura la frescura. Ninguna poesía que me gusta se me ha gastado nunca. Ni la he rimado y no se inmuta.

Bella. Más hermosa aún si la miras. Como prado de flores, la belleza de una sonrisa.

Brillan, al sol los colores en labios y mejillas, en la noche deben ser más que vida. Después del horizonte.

Mira. Eres más bonita que tu nombre, sencillamente linda. Lorea.