Hambrientos
Lo que pienso. Siempre deseo importante lo que pienso cuando lo realmente grande es pensar. La importancia es circunstancial y personal. ¡Qué le importará a un adolescente negro de los que están hambrientos un trocito de arte o que el Guggenheim sea de titanio! ¿Y a un payo? ¿Y a un gitano? Si todos tienen hambre creo que todos prefieren saludar al panadero, o al frutero, o visitar el cubo de la basura. ¿Te sorprende? Déjame que lo piense.
Hipócritas de la vida y de la usura no tenemos cura. O sí. Yo creo que sí. Ya que lees también depende de ti.
Es tan fácil, con mirar al cielo ya tenemos arte, si además respiramos ¡Aire! Respirando el arte.