Sobre morir

Aviso previo: Esta entrada es larga, tanto como quiso ser. Y habla de muerte, claro, y de suicidio y duelo y cosas, que pueden despertar emociones intensas e invasivas. Ojalá también sea de algún modo aliviante, si decides quedarte. No te sientas obligade a leer. Quizás no sea el momento para ti y, en todos los casos, honremos. Con especial amor fluido y ternura a las criaturas de mi vida que sienten la muerte cerca, dentro, intensa en las últimas lunas.

Muerte

Vacío. Lo que está entre. Que cuando llega, parece que la vida fue/es solo un instante. Ofrece cataratas de emoción terrible. Tragedia. Alivio. Rabia. Tristeza profunda. Sensación de irremplazabilidad. Injusticia radical cuando la vida se tomó como si no valiese.

Cualquier cosa que pueda decir a alguien que esté en duelo por fallecimiento se queda corta. ¿Qué se dice? ¿Cómo se escucha? ¿Qué se puede ofrecer?

Hay tantas formas de danzar como cuerpos. Quizás igual con la muerte cuando toca de lleno y/o de cerca; y/o masiva y/o de lejos…

Me pongo a escribir sobre muerte porque está siempre presente. Porque lo ha estado, de repente, cerca de criaturas cercanas a mis días. Porque habita y posee en sensaciones mi cuerpo, a veces, la sensación de extinción presente. Siento que nuestra relación con ella precisa de atención honda, en estos tiempos. Cuando digo nuestra, me refiero a las personas cultivadas en paradigmas occidentales, patriarcales, coloniales, de dominio sobre, de control; me refiero a la gente que ha sido cultivada desde legados similares a mí. A como nuestro ecosistema cultural nos deja como herencia nociones de la muerte y a como, en el esfuerzo atento de transformación, vamos co-creando, metamorfoseando, diferente y amplio y vertical.

“The meaning of life is that it stops.” / “El significado de la vida es que para” ― Franz Kafka

Empiezo traduciendo un poema de Maya Angelou:

“When Great Trees Fall” “Cuando grandes árboles caen”

When great trees fall, Cuando grandes árboles caen, rocks on distant hills shudder, rocas en colinas distantes se estremecen, lions hunker down leones se agazapan in tall grasses, en hierbas altas, and even elephants e incluso elefantes lumber after safety. Se mueven enormes tras seguridad.

When great trees fall Cuando grandes árboles caen in forests, en bosques, small things recoil into silence, cosas pequeñas retroceden al silencio, their senses sus sentidos eroded beyond fear. erosionados más allá de miedo.

When great souls die, Cuando grandes almas mueren the air around us becomes el aire a nuestro alrededor se vuelve light, rare, sterile. ligero, raro, esteril. We breathe, briefly. respiramos, brevement, Our eyes, briefly, nuestros ojos, brevemente, see with ven con a hurtful clarity. una claridad doliente. Our memory, suddenly sharpened, Nuestra memoria, de pronto afilada, examines, examina, gnaws on kind words mastica en palabras amables unsaid, no dichas, promised walks paseos prometidos never taken. Nunca tomados.

Great souls die and Grandes almas mueren y our reality, bound to nuestra realidad, entrelaza a them, takes leave of us. ellas, se despide de nosotras. Our souls, Nuestras almas, dependent upon their dependientes de las suyas nurture, nutren, now shrink, wizened. ahora se encogen, marchitas. Our minds, formed Nuestras mentes, formadas and informed by their e informadas por su radiance, resplandor, fall away. se caen. We are not so much maddened No estamos tanto enloquecidas as reduced to the unutterable ignorance como reducidas a la indecible ignorancia
of dark, cold de oscuras, frías caves. cuevas.

And when great souls die, Y cuando grandes almas mueren, after a period peace blooms, tras un periodo paz florece, slowly and always lentamente y siempre irregularly. Spaces fill irregularmente. Los espacios se llenan with a kind of con una especie de soothing electric vibration. Reconfortante vibración eléctrica. Our senses, restored, never Nuestros sentidos, restaurados, nunca to be the same, whisper to us. para ser los mismos, nos susurran. They existed. They existed. Existieron. Existieron. We can be. Be and be Podemos ser. Ser y ser better. For they existed.” mejor. Pues elles existieron.” ― Maya Angelou ― Maya Angelou

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Muerte que se siente como perder miembros para siempre y, a la vez como ciclo de vida y, a la vez tanto más.

