Dos estrellas
Hace mucho, mucho tiempo, cerca de este siglo, ella, tan querida, a quien recuerdo y siento con todo el cariño, me regaló una fotografía de la que recorto este escogido trozo. En la ciudad del sena entre algodones rosas y la belleza hermosa de una niña peliroja se eleva a las estrellas la lanza más famosa de la tierra entera. Hay otras pero no son vuestras. A ti que me la recuerdas, a ti que sé que te emociona, y a ella, os dedico esta idea. Un puñal suyo clavado en mi cerebro, un recuerdo tuyo apuntando al cielo. ¡O es al revés! El puñal tuyo y el recuerdo suyo. También. Leas como leas, disfrútalo bien.