Iglesia blanca de XXI
Dios sabe que Él es el que es sin La Iglesia saber ni quién debe ser ni para qué es ni por qué. Algún obispo dijo “La construyo” y así fue. En Donostia anteayer. Hoy una iglesia, eurótico cubo, con la nave de veintiocho metros, enteros, es una eurótica falta de respeto. Veintiocho metros de altura recién estrenada, en San Sebastián, para mirar cómo la belleza es más pura toda blanca, para que Dios quepa con holgura. Parece mentira, es para decir misa predicando que has de tener mesura con el derroche de tu vida.