Si hay muerte, hay duelo. No se puede hablar de muerte y duelo sin hablar de amor. La maestra bell hooks dijo:

Une no debería buscar conquistar el duelo/el dolor, porque el duelo en su forma más básica es una expresión de amor. El duelo es un reconocimiento de pérdida, sí, pero también es una manera de honrar nuestro compromiso por aquellas que han fallecido. Raramente, o nunca, sanamos ningune de nosotres en aislamiento. Sanar es un acto de comunión. El amor nos invita a doler por les muertes como ritual de luto y como celebración. Necesitamos no contener el duelo cuando lo usamos como medio de intensificar nuestro amor por lo muerto y lo muriendo, por aquelles que permanecen vives.”

Mmmm

No puede hablarse de morir sin hablarse de vivir.

De pequeña imaginaba: morirse como ir a un lugar de NADA. Como gran silencio. Me aterraba conectar con la desaparición potencial de mis progenitores. Soñaba con su muerte en pesadillas recurrentes. Responsabilizo al Disney de Mufasa y a Freddy Krueger. Mi abuela fue la primera y su mente se diluyó en Alzheimer y supuse que morir era más que dejar de latir y entonces, no dejé de preguntar qué es vivir. En contexto obsesionado con salud y trabajo, ¿Qué es vivir?.

Traigo aquí a Sophie Strand, que tanto me ha guiado sobre vida, salud, muerte, descomposición y compost.

“las narrativas clásicas populares son: estás enferme, te dan un diagnóstico, pruebas un montón de tratamientos, y te pones mejor. Yo tengo una condición que no tiene cura, es degenerativa. ¿Cómo puedo empezar a encontrar salud en la descomposición?. Creo que va sobre “making good soil” / convirtiéndome en buen suelo/compost. No me muevo hacia un cuerpo sano o sanado, pero que pasaría si mirásemos a la descomposición como el momento en el que la vida rebosa su taza? Hay algo jugoso y complicado en imaginarme como una pila de compost, repleta, con múltiples voces, integrada de especies.” “El compostaje es una manera realmente poderosa de navegar nuestro miedo cultural a la muerte y la mortalidad. ¿Cómo es la Muerte el útero de la vida? ¿Cómo es la muerte la matriz del suelo de todo lo que crece en comida y flores y bosques?. Compostarse es un proceso íntimo, uno que destruye el mito de separación y requiere de nosotres que estemos en relación con el ciclo de la vida. Después de todo, vivimos en una cultura privada de ritual y significado. Tu práctica espiritual puede ser compostarse. – Puede ser sobre alimentar la tierra en la que vives. ¿Entonces qué es descomposición? Observando un montón de compost transformarse en suelo fértil puede parecer que descomposición es génesis. La descomposición es la primera escena en una comedia de hilos miceliales y milpiés y flores silvestres brotando, semillas depositadas invisiblemente por un ave volando allá arriba. A veces pienso en la muerte como siendo la transición de una viveza solitaria a una polifonía anárquica de vida. Hace años, un ciervo, golpeado por un coche, consiguió llegar hasta los bosques en la periferia de la propiedad de mis padres, donde murió. Era verano, tremendamente caluroso, la corteza pelada de los abedules casi crujiendo en cenizas bajo el sol implacable. Día tras día visité el cadáver y vi como una vida se derretía en una revuelta de vidas. Gusanos. Hormigas. Larvas. Escarabajos. Setas. La muerte era casi el momento cuando la vida rebosa su taza. La vida no era un final de la vida. Era el final de lo singular. El ciervo decayó fuera de su forma en una pluralidad generativa explosiva. Una narrativa divergía en cuatrocientas narrativas.

