30/03/2025

♪ Ninguna ♪

Voy andando con 10 por la calle. Me está contando que ha tenido un finde muy ajetreado en el pueblo, ha comprado una casa y ha estado de aquí para allá sin parar.

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Me doy cuenta de que me he puesto calcetines tobilleros con los pantalones negros de pitillo. No estoy cómodo.

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Estoy en casa de alguien, por la noche, con 39 y alguien más de su trabajo.

Estoy muerto de sueño, muy cansado.

Ella insiste en que me vaya a la habitación con ella. Yo no quiero, la sigo a regañadientes.

Entran en la habitación. Yo me quedo en una butaca en la puerta, me desplomo.

Tengo mucho sueño.

Me fuerzo el dormirme para no tener que hacerme el dormido. No quiero pasar a la habitación

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ˣ Armas, violencia ˣ

Estoy viendo una peli de espías, en la que Richard Gere es el malo, un tipo rico que vive en una mansión con interiores de caoba, oro y más lámparas de techo de cristal que algunos países pequeños.

George Clooney y Cate Blanchett son las buenas.

En una escena, después de cargarse a todo esbirro a la vista, comienzan a cambiar todas las balas que han disparado (sacándolas de los esbirros vistos) por otras “preparadas”, para que, cuando las examinen, coincidan con las armas de Richard Gere, y así poder inculparle.

...

Alguien interroga a Cate en una habitación que no llega a cuarto de las escobas. Parecen “rusos”. Ella habla con socarronamente con acento francés, mientras un cigarro humea en el cenicero que se intuye gracias a la luz del pequeño flexo que hay sobre la mesa.

...

George Clooney (que ahora tiene el aspecto de Richard Gere), pelea contra los últimos malos, intentando salvar a dos criaturas de no más de tres años.

Acaba de usar a las criaturas como unos nunchakus.

...

Es de noche en la playa, y la luna llena ilumina el movimiento calmo del mar.

Richard Clooney se acerca a la orilla, se sube al piano de cola dado la vuelta, y se echa al mar, donde se le ve alejarse poco a poco.

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Tengo mucho sueño y no veo el momento de terminar con los análisis.

Me he plantado antes de la hora en el ambulatorio, esperando que, al llegar tan pronto, pueda irme ya mismo, y descansar.

Mientras hago cola, tengo delante a tres niños jugando a pegarse. Juegan como los gatos con los ratones. Aquí hay dos gatos y un ratón.

El mayor de ellos lleva una pulsera con la bandera de España. Me provoca un tremendo asco verle.

Cuando por fin me toca, me dicen que han perdido mi expediente, y que no van a poder hacerme los análisis de sangre, y me pongo a llorar. Lloro de cansancio, de frustración, de impotencia. Me quedo un rato delante del mostrador llorando, pidiendo por favor que alguien me ayude.

Aparece una enfermera que me dice que no me preocupe, y que vaya con ella.

La veo coger varios tubos al azar, pero aparece 10 y le dice que no, que así no es, y que ya se encarga ella.

Me lleva hasta otra mesa, y cuando va a empezar a sacarme sangre, alguien le dice también que no, que esos tubos no son.

Esta nueva enfermera me dice que tengo que volver a hacer toda la cola para poder hacerme bien los análisis.

Empiezo a maldecirme por haber intentado ganar tiempo, enfadado porque veo que ahora voy a llegar tarde.

Cuando por fin me toca, un médico se pone a trastear con la aguja, y me termina rompiendo una vena... y una nueva enfermera viene a mi rescate.