Prisa
La prisa. Escribía, rimaba y ya acababa.
Lo que escribí en otros sitios.
La prisa. Escribía, rimaba y ya acababa.
No pensar y morir, a cada instante más cerca aquel fuego eterno que quema todo el tiempo.
Sentir y vivir si piensas, ligero roce de neuronas balanceadas en el cerebro, gotas de universo. Pensar, eterna eternidad feliz. Placer en lágrimas, la boca salivada, las yemas de los dedos tiemblan en el mismo tiempo que la idea viaja de un instante al siguiente. Otro relámpago se acerca con su placer a empalagar en el momento que viene al pensar otra vez.
Morir. Vivir.
Se elige morir en quieta realidad o caminar entre galaxias infinitas de vida. El pensamiento prefiero infinito y eterno.
... No pensar y morir, a cada instante más cerca aquel fuego eterno que quema todo el tiempo.
Sentir y vivir si piensas, ligero roce de neuronas balanceadas en el cerebro, gotas de universo. Pensar, eterna eternidad feliz. Placer en lágrimas, la boca salivada, las yemas de los dedos tiemblan en el mismo tiempo que la idea viaja de un instante al siguiente. Otro relámpago se acerca con su placer a empalagar en el momento que viene al pensar otra vez.
Morir. Vivir.
Se elige morir en quieta realidad o caminar entre galaxias infinitas de vida. El pensamiento prefiero infinito y eterno.
Otra vez la Tierra en el mismo sitio, repitiéndose, se ve de nuevo, o eso queremos en el intento de simplificar un movimiento que en el universo hacemos rueda. Sin embargo tal recorrido si lo dibujáramos a conciencia no sé cuál sería el resultado mas no me parece que fuera espiral y tampoco circunferencia, quizás una larga línea cualquiera en un infinito pequeño y sideral no entendido por el cerebro que solo mira al Dios celestial o a la matemática para entenderlo.
Además, tampoco es La Tierra esfera perfecta.
Otra vez la Tierra en el mismo sitio, repitiéndose se ve de nuevo, o eso queremos en el intento de simplificar un movimiento que en el universo hacemos rueda. Sin embargo, tal recorrido, si lo dibujáramos a conciencia no sé cuál sería el resultado mas no me parece que fuera espiral y tampoco circunferencia, quizás una larga línea cualquiera en un infinito pequeño y sideral no entendido por el cerebro que solo mira al Dios celestial o a la matemática para entenderlo.
Además, tampoco es La Tierra esfera perfecta.
Intermitente. Ser lo que mejor vende aunque no apetezca, o apeteciendo, es moneda corriente que tintinea sin silencio. Siempre diferente según convenga en diaria careta. Así algunas veces otras la contraria, es moneda corriente esa faceta hiriente por un afán cambiada, como ser del revés si la tarifa tiene interés, muda la fachada en un instante sonriente.
No se es viviendo sin ser.
Intermitente en la falsedad consciente, inconsistente. Una vez, todas las veces. Se hace fácil la arana y el embuste en palabra barata ondea corriente sin fuste con valor de nada queriendo brillar donde no hay lustre. Cual jarra sin asa en la grasa untada la vida en la falacia no se agarra.
Vivir y no ser. ¡Oh, Ser que mientes! Si crees que eres eres Inexistente. Solo hueles.
Un niño y un pecho. El niño mama, yo no lo veo pero intuyo la escena que el asiento oculta a mi mirada.
Hermosa escena.
El rostro feliz de mamá, el rostro no está oculto, lo dice todo, que el niño pida más que ella se lo dará, sea poco, sea mucho. Los dos un mundo.
Felicidad.
Ahora ya se bajan, el niño se irá con mamá. A mí me queda otra parada. Historias del tren, mañana también lo cogeré.
Tres mil setecientos millones de años de un universo fantástico, y nací. ¿Crees que ha sido para morir?
Volver a hacer, uno será el primero. ¿Maestro? ¡Para qué! Renacer. Aprendiendo. Siempre todo nuevo aún pareciendo de siempre, algo se renueva en lo viejo que lo hace actual y presente aunque la inercia del cerebro sea al cambio resistente. ¡Respuestas! Ideas nuevas en una sociedad que se regenera. ¿Repuesta? Casi a punto en la sala de espera. Trabajo que viniendo del olvido de soluciones ya vividas se rehabilita. Se recuerda. La mente. Renacer niño. Estudiar lo mismo de manera diferente, cosas que por creer sabidas hasta sentir de la solución la evidencia no las leemos distintas. Ya frescas, modernas. ¿Ahora mejor conocida? ¡Lo qué? ¿La vida? Es la misma. Recién nacida. Sentir a gusto de conocer nuevo mundo. Siempre aprendiendo aunque sea lo mismo de siempre. Esperando a uno aunque el primero ha de hacer de feo. Yo no empujo mas otro será el primero. Volver a nacer.
La luz del paseo se refleja en el mar. Dos luces por farola, algún reloj vertical, en las ventanas apagadas silencio de la oscuridad salada que suena, un malecón reflejado en el dibujar de las olas muertas en la arena. La marea está baja. Ayer explotaba el agua en la pleamar y las luces, abstractas y titilantes, no dejaban de pintarse en la oscuridad de la sal. Vibrante, cada noche un nuevo lienzo se hace en mi Zarautz natal.
Destellos de sal y un trocito de mar.
Vivo sin fin. Una vez fui, tiempo pasado que ya no vuelve aunque lo desees, fuera agradable o fuera ruin. Vive. Vive ahora y la vida que has de vivir como una película en el cine en su momento la aprovecharás toda desde el principio hasta el fin. Vivo ahora este momento de escribir.
Valiente. No me gusta la guerra. No me gusta ninguna guerra ni me gusta la guerra que defiendes. No me gusta la guerra ya seas amigo, enemigo o poeta. No me gusta la guerra del que tiene estrellas ni me gusta la guerra del que se queja. No me gusta la guerra aunque sea por una bandera. No me gusta la guerra que anhelas para defenderte de quien sea ni aunque la razón te proteja, pelea de otra manera si quieres defender tus ideas. No me gusta la guerra y si a ti te gusta vete a hacerla entra la luna y la tierra, en el espacio sin estrellas, para ti galaxias enteras en el vacío para que las veas, para que te diviertas con ellas, pero con nosotros no te metas. No me gusta la guerra que siempre inventan los que no van a hacerla, generales de bandera en salones que tienen merienda, merienda de sangre ajena, no me gusta esa guerra ni otra cualquiera. No me gusta la guerra. No midas las sílabas ni las letras, son líneas enteras todas con la misma cantinela. No me gusta la guerra, que se te grabe en la cabeza con todas las palabras llenas de letras. De veras, me da pánico la guerra.