… …

Le pregunté a mi amigo, médico especialista en paliativos infantiles, que qué podía aconsejarme, en esta cultura que no nos ha dicho cómo acompañar a quien duele por muerte. Me mandó un audio largo (gracias) y rescato algunas de las cosas que compartió conmigo:

“Tampoco sé que decirte. En esto no un correcto concreto. Hay muchas formas de hacerlo mal, eso seguro, pero tampoco hay formas concretas de hacerlo bien. Lo más fundamental es escuchar mucho, sinceramente. Hablar poco y lo que sea hablar pues que sea sobre todo para validar y respetar mucho el proceso de cada cual con esto. Lo que esta persona puede estar sintiendo es terriblemente variable según cada momento del día, según vaya pasando el tiempo y puede ser muy disonante con otra gente de su entorno o con lo que la persona espere de sí misma o esperaría de sí misma en esta situación.

Digo esto porque es muy importante facilitar la expresión de todo lo que pueda haber.

Lo más habitual es que haya profunda tristeza y miedo, y esas son las emociones más fáciles de expresar, pero es que puede haber de todo. Puede haber enfado. Culpa. Tiene que haber un espacio para expresarlo si es que lo piensa. Ese tipo de confesiones que nadie quiere hacer, enfadado, culpable, siento alivio… a veces uno desea que se acabe. Se puede sentir que no se puede decir esto en alto. Para mí una parte importante de todas estar cosas es no dar nada por hecho y facilitar que todo esto pueda salir, porque muchas veces se sufre mucho por estar masticando todo eso en soledad. Y a partir de ahí siempre es el qué necesitas, que te vendría bien.

Cuando la muerte es inevitable: A partir de ahí surgen esas emociones habitualmente terribles y todo ese malestar y toda esa desesperanza y para nosotros en este tipo de conversaciones hay dos premisas importantes: que sin esperanza no se puede vivir, ósea que siempre hay que dar un mensaje de esperanza pero esa esperanza tiene que ser realista y luego pues ofrecer disponibilidad. La desesperanza que suele invadir en estas situaciones, no puedes decir que todo va a salir bien y es una mierda que te lo digan o que te digan que no llores… pero claro, si la esperanza no es curación, la esperanza puede ser no tener dolor, estar bien atendido, estar acompañado, estar cuidado… bueno. Se sabe por ejemplo, hay algún estudio por ahí que en España lo que la gente más teme en relación a la muerte es morir solo. Entonces bueno, pues hacer énfasis en esperanzas realistas.

En tu relación con estas personas que sufren la muerte de alguien está en pensar cómo puedes estar para ella y estar con ella y cuidarla y ofrecer esa disponibilidad. Puede dar algo de calidez y de alivio a esa persona pero claro, reconociendo lo que es, que es una mierda y ya está. Cada cual en su proceso puede ir a un paso a un afrontamiento distinto. Justo me estoy leyendo un libro de Norbert Elías que habla de las distintas maneras de afrontar la muerte en nuestra sociedad, desde el afrontamiento clásico religioso de pensar que la muerte no es como tal, que hay una vida después de la muerte; al reprimir la idea de la muerte y no pensar nunca en ella o al pensar que otros se mueren pero que yo no y que de alguna manera la medicina siempre va conseguir curarme, una especie de negación; o el afrontamiento activo, ¿no? Y el afrontamiento activo tiene que ver con qué quiero que quede después de mí. Dependiendo de cómo sea el afrontamiento de estas personas es distinto. Pero ponerse en un plano demasiado racional cuando la cosa se ha puesto ya tan fea, puede tener poco sentido. Cuando el camino está tan avanzado las razones dan para poquito.”

Si echo en falta maneras de conectar, seguiré conectando con sabidurías que han visto más que yo.

Suicidio:

