Otro móvil
El móvil se renueva y el viejo Qtek deja paso a un hache te ce que ahora es nuevo, sin estrenar siquiera. El ansia por conocerlo no empaña otras pasiones como la de escribir conque, hermosa palabra que me encanta. El placer de tocar la pantalla, que no sus teclas, verla iluminada de novedades, que imaginadas, revolotean en las neuronas en imágenes virtuales; un placer no tan grande como contarlas, decirlas, escribirlas, alinearlas en palabras golosas.
No es el placer de hacer llamadas el que se esconde sino ese de jugar a mirar utilidades que se desconocen. De cualquier forma primero escribo conque, disfruto con la hermosa palabra, y después empezaré con las instrucciones del nuevo móvil, mío, no de la compañía.
Me lo regalaban por un contrato sin sustancia que no me valía ni me hacia falta pero que pagaba aunque usara menos, y si usaba más pagaba bastante más. No me hizo gracia. Me encantan las palabras. Libertad. Por ejemplo.