Lo que escribí en otros sitios.
Ayer cumplí años, volvió a salir el sol por el este y al llegar la noche oscureció. Ayer cumplí años como cumpliré siempre.
Incluso cuando las nubes son grises, incluso cuando llueve, incluso cuando la noche oscura se viste y la luna no viene, incluso cuando el viento sopla fuerte, eternamente la luz viene del cielo.
Ser poeta no da licencia, estercolar sí alimenta, traerá los productos de la huerta.
A tener en cuenta si trabaja lo que es debajo de la melena. Si no funciona se pensará lo que se quiera.
El mar no se ve, está a un lado, el mundo descansa y se recompone, desde atrás fotografiamos el trabajo que no se ve porque es de noche. Mañana circularán todos los coches sin darse cuenta de este trabajo.
Rojo en tu pecho fuego ardiendo en dos cerebros y en el sexo.
La sangre ebulliciona de tanto pensamiento de todas mis neuronas.
Tú también ardes fiera loba sexualmente salvaje.
Tu aliento. Tu sexo. Tu cuerpo.
¡Tanto placer siento! En todas las neuronas del sexo y del cerebro.
Todo fuego. Tú toda. Más que carne.
Flor que reina, que no flor cualquiera, la flor de tu presencia.
Flor de esencia.
En un país de corruptos, la pobreza, la infelicidad, la miseria, con otras bellezas más se hacen reinas al padecer todos el fruto de tantas, muchas, corruptelas de tanto miserable junto y no ser la propia la más notoria ni poder alardear de ella como el más importante señor de la noria. Hay muchos en la misma vuelta.
Siempre queda, atreviéndose, ser felices disfrutando cuando se ríe sin importar esa fobia que ansía más perdices para no sé qué cosa.
Que no se vea la luz no niega su existencia. Quisiera negar la pobreza de este hermoso mundo azul y saberlo ciencia cierta.
Escribimos en lo dibujado, practicando, unas cuantas palabras para saber qué pasa si mezclamos el boceto ya plasmado y lo escrito ahora en la pantalla.
Imágenes diferentes que no se han copiado han quedado en el camino olvidadas.
Las palabras se superponen a un dibujo que ni tiene nombre, él será finalmente el afortunado.
En el camino, entre muchos otros, difícil mencionarlos a todos, el olvidado, el que no fue copiado. ¡Cuántas veces la gran idea languidece, marchitada y vieja, en memorias pretéritas!
Quizás un verso no aprovechado.
Un trozo de espacio cualquiera de alguna manera diseñado, autopista y viviendas al lado son auténtica realidad entera.
En la superficie de la hoja un delgado rayo cualquiera del sol amarillo que asoma cae, en la fotosíntesis celular el juego de la vida se renueva con una tecnología brutal, mientras células enanas trabajan utilizando la energía solar la planta se alimenta con la tierra y el aire. Milagro.
Desde hace seiscientos millones de años o más.
Tierra, aire, mar, sol, y una flor. El placer de mirar.
Intermitente, luz que destella que se apaga y que se enciende, encendida siempre la quiero nuestra.
Escondida en la vida nos traen algunos la guerra con su soberbia y su avaricia para acabar con ella, con tu existencia y con la mía.
Destierro la guerra, asiento con fuerza la luz del día para conservarla tuya y mía. Eternamente vida nuestra. Vida siempre.
Abunda la manía de vigilar, vigilar la vida para controlar, vigilar la vida para cuidar ¡Qué distintas formas de obrar!
Me ríes con gracia la saliva escupida hoy mas la de mañana la harás explotar en mi cara sin recordar entonces esta ciega mirada, sin saber entonces, igual que ahora, quién soy.
Ciega, disfrutar,paz desatada.
Gota a gota sin dejar de mirar la eterna belleza que no cesa en espumas de la mar océana, bailar, saltar, danzar, cambiar... ¡Tantos ojos en esas terrazas!
La línea del cielo de la ciudad preside vibrante baile sin igual con su estaticidad indiferente sin apreciar cómo se mueve ella sola en el balcón del mar, lentamente, lentemente...
No ve, vive, muere.
Lobo fiero y solitario más por solo que por viejo como muchos otros. Sobrino todo feliz y risueño ciudadano estepario.
En soledad Lobo, hermoso Lobo, siempre lobo, todo lobo.
Bestia de blancas fauces paladeas mi mirada que bebe incansable en tus nubes blancas fiel y enamorada.
Se lanzó al vacío y voló como un pájaro sin nido que busca a Dios.
Hermosa como el día, preciosa como la noche. Una vida ¡Está llena de colores!