Niños muertos de hambre

En este momento en que escribo un niño... Otra vez. Mientras escribo varios niños pequeños se están muriendo... Tampoco está bien. Ahora que escribo, muchos, muchos niños están siendo carne muerta. De hambre. Quisiera que cuando tú leas ningún niño se muera. No me tiemblan los dedos cuando escribo pero me tiritan las neuronas en el cerebro y siento un fuego de niños, una hoguera grande, que me arde en el pecho. Tú que lees, piénsalo, no es broma. Es hambre.