El otro día, mi compañero viajaba en coche por una carretera estrecha, y una hilera de vehículos parados les evitaba avanzar. Al bajarse del coche y caminar, una mirada atenta le hizo entender qué pasaba. Una persona joven, aferrada a una valla al borde del precipicio, pendía de la decisión de quedarse o saltar. Su joven acompañante lloraba. Las personas que les rodeaban, que la casualidad llevó a estar en ese lugar en ese momento, desconocidas entre sí, acompañaban la escena. Cada cual como llamado a su papel, acogían y no dejaban en soledad a las personas de esta escena. La crisis se convierte en colectiva y el sufrimiento se reparte. Se autoorganizaban para resolver el bloqueo del tráfico moviendo coches. Mi compañero exploró con oídos atentos y quedó aliviado con los papeles que se estaban cubriendo. Decidió que su papel era continuar su camino y guardar esta historia en el pecho podría ser su rezo. Las crisis, sacudidas, en la vida nos unen. Esa es la tesis del libro de Rebecca Solnit “un paraíso en el infierno”, que nos da mirada hacia cómo afrontamos las catástrofes (y cómo la inercia sistémica nos retroalimenta terror, no haciendo justicia a lo que se vive en los epicentros de estas). Mi cuerpo que vivió joven el suicido de persona cercana… hoy me dice que la tragedia se expone en la pérdida de oportunidad de amar la oportunidad de vivir. No puedo juzgar cuando esa oportunidad termina. Y como persona con el suicido presente en su historia potencial hacia futuro, lo honro como parte de mi libertad. Como potencial camino. Y eso, creo, que le da poder a mi sensación de vivir.

¿Se puede conectar con suicidio sin ponerlo en la balanza de juicio?

Culpa… ¿Qué pude haber hecho?

Siento que algunas de las conversaciones más brutales de las que he participado eran dolorosos y apasionados intercambios de familiares de personas que se había suicidado vs personas que tienen una opinión formada sobre el suicido pero no lo han vivido de cerca.

Hay tantas maneras de danzar como cuerpos.

Al igual que ser consciente de que la muerte puede llegarme cualquier día de estos. ¿Qué significa(ría) vivir, pudiendo estar tranquila al final del día: si muero mañana, estaría tranquila con ello? Lleva informando mis decisiones y cauces un tiempo. No es homogéneo ni me parece superior a nada. Es. Para mí es como meterme bajo tierra y comérmela, llenarme de humildad por la ofrenda de cada instante que soy consciente de estar viviendo. Y ahí el dolor se siente algo diferente.

Aquí entra la noción de legado. Lo ancestral.

Contaba Bayo Akomolafe en la primera sesión del “curso” We Will Dance With Mountains: Vunja!: hace 41500 años, tuvo lugar un evento que llaman “evento de Laschamp” en el que cambió la polarización global: el sur se convirtió en el norte. Fue un evento disruptivo geomagnético global. Las condiciones eran apocalípticas y brutales, y se entiende que esto llevó a la extinción de la megafauna y los homínidos Neandertales. Es de este periodo que proliferan las pinturas en cuevas, donde un puñado de humanos “modernos” se refugiaron para sobrevivir. En las grietas. Y decía algo así como que: Comprender el propósito de esas pinturas quizás exceda cognición. Tendemos a reducirlo todo a intencionalidad y propósito, pero el mundo excede lenguaje y códigos. El arte no se verá reducida a cognición. Fue anima mundi. Fue spirited away.

Hay algo en esta historia que me atraviesa hacia “lo improbable es estar viva hoy”, y se siente hija heredera de ese linaje y tantas generaciones atrás, esta oportunidad de vida consciente que soy hoy. La oportunidad de legado aunque no se entienda. Y como hay tanto que no comprendo y me hace sentirme capaz de estar porosa a honrar, cuando sea su momento, todo lo que venga a mí en esta conciencia.

Por último, creo que es importante traer la muerte desde qué significa a nivel paradigma: los modelos mentales que tienden a informar como vemos y sentimos lo que sucede, la muerte… puede ser esencial en todo esto.

Me remueve como lo pone en palabras *Charles Eisenstain en su libro: the ascent of humanity https://charleseisenstein.org/books/the-ascent-of-humanity/eng/life-and-death/ Hablando de este paradigma de separación, dice:

“La victoria última de los avances tecnológicos sería triunfar sobre la muerte en sí. De una manera u otra, esta meta dirige todos nuestros esfuerzos de dominar, acumular y controlar. Existe de forma diluida en la persecución de seguridad; está escrita en nuestra ideología de competición y supervivencia de les más fuertes. […]

Como la promesa de superar la muerte es un fracaso, en su lugar buscamos negarla, escondiéndola o pretendiendo que no pasará. […] Pero, como siempre, nosotras, personas humanas nacemos, vivimos y morimos.

