Ayuda

La ayuda, una mano, la intención no es bastante, caer, levantarse con un hombro apoyado, humana la mano que empuja hacia arriba, el lamer de una perra que quiere cura sin pedir siquiera el lamer luego su herida.

Pediste, un autobús que escapa, eras cojo y corriste. Me lo explicó mi madre, pedías delante de La Banca.

Que no te duela, arriésgate, dale, si puede que se escape, di que lo descubriste, sé feliz que es uno que no tiene hambre. Vuela sentado entre las ruedas y el techo o entre el suelo y el cielo, solo le diste dinero.

Con la fuerza de tu cariño hiciste grande un trozo del mundo.

Seamos comienzo y no hagamos de nuestros actos humo, siempre un te quiero.

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Salamanca, tan desconocida, tan nombrada, tan mentida, tan estudiada. Piedras leídas con miedo a saber nada, vivida y universitaria. Tan poblada y tan vacía.