El peldaño mojado

El peldaño, si resbalo da igual si subo o bajo, me caigo. Es lo más probable aunque con suerte me equilibro y salvo los huesos de un batacazo. Sin suerte quien escribe se cae, me derribo. Ya veremos más tarde si se rompe el peldaño o la cabeza grande, a él no le importa nadie, a la cabeza le importa ella y si el mármol se agrieta, por no pagarlo. El peldaño estaba mojado. Siempre pensando en las pesetas. ¡Qué miseria!

De mármol.