Lo que escribí en otros sitios.
Preparadas las líneas horizontales, cortas y largas, para escribir todas las letras deseadas creando historias de vida corriendo un tren sin fin.
Estiradas sierpes que se revuelven porque el escribir me vuelve siempre.
Que se revuelvan, que vuelvan, que vuelen, que corran las letras mientras las neuronas piensen y disfruten locas.
Al ping pong, así parecen jugar los que mandan, antes tú enredabas ahora les embauco yo.
Din don. ¿Miedo quizás? Al tic tac llegan unos nuevos olisqueando los huevos, quizás a jugar al Pim Ball.
Al Pinball los quitaremos a todos si es que son todos los que hay que quitar, empecemos por unos pocos aunque pocos parecen de fiar.
Todas las palomas al arrullar a cegar el aullido del lobo. Que me perdone el lobo por compararlo con la ruindad.
Generaciones jóvenes, encerradas en el vacío oxidados los motores, cegados los ojos en iluminadas televisiones. ¡Vivid! ¡Prohibido! Luciérnagas miradas de analfabetas ilusiones enclaustradas detrás de los cavernarios soles, mazmorras ciegas enclavadas en calaveras sin alma.
Generaciones jóvenes, sueño veros atronándome desencarceladas regando los suelos con las sangres envalentonadas de la buena calaña, revelada la mirada contra la mala. Después perdonad que algunos fuimos pobres también de voluntad.
Es noche hace luna, conque no hay nubes ni bruma.
Fue día hizo sol, aunque llueva, sonría, así hago yo.
¿Te Duele? En áfrica duele el alma.
Es noche
hace luna,
conque
no hay nubes ni bruma.
Fue día hizo sol, caricias con flor.
¿Qué sientes? En áfrica les duele hasta el alma.
Es noche
con luna,
con broche
de altura.
Fue día de sol, caricias con flor.
Amanecerá en áfrica, una niña ahombrará el cántaro a casa.
Es noche
con luna,
un goce
de locura.
Fue día de sol que lucía abrasador.
Mañana en áfrica una niña no blanca cargará el agua a casa.
Noche
con luna
que corre
oscura.
Día con sol que latía sopor.
Lucirá en áfrica una niña que morirá mañana.
Algo duele e importa siempre.
Algo duele
e importa siempre.
Lucirán todos los días muchas niñas al vibrar con toda la fuerza de todas sus vidas.
Sin hambre y en paz
Que no duela más
e importe por siempre jamás.
Sin incongruencias, sin paradojas, que el hambre desaparezca de todas las bocas.
Uno, no más, suficiente para el altar orillando el mar y gozar, pero si los segundos son millar pasearemos, por ejemplo, una eternidad.
Entre las hojas en el suelo dos suelas me pasean mientras dos ojos entretienen mi cerebro al verlas, las hojas caídas del cielo.
Entiéndelo como quieras pero no te desatornilles la cabeza, caen del cielo a la tierra.
Mito en poema épico, libro, libro de guerreros lleno de versos, guerrero, arde Troya, Helena, real esposa, fuego de pecho, alma loca, guerra, lanza clavada en el cuello, besos en la boca, Brad, de Jolie, inspiración, Homero lo escribió y yo lo leí, ¡Olvidado! Caballo tallado, uno entre miles, no rey, no dios, griego, sugerido Aquiles
en unas hermosas palabras, Aquileana, Amalia.
Carolina, Amalia, Verónica, poesía argentina con alma, a veces gótica, a veces melódica, venenosa pócima que atrapa, siempre poesía.
¿Imaginaste? Yo imagino de continuo, como si fuera un arte y yo artista fino. Ahora camino e, imaginando, al tiempo escribo. No cuesta tanto, paseando los pies a la orilla de la playa solo con las oceánicas canciones de fondo paseo el dedo por la pantalla blanca o le hablo al micrófono.
Un espectáculo gratis del que disfruto muy fácil.
Grita Neptuno ¡Salpiquen! ¡Salpiquen! Las gotas de la mar que se escriben.
Se revuelven entre la lluvia de mis papeles con gran sabiduría y una eficiente gestión, 3efe, así empecé y desde siempre bien me salió todo lo que les llevé.
Me hizo una gran ilusión cuando me lo dio, bello paraguas para la otra lluvia, así son, 3efe, una asesoría que, de verdad, la pena valió el día en que empecé.
Y ahora que otra vez está ya la declaración, como siempre, a mí me la va a rellenar 3efe. A lo que bien funciona no le voy a decir adiós.
De lo mejor, 3efe, asesoras a lo campeón.
En la declaración de la renta asegúrate y no pierdas.
Líquido que limpias dejas limpio lo sucio.
Después el agua fría y la lejía hacen lo suyo.
Hipoclorito.
Lejía que limpias desinfectando bichos. ¿Y tus residuos?
Sal. Nada más, lejía.
Solo dejas sal.
Recitan, me leen una poesía. ¿Qué entiendo? Casi nada, tan sólo la belleza de las palabras, si cuadra, poco más.
Leo una poesía. ¿Qué entiendo? Casi nada, tan solo la belleza de las palabras, si cuadra, poco más.
Leo otra vez la poesía y entiendo un poco más. Leo la tercera vez y ¿Qué entiendo? Entiendo un poco más, entiendo lo mismo, o entiendo diferente quizás. Leo más otra vez y entiendo otra vez un poco más.
¿Por fin la comprensión total? Nunca jamás, es poesía y cambia con la vida.
El escritor ya la vivió, el lector puede vivirla cada día. Riqueza viva que como ayer hoy también nació en cada una de las líneas releídas.
Un trozo de hierro oxidado se deshace con el tiempo sin acordarnos.
Un día, al tocarlo, rojo viejo se fue entre las manos deshecho.
Creado al fuego al polvo galáctico volviendo átomo a átomo.
Átomos ya viejos fabricados en las estrellas del espacio.
La vi tan hermosa que no la partí, nunca arranco una rosa ni flor no hermosa. Dejo que se mueran solas de tanto vivir.
Ayer me retorcí muscularmente herido entre las baldas descazueladas, ayer me dolí en estrechitos sitios la espalda encarcelada, ayer cogí los trapitos limpios y limpié las agachadas baldas.
Otra vez, que cada semana repito lo de ayer.
Trabajo, hacer algo, dicen que cobrando, ordenado. Los físicos no están de acuerdo. Por supuesto, trabajo también es tu esfuerzo voluntario, o el de mi madre en el día del parto, hace tiempo, en el que lloré mi nacimiento.
Pensar, incluso pensar, para mucha gente, es trabajar.