Dioses del averno

Eres culpable, culpable de no pedir a Dios que se vaya con el mal a otra parte. ¿Soy culpable también yo? No creo que hiciera caso pidas tú o pida yo. No entiendo a este Dios creador, un Dios creador del mal. No entiendo tal regalo y tampoco lo quiero, no quiero el mal ni quiero el pecado, que se los lleve como los trajo. Que se los regale a Satanás.

Valiente Dios que pudiéndolo todo nos llena el mundo de lodo. Todopoderoso. Seguro que el dinero también lo inventó este Dios bueno y se lo enseñó a uno que tenía el cerebro hundido en el abismo más hondo, el del infierno. Otro invento, otro regalo que no quiero. Dioses del averno.

Dioses del averno

Reinos de oscuro mar y de fuego que desconozco, sin deseo reniego de vosotros mas la libertad impone vuestro peso cargado sobre millones de hombros.