13/02/2025

♪ Marcha Granadera – Manuel Espinosa de los Monteros ♪

Es de noche y voy con 8 por las zonas comunes de unos aparta hoteles.

Todo está sucio y parece abandonado. La piscina está medio llena, y el agua estancada no invita a bañarse.

Estamos buscando unos baños para que yo pueda mear.

Por fin encontramos unos, y entro.

Se escucha unas voces hablando al fondo, pero no consigo ver a nadie.

Entro en la primera puerta abierta.

Mientras me bajo la bragueta e intento no pisar los charcos que casi están por todo el suelo, alcanzo a intuir en el techo las sombras de dos chicas corriendo.

————————————————————————————————

ˣ Especismo ˣ

Voy andando con la gente del curro por el nuevo supermercado que han abierto en el lugar del anterior.

Vamos viendo que está mejor aprovechado el espacio. Hasta tiene una planta más.

Tiene varios puestos que no tenía el otro.

Hay muchos cartones de leche.

Hay mucha variedad de snacks, y las bolsas de pan de gambas tienen buena pinta. De hecho, comprobamos que está muy rico.

Estamos de acuerdo en que tenemos que venir a comprar chocolate.

Cogemos las escaleras mecánicas que llevan al tercer piso, que parece no tener techo y estar al aire libre.

Según avanzamos en altura, una luz azul nos va cegando más y más.

————————————————————————————————

Estoy con varias personas en un centro comercial abandonado.

Estamos atrincheradas. Hay “algo” fuera.

Casi no tenemos comida, y la que hay no está en buen estado.

La luz de luna que se filtra por los pocos huecos sin tapar de las ventanas hacen más presentes las nubes de mosquitos que se ceban con la piel que no queda cubierta por las múltiples capas de harapos, plásticos y papel.

A cada picotazo nos recuerdan que seguimos viviendo, y no sabemos si celebrarlo o lamentarlo.

————————————————————————————————

Estoy jugando un partido de baloncesto con los Globetrotters.

Soy muy malo, pero tienen una paciencia infinita, y consigo meter una canasta.

————————————————————————————————

Estoy recostado con colegas en un sofá de una okupa.

Estamos pasando la tarde hablando de chorradas. Muy contentas.

Alguien viene y me da un vaso, más pequeño que el típico vaso de sidra.

Dentro hay un gatito naranja y atigrado. Muy chiquitín.

Está durmiendo muy feliz.

Meto el dedo en el vaso para acariciarle la cabeza, y él la frota contra este.

El ronroneo casi suena como un martillo neumático.

Abre los ojos y me mira, se frota las mini patitas por los ojos, y se hace ovillito de nuevo