Las esculturas
Esencias que se piensan. Se dibujan pretéritos de figuras en busca de una idea y se saludan cuando el ojo las ha paseado. Los dedos cincelan lo que el interior de la calavera idea. Pesan en la nada, las miras y aunque nada te digan ocupan la ausencia de algo, un sitio en el espacio, tiempo en la retina. Se miran. Se estudian. Gustan, no gustan. Alguien las elige, se padecen o se viven esculpidas en nuestras vidas. La escultura, no queda más salida que aceptarla en el mismo sitio todos los días.
Anónima obra para la mayoría de las miradas que la visitan, inmortalizada en las memorias de algunas pocas vidas. Esculturas desconocidas de desconocidas historias, si se conocieran muchos valores cambiarían y odiando algunas conocidas se amarían muchas desapercibidas anónimas obras.