A pagar el parto

Quince meses de niña sonriente danzando sin detenerse un pequeño rato, quince meses y los pies ya danzan alegres corriendo desde aquí para el otro lado, quince meses de niña que a vivir viene en un trozo de tierra que le pertenece y alguien ya quiere que pague por algo. Mal pensado está el mundo este que pone precio nada más atravesar el parto.

A pagar el parto

Hermosa vida, olas que baten en el túnel de la codicia sin importar la savia que se rompe con cada golpe, importa la avaricia más que de la recién nacida la sangre y el nombre.

Suelo, el dinero, mucho estiércol, todo lleno de infierno, son quizá posibles dos cielos que aún nos salven de este averno, un niño y una niña que están naciendo.