El camello
Duros caminos con poca agua, con mucho frío o calor intenso, así lo tratan. Con dos gibas por tierras tibetanas del Asia este camello que es pequeño pasea el alma. Fuerte y rudo se yergue tieso de cabellos duros y espesos, oscuros, a veces negros; el vestido suyo. Aunque feo no deja de ser hermoso, pura energía que almacena sobre todo. Si lo remiras te encariñas de una estampa que se hace bella mientras camina por las rocas el perfil sinuoso de sus dos jorobas. Allí anda, por Irán, por Mongolia, China, India, a través del Asia toda.