Sobre licencias recíprocas

Una obra a la que no se adjudica licencia es automáticamente cultura del permiso, es decir, que quien quiera usar o reusar esa obra debe contactar a quien la ha creado y explicitar el acuerdo de uso.

El Copyright son los derechos de autor y el Copyleft es una manera de gestionar esos derechos. Algunas licencias, como las Creative Commons y muchas otras, permiten a las creadoras explicar fácilmente qué se puede hacer o no con su obra sin necesidad de ir perdiendo permiso.

El Copyleft es un tipo de licencia libre y recíproca. Porque no hay libertad sin responsabilidad, quien reusa una obra que está licenciada Copyleft tiene el deber de licenciar la nueva obra con la misma licencia de la obra original. Y esa reciprocidad es la que permite que una obra y sus modificaciones sean eternamente libres. Dada la paradoja de la libertad que obliga a licenciar igual, llamaremos recíprocas a las licencias Copyleft (GPL, AGPL, LAL, CC BY-SA, etc).

Todas las licencias recíprocas son libres pero no todas las licencias libres son recíprocas. Es decir, que hay licencias libres como la CC BY o la CC-0 que son más permisivas: no obligan a licenciar bajo la misma licencia y hasta podríamos cambiar esa licencia si creamos una obra derivada.

Reusar en digital

En contraposición a un modelo de gestión de derechos como es el Copyright, que limita el uso de las obras y vive de esa escasez, la cultura que nos trae Internet es la de la abundancia, la del compartir, la del reusar para crear nuevas cosas. Y se puede facilitar usar y reusar un contenido.

Código fuente

Una obra que no tiene su código fuente disponible puede ser difícilmente reusable. Si la obra está creada digitalmente es recomendable hacerlo con programas locales de software libre (LibreOffice, Inkscape, Gimp, Krita, Blender, OpenShot, Pluma, etc.) que suelen usar estándares y estar disponibles para diversos sistemas operativos, además de estar traducidos a decenas de idiomas.

Y una vez creada, si se quiere que sea modificable, se puede poner a disposición el código fuente de esa obra además de su resultado final. Si creamos una imagen como un cartel y solo podemos obtener su resultado (jpg, png, etc.) esa obra no puede ser fácilmente modificada.

Por ejemplo: si creo una imagen con Inkscape, el código fuente o archivo original, tendrá una extensión .svg. Se exporta el formato a png, jpg u otro para imágenes para que pueda ser compartido en una web o un medio social, pero eso es un formato de visualización, no de reuso. El formato de reuso es el archivo original en svg o código fuente. Y compartirlo facilita mucho la adaptación o traducción de una obra.

Tipografías

También es útil facilitar las tipografías (o fuentes) porque si no, cuando se abre el archivo, el código fuente no luce muy bien ya que toma otras letras en su defecto. Si informamos de las fuentes usadas en nuestra obra, será mucho más fácil que quien quiera reusar la obra, pueda buscar las fuentes por los Internetes. Y claro, hay que prestar atención a las fuentes porque también son obras con derechos de autor.

Si usamos fuentes no libres podríamos encontrarnos con un problema legal. Pero no hace falta, hay miles de fuentes libres. Solo hay que usarlas y dar las gracias, es decir, mencionar la fuente usada en nuestra obra. Si en la licencia se muestra una dirección de correo y se pide saludar no cuesta hacerlo. Al fin y al cabo, esa tipografía ha sido creada por un ser humano y siempre sienta bien saber que lo que haces es útil para alguien.

La licencia por excelencia de las tipografías libres es la Open Font License (OFL).

Crear y licenciar contenidos libres

El proyecto Komunikilo tiene ciertos criterios comunicativos, uno de ellos dice:

Explicitamos la licencia de nuestras creaciones y permitimos su reuso.

Para cumplir con esta premisa se usan licencias recíprocas como CC BY-SA o LAL y se pone a disposición el código fuente de las creaciones. Además, en el curso “Comunicación digital ética” se hace hincapié en la creación y licencia de obras con cultura libre: la segunda sesión se dedica a la creación de obras libres y accesibles y la tercera profundiza en las licencias de contenido.

Para hacer efectiva una licencia hay que enlazar a ella o incluir un fichero con el texto legal en nuestras obras. La información a indicar suele ser título, año, autoría y tipo de licencia.

¡En proyectos sociales, impulsemos creaciones con licencias recíprocas!

Sesión “Licenciar” del curso

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Redacción: @titi@bcn.fedi.cat

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