Releyendo palabras
No releo los libros. Cuando lo he hecho nunca ha sido lo mismo que en el primer encuentro. El misterio, el por venir, el aún no sé ya no es. Las letras del fin aunque no las recuerde casi las sé. Leo inocente y lo que enseguida viene lo adivino también.
Casi no leo poesía pero son las únicas palabras que aguantan otras lecturas, la segunda, aún en la tercera y en la cuarta perdura la frescura. Ninguna poesía que me gusta se me ha gastado nunca. Ni la he rimado y no se inmuta.