Hacerlo fácil
Tranquilo iba.
Yo escribía sin entender que una o dos personas estaban interesadas en leer algunas de mis cosas.
De entendederas cortas.
En un blog para que lean, para que lea quien quiera, fácil debería de ser y no era. Era difícil suscribirse como reír escuchando un mal chiste. Hoy quise hacerlo fácil, más bien empecé antes de anteayer, porque así lo pidió más que alguien, fueron algunas gentes, pocas, y allí corrí a poner gadgets, artilugios, que como quieren funcionan, como yo no sé.
Trotamundos.
Fácil, muy fácil si los entiendes bien, imagino que si te interesaste en tener un montón de lecturas también. Quiero que sepas que me esfuerzo para que leas, para que me leas sin que sea locura si así lo deseas, sin buscar en ardua tarea dura cada vez que publico palabras.
Agradecer.
Alguien me ayuda y lo sabe, gracias, muchas gracias. Con cariño. Agradecido te escribo una sonrisa que no se ve.
Pero se lee.
Y tú que lees quiero que lo sepas, estoy intentando que sea fácil, y si lo intentas y no consigues que el esfuerzo salga casi gratis me lo comentas abajo del todo, o por correo electrónico, o en Google plus, o donde desees. Cosas de la técnica y del revés.
Que no se me olvide, gracias porque me lees.
Y a ti otra vez gracias por las pruebas, perdón por haberlo hecho difícil y tranquilidad, que saldremos de aquí sin dejar de leer ni de escribir. Y en francés. Merci.
Con un poquito de voluntad después del muro es más acá. Uno y uno son un par y no suman nada más, mas la gente que quiere suma tres en nueve meses.