La música y un tigre
Vacío de música, triste del alma, algodón áspero que no rima con la nube blanca clavada en el cielo. O sí rima. Si se te fue la música refúgiate en las palabras mientras la buscas.
Aunque sean grises las leras que lees, las letras que escribes, siempre te entretienen mientras persigues las notas en el viento que perdiste.
En el palco, con el aire ahora congelado, las gargantas ausentes volverán a encadenar los trenes que llenos de notas empalagarán tus neuronas como otras veces.
Volverán todas a llenar entre los oídos el espacio de tus sienes y paladearás los sonidos como siempre. Te has dormido sin tener sueño y te ha rugido el cerebro.
Eso me ha sonado a tigre. Ya vives.