Un saludo
Casi no me ves Pero insistí hasta hacerme ver
Encogida el alma en las gotas del viento frío, salpicada la vida al soplo del mar frío, la naturaleza siempre cálida helará la sangre en vida con su magia y tras tiritar su luz entrará hasta adentro para hacer la vida brillar.
También ahora en invierno.