Valores
Un bufón se cuela en la fiesta con aires de libertad, un bufón que algunos diseñan y que llaman libertad, un bufón que las comparsas suben a la mesa al grito de libertad, un bufón que también planea guerras, el bufón Libertad.
Se nos fue la seriedad por la boca del monedero, cinco minutos meditando en ello y sabrás que este pensamiento es puro y veraz. Nos fue clavado en el cerebro, con cien años de publicidad y la vida que nos dieron, todo lo que has de pagar. En algunas cosas mintieron y no dijeron todo lo cierto.
No es cuento, las guerras también se pagan con tu dinero. Niños y niñas muertos. Lejos.
¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero!...
¡Embustero!
Tu gobierno. Tu banco sumidero. Quieres alma de cazador y estás cazado. ¡Malo! ¡Malo! ¡Malo!...
Se nos fue la seriedad. Se escapó la libertad. Se vendió la verdad. Se atrapó la justicia en las manos del mal pues el mal es quien la hace propiedad. Se regaló el deseo de paz a que la guerra sea más allá. El trabajo que mañana harás ya está hipotecado en el banco de la capital pero aún habrás de comprar el arado, tampoco te lo dan. Aguanta el amor un rato, hasta desenclavar las flechas porque ahora ellas ya son dueñas y no aguantan tanto. ¡Menos mal! En algo mejoramos.
Existen tus derechos y los de las cosas que has hecho. Otra trampa mortal del dueño de todo el dinero.
A este trote un día pagarás por tu sombra reflejada en el asfalto, derechos de propiedad porque no es nuestra la calzada, o porque el zapato es prestado, o porque el agua del rocío es de la compañía, o por algo. Quizás mañana la sombra también nazca vendida, comprada de saldo, también yo le dejo el planeta a tus hijos hecho trocitos podridos.
Tú y yo somos el mismo.
Quiero ser pájaro y anidar en un árbol de nuestro agrado. Mío, tuyo, del mundo. Sin rejas, sin penas, lleno de cosas buenas que elegimos. Quiero que podamos decidir tú y yo lo que es el bien, lo que es el mal, eso de la maldad y la bondad, y decidir juntos cuál ejercitar.
Ansío un pentagrama que cante dignidad.