Adán

¿Erró? Un día pecó y no Dios, que no escribió, sino el mismo hombre lo castigó en un famoso libro, y lo dominó siglo a siglo, por siempre, por esclavo y oyente. Aún paga lo que su hermano no le perdona, paga un pecado que le mantiene atado con charlatana soga a un poder redomado, taimado, astuto, ladino, no divino.

¿En verdad pecó? ¿Cuándo ha de venir Dios a quitar este collar de mentiras que desangra? La palabra, divina, que limpie la mancha.

Que se queden con los diamantes y con todos los brillantes y nos dejen libres en la naturaleza con un trozo de huerta.