Lo ya escrito

Lo que escribí en otros sitios.

Ciudad hermosa, en tus venas de ruido y de calma camina amiga el alma, ciudad hermosa sin necesidad de flores en los frontones de las fachadas, ciudad hermosa sin tus fuentes que tienen iluminadas las gotas de agua, ciudad hermosa cuando el cielo ya palidece en color de tu brea asfaltada.

Ciudad hermosa, no necesitas tú demasiada filigrana. Ciudad hermosa, emociones de la mañana a la noche. Ciudad hermosa, al lado de casa el salón de mi vecino. Ciudad hermosa, ahí que late el corazón de un amigo. Ciudad hermosa, esos balcones laten llenos de flores. Ciudad hermosa, ahí, un poco más allá de la ventana.

Ciudad hermosa, tú para ser necesitas tan poca cosa como algo, que sintiendo, recuerde desde mi memoria. Ciudad hermosa, no dependes de colores ni de modas, te basta el latir de un corazón brioso, el de una persona.

Ciudad hermosa

Niño que naces, sol amanecido libre de males, lleno de cariño. Hambre. ¿Acaso diste permiso a esa madre que pare para traerte a este nido de víboras sin sangre?

Niño que naces de vientre parido, el vientre de tu madre, serás guerrero y asesino, padecerás de la usura su arte siempre sicario de un billete que mande. Sol ya amanecido habrás de labrarte desde que del suelo levantes tu horizonte, niño. Con sudor, lágrimas y sangre martillearás tu destino.

Niño que naces, sales a este mundo podrido en el que se compra el arte, más caro vendido el que no vale. Niño.

Niño, quizá vienes con tu sonrisa salvaje a decirnos, a enseñarnos a tus padres esos otros muchos caminos para todos más elegantes que este que nosotros hemos elegido, el de comprarte.

Un día vendrás, niño, estamos esperándote.

Fue alma, es contraseña de vida, sonrisa eterna mía y de mis palabras.

Fue llama, es fuego de vida, alegría eterna mía al recordarla.

Fue fama, es recuerdo de vida, memoria eterna mía al pensarla.

Lucía. Fue luz de vida. En calma.

¡Música! Sueños que viajan por las curvas del cerebro, sin materia, sin asiento, siento las células de los oídos en verbena lúdica o durante la mañana pausada acariciadas por el viento, siempre intérprete del pentagrama el aire que mece en sus moléculas la paz del alma.

Escribo, suena, en el cielo vivo aquí en la tierra. ¡Música!

Instantes de vida eterna.

El sistema. Dos monedas son justificación perfecta. La bondad en el sistema no se plantea, la maldad en el sistema no es el problema. El sistema. Virtuales monedas, el dinero ya se crea todos los días y a medida. El sistema. Aún siendo buena la gente, él solo se pervierte y favorece al que lo aproveche, no al más necesitado ni al que le tiende una mano.

Producir para el beneficio solo hace más pobres a todos basando la productividad en restar la de los demás. Cuando se sume en lugar de restar crecerá el beneficio de todo el mundo y no solo el paraíso de unos.

¡Quizás!

No, seguro.

La miras desde lejos y te deleitas en sus líneas que descienden y se elevan con cierto desconcierto, casi siempre paralelas dibujadas en el aire. Se lee en todas las ciudades cuando te acercas o al alejarte. La línea del cielo, lees desde lejos filigranas en el aire.

Poder. Poder el que tiene una niña en África que antes del amanecer del suelo se levanta y se lanza descalza, caminando por tierras salvajes de fieras y fango hasta regresar cansa, agotada, vuelve después de la ida vacía de carne; acarrea el agua para beber otra jornada con la fuerza de su sangre. Poder de salvar de la muerte a su familia.

Una niña con el poder de la vida.

En mi casa manda el presidente mas este y sus juegos malabares no salvan nada, miente por todas partes ya sin ilusionarme. Hacer nada hace.

No quiero equivocarte, aún tiene poder de muerte decidiendo las guerras de siempre.

El tiempo, que siga sucediendo sin interrumpir las torpezas ni los aciertos, sin borrar memorias, que no es la papelera el mejor escondite de la historia.

Que las células no se arrepientan de todo lo aprendido, que el cariño que te tenga no sea causa del abismo que lleva lo que sabes al olvido.

Muchas gracias, olvida solo la ignorancia.

Naranjas, tan galanas que sois color, anaranjadas, mar de azahar vuestra casa en flor, azucaradas en aromática agua, sabor de vida, mi preferida. La fruta más amada.

Naranjas

Unas naranjitas en casa que cuida mamá en la terraza.

Contraseñas, cerraduras y llaves, candados y cadenas, claves, y más rimas que protegen lo que posees, todo lo que tienes e incluso la vida.


Contraseñas, cerraduras y llaves, candados y cadenas, claves, y montones de rimas que protegen lo que posees, todo lo que tienes e, incluso, la vida.

Cárceles.