Miedo
Sin darme cuenta las rayas negras de un tigre me atraviesan y las amarillas hierven secando el calor en las venas, la sangre congelada en rodajas aplasta en las sienes, los brazos se erizan en cabellos encabritados cual lanzas dispuestas al degüello, eléctricas serpientes disparan febriles todos los nervios en un cuerpo tenso y pétreo, entera vida detenida que en un instante que no suspira explota y la sangre que ataca estalla vencida por el miedo agazapado de la que nunca fue indefensa víctima.
Temí como la fiera que fui y maté por no morir otro atardecer.
Temor de infierno el cielo sobrecoge lumbre de miedo y goce, continuo miedo bombardean los malos hombres.