Lo ya escrito

Lo que escribí en otros sitios.

Muchas gracias por la amistad, muchas gracias por estar sin más, sin esperar, sin ansiar, solo ayudar siendo libro que enseña al amigo en este mundo vivaz que unos aprovecháis para dar mientras otros roban incluso el mirar. Un saludo con cariño, el de tu amigo.

Tierno de ver. Una madre y su niño, tan pequeño que viaja en cochecito, han subido en el tren. Protestaba. Quería ir sentado mirando el paisaje cómo va pasando. Mamá lo ha cogido y ahora sobre el regazo, el niño, sonríe ante la ventana cómo los árboles pasan ante su mirada.

Feliz la mamá, feliz el niño, feliz yo que los miro y los escribo. El tren hacia su destino.

En Zarautz, el Cantábrico a un lado entre pequeños cerros rodeado; una cremallera, rasgándolo, en dos partes lo siega, línea eléctrica que pita de los dos mundos ribera; una autopista que, hoy, mientras lo encierra lo comunica, Bilbao a un lado, en el otro la frontera; rodeado por todos lados de gente buena; nací.

En Zarautz, respirando a mar, vine a vivir.

En Zarautz

Un saludo, nos saludamos, cortesía, sentir profundo o letras virtuales que se llevará el humo unos instantes más tarde.

Sonrisas veraces o tics fugaces.

Me fui, te fuiste, para olvidarnos. Farsantes.

Nos quedamos más allá de la partida con sonrisas que llenan entre las comisuras de los labios. Entrañable.

Disfrutamos, los ojos arrugados. Continuamos disfrutando, llorando. La visita.

Como cosas de la política o apretones de manos.

Como amistades.

Para ti que lo ansías el poder del todopoderoso, para mí la libertad del hombre.

Para ti que las deseas todas las monedas de oro si nos dejas en paz, pobre.

Tu problema será el día en el que no compre lo que no quiero en tu mundo de dinero.

Otros sistemas, menos monedas, más alegrías.

El problema de ese sistema en el que no compro ni vendo dirás que nos arrastra por los suelos.

Te regalaré mis letras porque seguiré escribiendo para mí, para ti y para ellos.

Si quieres disfrutarás haciendo la comida, leyendo lo que otros hicieron escritura, escribiré para vosotros lecturas.

Olvidaremos la música cara. Regalada porque si no se enfadan.

Otro mundo, otros usos, para todas y todos, no para uno.

Disfrutaré de la vida trabajando la paz y viviendo la libertad,

en minúsculas, las mayúsculas las vendería más caras la usura.

Si te apuntas... ¡Hay tanta vida! Disfrutas, no tengas duda.

Compartid todos. Igual que el viento reparte la simiente de las flores que tienen colores en todas las direcciones, él solo, y las abejas y las moscas y montones de insectos de colores amarillos, azules, violetas, y negros. Compartidlo todo.

Vivos. Vivos los colores, vivos los insectos, vivos los sonidos del viento. Al sur, al este, al oeste, al norte, a través del cielo repartido en la tierra, toda, el polen, en la tierra toda las semillas todas. La vida compartida.

Compartid todo vosotros, nosotros. Compartid todos vosotros. Que vivan las flores vivas. Que tú vivas.

¿Qué compartes? ¿Qué tienes? ¿Qué me das?

Dame si lo quieres.

Si no, lo partes, no compartes.

Vendedlo todo. Quizás no seamos más que carne que se vende y que se compra. Eso solo. ¡Qué importa!

A mí sí me importa.


Compartid todos. Igual que el viento reparte la simiente de todas las flores que tienen colores en todas las direcciones, él solo, y las abejas y las moscas y montones de insectos de colores amarillos, de colores azules, violetas, negros... Compartidlo todo.

Vivos. Vivos los colores, vivos los insectos, vivos los sonidos del viento. Al sur, al este, al oeste, al norte, a través del cielo repartido en la tierra, en la tierra toda, el polen, en la tierra toda las semillas todas. La vida compartida.

Compartid todo vosotros, nosotros. Compartid todos vosotros. Que vivan las flores vivas. Que tú vivas.

¿Qué compartes? ¿Qué tienes? ¿Qué me das?

Dame si lo quieres.

Si no, lo partes, no compartes.

Vendedlo todo. Quizás no seamos más que carne que se vende y que se compra. Eso solo. ¡Qué importa!

A mí sí me importa.

Pecó. Uno de sus pecados querer atrapar “el pasado”. Se cayó. Lo callaron. Garzón.

¿Quiénes fueron? ¡Los que mataron!

Vergüenza entre las democracias. Barata democracia sin existencia. No fue la violencia de ETA quien acabó con él, fue el poder. Sin plomo en las balas.

¿Protestaste? ¡No protestamos!

Juntar nombres y apellidos te hicieron delito. No investigarás, Baltasar. Falacias. Escribí el apellido al principio. Palabras. Tu nombre lo he escrito al final. Falacias. No los juntaré. ¡No vaya a ser...!

La guerra del treinta y seis.

Un frío río entre piedras de granito, limpio. A su lado el aire desinfecta los pulmones, conque respira a mares, huele a Xares.

Que me la guarden esa esencia propia que encierro en la memoria de gente que vale, todos los días se paren buenas obras. Ciudad grande.

Saludos a toda Xares, a sus pizarras, negras lajas de cubiertas inclinadas, a las bolboretas que vibran, a mis amigas, a los amigos. Tengo entre las venas del cerebro como sueños. Tiempo. Dibujitos de Xares.

Bailamos. ¡Fue hace tantos años! Los días de fiesta y algunos sábados. Dos, tú y yo. Fue sin besos cuando comenzamos, luego vinieron. Escondidos como pecados de domingo.

Como el origen de la violencia y un camino por ella, un camino por las vergüenzas y la miseria. Como de la vida. Como para aprender siendo niña perdiendo incluso la inocencia sin conocer que está viva, siendo nada. Rompen las palabras que hablan del alma.