Lo ya escrito

Lo que escribí en otros sitios.

Dulce fruta


Comía unas frutas, dos ciruelas claudias y unas diez uvas, cuando unas gotas azucaradas pingaron en la mano salpicadas dulcemente, me detuve ante la fuente y sus aguas frías me limpiaron.

Por el malecón de la playa camino disfrutando estas palabras.


Dulce fruta h

En Zarautz el sol


Fue en Zarautz, se abrió el cielo, salió el sol y me saludó.

Ven a verlo.

El camino del agua


El camino del agua, culebra de vida de la tierra savia, música que rima en el alma de Gaia.

Un lagarto si no lo miro con cariño no lo siento bonito, ha de ser como de mentira, en fotografía, que rezume vida pero lejos. Retratado. Feo. Ante mis ojos vivo me cuesta resistirlo sin asustarme aún sabiéndolo inofensivo. ¡Es tan diferente! Escurridizo, la lengua se mueve con vértigo loco, afuera y adentro vertiginoso y repelente. La piel, como que patina, parece fría de resbalosa saliva. Es feo el lagarto aunque sea palabra muy hermosa y linda lagartija. La lagartija tampoco me encanta.

Publicado lo suelen pintar arreglado. Entonces lo miro hermoso aunque sin perderle el respeto. Es así desde que yo era pequeño.

Enredado cerebro


Hermoso, no hermoso. Depende de cómo mire el ojo.

Con el enfermo


Tejados encerrados en un infierno, viejos recién estrenados son mirados con ojos hospitalarios que sueñan sin enfermo.

Velero campeón


Un barco grande y viejo se dibujó en el horizonte, detrás un pequeño velero lo persiguió y lo hundió.

No sé quién iba tras quién ni quién iba a dónde, no esperé para ver ni sé qué fue lo que pasó,

pero así se me ocurrió y Goliat fue campeón, él ganó y el acerado grande no.

Posdata. Tiempo ha que lo escribí y les hice fotos varias, pero las perdí, así que otra elegí.


Es evidente que Goliat no ganó, pero así escribí, si tuve intención de hacerlo así la olvidé. Quizás fue equivocación.

En una hoja blanca antes en una pantalla blanca ahora, mis frases.

Más agilidad, más versátil, y mi memoria frágil más vital.

Mi cerebro piensa igual escribiendo en la pantalla blanca que si escribo en papel de estraza, pero sobre el cristal lo aprovecho más.

Corre cantidad el dedo que escribe sin parar, disfruta tanto que a descansar casi no va,

hasta que el tiempo avisa al cerebro, el cerebro descansa las palabras en el alma, y dedo y cerebro vuelven a vivir en el tiempo.

En una hoja blanca


¡Por qué me gusta tanto! ¡Por qué! No lo sé. Escribir es algo como el no mojarse al llover y disfrutar mirando.

Nunca cansa


Una vista que amanece tan conocida no deja de ser esa vida a la que siempre vuelves.

Es magia de la que nunca cansa.

Libertad

Libertad, se vive con ocho letras que se sienten mayúsculas y son mías y tuyas.

Dos palabras


El placer de dos palabras llena y una noche con su mañana, conque ¿Por qué callas? ........................ Hojas rojas

Flores en la noche

Dos palabras 1