La razón profunda por la que nuestra cultura encuentra necesario negar la muerte, es que la muerte explicita la mentira en la agenda de nuestra estrecha concepción de nosotres mismes. Contemplación y conciencia integrada de la muerte revela la irrealidad, o la realidad condicional, de una concepción del yo discreta y separada. Porque el yo que nosotres definimos como nuestros cuerpos, nombres, conocimiento, posesiones, imagen e historias — los “Egos encapsulados en piel” que decía Alan Watts — no existía antes de que naciésemos y cesará de existir cuando muramos, ese yo e irreal, impermanente; así como el dualismo de yo y medio ambiente/naturaleza es irreal también. […] Es también por eso que un encuentro cercano con la muerte es tan transformador: dejamos de preocuparnos por las preocupaciones triviales de la vida y caminamos en el conocimiento, como una persona superviviente a una muerte segura lo puso, que “solo el amor es real”. Cuando la Muerte expone la impermanencia y la realidad condicional del yo como lo conocemos, todos los comportamientos basados en engrandecerlo dejan de tener sentido. La Sociedad como la conocemos está basada en estos comportamientos; por lo tanto la sociedad necesita eufemismos, esconder y negar la muerte.

Porque acompaña la negación de nuestro yo auténtico, nuestra negación de la muerte es igualmente una negación de la vida, y separación de la muerte es separación de la vida. […]

Nuestros esfuerzos presentes para negar la muerte […] solo incrementan nuestro miedo a la muerte y refuerzan nuestras ilusiones de separación. Pretenden que la naturaleza va a excusar a los seres humanos de sus leyes, que podríamos estar exentos de los ciclos de nacimiento, muerte y decadencia. Y miedo a la Muerte, por su lado, realmente es miedo a la vida, la cual es crecimiento, cambio y transformación, una continua muerte de lo viejo y nacimiento de lo nuevo, estación a estación y momento a momento.

La aversión a la Muerte y a la incertidumbre en la vida emergen de la misma visión básica del mundo. […]

Lo traigo junto con lo que dijo James Baldwin:

“La vida es trágica simplemente porque la tierra gira y el sol inexorablemente sale y se pone, y un día, para cada une de nosotres, el sol se pondrá por última, última vez. Quizás toda la raíz de nuestro problema, el problema humano, es que sacrificaríamos toda la belleza de nuestras vidas, nos imprisionaríamos en totems, tabús, cruces, sacrificios de sangre, campanarios, mezquitas, carreras, ejércitos, banderas, naciones, con el fin de negar el hecho de la muerte, el único hecho que tenemos. Me parece que une debe regocijarse en el hecho de la Muerte – debe decidir, en efecto, ganarse la muerte de une a base de confronta con pasión el misterio de la vida. Une es responsable por la vida: es el pequeño faro en esa aterrorizante oscuridad de la que venimos y a la que debemos regresar.” ― James Baldwin, The Fire Next Time

THERE IS NO JUSTICEsaid DeathJUST ME” / “NO HAY JUSTICIAdijo la MuerteSOLO YO”. ― en Mort de Terry Pratchett

Joder. No sé. Lanzo aquí este compendio de palabras sobre un tema complejo, tabú, que es arriesgado por tener el poder de triggerear/desencadenar sacudidas hondas en gente. Siento qué haces tú, ingenua, hablando de la muerte. Y a la vez siento que quiere hacerse, a través de mí, por lo que sea. Algo en mí quiere decir que somos eternas. Y en esas palabras que escucho cuando oigo recuerdos de abueles y familia escogida y sanguínea, cuando pasa el tiempo… el duelo y el dolor no se hacen más pequeños, sino que, en nuestro continuar día a día respirando, nos vamos expandiendo, a poquitos, sin que se le pueda meter prisa al proceso, y ahí, el duelo va ocupando menos espacio en nosotres. Y aun así eso ni es bueno ni es malo, que daño hace lo binario, sino transformación, metamorfosis constante. Y cada paso, recuerdo, pregunta, puede ser un rezo. Somos por lo que fue, desde que solo había organismos unicelulares. Seremos ¡, también, legado. Y buen compost, siento, que honrar la muerte en sus plenitudes será buen compost.

Ama, eterna,

V.V.