Limpieza
Ya no son esporádicas acciones, con el tiempo crecen las ocasiones en que se pasa por el agua la vajilla dejándola de trozos sólidos limpia, a veces en inestables montones.
Torres de platos, fuentes, boles...
Desde que se colocaron los escritos en los muros alicatados de blanco las tablas de madera no se mezclaron, las limpias en sus limpios sitios y las usadas donde el grifo se dejaron.
Funcionan los rosados carteles todavía pegados en las paredes.
La resolución de la festiva avería en los alegres días de Fiesta Vasca con la que nos asustó el lavavajillas se llevó a cabo con eficaz elegancia, gracias.
Pequeño escrito no enviado a su destino cuando estaba previsto. Ya perdió su sitio.
Porque algunas veces una tarea que se queda olvidada en una memoria llena de ausencias viene el tiempo y la recuerda, no vuelvas a dejar de hacerla. Todos los días, dos veces, las siete y treinta. ¡A qué esperas!