Dormir un país.
Occidente entero en televisivo sueño,
podrida del cerebro la raíz
de tanto vacío universo
que graban los ojos,
permanente insomnio
que no analiza el pensamiento.
Si fuese de tu tamaño no lo sé,
pero no lo es,
es entero
el placer que siento escribiendo.
La ayuda,
una mano,
la intención no es bastante,
caer, levantarse
con un hombro apoyado,
humana la mano que empuja
hacia arriba,
el lamer de una perra que quiere
cura
sin pedir siquiera el lamer luego su herida.
Pediste,
un autobús que escapa,
eras cojo y corriste.
Me lo explicó mi madre,
pedías delante de La Banca.
Que no te duela,
arriésgate,
dale,
si puede que se escape,
di que lo descubriste,
sé feliz
que es uno que no tiene hambre.
Vuela sentado
entre las ruedas y el techo
o entre el suelo y el cielo,
solo le diste dinero.
Con la fuerza de tu cariño
hiciste grande un trozo del mundo.
Seamos comienzo
y no hagamos de nuestros actos humo,
siempre un te quiero.
Salamanca,
tan desconocida,
tan nombrada,
tan mentida,
tan estudiada. Piedras leídas
con miedo a saber nada,
vivida
y universitaria.
Tan poblada y tan vacía.
Corresponsal de guerra,
tú que fuiste eres títere.
¿O también lo eras?
Corresponsal de guerra,
te perdiste,
ya no guerreas con tu palabra,
ya no guerreas con tu cámara,
ya no guerreas nada sentado en tu pupitre
fingiendo ante la pantalla.
Corresponsal de guerra.
¿Corre la sangre por tus venas?
¿Es roja
la sangre que de las heridas brota
al taladrar la bala
rápida?
Corresponsal de guerra.
¿Es roja la sangre en tus venas
de pluma estilográfica
comprada?
Corresponsal de guerra
que ya desconoces de la guerra
incluso el sonido de las balas,
yo ya no te creo nada.
Corresponsal de guerra,
si eres de veras, protesta,
si no, calla.
¡Ya quedáis pocos entre las balas!
Dicen que no mata
un bolígrafo que miente,
seguro que no ayuda nada
a las vidas que padecen.
Que la sonrisa firme contigo su alianza sagrada,
que no rompa su alianza ni la sangre derramada,
que sea para siempre la sonrisa tu aliada amada,
que sea para siempre en ti la tristeza desangrada.
Una mano se alza
cerrada
para bajar matando.
Dos manos estrechadas
saludando
en efímero pacto.
Dos manos que se alzan
blancas
se regalan en palmas de la mano
deseando un abrazo.
...........................................................
Una mano se alza
cerrada
para bajar matando.
Dos manos estrechadas
saludando
en efímero pacto.
Cuatro manos que se alzan
blancas
se regalan en palmas de la mano
deseando un abrazo.
¿Miraste el cabello encendido en la muerte del ángel?
La hermosura se transformó en el demonio bien vestido
con espumarajos escupidos de insultos y de sangre
al leer el verbo con letras escrito en las redes sociales
por un paisano sufrido.
Volvió a decir lo dicho
en contrariadas frases,
todo quedó cambiado
para decir aquí hay nada
en parecida promesa vacía
y el antes fue borrado.
El engaño, la falacia, nada de ello tiene importancia
que no es la memoria de la palabra dada necesaria
aunque en la sonrisa vil y quebrada
quedó fotografiada la dañina mentira
del ardiente practicante de la política.
Trabajo que sale caro
en el congreso y el senado
mientras el tabaco y el vino se venden baratos.
Trabajarlo
por el pueblo llano
es pedir demasiado a unos pobres mandados.
Dos Punto Cero ya no es ¿Qué es eso?
Ufanos todos creemos saberlo todo
y nos atrevemos
inventando términos casi todos,
tres punto cero, cuatro, cualquier otro...
Que no sea por nombres
aunque los escribamos sin comprenderlos,
mas no es importante lo que se pone
tanto como lo que se dice con ello
y casi siempre transmitimos una idea nula
que en el pensar perdió las mayúsculas.
Llegué mientras hablaba el tiempo
en el momento en que un segundo
escribiendo la penúltima palabra,
deteniéndose,
escribió en mi pensamiento
que no dependía de minuto ninguno
la eterna felicidad de mi alma
y, riéndose,
sí de cada instante que disfrutara.
La eternidad,
o cualquier momento pequeño en el disfrutar
al buscar
la energía vital de unos versos sinceros que rimar.
Hay veces que es mejor no imaginar,
pero la historia de la vida está escrita
y al pensar no se debe evitar la realidad;
como no la evitará, imagino, Hiroshima.
Cuando en el país de la libertad,
vendido ya por tantas deudas,
se ajen las barras y las estrellas,
miedo me da su energía nuclear.
Si nunca fue amigo de la paz
quizás quiera terminar con una gran guerra.
Muchas son las bombas atómicas que almacena,
demasiado es su arsenal.
El papel soporta todo el peso de las palabras,
basta encontrar el tiempo para encontrarlas,
basta el tiempo para pensarlas y, eligiéndolas,
dejarlas en él atrapadas para que, leyéndolas,
se liberen en un mar de cerebros las ideas.
Para ello solo hacen falta muy poquitas letras,
de las ideas ni unas pocas, elegir una llega.
Si además las regalas, ya escritas las palabras,
como un virus de placer se extenderá la magia,
crecerá, cada vez un poco más allá, y al tiempo
la sonrisa cosechada habrá inundado el universo.
Tampoco es para sentirse orgullosa u orgulloso,
pero sabrás que un trocito dependió de ti un poco.
¡Que al escribir lo disfrutaste! Lo tuyo es grande.
A un lado la tierra y su centro,
en el otro el universo,
todo lo que imaginamos
que, más que conocer, ignoramos.